Ceñirse al plan, se dijo así misma.
Por décima ves se miro al espejo para ver si la ropa le quedaba bien, nunca fue de esas chicas que le gustaba enseñar más de lo debido, su madre le había inculcado demasiado valores y demasiada decencia sobre si misma.
Pero este día quería que el hombre que le gustaba se fijará en ella. Que recorriera su cuerpo con esos ojos verdes, quería experimentar lo que sus compañeras de clase sentían cuando tenían la mirada de varios hombres sobre ellas. Pero Guen sólo quería el de uno.
Aaron, un macho dominante y voraz, el hacia que sus terminaciones nerviosas se dispararan a los cien grados, su loba le decía que el era su destino.
Nerviosa se ajusto la blusa blanca transparente bien ajustada, remarcando sus grandes senos, y una minifalda que iba más abajo de las nalgas así dejando muy desnudas sus piernas, nerviosa se acomodo su rebelde cabello rojizo, cuando se sintió lista salió de su cuarto y bajo las escaleras.
Su casa se encontraba detrás de la mansión del Alpha, su padre era la mano derecha del señor Serova, su madre trabajaba en la cocina de la gran mansión, por lo que vivían detrás de la casa Serova.
Salió de la casa con rapidez no quería que sus padre la vieran así o la mandarían a cambiarse y ella no quería, iba a ligara que Aaron se fijará en ella.
Iba a mitad del camino cuando escucho un chiflido y volteó a ver, el hijo menor del Alpha la miraba con diversión.
— vaya, vaya —fulminó a Darius con la mirada— oh si vas con todo... ¿No crees que es muy provocador?
— no, y no digas nada —le pincho con el dedo— hoy es mi gran día –sonrió como tonta–
— zanahoria tu estas....para espantar.....
Enojada lo golpeo duro en el estómago y hizo que Darius se doblará.
— la próxima será más abajo —lo amenazo—
— alto y claro —hizo un saludo militar y ella rodó lo ojos— ¿a quién intentas atrapar?
— Aaron Blackwood —dijo–
El rostro de Darius perdió la sonrisa y ella frunció el ceño desconcertada, coloco los brazos en la cadera.
— ¿porqué esa cara?
— alejate de Aaron, el no es un buen tipo para ti —aspecto Darius–
— ¿que?, ¡no! –grito– no eres mi padre Darius.
Se alejó con pasos decididos y salió del terreno de la mansión Serova. Alcanzo a Saharat y lauren para ir al bar donde los hombres más sexys iban.
— joder, Guen estas....—exclamo Saharat— Aaron no te quitara los ojos de encima y si el es tu compañero...
— vamos, vamos —canturreo Luren— muero por ver a Viktor
Las tres rieron y entraron al bar, muchos hombres giraron la cabeza al verlas, Guen sabía que era muy chica para este lugar pero en estos momento ella deseaba ser una mujer...
Las tres tenían dieciséis y todavía no alcanzaban la inmortalidad de los lycantropos, está se alcanzaba a los veinticinco y a los treinta dejabas de envejecer rápido, el envejecimiento se volvía lento.
Nerviosa se ajusto la ropa y busco con la mirada al lobo más guapo y sexy. Se lamió el labio nerviosa.
Entre su búsqueda intensiva lo encontró, ahí estaba el, con ojos verdes brillantes, rasgos duros y feroces, vestido de con una jeans negros, una camisa roja bien ajustada a su musculoso cuerpo, el cabello negro corto que definían sus rasgos vitrales, todo en el había que su cuerpo ardiera de muchas formas.
Media hora después las tres estaban bebiendo algo que no sabía bien, pero intentaban aparentar que estaban a acostumbradas a tomar alcohol.
Ahí fue cuando el y sus amigos se acercaron, ella lo volteo a ver y vio que sus ojos estaban posados en ella, sólo en ella.
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Cada roce de sus dedos sobre su piel se sentía como miles de caricias sobre su piel caliente y sensible, pero el no iba más haya de acariciarla. Frustrada por que el no avanzara le gruño.
Aaron la miro serio y se apartó de ella, para después ir a la sala dejándola en la cama caliente y necesitada.
Se levanto, el roce de la tela sobre su piel era una tortura, no se abrocho la blusa, lo provocaría para ver si el reaccionaba y la reclamaba.
Fue un error, el se enfureció y la golpeo. Llorando se agarro la mejilla golpeada y dejo que Aaron la sentara con fuerza sobre el sillón.
— deja de portarte como una puta, o ¿eso te gusta? —habían tanta ira en sus palabras que ella agacho la cabeza sobre su regazo– habla malditas sea!
— no –susurro—
— no lo sientes —gruño Aaron— te daré una lección para que aprendas a que mi mujer no se ofrece gratis.
La agarro del cabello y la aventó contra la pared, se golpeo contra el librero en la cabeza, gimiendo por la caída y el golpe, el la pateo tres veces, la sangre comenzó a fluir, lloro en silencio.
Cuando el se detuvo ella ya estaba bien a dolorida, no tenía fuerzas para levantarse.
— cuando yo quiera pedirte que muestres piel lo aras —Aaron la agarro de la mandíbula— ¿me oyes? Y deja de usar ropa tan...
Lo vio salir y azotar la puerta, con dificultad se levanto y fue al cuarto de baños a limpiarse. Salió de la casa y fue a la suya.
Sus padres no estaban en casa por lo que no sería descubierta, se encerró en su cuarto y fue directo a la cama, se durmió muy fácilmente.
Al día siguiente se puso una blusa manga larga azul y se maquillo los golpes de la cara, el le había mandado un mensaje para que se vieran en la plaza del pueblo.
Eligió ponerse unos jeans azules ajustados y se amarró el cabello en una hola de cabello.
Procuro caminar bien para que nadie se diera cuenta y no mirara a nadie para que no vieran las leves sombras de los golpes.
Cuando llego el estaba ahí esperándola y el corazón le latió con fuerza, cada parte de su ser llamaba por Aaron.
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Todos la veían raro, sus padres le preguntaban por que se vestía como una monja o tan recatadamente ella le decía que se sentía a gusto, Aaron no le gustaba que ella se vistiera como las chicas de su edad, y hoy era su aniversario de ser novios. Cumplían cinco años estando juntos.
Se topó con Saharat y está la dedicó una sonrisa forzada.
— hola Guen...
— hola —sonrió—
— Guen... Debes dejarlo, mándalo a la mierda a el y a sus golpes....
— el no me golpea —replico ella—
— vamos Guen, todos se dan cuenta de que Aaron te golpea —replico Saharat— ya no eres la misma y mira como te vistes!!
— vasta Saharat, yo lo amao y el me demuestra su amor....
— el amor no se demuestra con golpes! —le grito su amiga—
— yo lo hago enojar...pero el me quiere...
— no Guen, eso no es amor –susurro Sahara y dejo que su amiga le agarrar las manos con las suyas— déjalo....
— no puedo...lo amo.... —susurro–
— está bien.... ¿Pero deberías verte mejor? Hoy cumplen...
— si y así me veo bien gracias...
— vamos Guen! Hoy tiene que ser un día especial —insistió Saharat– a lo mejor cuando te vea sexy le guste...
— no creo....—refuto temerosa—
Pero Saharat ignoro sus protesta e intentos de huir, al final se dejo hacer y cuando término se vio al espejo de cuerpo completo, por primera ves en dos años de sentía hermosa y una enorme tristeza se instaló en su pecho.
Al llegar supo por la mirada de Aaron que no le había gustado como fue vestida, un miedo se instaló en su cuerpo y se quedo parada sin poder caminar.
Aaron estaba enojado y eso significa una cosa...
Intentó huir, pero los amigos de el se interpusieron en su camino, les suplicó con los ojos que la dejarán ir pero minuendo de los dos se movieron y tensa al sentirlo detrás de ella.
— parece que no aprendes la lección Guen —su gruesa voz la hizo temblar— tendré que hacer algo para que captes mis deseos...
— Aaron...por favor...
Grito cuando el la jalo del cabello hasta llegar al bosque donde la lanzo con fuerza al suelo, se raspó la palma de las manos y las rodillas, vio que los amigos de Aaron hacían un círculo y reían al verla.
— mi mujer no anda vestida así —tembló cuando el comenzó a caminar a su alrededor— ¿qué aré...? Oh ya se que...
Vio por el rabillo del ojo que el sacaba una navaja de plata, oh mierda... ¿El no la lastimaría con eso? La plata dañaría sus tejidos y ella no había estaba muy cerca de cumplir la edad exacta para llegar a la inmortalidad y que las heridas no se quedarán grabadas en su piel....
— lo siento...yo creí.....
— cállate —grito el fuertemente— las putas como tu merecen ser marcadas para que se le aquí te lo promiscuas y como mi mujer aré lo más conveniente.
Intentó huir pero el era tan rápido que logró impedir sus huidas, la golpeo con fuerza que le rompió la boca y la nariz, gimiendo se arrastró por el suelo pero el la detuvo, comenzó a rasgarles la ropa hasta dejarla sólo en bragas y sujetador.
— no lo hagas....ya...a...aprendí...—lloriqueo llena de terror— no por favor...,
Dos de sus amigos la agarraron de los brazos y piernas, pataleo y grito. Pero grito más cuando el comenzó a cortarla con el filo de la navaja, podía sentir la profundidad de cada corte, la carne ardiendo por la plata y la sangre emanando a chorro por cada herida.
– NOOOOO...—grito al sentir la punta de la navaja en la cara—
Oh dudo dolía tanto, sentía fuego en todo sus cuerpeo, la sangre empañaba su vista, era tanto el dolor que ni sentía ya nada, estaba tirada viendo el cielo. Quería morir, morir era lo mejor... Dudaba vivir....
Oh mama, lloro, le debió hacer hecho caso a su madre, a Darius, a Saharat... Ahora estaba tirada en el suelo muriendo desangrarás y mutilada...
Pero se escucho un rugido y vio a Damien, su Alpha, a Darius, a sus padres correr hacia ella.... Las lágrimas emergieron de sus ojos por causarle ese dolor...
Su madre la puso entre sus piernas y la arrullaba mientras lloraba, su padre le acariciaba el cabello.
— mi dulce niña....oh mi dulce niña —recostaba su madre— que te hizo ese animal bastardo....
— mi pequeña luna —su padre lloraba y abrazaba a su madre—
Estaba perdiendo la vista pero antes de perderla por completo vio a Damien, estaba manchado de sangre y su mirada era feroz, había sido declarado Alpha hace algunos años antes de que ella fuera novia de Aaron, marrik había cedido el liderazgo a su hijo pero hace un año marrik murió por un ataque de cazadores al igual que la compañera Damien.
— lo siento.....
Y de ahí todo se volvió negro, negro como un pozo sin fondo, dejo de sentir dolor y fue como estar en el paraíso.
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Sobre saltada se levanto de la cama, como odiaba recordar lo que había pasado.... Aaron, había sido todo y nada, su compañero de alma y su casi muerte.
Damien lo había matado y se alegraba en el fondo de su alma, ella sabía que jamás volvería a tener un compañero de alma el que le fue dado resulto ser un monstruo y estaba muerto.
Ya no había un alma gemela para ella.
Se volvió acostar, se envolvió en el edredón morado y sus suspiro, ese era su destino estar sola y pagar por su osadía de ser algo que no era, su osadía había tenido un precio y lo estaba pagando por toda su vida.
Las marcas en su cuerpeo se habían ido un tiempo Orion lo había hecho... El dolor se instaló en su pecho al pensar en el.
Las cicatrices habían regresado recordándole lo estúpida que fue, y el precio que pago, debía de ser la Guen tímida y retraída, ocultando su cuerpo y huir de los hombres, así no saldría dañada. Orion quedaría en el pasado al igual que Aaron.
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Hasta el fin de semana :D
Si hay faltas o palabras que ni vienen al caso las corrigió después ya es tarde y mañana tengo clases jeje
Besos!!
Este capítulo va dedicado @TraceyEscobar :3 que pidió un capítulo del pasado de Guen ^•^