La carta de Rocio.
No era justo, yo tenia que estar contenta, no sentirme miserable. Ella fue la que siempre fue feliz.
Ella lo tenia todo: Belleza, era muy pero muy hermosa, siempre agradable a la vista, siempre muy delicada, siempre atrajo a todos los hombres.
Sus padres estaban juntos, los mios se habian separado, mi papa era contador y mi mama decoradora de interiores y se separaron porque ella lo encontro en una aventura con su secretaria. O eso creia yo.
Nunca se volvio a hablar de mi hermano mayor Cristian. Hasta llegue a pensar que habia muerto, pero no era asi.
El estaba internado un una clinica de rehabilitacion en Cuba. Lejos para que mis padres no se avergüencen de tener un hijo drogadicto. Dudo mucho que se acuerden de el, de como estara o siquiera cual es su edad.
En cambio el papa de Rocio, Albert era un escribano importante que se habia espacado de la Alemania nazi cuando era una criatura junto con sus padres, y su mama era ama de casa.
Ellos eran la familia perfecta, perfecta como lo era Rocio.
Talento, Ella siempre hacia todo bien, nunca habia un margen de error en sus proyectos.
Inteligencia, Ella se graduo con las mejores notas e ingreso inmediatamente a la UBA.
Ella lo tenia todo.
Sentada en mi cama recorde la carta que me dio al momento y fui a buscarla en el bolsillo de mi campera. La tome en mis manos y volvi a mi lugar en la cama.
Comence a leerla y no creia lo que veia aqui.
Caro:
Nose como empezar pero espero que sea de la manera correcta.
Nos conocemos desde siempre, somos hermanas de la vida y aunque estemos separadas siempre vamos a volver a juntarnos.
¿Te acordas cuando nos perdimos en Miramar y de alguna manera sabiamos que nos teniamos que encontrar en el roble viejo que estaba en el centro de la plaza? Bueno algo asi, estamos destinadas a siempre encontrarnos y aunque nos perdamos siempre vamos a volver a ese roble viejo.
Caro, amiga, hermana mi unico consejo para vos es: Se feliz.
Es el unico recuerdo que te va a quedar lindo, el momento en el que fuiste feliz.
Tenes que ser vos misma, sin prohibisiones ni ataduras. Pero siempre vos misma, tu escencia es preciosa Carolina, nunca te olvides de eso.
Con amor , tu amiga y hermana Rocio