Within Hate (Español)

Por champagnexsupernova

347K 15.8K 768

"Jamás hubiera pensado que me enamoraría de una nerd, menos siendo el 'popular'. Pero ella me probó que estab... Mais

Within Hate
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 31

Capítulo 30

4.8K 266 20
Por champagnexsupernova

Jason parecía estar manejándose muy bien con su parte del trabajo ya que no me pidió ayuda con nada, pero no iba a poder soportar que no me hablara por tanto tiempo. Sabía que lo había perdido por mi culpa y por mis emociones tramposas, pero no era la manera en la que esperaba que terminaran las cosas. Esperaba que el por fin dijera lo que en serio siente por mí porque, aunque me lo haya negado esa y muchas más veces, sé que no es así. Sé que, muy en el fondo, le pasa algo conmigo y, de no ser así, no se hubiera enojado tanto. 

De cualquier manera, las cosas no podían seguir así por mucho más tiempo porque: 

1) Jason tenía que colaborar conmigo en el trabajo porque es un trabajo grupal 

2) No podemos vivir peleados porque no podemos vivir el uno sin el otro. 

Cuestión que, durante mi clase de matemática, reuní todo el coraje para ir a hablarle en el recreo. 

Encontré el momento indicado para hablarle, que fue cuando él estaba solo en los lockers guardando sus cosas. 


Me le acerqué con la cautela de un gato para que no me escuchara y se espantara pero, al parecer, me leyó la mente porque cerró la puerta de su locker y me miró fijamente a los ojos mientras me decía:

–Mirá, Diamond. Por mucho que odie tener que decírtelo, vamos a tener que juntarnos para terminar esto porque hay cosas que no entiendo. Pero solo vamos a trabajar, ¿sí? Y vamos a mi casa. –la idea de que me hablara me tenía contenta; tanto, que tenía que disimular mi sonrisa. 

–Está bien, ¿cuándo voy?

–Hoy. Y, hasta entonces, no me volvés a hablar. 

Asentí y me fui. Era un gran paso que fuera a su casa después de tanto tiempo, y más si estaba enojado. 


Era la hora de irnos y estaba la mamá de Jason esperándonos con una sonrisa en la puerta de su auto. Su hermanita y su hermano mayor no estaban, no sé por qué. 

–¡Hola, Diamond, tanto tiempo! ¿Cómo te va? 

–Bien, gracias, Mónica. 

–Bien ahí no llamándome "Señora Trace". ¡Estás divina! –y ahí me empezó a preguntar todas las típicas cosas que preguntan los papás como "¿Cómo andan tus papis?" "¿A dónde se van en el verano?" etc. 

Llegamos a la casa y estaba su hermanita tirada en el sillón con una mantita hasta la boca y una taza de té de lechuga que parecía no estar tomándolo por placer, sino porque parecía enferma dada las condiciones climáticas (mucho calor, casi era verano) y la palidez de su cara que la delataba. 

–¡Pobrecita! ¿Estás bien?

–Sí, gracias... ¿Diane?

–Diamond –le corregí amablemente.

–Eso. ¿Cómo es posible que todavía no sepa el nombre de tu novia? –quiso ridiculizarlo a Jason pero, con su situación conmigo, no creo que le haya causado ninguna gracia.

Solo la miró de reojo sin contestar; nunca lo había visto tan enojado. Yo solo me torné violeta y lo seguí a Jason hasta su cuarto.

–Mirá, tengo un par de cartulinas abajo para hacer los cuadros de Punnett, pero te aviso que yo no los sé hacer bien todavía. ¿El problema lo podes hacer vos?

–Dale, sí, no te preocupes. Pero ayudame a hacer los cuadritos con la regla.

Mientras yo pensaba el problema, el dibujaba en la cartulina con marcador indeleble los cuadraditos para el cuadro. Yo no soportaba más la tensión, se la sentía en el aire con solo estar en el mismo cuarto que nosotros dos.

–Jason, ¿sabés qué? No aguanto mas esta atmósfera de incomodidad entre nosotros. ¿Podemos hablar? –me mira con sus ojos de "¿en serio?" –sin pelearnos. –lo convencí. Bajó su mirada y siguió dibujando.

–¿Y de qué querés hablar, Wolff? No hay nada que hablar.

–Dale, ¿por qué evitas el tema? Sabés que sí tenemos que hablar. Yo quiero saber por qué te enojaste tanto cuando te dije lo que me pasaba, no es que te puede afectarte. No te trato ni mejor ni peor desde que me di cuenta que sí seguía sintiendo cosas por vos. 

–Pero sin embargo me pecheabas y me ignorabas –ahora sí había levantado la vista y se defendió en un tono más agresivo. 

–Sí, porque vos me ignorabas a mí, ya te dije todo el otro día. Lo único que quiero es no estar así porque te extraño, y como un amigo; ni más ni menos. ¿Podemos estar bien? Por favor. 

–Bueno, pero tenemos que ser solo amigos. A ninguno de los dos le puede pasar nada con el otro porque esto pasa después, ¿sí?

–Sí, te juro.

Aunque ya nos hayamos amigado, nuestra relación seguía siendo medio incómoda. Nos llevábamos bien, no era que éramos amigos. Nos saludábamos cada tanto, sí, pero no pasábamos el tiempo juntos como antes. En clase solo son comentarios los que hacemos, ya no más papelitos.

Sabía que había metido la pata, pero no para arruinar tanto nuestra amistad. ¿En serio era para tanto lo que yo había dicho? Si él me dijera lo mismo, yo no reaccionaría así y la situación sería diferente, eso es lo que más bronca me da. Porque me dice que no podemos tener sentimientos el uno con el otro pero es justamente lo contrario; nos tenemos altas ganas mutuamente pero no podemos, andá a saber sus razones.


En la clase de arte, Jason estaba sentado conmigo en una mesa de 10 personas, pero él hablaba con sus amigos, no todo el tiempo. Cuando se concentraba para perfeccionar los bordes de sus dibujos, era cuando más me enamoraba. La delicadeza con la que desplazaba el liner sobre la hoja y su paz me relajaban a mí. Parecía que era lo único que lo hacía encontrarse con su paz interior y retirarse del mundo, además del boxeo que, bueno, no era muy pacífico que digamos. 

La profesora nos llamó a todos los de la mesa para que vayamos a buscar un par de caballetes para los que querían pintar en ? y, sincronizadamente, nos paramos todos a la otra sala de arte, que quedaba casi en el otro extremo del colegio.

Por más de nuestra sincronización, al salir de la sala ya todos estaban por cualquier lado. 

A la otra sala, con Jason entramos solos, dándole un clima –nuevamente– incómodo a todo lo que nos rodeaba. Encontré un caballete que parecía ser liviano –aunque, en realidad, no lo era tanto– y lo quise llevar sola para hacerme la fuerte. Jason, en una de sus manos, tenía un banquito chiquito de los caballetes; aún así, chiquitos o no, eran pesados.

Jason vio que estaba teniendo problemas en cruzar la puerta con el caballete, así que se ofreció a ayudarme. Le agradecí, pero le dije que no hacia falta. Yo seguía sin poder cruzar la puerta y Jason estaba atrás esperándome.

No impacientemente, pero amablemente Jason me vuelve a preguntar si no necesito ayuda. Yo, nuevamente, le agradezco un poco ruda por su idea de que no era lo suficientemente fuerte para pasar el caballete por la puerta.

–Dame, no seas boba. No cuesta nada –me aseguró y agarró una de las patas del caballete, dejándolo horizontalmente. Solo acepté su ayuda y fuimos a dejar juntos el caballete.

Mientras nosotros entrábamos, Summer y Nicholas salían, y era siempre así ya que coordinábamos justo los tiempos. Cuando estábamos entrando a la clase, se los escucha reír a ellos dos. Jason, algo enojado, los reta:

–¿De qué se ríen?

–No, nada, es que... –Summer tartamudeó –Con Nicholas decimos que...

–Están enamorados, gordo, no molestes –confesó Nicholas.

Ninguno de los dos sabían sobre lo que había pasado en el torneo ni que nos habíamos peleado después de habernos mejores amigos. Ellos solo creían que eramos amigos, pero enamorados.

Yo no logré contestar pero quise ver la reacción de Jason ante este comentario y, al parecer, él estaba haciendo lo mismo que yo ya que nuestras miradas se encontraron. Solo el que nuestros ojos se crucen hace que mi corazón se me suba hasta la garganta, pero lo traté de disimular para que no se volviera a enojar conmigo. 

Ellos se miraron y se volvieron a reír.

–Te dije –le dijo Summer a Nicholas. Yo solo le rodeé los ojos a Jason para que entendiera que no importaba lo que dijeran. 


Cuando terminó la clase de arte, me le acerqué a Summer.

–Perdoname, pero, ¿por qué decís que Jason y yo estamos enamorados? –le pregunté, pero no de mala manera.

–Apa, te interesa entonces. –insinuó ella.

–No, para nada. Solo quiero saber 

–Es en como se miran, y como se tratan orgullosamente el uno al otro como si a ninguno le pasara nada con el otro. Lo esconden pero es más que evidente a 10 km de distancia que están vueltos locos entre ustedes. ¿Por qué no hacen que se dé y listo?

–No es fácil, Summer. ¿Sabés lo que doy para que fuera así? –confesé.

–Ah, ¡entonces sí te gusta!

–Y sí, es una larga historia, pero por alguna razón a él le molesta que yo lo quiera así. Ya hace un par de semanas me le confesé porque no daba más que me tratara como si no existiera sabiendo que es lo que vos decís.

–Será porque no quiere admitir que le gustás tanto. Jason Trace puede tener, literalmente, a cualquier mina que le guiñe el ojo, y te quiere a vos, Diamond Wolff, que te conoce hace como 4 años. Quiere ir a explorar el mundo, pero está atrapado con vos hace bastante ya, yo tampoco querría querer a la misma persona tanto tiempo habiendo más opciones.

–Pero podría perfectamente pasar algo. ¿Por qué no quiere?

–Porque si los dos se confiesan entre ustedes que se aman, se terminó la adrenalina. Le darían un cierre a su relación, lo divertido es cuando se molestan y se tienen ganas recíprocas pero no se animan a admitírselo. Pero algún día va a pasar, creeme. 


Continuar a ler

Também vai Gostar

14.9K 2.8K 87
Se enfrentaron a Aeistian, padecieron el inframundo, se perdieron en los sueños y ahora toca la respuesta más importante. Porque la verdadera belleza...
903K 37.4K 53
Eva Charlotte Valentina, princesa de Italia. Es una joven universitaria que se ha mudado a Canadá con sus padres para salir de la prensa italiana y v...
25.5K 1.3K 38
Después del pasado tormentoso de Andrea Thomson, una visita, un hola, una simple caricia. Puede ser el nuevo comienzo de una historia sin fin ¿Qué pa...
30.9K 5.9K 45
Marcus juró que nunca volvería a amar. Luego de regresar a Nueva York por petición de su padre, Marcus intenta retomar su vida, intentando ignorar la...