Tú eras mi cielo,
solía amar admirarte cada segundo.
Solía amar tus fugaces sonrisas.
Solía amar cuando dejabas que te conociera un poco más.
En fin, solía amarte.
Pero...
Desde el principio me advirtieron
que tú no sentías lo mismo por mí.
Que yo sólo era una estrella más
en el cielo que te gusta mirar.
Querida,
dime por favor,
que al menos soy tu estrella favorita...