Miro por la ventana y los veo salir de la casa en medio de risas y miradas cómplices, la rabia circula furiosa por mis venas al verla de nuevo con ese tipo. ¿Quién demonio es y que se cree para sacarme a mi mujer?, la única que es capas de hacerme rico y por fin tener en mis manos la herencia.
-Rob amor, vuelve a la cama.- ronronea Tamila detrás de mí.
Me giro para mirarla, su brillante y abundante cabello rojo se esparce por su voluptuoso pecho. Ella me mira ardientemente si sentirse tímida por su cuerpo, tampoco es que tenga que estar tímida por ello; todos los tipos de la ciudad ya pasaron por su cama.
-Quiero que dejes de pensar en esa, no entiendo para que la quieres.- dice entrecerrando sus ojo grises.
-"Esa" es la que tiene en sus manos miles de dólares y no pienso dejar que arruine mi oportunidad.
-¿Por qué ella?, cásate conmigo y podrás tener tu gran preciada herencia.- dice tontamente.
-Mi abuelo jamás me dará la herencia si me caso contigo, sabe muy bien tu reputación y no aceptara que su nieto querido se case con la puta de la ciudad.
Se ríe mientras tira de mí para recostarme sobre ella.
-¿Entonces qué hacemos?.
-Hare cualquier cosa por esa herencia, se casara conmigo quiera o no.- respondo paseando mis manos por su espalda.
-¿Y luego?,- se frota contra mí- ¿te olvidaras de mí?.- hace pucheros.
-Claro que no, luego de la boda mi amada Vanellope tendrá un trágico accidente.- sonríe ante mis palabras.
-Excelente.- me ataca con su boca en un ardiente beso.
Cueste lo que cueste conseguiré la herencia.
>///<
-¿Así que aquí adentro hay leche?.- pregunta inspeccionando la caja de leche.
-Si.- cargo en el carro de compras tres envases más.
-¿Cómo hacen para que la vaca lo ponga aquí?.
Me rio por su inocencia.
-La leche sigue saliendo de la vaca como siempre solo que ahora la leche pasa por una fábrica donde la limpian de las impurezas que tiene naturalmente y la ponen en estos envases para que las personas puedan comprarla en el supermercado.- respondo haciéndolo avanzar hacia la sección de frutas.
-¿No es más fácil tener una vaca propia y así no tener que gastar dinero en comprarla?.- dice como si todo lo que le dije fuera de lo más absurdo.
-Creo que sería un poco complicado tener un animal de ese tamaño en el patio de una casa.- respondo riendo.
Sigue a mi lado refunfuñando mientras busco manzanas.
-Hola Van.- levanto la mirada y me sorprendo al ver a Merlín.
No es normal ver a este chico fuera de la biblioteca, su pálida piel es evidencia de eso.
-Hola, que raro verte aquí.- Frunzo el ceño cuando veo que en su carrito de compras solo hay bebidas energizantes y papas fritas.
-Sí, vine a reabastecerme para no tener que salir de la casa en unos días.- dice indiferente.
-Ok.- miro a Ewan quien examina una piña como si fuera un objeto extraterrestre.
-Oye Van puedes decirle a Olivia que pude traducir la mayor parte del texto que me dio y dile que encontré algo extraño en una de las historias del libro que me dio.
-¿Qué encontraste?.
-Algo sobre la historia de...- dirige su mirada a Ewan.
-¿Es algo malo?.- pregunto preocupada.
-No, solo son unas cosas que no tiene sentido para mí pero quizás Liv pueda entender.
-Bueno, le diré apenas la vea más tarde.
-Gracias.- se despide y sigue con sus compras.
-¿Todo bien?.- pregunta Ewan acercándose con un coco en las manos.
-Sí, ¿Qué haces con eso?.
-No creo que esto sea comestible.- intenta partirlo.
-Lo es, solo que hay que abrirlo.
Asiente lentamente y vuelve a dejarlo donde estaba.
-¿Seguimos?.
Sonríe provocando cosas extrañas en mí y seguimos con las compras.
[...]
-¿Está todo bien hija?.- me sobresalto al escuchar a mi madre detrás de mí.
-¿Qué haces aquí?.- pregunto bruscamente provocando que mi mire enfadada.
-¿No puedo pasar a visitar a mi hija en su trabajo?.
-Claro que puedes,- sacudo de mis manos la harina con la que estaba trabajando- solo me sorprende verte aquí.
Refunfuña bajo mientras se acerca hasta estar frente a mí, me mira fijamente poniéndome muy nerviosa.
-Me estas asustando mamá.- digo frunciendo el ceño.- ¿Paso algo?.
-Solo necesitaba verte, desde ayer a la noche que no puedo sacarme una sensación extraña sobre ti.- examina mi cara como buscando algún defecto.
-Estoy bien.- digo para calmarla.
Cuando mamá tiene ese tipo de sensaciones acerca de nosotros es mejor hacerle caso. Una vez, cuando Ada y Aden se fueron a una misión a oriente, ella tuvo un extraño sueño donde Aden era herido en una pierna. Al día siguiente Ada llamo para contarnos que fueron embocados y que Aden fue herido.
Un poco escalofriante pero cierto, ella lo llama intuición de madre. Yo creo que es pura coincidencia.
-Tú no estás bien Vanellope, te conozco.- pasa su suave mano por mi mejilla- Estas preocupada, como si hubiera una gran carga sobre tus hombros.
Si supieras...
-Estoy bien, solo un poco estresada por todo lo que paso últimamente.- sonrió para tratar de tranquilizarla.
-¿Qué pasa hija?.- pregunta firmemente.
Estoy tentada a contarle todo, como apareció realmente Ewan, que Rob me amenaza y que la vida de Ewan está en mis manos; bueno mejor dicho en mis ovarios...
-Mamá yo...
-Van, quiero hablar contigo.- Aden entra a la cocina.
-¿Qué haces aquí?.- preguntamos mamá y yo al unísono.
-Wow, tranquilas.- levanta las manos- Solo vengo a intercambiar algunas palabras con mi hermana.- me mira a mí.
-Bueno, luego seguimos hablando.- mamá me besa en la mejilla y sale de la cocina no sin antes acomodar en cuello de la camisa de Aden al igual que hacia cunado era un niño.
-Ya mamá.- se queja.
Mamá le guiña un ojo y nos deja solos.
Miro expectante a mi hermano.
-¿Qué pasa?.- pregunto después de un minuto entero de silencio.
-¿Por qué no me contaste que Rob te está amenazando?.- pregunta cruzándose de brazos.
-No me está amenazando.- digo evasiva y vuelvo a lo que estaba haciendo.
-¿Y esto que es?.- se para a mi lado y mueve frente a mis ojos la tarjeta que vino con las flores.
¿No la había tirado?.
-¿Ahora revisas mi basura?, haz caído muy bajo hermano.- rio nerviosa.
Su expresión no cambia. Eleva sus cejas esperando una explicación.
-Solo es una amenaza vacía, es un cobarde que quiere llamar la atención.- me aparto de él para llevar las tartas al horno- No tolera saber que soy feliz sin él, su orgullo está herido.
-No lo justifiques Vanellope, no tiene ningún derecho de amenazarte.- arruga la tarjeta y la arroja al basurero- Dime dónde encontrarlo, cruzaremos algunas palabras.
-No quiero que te acerque a él,- me acerco a él, tengo que levantar la cabeza para mirarlo a los ojos- no quiero que mi hermano sea encarcelado por asesinato. No quiero que ni tu ni Ada pongan un solo dedo sobre él.
-Vanellope te está amenazando, y nadie amenaza a una de mis hermanas.- me agarra de los hombros con sus enormes manos- Menos a ti.
-Me ofendes, yo me puedo defender sola.
-Yo sé que puedes pero no me arriesgare.
-Sabes que Rob no sería capaz de hacerme daño.
-Es mejor acabar con esa plaga antes de que provoque más mal.
-Déjalo estar, se olvidara de mí y desaparecerá.- agarro sus manos para darle un apretón.
-Solo lo dejare estar si tienes esas galletas de chocolate que tanto me gustan.
Sonrió complacida y voy a buscar las galletas. Sé que nunca me hará caso ni dejara a Rob impune por sus amenazas pero aprecio mucho el que quiera defenderme, no podría haber pedido un hermano mejor.
[...]
-¿Crees que fue buena idea dejar a Liv sola con Ewan?.- pregunta Dex mientras caminamos hacia la puerta de mi casa.
-Espero que si.- abro la puerta.
Silencio, eso no es bueno.
-Liv ya volvimos.- digo cerrando la puerta detrás de mí.
No hay respuesta, con gran intriga caminamos por la casa para encontrarla vacía y en silencio.
-¡Qué bueno que volvieron!.- ambos nos sobresaltamos cuando aparece detrás de nosotros.
-¡Olivia no hagas eso!.- le grita Dex
-¿Hacer que?.- dice con aire inocente.
-Eso,- responde Dex por donde ella entro- saltar de la nada provocando que sufra un infarto.
-Oh ciento,- dice tapándose la boca con la mano- olvide lo sensible que eres. Pobre mi hermanito.- se burla.
Dex comienza con su habitual discurso de insultos a su hermana, de reojo veo que algo en el patio trasero de la casa.
-¿Liv donde esta Ewan?.- pregunto interrumpiéndola discusión.
-En el patio, al parecer nuestro guerrero es muy hábil con las manos.- sonríe sacudiendo sus finas cejas.
-¿Qué?.- dice Dex.
-Vengan.
Agarra mi mano y me lleva por la casa hasta salir al patio, se escucha como si estuvieran martillando algo.
-Mira quien volvió.- dice Liv.
Oh. Dios. Mío.
Creí haber visto suficientes cuerpos bien formados y atractivos la vez que Liv y yo nos metimos en ese club de estripers hace algunos años pero ninguno se compara con Ewan.
Vestido solo con unos jeans, su cabello echado hacia atrás, una fina capa de sudor cubriendo su magnífico abdomen (perfectamente tallado) y esa sonrisa...
-Hola.- dice dejando sobre la mesa una especie de navaja.
-Hola, ¿Qué hacías?.- pregunto acercándome a él.
Se hace a un lado y deja a mi vista un hermoso oso tallado en lo que alguna vez fue un tronco de madera, es hermoso. Un trabajo hecho a mano que haría babear a cualquier artesano experimentado.
-¿Puedes creerlo?.- dice Liv sonriendo ampliamente- Lo hizo él con sus propias manos.
-Es precioso.- me agacho para poder mirarlo mejor.
De más o menos un metro de alto el oso se para erguido con las garra listas para atacar, los detalles son alucinantes.
-¿Hacías esto en tu época?.- pregunta Dex inspeccionando la pieza.
-Para pasar el tiempo libre me gusta tallar cosas, la señorita Olivia me trajo todo lo que necesitaba.
-Es increíble que hace unas horas esto era un tronco y ahora es esta hermosura.- dice Liv abrazando la escultura.
-Es muy lindo Ewan, tienes talento para esto.- digo volviéndome a parar.
-Gracias.- me mira complacido y con una luz seductora en sus ojos color ámbar.
-Liv, mamá y papá estarán llegando en media hora y será mejor que vallamos a limpiar un poco la casa.- dice Dex mirando su teléfono.
-Sí, no quiero que le dé un ataque porque hay platos sin lavar.- dice Liv soltando reaciamente al oso.
-Puedes llevártelo.- dice Ewan.
-¿Qué, al oso?.- sus ojos azules se iluminan- ¡Gracias Ew!.- salta pasa abrazarlo.
-¿Ew?, ¿no suena un poco raro?.- cometa Dexter.
Me encojo de hombros. Y rio al ver la cara de Ewan por la efusiva muestra de afecto de Liv.
Luego de ayudar a Dexter a cargar el oso al auto ellos se van y por fin nos dejan solos.
-¿Tienes hambre?.- pregunto.
-Si.- con esa simple palabra dice muchas cosas. Cosas que solo me hacen pensar en él en la cama...
¡Malditas hormonas!.
Rio nerviosa y escapo a la cocina para escapar de la inevitable a tracción que tiene ese hombre.
-¿Cómo estuvo tu día?.- pregunta desde la entrada de la habitación.
Me derrito con solo escucharlo, nadie nunca; aparte de mis padres o mis hermanos, me preguntaron eso.
-Estuvo bien, recibí la visita de mi madre y Aden.
Lo siento detrás de mí, no me está tocando pero su presencia invade todos mis sentidos.
-¿Quién te enseñó a tallar en madera?.- pregunto para pensar en otra cosa que no sea él desnudo, sobre mi...
¡Basta!
-Mi abuelo, él era uno de los mejores artesanos del clan.- habrá detrás de mí con esa linda voz.
-Apuesto a que te divierte mucho hacer eso.- agradezco mentalmente a mi madre por dejar sus famosas bandejas de comida para calentar en mi refrigerador.
-No tanto como pasar el tiempo con una bella mujer.
Pongo la comida en el microondas a calentar y me giro para verlo, parado frente a mí con su cabello suelto, su torso desnudo y sonriéndome de lado.
-¿Pasabas tiempo con muchas mujeres en tu época?.- pregunto arqueando una ceja.
-Sí,- dice arrogante haciendo que el maldito bicho de los celos me pique- pero ninguna tan bella como tu.- y con eso me tiene en sus manos.
Se acerca lentamente a mí, no me toca pero está en todas partes invadiendo mi espacio.
Sus labios acarician suavemente los míos, besa primero la comisura de mis labios luego la otra; sus manos agarran suavemente mi cintura acercándome más a él. Posiciona sus labios encima de los míos rosándolos levemente...
La alarma del microondas suena rompiendo el momento, me desinflo en decepción.
-La comida.- dice.
Sonríe y antes de soltarme muerde levemente mi labio inferior y me suelta.
Se aleja de mí dejándome con las ganas.
-Eres malo Ewan.- murmuro.
[...]
Yacemos en la cama desnudos luego de una vigorosa ronda de sexo, cada uno perdido en sus pensamientos.
-¿Qué pasa si no lo logro?.- murmuro rompiendo el silencio.
-No pasa nada preciosa,- tira de mí para recostarme a su lado- no importa lo que pase; estoy agradecido a los dioses solo por haberte conocido. Eres una mujer muy valiente.
Me aparta cariñosamente en cabello de la cara, sus ojos ámbar brillan con la tenue luz del cuarto haciéndolo el hombre más hermoso del mundo.
-Pase lo que pase quiero que sepas que eres la primera mujer en mi vida que me hace sentir como un hombre, no como el hijo del Lair o el guerrero al que todos temen. Junto a ti soy simplemente un hombre.
-¿Nunca tuviste una novia o alguna mujer que de verdad te gustara?.- pregunto.
-En el lugar de donde vengo las cosas son muy distinta a aquí, allá solo los plebeyos se casan por amor.- clava la mirada en el techo- Los de mi clase solo se casan por acuerdos políticos, futuras alianzas o la unión de dos clanes poderosos.- suspira- Como yo era el futuro líder del clan solo las mujeres con un interés económico se acercaban a mí, con el pasar del tiempo me canse de ser deseado solo por la riqueza y no por lo que soy sin ello.- se gira para mirarme- Tú me vez por lo que soy y no por lo que tengo.
-Tú también me haces sentir especial Ewan.- acaricio su ya barbuda mandíbula- No quiero perderte, juro que haré todo lo que pueda por lograr sálvate.- sonríe por mis palabras.
-Solo con tenerte a mi lado soy feliz Vanellope.- beso su mejilla sonriendo.
-Pues vas a tener que acostumbrarte a estar a mi lado porque no pienso dejarte solo ni un minuto hasta que logremos hacer a un pequeño Ewan.
Se ríe suavemente y me besa en los labios, suspiro feliz cuando su mano comienza a acariciar suavemente mi espalda.
No lo puedo negar, estoy enamorada de Ewan.
>///<
-Aquí estoy Lin-lin.- digo mientras me siento en su escritorio atiborrado de papeles y libros.
-Hola Olivia, ¿no sacaste del camino a ningún vehículo con tus medias verdad?.- dice mirando con una mueca mis medias rosa flúor altas hasta los muslos.
-Ja ja.- digo sarcástica- Van me dijo que era urgente que hablaras conmigo.
-Sí, mira esto.- me hace señas para que me siente a su lado.- Estuve investigando sobre el clan de Ewan y el libro que me diste, me adentre a lugares que ni savia que existían en la biblioteca y encontré viejos libros de historia antigua sobre los clanes celtas.
-¿Encontraste algo interesante?.
-Sí, algo sumamente escalofriante.
-¡Cuéntame de una vez!.- digo con la paciencia a limite.
-Permanece calmada y déjame terminar.- suspira y abre un libro todo lleno de polvo- Los clanes de esa época forjaban alianzas a través del casamiento de los herederos, Ewan era el heredero del clan por lo tanto era muy codiciado.- pasa unas hojas hasta detenerse en una con una escritura rara- Había tres clanes poderosos de donde viene él: el clan McMine, el clan McKine y el clan McNamara. Como sabes el clan McMine perteneció a la familia de Rob que en ese entonces tenía como futuro heredero a Robeli el tipo con una gran apariencia física a Rob, el clan McKine tenía a Ewan y el clan McNamara tenía a Venus; la única heredera mujer.
-¿Qué tiene que ver todo esto con lo que está pasando?.- digo exasperada por tanta explicación.
-¿Qué dije?.- me fulmina con la mirada haciéndome callar.
-Sigue, prometo no volver a interrumpir.
-Como decía, en esa época los matrimonios eran arreglados, el clan de Ewan era el más poderoso de los tres por lo tanto el Lair del clan McNamara arreglo un el matrimonio con Ewan y su hija para así aliar ambos pueblos.
-¿Ósea que Ewan se iba a casar?.
-Sí, pero según lo que pude traducir él nunca lo supo. Su matrimonio nunca se pudo concretar porque él desapareció y McMine invadió sus tierras.- rebusca entre unos papeles que tiene en la mesa mientras habla- Al ser frustrado la alianza con McKine, McNamara caso a su hija con Robeli.
-¿¡Que!?.- grito provocando que varias personas de la biblioteca me maten con la mirada.
-¿Quieres saber algo más perturbador?.
Asiento.
Sin decir otra palabra me pasa una hoja con un retrato de una chica en él.
-Ella es Venus.- dice.
¡No puede ser!.
-Es idéntica a Van.- balbuceo mirando a la chica de ojos marrones y abundante cabello castaño que mira fijamente desde la hoja.
-Eso es así porque el apellido McNamara permaneció a su familia durante siglos por parte de su madre al igual que Rob.
OH. POR. DIOS.