[Continuación del capítulo anterior]
Madre de Rubí: Mi hermana cuando tenía trece años tenía un novio, de 14. Estuvieron juntos hasta que el se tuvo que mudar a otro lugar, y no se podrían ver más.
Perla: Eso decía la carta que dejo mi madre para mí. Debe ser ella- mis ojos brillaron más.
Madre de Rubí: Es probablemente posible que ella sea tu madre... Pero no te ilusiones, podría serlo pero tal vez no la puedas encontrar.
Perla: Si, tiene razón. Puede seguir contándome?
Madre de Rubí: Bueno, según por lo que entendí... La última noche que iban a estar juntos hicieron cosas que no debían... Y bueno, se fue de casa con un mes de embarazo. Sólo lo sé yo. A mis padres nunca les dije nada. Ellos quedaron devastados desde que se fue. Nunca más pudimos saber donde estaba.
Perla: Entonces ella si es mi madre!!! No tienes la menor idea de a dónde fue?
Madre de Rubí: No tengo la más mínima idea.
Perla: En su carta decía que se alojó en el hogar de una amiga.
Madre de Rubí: Amiga? Mmm... Ella tenía una sola amiga, Grace.
Perla: Y no sabes dónde puedo encontrarme con ella?
Madre de Rubí: Si, lo sé. Mira Perla... Cuando nosotros volvemos a nuestro hogar, que de por cierto es muy lejos... Te llevaremos con nosotros y no muy alejado de nuestro hogar vive Grace.
Perla: Wow! Enserio? Gracias por toda ésta información, la necesitaba y mucho.
Madre de Rubí: De nada, preciosa, pero debes saber que no es muy seguro que podamos encontrarla- y acarició de una suave forma mi mejilla.
Rubí y Ámbar miraban en silencio hasta que Rubí habló.
Rubí: O sea.... Que somos primas!!!
Perla: Si los somos! - y la abracé.
Ámbar:...también me puedo unir?...
Perla: Por supuesto, ven!- y la abrazamos entre Rubí y yo.
Ámbar: Las quiero muchísimo!!!
Perla: Gracias por todo lo que hicieron por mí... No se que haría sin ustedes...