Cuatro días después de mi viaje a Cannes por fin estoy en la tranquilidad de mi casa, estos días han sido de locos, llegué del viaje y tuve dos sesiones de fotos, he tenido que ir a la agencia a firmar algunas cosas y a otras reuniones para nuevas campañas.
-Por fin te veo- dice Robert entrando a mi habitación, me levanto y me lanzo a sus brazos cuando lo escucho, hace dos semanas que no lo veía, se fue de viaje con Telana y llego ayer.
-Bebé, te extrañé- le digo- ¿qué tal tu viaje?
-Yo tambien te extrañé- responde y comienza a contarme algunas cosas del viaje.
-Tengo hambre- murmura Robert acostado sobre mis piernas con su Mac en el pecho.
-¿Pizza?- pregunto y el asiente feliz.
Alcanzó el teléfono de casa ubicado encima de la mesa y llamo a nuestra pizzería favorita, mientras esperamos a que llegue comienzo a ver fotos antiguas en mi teléfono y encuentro una que me hizo Kendall mientras caminábamos por la calle cuando aún llevaba la bota en el pie, me gusta bastante y la subo a Instagram.
El timbre de casa suena y Robert se levanta de golpe y baja corriendo a abrir.
Me levanto de la cama para bajar a la cocina donde Robert ya a dejado las pizzas encima de la mesa, esta buscando platos y vasos para servir. Escuchamos como la puerta de entrada se abre y escuchamos la voz de Kylie gritar.
-¡En la cocina!- también gritó para que me escuche.
Entra vistiendo todo de negro y con unas enormes gafas que cubren sus ojos.
-Justo a tiempo- dice viendo las pizzas.
Robert saca otro plato y lo deja delante de ella.
-¿Dónde te habías metido?- le pregunta Kylie a Robert.
-En Nueva York con Telana- responde.
-¿Cómo va su disco?
-Aún falta mucho.
Robert viaja bastante con Telena a Nueva York por que allí es donde están produciendo el disco de ella.
-Kendall me a contado que quizás firmen con Balmair- me dice Kylie.
-Si- respondo emocionada- aún están discutiendo algunas cosas pero parece que si.
-Me alegro.
Comemos entre bromas y risas, cuando terminamos nos movemos al salón donde ponemos una película.
-¿Has visto quien comentó tu foto?- me pregunta Kylie mirando su teléfono.
-¿Quién?- pregunto.
-Justin- responde y ya no me resulta tan aterrador escuchar su nombre.
Robert regresa a mirarnos cuando escucha su nombre y rueda los ojos.
-Déjame ver- respondo y ella me entrega su teléfono con una sonrisa.
"Tu cabello luce como el de TheWeeknd en esta foto"
Sonrió por un momento al leerlo. Él y sus ocurrencias.
La devuelvo el teléfono a Kylie e intento mirar la película pero en realidad no dejo de pensar en Justin, de verdad lo extraño.
Tomo mi teléfono y lo desbloqueo para entrar en la aplicación de mensajes.
-Ni se te ocurra- murmura Robert desde el sillón donde está.
¿De que habla?
-¿Qué?- le pregunto confusa.
-Se a quien vas a escribir, no lo hagas- repite y me quedo en shock.
¿Cómo es posible que sepa a quien le iba a escribir?
-Dejala- recrimina Kylie y Robert la asesina con la mirada.
Si, déjame.
Hails:
¡Hey! ¿Cómo estas?
No se que más escribirle, bloqueo el teléfono pensando que quizás responda mañana pero para mi sorpresa suena enseguida.
Biebs:
¿Hails? Estoy bien, ¿y tu?
Hails:
Claro que soy yo, ¿acaso ya habías borrado mi número
Biebs:
Para nada, sólo que me sorprende que escribas
No se que responder así que no respondo nada, dejo el teléfono y vuelvo a mirar la televisión.
La película termina, Kylie se despide para irse a casa y yo subo a mi habitación a darme una ducha para poder descansar.
Una vez en la tranquilidad de mi cama miro mi teléfono.
Tengo varios mensajes.
Ken:
No olvides la cena de mañana
Es cierto.
Hails:
¿A que hora y donde? (:
Ken:
¡Lo habías olvidado! A las nueve en Anfar
Hails:
Te veo ahí.
¡Mamá me a escrito! Eso me hace emocionar.
Mom:
Cariño, voy a estar en Los Ángeles pasado mañana, ¿estas en la ciudad?
Hails:
Claro que si, dame todos los detalles e iré a recogerte al aeropuerto.
Otro de Johnny, desde aquella extensa conversación nos hemos unido bastante.
John:
Ángel, espero que estes muy bien, estaré en la ciudad dentro de dos semanas, espero poder verte, cuidate por favor.
Adoro cuando me dice ángel.
Hails:
Estoy bastante bien ¿y tu? Claro, te estaré esperando con ansias, tu también cuidate.
Y el último es de Justin.
Biebs:
¿Que vas a hacer mañana? Quizás... si quieres poder ir a comer... o a por un café, avisame cualquier cosa.
¿Estoy preparada para verlo?
Preparada o no me muero de ganas de verlo de nuevo.
Hails:
Puedo una comida, si quieres, sólo dime hora y lugar (:
Biebs:
Perfecto, ¿a las dos en Nuvo?
Hails:
No tengo ni idea de donde es lol ubicación, por favor
Biebs:
UBICACIÓN
Te espero (:
Y de esa forma mi noche termina siendo una de las más alegres de hace varias semanas, duermo sabiendo y soñando que mañana lo veré después de varios días y eso me hace demasiado feliz, algo que no puedo controlar.
Me despierto a las diez de la mañana con ayuda del despertador, Robert sale a entrenar a las nueve y Gregorio está de vacaciones, no tengo nadie que se encargue de mi sueño profundo cada mañana, pero resulta que el despertador si puede.
Me doy una ducha y me lavo los dientes, una vez vestida bajo a la cocina a desayunar.
Tengo que ir a la oficina de correos a por un paquete que han mandado para Robert quien me pidió de favor que vaya a retirar.
Salgo de casa a las doce, calculando mi tiempo para llegar puntual a la comida con Justin.
Faltan cinco minutos para las dos y ya tengo el coche aparcado fuera del bonito restaurante llamado "Nuvo", al parecer el todavía no a llegado, la entrada está demasiado tranquila hasta que el furgón demasiado conocido aparca enfrente de la entrada, automáticamente varios fotógrafos aparecen y lanzan fotos cuando Justin sale del auto.
Lleva puesto el sombrero que le regale por su cumpleaños y cuando veo eso sonrió como una idiota.
Bajo del coche cuando las cosas se han calmado y entro al restaurante donde él me está esperando de pie junto a Hugo, cuando me ve camina hasta mi y me abraza, me abraza por mucho tiempo y yo, pérdida en su olor y en lo cálido de sus brazos hago lo mismo.
-No tienes ni idea de cuanto necesitaba este abrazo- susurra despacio cuando se aparta logrando que todos mis sentidos se despierten.
-Me hago una pequeña idea- respondo y caminamos a sentarnos.
-¿Qué tal Cannes?- me pregunta después de ordenar lo que vamos a comer.
-Increíble- respondo mirándolo, después de escuchar mi respuesta sonríe como sólo él sabe.
Me encanta mirar su perfecto rostro, esas gruesas cejas que protegen sus bonitos ojos almendrados, sus perfectos labios que parecen perfilados por el mejor escultor y cada lunar que adorna su blanca piel, si por mi fuera podría observarlo por el resto de los días.
-Pareces idiota, Baldwin- se queja mi yo interno y tiene razón pero no me importa.
-¿Cómo va el disco?- le pregunto.
Sonrie orgulloso cuando escucha la pregunta eso quiere decir que va bien.
-Ya queda poco- responde- me gustaría que un día de estos pases por el estudio y des tu opinión.
-Lo haré- respondo feliz por la invitación.
Traen nuestros platos y comemos en silencio, no como lo hacíamos antes entre bromas e historias, parece que después de todas las cicatrices no todo vuelve a ser igual.
-No podemos seguir así- murmura como si leyera mis pensamientos.
-¿A que te refieres?- le pregunto dejando el cubierto sobre el plato.
-A esto, esta distancia, las palabras medidas- bufa, al parecer, incómodo- nosotros no éramos así, éramos libres de decir lo que queríamos, bromeabamos, reíamos, no importaba nada.
Pienso en lo que dice, estoy de acuerdo pero no podemos forzar las cosas.
-Tenemos que dejar que las cosas sanen solas- susurro pero logra escucharme.
-¿Qué sanen?- pregunta con descaro- si nos alejamos jamás van a sanar.
-Para ti- respondo molesta de que sólo piense en él- para mi no es tan fácil.
-¿Por qué?
-¡Porque te amo, idiota!- grito sin darme cuenta.
Ambos miramos alrededor temiendo que alguien haya escuchado mi arrebato pero no hay nadie cerca, no me atrevo a mirar a sus ojos después de haber dicho eso, revuelvo la comida de mi plato que ya no me puedo comer por que tengo el estómago cerrado.
-Un profesional en rehabilitación va a casa dos días a la semana- murmura.
Eso me deja de piedra, que Justin me cuente algo así es importante, han sido cosas que siempre he sabido por Maejor o por que le obligó a que él mismo me las cuente, jamás a tomado la iniciativa de decirle algo así hasta ahora.
-Me parece perfecto- es lo primero que se me ocurre decir- ¿qué tal vas?
-Él dice que bien.
Eso me hace sentir demasiado tranquila, saber que a buscado ayuda profesional para superar esas pequeñas cosas que lo hacían caer.
-También dice que me tengo que rodear de gente que me trasmita confianza- dice y lo miro a los ojos- te necesito cerca- suelta después.
Mierda, no me puede decir esas cosas como si no significará nada.
-¿Por qué querías besarme ese día?- pregunto al fin, saco esa espina que a estado clavandose en mi por largo tiempo.
-Porque de verdad quería hacerlo- dice rápidamente.
¿Qué?
-No jueges conmigo, Justin- le pido seriamente.
-Jamás jugaría contigo, Hailey- responde en el mismo tono.
-Lo haces cuando me dices que no puedes darme lo que yo quiero pero aún así intentas besarme.
-Entonces lo siento- dice sinceramente- pero no puedo luchar contra mis deseos- responde y no logró entenderlo.
-Como sea- respondo cansada de todo esto.
-¿Quieres ir a casa?- me pregunta después de un rato.
Niego y el parece molestarse.
-Tengo una cita está noche- me escuso.
-¿Cita?- pregunta.
Asiento.
-¿Con quién?
-¿Como te llamo ahora? ¿Sthepen Baldwin?
-Si quieres...- responde dándole un sorbo a su bebida.
-Justin- se acerca Hugo a nuestra mesa- Scooter te está esperando en casa- le avisa.
Justin asiente y Hugo se retira.
-Quiero conocerlo algún día- le digo refiriéndome a Scooter.
-Podrías ahora- responde con una sonrisa.
-Si te está esperando es por que tiene que hablar de algo importante contigo- le digo- estoy segura de que tendré más oportunidades.
Justin se levanta molesto por no conseguir lo que quiere.
-¿Puedo invitar yo a esta comida?- pregunto divertida.
-No juegues conmigo- responde repitiendo mis palabras y me molesta que bromee con eso pero lo dejo pasar.
-Bueno- digo incómoda- espero saber pronto de ti- le digo y agarró mi bolso.
-Hasta luego, Hails- dice y se acerca a abrazarme- perdóname- susurra en mi cuello.
-¿Por qu...- no termino de formular la pregunta cuando siento sus labios rozar los míos en un rápido pero profundo beso.