En una semana tendremos partido otra vez y si seguimos como ahora solo jugando contra niños de cinco años ganaríamos. Si, así de mal.
Y si a eso le sumamos al nuevo que parece tener dos pies izquierdos y no distinguir la pelota de su pie...
El resultado es un catástrofe catastrófica.
Y para el colmo no veo a tu hermano con ganas de cambiar las cosas, así que tal vez sea mi momento de ponerme manos a la obra.
Atentamente;
Tu Querido Acosador.