Dormida yo siempre estaba
A eso de las 12 de la noche
Pero esta vez decidí quedarme un poco más a leer
Leer poemas de Edgar Allan Poe
La puerta entreabierta
Rechinaba con el viento
Pasaba las páginas
Y la puerta se seguía abriendo
Un golpe montroso
Y gire mi vista hacia la puerta desvíe un momento mi vista a la pared.
Donde se reflejaba una sombra
¿Como una sombra me podía transmitir miedo, tristeza y terror?
La sombra se acercaba cada vez a mi lugar.
Era alta, tenia garras, los pelos alborotados en su cabeza y una caminata lenta.
Las campanas sonaban
Los gritos de la gente se escuchaban
Se sentía....
Tristeza
Furia
Ira
Ansiedad
Y Lamentos
Muchos, muchos lamentos
Una sonrisa
Una sonrisa blanca mostraba la sombra
Grande como la del gato de Alicia
Dolor, decía la sombra
Dolor, seguía repitiendo tantas veces que me cubrí los oídos con mis manos.
Las manos me comenzaban a temblar
Las lágrimas caían rápidamente por mis mejillas
La sombra se movió y su palma se mostró
Queriendome decir que apoye mi palma en la suya
Yo deje de llorar y me quede viendo a la sombra que seguía sonriendome
Deje el libro al costado y apoye mi palma en su mano
El dolor transmitia en mi cuerpo
Los antiguos cortes se abrían
Ya sean físicamente
Mentalmente
Psicologicamente
Las lágrimas volvían a salir
La sombra no dejaba de sonreír con sus dientes blancos
No dejaba de reír viendo mi dolor, su voz era chillona pero macabra
Solo diré.......
Nunca más me quedare despierta hasta las 12 de la noche