10 Razones para NO Enamorarse...

By CamilaSteel

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Ana tiene 16 años y se niega rotundamente a enamorarse. Sin embargo, su mejor amiga, Lucía, le apuesta que no... More

NOTA DE AUTOR
Razón N°1: Chicos -Parte1-
Razón N°1: Chicos -Parte2-
Razón N°2: Celos -Parte1-
Razón N°3: Sentimientos estúpidos -Parte1-
Razón N°3: Sentimientos estúpidos -Parte2-
Razón N°4: Debilidad -Parte1-
Razón N°4: Debilidad -Parte2-
Razón N°5: Estupideces del amor -Parte1-
Razón N°5: Estupideces del amor -Parte2-
Razón N°6: Confianza -Parte1-
Razón N°6: Confianza -Parte2-
Razón N°7: Disculpas rápidas -Parte1-
Razón N°7: Disculpas rápidas -Parte2-
Razón N°8: Libertad -Parte1-
Razón N°8 Libertad -Parte2-
Razón N°9: Necesidad -Parte1-
Razón N°9: Necesidad -Parte2-
Razón N°10: El amor -Parte1-
Razón N°10: El amor -Parte2-
NUEVA VERSIÓN
REDES

Razón N°2: Celos -Parte2-

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By CamilaSteel

Razón N°2: Celos

Parte 2. Manada de arpías.

-3 años atrás-

Y aquí estábamos. Luego de que transfirieran a papá por un tiempo, tuvimos que mudarnos a este lugar.

Me separaron de mis amigos...bueno, en realidad de Lucía, la única que me quería y me apoyaba.

No tenia muchos amigos, no era la clase de persona que querías como amigo.

No sé por qué.

Solo tengo 13 años y jamás tuve otra amiga ademas de Lucía, y duele.

-Ana...-miré a mi madre, que con una radiante sonrisa me invitaba a ver nuestro nuevo hogar.

La casa era bellisima, y todo en su interior también. Sonreí, feliz, porque después de todo no era malo un cambio.

-Vamos a conocer a los vecinos.-dijo antes de arrastrarme hasta afuera, donde una familia compuesta por un hombre adulto de hombros anchos, una mujer un tanto regordeta, pero bonita, y un chico...Muy lindo. Sus ojos azul grisáceos eran perfectos, su pelo negro caía desordenadamente sobre él, y sus ojos me inspeccionaban al tiempo en que me brindaba una cálida sonrisa.

-Bienvenida, soy Logan.-le sonreí.

-Gracias, soy Anabeth.-sus padres se alejaron dejándonos solos. Noté que mis manos comenzaban a sudar y sentí mi rostro arder.

-Lindo nombre.-mordí mi labio inferior. ¿Qué me sucedía? Nunca me pasaban cosas así cuando hablaba con chicos.

-¿Cuántos años tienes?-pregunté, y él me volvió a sonreír.

-15. ¿Tú?-

-13.-abrió sus ojos sorprendido.

-¿13 años? Pareces de muchísimo más.-volví a sonreír y asentí.

-Bueno, Ana. Un placer conocerte. Nos vemos luego. Me encantaría pasar un rato contigo.-sonreí y me paralicé cuando sentí sus labios sobre mi caliente piel.

-Nos vemos luego...-susurré.

<Nos vemos luego...>

Las palabras, los recuerdos, todo me invadía sin dejarme pensar.

¿Qué hacía él aquí? ¿Él era el primo de Luke? ¿Cómo podía...?

No, no. Me negaba a creer que era él la persona que tenía delante.

-Luke.-susurré.-Luke, por favor, sácame de aquí.-sentía mis ojos difuminarse por la barrera de lágrimas que comenzaba a salir.

Su aspecto era distinto, él estaba distinto. 18 años, eso es lo que él tendría ahora.

-¿Ana, no me recuerdas?-todo mi cuerpo se tensó y cerré los ojos fuertemente.

<Eres fuerte, Anabeth> mi yo interior intentaba cerrar con toda sus fuerzas la puerta de mis mayores temores y recuerdos, pero no había caso. Ya se había abierto y llevaría mucho tiempo volver a cerrarla.

Me solté del agarre de Luke y corrí hacía el pasillo de mi habitación, y me desmoroné allí.

Donde lo hice desde un principio.

Cuando todo empezó.

-Ani...-la vocecita de mi pequeño hermano me perforó el corazón.

-Veté.-murmuré entre sollozos. Pero él no se iba, era demasiado terco para hacerme caso.

-Ani ¿qué sucede?-

-Ani...¿qué sucede hermosa?-cerré mis ojos conteniendo las lágrimas.-¿duele?-asentí.-El amor, duele, cariño.-gemí de dolor, cuando lo hizo con más fuerza. ¿Esto era lo que se sentía? ¿De esta forma?

-Pará...-las lágrimas se escaparon.-Por...favor...-pero él no iba a parar, y lo sabia perfectamente.

<Basta, basta, basta>

No iba a agarrarla con él, no iba a gritarle.

-Llama a Luke..-susurré con todas mis fuerzas. Mientras me agarraba la cabeza, intentando, inútilmente, olvidar todo.

Y él acudió a mi rescate, con su rostro lleno de dolor y preocupación. Me tomó en brazos, no sé cómo pero lo hizo, y me llevó hasta mi habitación donde me recostó en mi cama, y cerró la puerta con él dentro. Se acercó a mi y me abrazó, mientras acariciaba mi cabello y me decía que me calmase, y más flashback's llegaron a mi.

-Shhh, shhh.-acarició mi cabello tiernamente.-Tranquila, ya ha pasado.-negué.

El dolor que había sentido había sido demasiado, ¿era normal? ¿todo esto?

-¿Qué hice?-susurré.

-Cometiste un error.-dijo mientras se levantaba y se colocaba su ropa. Para más tardar, irse lejos de mi.

-¿Qué hice?-murmuré entre sollozos.-¿Qué hice?-

-Mírame, Ana...-cerré mis ojos con más fuerza, y negué rotundamente.-Ani, mírame, por amor de Dios.-Lo hice. Hice tantas cosas horribles en la vida, ¿por qué no mirarlo a los ojos? ¿Tanta era la vergüenza que sentía?

-¿Qué te hizo?-preguntó. No podía, no podía contarle. Nadie lo sabia, solo mi madre. Nadie podía enterarse de esto, ¿qué pensarían? ¿Qué pensaría Luke?

-No...-susurré.

-Cuéntame. Estoy aquí para ayudarte.-

¿Realmente podría? Me senté mirándolo a los ojos y con su dedo anular, limpió el rastro que las lágrimas habían dejado en mi. Algo en mí me decía que podía confiar en él.

Lo haría.

-Tenia 13 años, cuándo lo conocí. Lo vi y me enamoré, fue algo instantáneo y se dio cuenta.-suspiré profundamente.-Me trato bien, me engatuso, me engaño, me enamoro aún más.

>Eramos amigos, y yo quería ser mas que ello. Pasaron los meses y pensé que él quizá también estuviese enamorado de mi, me cree más ilusiones y él las fue alimentando cada día más.

<Había pasado un año desde que lo había visto por primera vez, cuando me dijo que me quería mas que a una amiga, que estaba enamorado de mi. Y le creí. Fui una idiota, y le creí, le dije que yo también. Le confesé todo, que era el amor de mi vida, que nunca me había sentido así por un chico. Él dijo que yo era hermosa, que quería una vida a mi lado.-Las lágrimas salían con cada palabra que yo daba, y más recuerdos me inundaban.

Luke me miraba atento a todas mis palabras, me tomaba de las manos y me ofrecía su apoyo, pero yo no pensaba en nada, solo en el hecho de que el monstruo que arruino mi vida se encontraba en mi casa.

-No continúes si no quieres, Ana...-negué.

-Pasaba la mayor parte del tiempo a mi lado, ¿cómo podría haber imaginado que fue todo una maldita apuesta? ¿Era necesario? Todo ese tiempo...Tanto...-

Sus ojos. Su sonrisa. Su tacto. Su piel. Su ternura. Su amor. Su engaño.

-Es un idiota.-murmuró un enfadado Luke.

-Yo soy la idiota, por dejarme engañar así.-limpié mis lágrimas y me dispuse a terminar de contar todo. Suspiré profundamente, y me sumergí en los lindos ojos de Luciano, en sus carnosos labios, sus cejas oscuras..y en su cabello revuelto, en él, mi única compañía.

-Creí...creí que para demostrarle que lo amaba, yo debía....tú sabes, él tenía 17 recién cumplidos y yo solo..no lo pensé.-él entendió a donde iba todo. Tomé aire, y lo solté fuertemente.-Le di mi virginidad. Y supe que todo fue una mentira, porqué todo fue sin amor, sin cuidado, él no mostró su amor hacía mi...yo supuse que en este tipo de situaciones todo era diferente, pero me equivoque. Me odié demasiado en ese momento...-

Su rostro se contrajo de la...¿irá? Sus músculos se tensaron y lo que sucedió no lo esperaba.

Se levanto de la cama y sin darme tiempo a reaccionar bajo las escaleras corriendo, mientras yo iba detrás de él imaginando toda la escena que se estaría desarrollando abajo.

Luke estaba golpeando a su primo. Lo hacía por mi.

Lo golpeaba por lo que me hizo.

Él estaba realmente enojado.

Podría ser un idiota, pero nunca pensé ver alguna vez a Luke de esta forma, tan fuera de sí. Se dio vuelta y sus ojos conectaron con los míos por unos segundos, y en esos segundos, puedo jurar que sus ojos cubiertos por una oscura rabia se ablandaron cuando me vieron.

-Tu nivel de idiotez es alucinante...-susurré conteniendo la risa.

-Bueno, me alegro que mi desgracia te haga sonreír un poco, es raro verte sin tu sonrisa o tu ceño fruncido por el enfado.-la honestidad de sus palabras me producio un escalofrío.

-Mañana tenemos escuela.-dije con algo de molestia, notable, en mi voz.

-No me cambies de tema, Blake. Y si, mañana comenzamos, ¿por qué la "no-emoción"?-pregunto mientras pasaba el algodón por su labio roto.

-Mi única amiga, esta pirada por un chico y él siempre logra que discutamos.-

-Me tienes a mí, ¿no? Puedo ser tu amigo, novio, esclavo, sumiso, profesor particular, ayudante, sirviente...-y siguió murmurando miles de incoherencias mientras me sacaba unas cuantas sonrisas.

-Supongo que ya esta.-murmuré inspeccionando sus labios.

¿Por qué quería besarlo? Odiaba sentirme tan débil ante él.

Oh Dios. No podía quitar mis ojos de los suyos, y extrañamente el espacio entre nosotros disminuía más.

Cuando faltaban milímetros para que se tocasen, me aparté apenada.

-No puedo.-susurré.-Tu primo, ag. Yo n-no pu-uedo...no puedo.-sus ojos se veían algo diferentes.

¿Por qué no podía? ¿En verdad no podía o solo lo decía por no aceptar el mero hecho de que quizás, y solo quizás del odio al amor en verdad haya un solo paso?

-No pasa nada, Anabeth.-murmuró.-Duerme, mañana tenemos clases a primer hora.-

<Contrólate maldita Anabeth Blake.>

-¿Dormirás aquí?-pregunté mientras me tapaba, y lo veía asentir. 

-Mis padres estan muy cabreados.-Me corrí a un costado y con mi mano derecha golpeé el colchón para decirle que se acueste a mi lado. Una sonrisa arrogante cruzó su rostro.

-No te confíes.-dije.-Solo no podré dormir, después de lo de hoy.-se acercó a mi, y se introdujo en la cama.

-Duerme, Ani.-besó mi frente, y se dio vuelta apagando la luz, y quedando en total oscuridad.

¿Por qué sus labios contra mi piel se sintieron tan bien?

-Eres una persona muy fuerte, Ana. Me gusta mucho eso de ti, nadie puede derrumbarte.-susurró.

-No lo creo, Luke.-¿Fuerte? Lo vi y me desmoroné, lo que menos fui en ese momento fue ser fuerte.-Hoy me derrumbe...-

-Si, pero apostaría lo que fuese a que en estos años, esta fue la segunda vez que lo hiciste, al menos de ese modo.-

Y el tenia razón, la primera vez fue la peor.

-La primera fue la peor.-dije. Quería contarle.

-Cuéntame.-Aun seguía de espaldas a mi.

-Fue tan horrible. Los primeros días era estar llorando todo el día. Mis padres no sabían que hacer para calmarme. Luego, deje de comer, estaba enferma. Nunca había pasado algo así, entré en una especie de burbuja depresiva. Sentía que nada tenia sentido, estaba rota por dentro. Termine yendo al psicólogo, mejoré, pero nada fue lo mismo. Desarrolle una especie de fobia a la gente que me tocaba, no de la forma en que lo haría una persona normal, sino toqueteos. Odiaba que un chico me tocase las piernas, la cintura...me sentía débil y mi respiración se agitaba, comenzaba a sudar y mi corazón latía a mil.-Hubiera pensado que el estaba dormido , sino se hubiese dado vuelta y mirado a los ojos.

-Lamento todo lo que pasaste, si tan solo hubiese estado ahí..-puse mi dedo sobre sus labios para callarlo.

-No, tu no tienes la culpa. La tengo yo.-aparto un mechón de pelo que caía en mi rostro y jugo un rato con el.

-Me sorprende la tranquilidad con la que logras hablar de esto.-dijo.

-Me sorprende tu actitud desde ayer en la tarde.-sonrió y volvió su vista a mis ojos.

-Supongo que no me conociste bien, solo es eso.-

-Quizá no seas tan gilipollas como pareces.-admití. Quizá, solo quizá, lo juzgue mal.

-Lo soy, lo admito. Pero eso no quita el hecho de que me importen las personas, Ana.- 

¿Que quiso decir con ello? ¿Yo le importaba?

-Esperaría mil años por ti.-dijo bajito. La sangre subió a mis mejillas y agradecí la oscuridad.

-Serian mil años perdidos.-Yo era un hueso duro de roer.

-Serian mil años que valdrían la pena.- Tomo mi mano y entrelazo sus dedos con los míos.-Me estoy enamorando de ti, Ana.-me tense instantáneamente.

No, odiaba esa palabra, la odiaba.

-Se que me odias, pero...joder, eres una gran persona. Lo daría todo por ti, incluso si siguieras ignorándome.-

-No lo hagas, Luke. Sabes lo que pienso respecto a todo esto. Él creó algo en mi que me hace odiarte, por el mero hecho de ser chico. Por el mero hecho de pensar "El romperá mi corazón, como lo hizo Logan".-dije.

-Yo no lo haré.- sabia que jamas lo haría, en todo el poco tiempo que estuve con él me di cuenta de que a pesar de ser un idiota de tiempo completo, ocultaba a una gran persona.

-Lo se.- murmuré. Beso mis nudillos y ambos nos dimos vuelta, dando por finalizada la conversación.

Maldito seas despertador, maldita seas escuela, maldito seas Luke Whine. Maldita sea nuestra conversación de anoche. Maldito sea el maldito sea. 

Me desperté y para mi mala suerte, Luke seguía a mi lado, recordándome una y otra vez la charla de anoche. Lo zamarree un poco para que se despertase y fui al baño a darme una ducha caliente.

Media hora después, estaba lista junto con Luke para irnos a la escuela.

-Adiós, mama.- dije dándole un abrazo. 

-Cuida al chico, es una gran persona.-susurro en mi oído y la mire extrañada.

-Adiós, señora Blake.-se despidieron y salimos de la casa rumbo al colegio, y le seguía dando vueltas a lo que me dijo esa mujer.

-¿Estarás conmigo?-pregunto algo tímido.-No soy bueno haciendo amigos.-Pues no lo parecía. Asentí.

-Si, ademas, sigo peleada con Lucia.-hice una mueca, odiaba pelearme con ella.

-De seguro se arreglaran, ya sabes, se nota que la quieres.- supe que él quería preguntar algo.

-Anda, pregunta. Se te nota de aquí a kilómetros que quieres preguntar algo.-asintió y luego de unos minutos hablo.

-Tu padre, uhm, tu dijiste que solo tu madre sabia. ¿Él lo sabe?-

-No. Si él lo supiese, no se como me vería, jamas seria igual. Todo cambiaría y seria tan incómodo.-tenia miedo, de ver como reaccionaba la persona que mas me importaba en el mundo.

No hablamos mas, hasta que estuvimos delante de la gran construcción.

-¿Lista?-

-¿Listo?-

-No.-dijimos ambos al mismo tiempo en que reíamos. 

La verdad, no quería entrar. Solo pensar en como Miss Universo y sus arpías reaccionarían me quitaba las ganas de todo.

-Estaré contigo, nada sucederá.-le sonreí.

-Gracias.-le dije, y ambos nos encaminamos por la puerta.

Y contuve el aire.

Los ojos verdosos de Miss Universo se posaron en Luke con una sonrisa perversa, y luego en mi con una sonrisa aun mas perversa y camino hacia nosotros mientras sus súbditas la seguían.

Todos miraban expectantes la escena que se estaba por formar.

-Vaya, vaya, vaya. ¿Que tenemos aquí?-trague y la mire con asco.-¿La pequeña anti-chicos consiguió novio?-Noté como los músculos de Luciano se tensaban bajo su camiseta.

Su mano se apodero de mi cintura y me acerco a él.

No, joder, hacia menos de 24 hs le había confesado tener una fobia respecto al contacto físico y viene a hacer esto.

-¿Que dijiste?-dijo con autoridad, poniendo nerviosa a la chica. Claramente estaba en desventaja respecto al tamaño de Luke. Él la empujo para que se moviese y caminamos por el pasillo.

-Dile algo como eso de nuevo, y te las veras conmigo, idiota.-

Me había defendido de nuevo.

Oh por Dios.

-¿Estas bien?-pregunto cuando nos encontrábamos lejos del barullo.

-La mano-dije casi en un hilo de voz, y él rápidamente se dio cuenta.

Solté todo el aire que estaba reteniendo,y mi corazón bajo su pulso.

-Gracias-se disculpo y lo acepte.

-¿Ana?- ¿Por qué hoy todo esta en mi contra?

-Hola, Luc...-me quede mirándola estupefacta. La rubia diva, que caminaba con la barbilla en alto, estaba frente a mi, sin lo diva, y con una tristeza que emanaba por todos sus poros. 

-Quería pedirte disculpas, y amh...saber si luego podría hablar contigo.-susurró. Sus ojos me produjeron un escalofrío. 

-Claro. ¿Llámame, si?-asintió y se alejo.

-Wow. Eso fue.-¿Había ignorado a Luke? ¿Siquiera lo había visto?-Wow.-concluí.

-Te dije.-contestó sin notar mi shock, y con aire de superioridad entró en el salón.

Me dispuse a sentarme con él cuando, una de las secuaces no reconocida de la arpía mayor, ocupo el lugar al lado de Luke.

MI LUGAR.

Luke me miro con un "perdón" grabado en su rostro, no se atrevía a echar a la arpía menor. Bufé enfadada y me senté en el fondo.

El profesor entro en el salón y presento a Luke. Todas mordieron su labio inferior, malditas felinas.

¿Por qué me sentía tan furiosa? ¿Con ganas de matar a alguien? Dibuje garabatos en mi cuaderno mientras rebanaba mis cesos en busca de una explicación lógica.

Malditos sean todos, ¿qué mierda me sucedía?

<Tienes celos, genia> decía mi yo interior como si fuese lo más normal.

¿Yo celos? ¡Por favor! Jamás, sufriría por celos.

Ni siquiera me importa que esa perra pusierá una mano en la pierna de Luke, y le coqueteé como si no estuviese en una propiedad publica.

Tampoco me importaba que él se rierá de las idioteces que decía la idiota, porque dah, es educado y lo hace por pura caballería.

Y menos que menos me import... ¡¿POR QUÉ LE ESTA PASANDO SU NÚMERO?!

-¡Señorita Blake!-el grito del profesor me devolvió a tierra firme y me di cuenta de que todos los ojos de la clase estaban puestos en mí.

Carraspeé.-¿Si?-

-Dígame como sigue la explicación que estaba dando recién.-dijo cruzándose de brazos.

Uh-oh. Vi el rostro de felicidad suprema de la maldita arpía menor y mordí mi lengua furiosa.

-No lo sé.- ¿Qué mas daba? ¡Me importa todo una mierda!

-Le aconsejo, prestar atención en clase, en lugar de desquitar su ira con su cuaderno de apuntes.-se dio media vuelta y dijo.-Continuemos.-

¿Desquitar mi irá? ¿Qué...

-Oh.-susurré para mí.

La hoja que hace menos de 10 minutos era blanca, ahora estaba cubierta de rayones. Me incliné para intentar ver lo que estaba escrito y del shock tiré todas mis cosas al suelo, ahogando un grito al ver lo que escribí.

A+L= <3

Ana y Luke

A+L 4-ever

Y corazones, y cosas cursis, y frases horribles, y...

<Estas enamorándote de él, listilla> No.

No era cierto.

<Por eso sientes celos.>

No eran celos, eran...algo que se siente como celos, pero no eran celos definitivamente.

-Señorita Blake.-tragué.

-Lo siento.-salí del banco y levanté mis cosas del suelo, y al hacerlo los ojos verdes de Luke me intimidaron.

Maldito capullo.

Nota mental.

Dejar de usar la palabra "Maldito".

Los celos son para gente normal, yo no soy normal.

Ya que me había perdido la mitad de la clase, sumida en mis sentimientos repase todo lo que había conseguido sobre la Razón N°2.

Celos equivale a...ver a la persona que te atrae hablando con otro ser humano/persona/amigo/alien/o cualquier cosa con vida propia que pueda conquistarla y robartela.

Los celos son unos sentimientos horribles que pueden hacerte sentir como las miles de definiciones que tiene la palabra 'mierda'.

En síntesis, si no quieres sufrir por inseguridades, temores, o toda esa mierda de horribles sentimientos llamados celos, NO DEBES ENAMORARTE, ¿ME OYES? N-O D-E-B-E-S -E-N-A-M-O-R-A-R-T-E J-A-M-A-S !!!!!!!!!!!!!!!!!

Mmm, si creo que puede finalizar así, quizá más adelante le agregue algo.

-Ana. ¿sucede algo?-pregunto Luke, al fin de la clase.

¿N̶o̶ ̶v̶e̶s̶ ̶q̶u̶e̶ ̶m̶e̶ e̶s̶t̶o̶y̶ ̶m̶u̶r̶i̶e̶n̶do̶ ̶d̶e̶ ̶c̶e̶l̶o̶s̶?̶  -Nada.-dije.-¿Por qué?-Me miró inseguro y negó.

-¿Te parece hacer la tarea juntos? Note que estuviste en las nubes toda la clase y no prestaste atención a nada.-

Listo, muy listo. Ajam.

-Vale.-me volteé con una sonrisa, y fulminé con la mirada a la arpía menor.

-Luego te llamo, Luchi.- ¿LUCHI? Estúpida arpía.

Estúpida y...

*Nota mental eliminada*

maldita arpía.

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