Holiwis, quería avisarles que al final del imagina tengo un aviso importante, quisiera que lo lean.
Gracias :3
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La carta decía:
"Querido Abraham: ¿Cuánto te amo? Pues, no lo sé, sólo puedo decir esas dos insignificantes palabras que para mí y para ti lo dicen todo, 'te amo'. Lo sé y lo aseguro.
Te he dicho que te amaba y que eres la persona que más me hace feliz en este mundo. Ahora te estarás preguntando por qué te dije que no, ¿verdad? Mira bien mi querido amigo... hubiera dicho que sí, con tal seguridad que no podría decir concretamente sí, ya que te hubiera besado y abrazado con muchísima felicidad... pero, te he dicho que no, ya que duele decirlo y más dolería aún si te hubiera dicho que sí y que las semanas próximas sufras por mí. Sí, sufrir por mí. Es extraña la sensación que siento al escribirte esta carta porque hablo en presente y lo escribo para que lo leas en futuro; creo que no se entendió lo que quise decir... pero bueno.
Justo ahora me duele el pecho, por lo que tengo que decir, por los nervios de cómo reaccionarás y porque... necesito un nuevo trasplante de corazón.
Aquella última es la razón por la cual no pude aceptar ser tu novia. Un nuevo corazón.
Si hubiera aceptado estarías peor que ahora.
Mi corazón es débil y hace meses esperábamos un donante. Un día antes de nuestro último encuentro alguien aceptó y quise decírtelo, pero me lo preguntaste... no pude decir más... no sé. Creí que no era el momento adecuado como para decírtelo, pero noté que tú no querías hablar conmigo y pues... te escribí una carta. Esta carta.
Cuando era muy pequeña se desarrolló una enfermedad en mi corazón que fue heredada por mi abuela materna. Miocardiopatía primaria. Dificulta mi bombeo de sangre.
Si la cirugía resultaba perfecta, te diría que sí, pero si la cirugía termina... mal, entonces no hay un futuro para nosotros en ninguna dimensión de este planeta.
Ahora lo sabes y lo entiendes...
Oh mi Perséfone, mi querida Perséfone... como quisiera llevarte conmigo, pero peor sería aún si te arrastrara conmigo al vacío infinito de la aguda muerte. No es justo y tampoco placentero para mí.
Yo, tu Hades, no seré el mismo como en el mito. Llevarte al Inframundo sería lo más egoísta, torpe y tonto del mundo. Serías infeliz por mi culpa, por eso... no lo haré y no lo haría. Verte infeliz sería lo peor que me podría pasar.
Abraham... hasta aquí mi carta. No sé si estoy viva o muerta, pero junto a ti siempre olvidaba que estaba más muerta que viva.
No más 'Bajo la misma estrella', pero... te amo mi Hasel Grace.
Gracias por todo... nos veremos... si el cielo nos lo permite.
Tu Hades y tu Augustus Waters."
Lagrimas. Solo eso, lagrimas.
Lagrimas de dolor, de impotencia, de furia, de... de que la amo.
No he recibido una carta tan perfecta como esta.
"Oh mi Perséfone, mi querida Perséfone... como quisiera llevarte conmigo, pero peor sería aún si te arrastrara conmigo al vacío infinito de la aguda muerte." Esta parte me hizo decir: -Llévame contigo a aquel vacío infinito. Por lo menos seré feliz teniéndote junto a mí.
¿Cómo una simple carta puede hacerte sentir miedo e inseguridad? Tenía ganas de gritar por la impotencia que sentía. No quiero perderla.
Guardé su carta en mi billetera doblándola. Subí a ver a sus padres que aún seguían ahí.
Vi que su madre estaba sentada en un sillón verde que estaba junto a la puerta en donde entraban y salían enfermeros con guantes con espesa sangre.
Su padre estaba parado con las manos en los bolsillos y mirando sus pies. El temor de aquel hombre se podía identificar con solamente ver en la posición en la que se presentaba.
Me senté junto a su mujer, solo que en el suelo, con las rodillas en el pecho y mis brazos abrazando mis piernas. Miraba el sólido y frio piso que contenían lágrimas de alguien. La miré con intriga.
-Ella parecía muy sana desde pequeña- dice sonriendo, con los ojos hinchados por el llanto y con la nariz un poco tapada. Hace sonar su nariz inhalando aire-. Creíamos que no le sucedería nada... hasta que cumplió catorce años.- mordió su labio- Fuimos al médico porque estaba en plena adolescencia y no tenía aún su ciclo menstrual. Fuimos con su doctora de cabecera, le hicieron los estudios. Ella nos pasó a otro doctor y... nos hizo saber que no tenía muy bien el corazón. Debimos saberlo, la miocardoipatía es hereditaria...- se le quebranta la voz y le comienzan a caer lagrimas- Ahora duele saber que ella puede irse y nunca jamás volver.- pone el dorso de su mano tapándose los orificios de su nariz y boca.
Dejo de mirarla, muevo mi cabeza hacia donde mira mi cuerpo lentamente y apoyo mi cabeza en la pared mirando el techo. Trago en seco.
Su padre dice que me vaya a mi casa porque la cirugía tardaría un par de horas, ya que es muy compleja.
Me levanté y los saludé. Los bendije para que ______ pueda salir bien y sana. Me marché.
Anduve en mi bicicleta lentamente hasta llegar a mi casa. Llegué a la una de la tarde.
Mi madre, mi padre y mi hermano estaban esperándome para comer, pero negué por primera vez en mi vida los espaguetis caseros de mi madre. No tenía apetito.
Fui a mi cuarto a encerrarme un buen rato para pensar. Cerré la puerta me eché en la cama y cerré los ojos. Me ardían.
Hubiera querido pensar para analizar la situación, pero lloré y mi cabeza solo decía: "Se morirá y quedaré solo", "Ya no tiene salvación", "Ya la perdiste".
Entre tanto llanto me quedé dormido.
***
Mi madre me despierta, ya eran como las cinco de la tarde, el sol se había escondido. Mi mamá tenía un teléfono en mano y su cara era seria. "Es para ti" dijo acercándome el teléfono a mí.
Traté de ocultar mi voz de dormido lo mejor que pude.
Era el papá de ______.
-Hola Abraham- comenzó con una voz algo entrecortada.
-¿C-cómo está ______?- dije preocupado ya que su voz no me tranquilizaba.
-Oh Abraham- suena su nariz al inhalar aire, al igual que su esposa en la mañana.
Cuando escuché lo que dijo sentí un agudo dolor en el pecho. Solo podía negar con la cabeza. Mi mayor miedo se hizo realidad.
Él dijo: "Hicieron lo que pudieron, en verdad... pero la sangre era mucha, no la pudieron retener. ______ acaba de fallecer."
El mundo se fue más abajo de lo que creí. El señor se despidió y cortó. Yo estaba en shock, aún con el teléfono en mano. Comencé a jadear, no podía respirar. Tenía un nudo en la garganta que me lo impedía.
Dejé caer el teléfono y bajé mi cabeza, poniendo mis manos sobre ella. Lloré como un niño aterrado por la oscuridad.
"Lo siento, Abraham." dijo mi madre poniendo una mano en mi hombro.
Repetía una silaba mientas lloraba, "no".
Mi Hades se había ido, y sin Hades el mito no tiene razón de existir.
Por tres días tuve depresión, y el cuarto día era su funeral.
Era un día nublado, pero no había probabilidades de lluvia. El aire era seco.
Hice en un papel una despedida en honor a ella.
Me puse una camisa blanca, unos pantalones negros y una chaqueta de ese color, y una corbata roja, porque negra no tenía. Lustré los zapatos y partí hacia allí.
El velatorio sería en un salón.
Cuando llegamos, mi mamá me acompañó, me ofrecieron decir unas palabras en recordatorio de ______. No negué pasar.
Me paré en el medio de la habitación y aclaré mi voz. Todos me miraron. Su madre hizo mi mención y comencé a desdoblar la hoja.
-¿Cómo es posible que el amor pueda ser tan bello y que de un día para el otro esa persona se vaya?- cerré la hoja, ya no necesitaba decirlo mientras lo leía. Sé qué quiero decir- Escribir canciones de amor no es igual a sentirlo de verdad. Ella me cambió, en palabras de más de un letrista: "El amor cambia a las personas", pues a mí me ha cambiado. Nunca había sentido el amor de tal manera que con esta adorable chica que me ha dejado guiar por la lectura. Ella me ha dejado metáforas con las cuales puedo expresar cosas que nunca pude explicar con mis propias palabras, ni con las más precarias que puedan existir. Me enseñó a amar con pasión la lectura; la lectura profunda que quieras o no te deja una enseñanza que inconscientemente guardas en tu mente y en tu corazón. Era de las personas que casi ya no hay. De las que no te dejan escapar y toman las decisiones buenas a tiempo... ella es _______. Nuestra amada ______. Esta noche póngala en sus oraciones, pues ella se ha vuelto un ángel. La extrañaremos, eso no puedo negarlo, pero hay que admitirlo, está en un mejor lugar. Te amo mi Augustus Waters- miré su tumba con lagrimas en los ojos y con una sonrisa titubeante- , te amo mi Hades.
Las personas me aplaudieron un poco, pero no tanto. Es un funeral y sería de muy mala educación aplaudir.
Las personas comenzaron a dispersarse, varias se acercaron a mí a felicitarme por mi pequeño discurso. Otras personas me preguntaron si yo era su novio, a lo que contestaba en un suspiro "Casi-novio". Las personas fingían entenderlo, me saludaban y se iban.
Me acerqué a sus padres, que tenían los ojos hinchados y rojos, con pañuelos en las manos. Me abrazaron y agradecieron mi presencia y mi despedida. Me quedé hasta que el velorio terminó.
Al final ayudé a levantar las sillas.
De pronto alguien me habla por detrás de mí.
Me doy vuelta. Era una chica joven, de mi edad, con un vestido negro, al igual que sus zapatos, alta, con cabello marrón castaño y con poco maquillaje.
-Disculpa...- comenzó diciendo-, ¿tú eres el novio de ______?
-Sí- dije seco y cortante mirándola sobre mi hombro.
-Soy Jessica, su prima- suspira-, oye, sé que no estás a gusto de hablar con tías en este momento, pero... te dejaré mi número, podríamos hablar alguna vez- saca un papel y lo deja sobre la única silla que me faltó recoger-, nos vemos.- se marchó.
Seguí mirándola por sobre mi hombro, miré le suelo pensando si era correcto aceptar su número, me volteé, tomé el papel y leí lo que decía. "Llámame, Jessica" más el número. Lo guardé en mi bolsillo derecho.
Ahora Jessica es mi amiga y pues... solo somos amigos. Seguimos recordando a su hermosa prima con tristeza y con dolor, y yo aún sigo pensando qué hubiera pasado si hubiéramos sido novios, imaginándomelo si en otro mundo paralelo podríamos ser felices los dos.
Siempre antes de dormir leo el mito de Perséfone, y dentro del libro está su carta... para que su aroma quede impregnado para siempre.
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Holiwis! Ojalá les haya gustado el final, la verdad me esforcé bastante en profundizar la escritura.
Un breve aviso... ¡FELIZ DÍA DE LAS CAMISHERS! La verdad gracias a cada una de las que leyeron mi Novela Núcleo (Aprendiendo a ser normal), gracias por todo lo que hicieron por mí. Las estrellitas, los comentarios, por las leídas. Por todo. Son las mejores.
Son lo mejor que puedo tener sinceramente.
Y ahora empieza el maratón de chistes ^-^
Las amo, gracias por todo.
Camishh
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