Narra Ían:
...- ¿Q-Qué quieres decir con eso?
- Sólo tienes un determinado lapso de vida... Lo siento mucho...
- ¿Se puede saber cuánto tiempo le queda?
- Yo no sé ese tipo de cosas... Pero ¿Tú eres un adivino no es cierto?
- No se le llama adivino... Se le dice intuitivo para tu información.
- Bueno, el chiste es que adivinas las cosas.
- No las adivino... Las intuyo idiota.
- Lo que sea, es casi lo mismo... Bueno utiliza tus "Poderes" para saber cuánto tiempo le queda... Ya sabes que no te debes dejar llevar por tus anhelos o deseos.
- Ya lo sé... No tienes que repetirlo... Yo sé lo que hago.
- Pues la verdad a veces no parece.
Se miran con odio... ¿Qué se traen esos dos?, Daray tomó mi mano con la marca por un momento, después la soltó y no dijo nada,
- ¿Y bien?
- So-Sólo tiene un mes...
- Vaya vaya... Parece que ese demonio ya te había echado el ojo desde hace un rato.
- Un mes...
- ¡TODO ESTO ES MI CULPA!...
Gritó Daray mientras se agarraba la cabeza,
- Si... Si yo no te hubiera traído aquí... Nada de esto hubiera pasado.
- Oye tranquilo... Tú no sabías que...
- Vas a morir... ¡Vas a morir por mi culpa!...
- Es demasiado tarde para lamentarse Daray... Eso lo hubieras pensado antes...
- ¡Basta!... Aquí nadie tiene la culpa ¿Ok?...
- Bueno si tú lo dices... Sólo recuerda lo que te dije... Ya te han condenado... Si la visión de Daray es cierta, solo tienes un mes... No hay manera de retrasarlo o enmendarlo... Es tu destino.
Sacó una espada color blanca con bordes afilados, la blandió irradiando una luz blanca y así desapareció. Daray me abrazó fuertemente, sentía sus lágrimas caer en mi cuello...
- Ían...
Ya no podía contenerme más y la tristeza me invadió y también comencé a llorar,
- No le hagas caso a Erickson... Encontraré... Encontraremos la manera de salvarte... Te lo prometo.
Las palabras no me salían así que asentí con la cabeza,
- Ya no tenemos nada que hacer aquí...
Subimos a su auto y me llevó a mi casa, entramos obviamente por la ventana de mi cuarto,
- Nos vemos Ían... Y lo siento mucho...
-No te preocupes... Sólo que no me vuelvas a llevar de esa manera, creí que me estaban secuestrando y me asusté demasiado.
Se despidió de mí y se fue, me recosté en la cama, miré la marca que tenía en la mano con el resplandor de la luna que entraba por mi ventana...
- Bonita manera de cumplir dieciséis años.
Me dije con melancolía... El saber que tu fin se aproxima y no puedes hacer nada... Duele demasiado... ¿Quién diría que todo terminaría así?... Aunque Daray haya dicho que encontraríamos una manera de salvarme... Dudo mucho que la encuentre... Lo mejor será afrontar las cosas... Decidí no llorar aunque tuviera ganas, de nada me serviría hacerlo.
- Ían.
¿Ya es de día... ¿En qué momento me quedé dormido?
- ¡Kiara!
Gracias al cielo tenía mi mano debajo de la almohada... No quiero que nadie se entere de esto...
- ¿Te sientes bien?
- Estoy bien ¿Por qué preguntas?
Le dije de mala gana,
- Te ves enfadado y triste...
- Argh ¡Estoy bien Kiara!
- Sabes que puedes confiar en mí Ían.
- ¡¡Qué estoy bien maldita sea!! No pueden dejar a uno tranquilo.
Me había enojado demasiado, me cubrí la mano y me metí al baño...
- Creo que... Me porté muy grosero con Kiara... Ella no tiene la culpa de lo que me pasó.
Miré mi mano, suspiré y me bañé, por alguna razón me dió por vestirme de negro... Quizá mi omnisciente me está poniendo de luto... ¿Qué voy a hacer con esa marca?... Saqué unos guantes negros y me los coloqué en las manos... Me miré en el espejo... Dios mi madre de seguro se preocupará por mi apariencia, parezco uno de esos chicos rebeldes busca pleito jeje, un extraño reflejo rojo pasó por mis ojos, me miré más de cerca, mi pupila comenzó a contraerse mientras alrededor de éste comenzaba a ponerse un poco rojo... ¿Qué me sucede?... Mis ojos siguen siendo cafés pero alrededor del iris de ve rojo... ¿Por qué me están cambiando de color? Y lo peor es que si es notorio... ¿Será por el sello?... Siento que el cambio de color en mis ojos tiene lo mismo que ver con el cambio tan brusco de mi manera de vestir... Ahora si que soy un fenómeno, ojos café semi rojos ¿Qué le diré a mis padres y a Kiara? Esto no tiene nada que ver con la adolescencia así que si les digo que es por eso me tomarán de loco, estoy en serios problemas,
- ¿Puedo pasar Ían?
- Pasa Kiara.
- Mira Ían... Siento lo de...
- Shhh... No digas nada.
Le dije mientras me acercaba a ella,
- No lamentes nada, yo tuve la culpa. No debí haberte hablado de esa manera. Si tengo problemas no tengo por qué desquitarme con los demás, sólo estabas preocupada por mí.
- Ían...
- Ya no hablemos de eso.
- Oye perdón por preguntar pero... ¿Por qué te vestiste de negro?
- Ah eso... No lo sé... Creo que es por que...
- ¿Por qué tus ojos se ven un poco rojos?
- No dormí muy bien.
- No, tú iris se ve un poco rojo. Alrededor de tu pupila.
- E-Es el contraste de la luz... La exposición de los rayos del sol en forma como entran en la habitación hace que el contraste reflejado en los ojos los cambie un poco de color. Tus ojos también se ven así.
Lo sé acabo de decir una tontería,
- ¿En serio?
- Si... Búscalo en Wikipedia.
Se que no lo hará,
- Se me olvidaba, te buscan allá afuera.
- ¿Quién?
- Daray.
- Ok gracias.
¿Qué hace él aquí? Bajé rápidamente y le abrí la puerta,
- ¡Hola Ían!
- Hola Daray... ¿Qué haces aquí?
Traía unos libros y una lapicera... No comprendo nada,
- ¿Está tu mamá?
Le hice señas para que pasara,
- Si pero... ¿Qué tiene que ver mi madre en todo esto?
- ¡Buenas tardes señora!
- Buenas tardes Daray ¿A qué se debe tu visita?
- Mire señora, ayer estuve platicando con su hijo y creo que ya está enterada...
- ¿Enterada de qué?
Preguntamos mi madre y yo al mismo tiempo,
- ¿No recuerdas Ían?
- ¿Recordar?... ¡Ahhhh! Ya me acordé jajaja... En realidad no sé de que estás hablando...
- Mire señora... Voy a ser el mentor de Ían.
¡¿QUÉ?! ¿QUÉ DICES DARAY?
- Ayer le estuve comentando que en la universidad los temas vienen demasiado difíciles y los maestros no dan mucho tiempo para comprenderlos, entonces decidí comenzar a irle metiendo esos temas poco a poco para que los pueda comprender bien y los domine perfectamente cuando llegue el momento.
- Es bueno de tu parte pero... ¿No crees que es un poco apresurado?
- Para nada señora, es mejor prevenir que lamentar.
- En eso tienes razón, entonces ¿Que días vendrías?
- De lunes a viernes, pues a parte de enseñarle esos temas voy a ayudarle a su tarea.
- ¿Cobrarías?
- Obviamente no, Ían es un amigo muy cercano y esto lo hago por gusto, aparte de que quiero ser un maestro en el futuro.
- Pues lo veo muy bien... Ya no los interrumpo más, váyanse a estudiar niños, Ían te encargo la casa me voy a trabajar, Kiara vuelve como a las ocho de la noche se fue con su novio al parque.
- Está bien mamá, cuídate mucho.
- Perdón por preguntarlo pero... ¿Por qué te has vestido de negro, y por qué utilizas guantes si hace tanto calor?
- No lo sé... Pubertad, nos vemos.
Le dije mientras me llevaba a Daray a mi cuarto,
- ¡Jajajaja! ¿¡Tú mi mentor!? No me hagas reír... ¿A qué realmente has venido?
- Vengo a protegerte Ían.
- ¿Protegerme?
- Si... Aún no he encontrado la manera de arreglar eso... Pero por el momento voy a protegerte... Así que ten en cuenta que estaré contigo la mayor parte del día.
- Daray no te ofendas pero... Soy sólo un simple chico... Ya sé que soy tu amigo pero... El mundo no se terminará si muero.
- Ían 2 cosas... La primera... Con el hecho de ser mi amigo me has otorgado varias obligaciones y derechos hacia tí.
- ¿Obligaciones y derechos?
- Si, derecho a regañarte cuando lo merezcas, y obligaciones como protegerte y ayudarte; segunda, siento que debo protegerte.
- Encantador pero... No te presiones por mi culpa.
- No estoy ni me siento presionado, es más, me siento alagado de poder estar a tu lado.
- ¿Por qué lo dices?
- No lo sé... Siento que estoy en presencia de alguien realmente importante.
- Bueno...
- Te preguntaré lo mismo... ¿Por qué te has vestido de negro?
- Ya es la tercera vez que me lo preguntan en el día.
- Es que cualquiera que te conozca sabe que tú no eres de los que se visten así... Espera ¿Por qué alrededor de tu pupila se ve rojo?
- No lo sé... De repente se comenzaron a poner así.
- Se te ven bonitos los ojos pero... Es algo raro y un poco inquietante... Nunca había visto a alguien que tuviera los ojos de dos colores... O pero aún, que de la nada le cambien de color.
- Ya lo sé... Déjame ¿Y esos libros?
- Lo de estudiar también es en serio Ían.
- Ah lo siento.
Será algo raro tener a Daray todo el día aquí... Pero creo que puedo acostumbrarme a esto...
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