Seguía viendo su número en la pantalla de mi celular mientras deliberaba los pros y los contras de lo sucedió, haba sido... atrevida, por decir lo menos. Camine por el pasillo aun concentrada en la pantalla de mi celular sin prestar atención a mi alrededor, de pronto un brazo se envuelve en mi cintura jalándome dentro de uno de los salones. Un grito se atasca en mi garganta.
-Tranquila- dice esa voz que hace solo unos días atrás me decía que me deseaba. La voz del chico que casi me folle en uno de los baños de la universidad.
Inclino mi cabeza hacia atrás para encontrarme con esos hermosos ojos grises.
-No has llamado- dice en tono acusador
-Iba a hacerlo- eso creo, mierda a quien engaño? Obvio en algún punto lo iba a llamar solo estaba retrasando lo inevitable
Me da una mirada de "no te creo"
-en serio- reafirmo mientras le muestro la pantalla de mi celular.
Una media sonrisa curva esos deliciosos labios y por un segundo mi mirada se desvía a ellos
Su brazo aun rodea mi cintura y no hace ningún amague por liberarme. Estar tan cerca de él me recuerda a la última vez que estuvimos así de cerca y casi de inmediato siento la humedad entre mis piernas.
-te ves hermosa- dice por fin rompiendo el silencio liberándome de su agarre da un paso atrás
-Gracias- digo mirando mi ligero vestido azul celeste. Ahora que lo pienso no soy muy fan de usar vestidos en días de estudio, pero hoy cuando lo vi en mi armario había pensado que esta prenda supondría menos obstáculos. Era una mala mentirosa incluso conmigo misma, ya había tomado la decisión y este vestido era una prueba de ello y una promesa, de que en esta ocasión yo tendría lo que quería.
Di varios pasos mas dentro del salón y deje mi bolso en una de las mesas. Mis ojos escanearon el lugar, era igual que los demás salones baldosas blancas, paredes blancas (eso le recordaba mas a un hospital que a una salón de clases) un tablero en la pared del fondo frente a varias mesas circulares y sillas. A diferencia de los otros salones este no tenía ventanas que dieran vista al bloque siguiente y el parqueadero en medio de los dos edificios.
Me sentí estremecer ante la posibilidad de lo que eso significaba.
Antes de que pudiera girarme y enfrentarme al misterioso chico que tenía a mi mente pensando cosas sucias y deliciosas, él rodeo mi cintura con sus brazos desde atrás
-Tengo que confesar...- susurro en mi oído – que me sentía nervioso de que no me llamaras- su tono de voz haciéndose más ronco –que no me dejaras volver a tocarte –sentí que nos movíamos, obviamente él la estaba guiando a alguna parte pero no podía pensar a través del deseo que empezó a correr por mis venas y esa sensación como el aceite caliente derramándose en mi vientre y terminando en mi vagina –o que no me dejaras terminar lo que empezamos- Gemí sus palabras me volvían loca sentía la necesidad rugir dentro de mi ansiándolo.
Con una mano agarro mi mandíbula y giro mi cabeza para besarme su lengua invadiendo mi boca siguiendo un ritmo sensual, con ese beso sentía que estaba follando mi boca, su lengua saliendo y entrando de mi boca rosando mi paladar y acariciando mi lengua, yo correspondí el beso, suaves gemidos brotaban de mi garganta y mis caderas con voluntad propia se empezaron a restregar en el bulto de sus pantalones. Él gruño antes de que sus manos fueran a mis pechos y los apretara, la fina tela del vestido me hacía fácil sentir su contacto pero yo quería sentir sus manos sobre mi, sin ningún obstáculo
Puse mis manos sobre las suyas y las moví de la base de mis senos directamente a mis pezones para que los acariciara a través de la tela. Separo su boca de la mía mientras su cabeza caía hacia atrás con un gemido
Antes de darme cuenta él me tenía presionada contra la pared sentí su aliento cálido en mi nuca mientras sus manos acariciaban mis mulos, sus manos se volvieron mas atrevidas subiendo mas y mas hasta rozar mi centro húmedo suspiré de placer que provocaban sus dedos acariciando suave y rítmicamente
Presiono su erección contra mi trasero y descarada mente moví mis caderas ara acariciarlo
Gruño -prometo que la próxima vez me tomare mi tiempo para saborearte- sus manos se pararon sus Carías haciéndome lloriquear por la pérdida pero mi lamento rápidamente fue acallado con la sensación de sus manos despojándome de mi ropa interior. -pero tengo que follarte ahora- dijo mientras escuchaba como baja la cremallera de sus vaqueros
Me provoco acariciando mi clítoris con su longitud y empuje mis caderas un poco para que me penetrara una suave risa vibro a través de mi espalda esa risa picara y profunda que me hizo ansiar mas tenerlo empujándose dentro de mi
-me alegra saber que no soy el único impaciente- me beso el cuello, agarro mis manos y las subió por encima d mi cabeza mientras su pene seguía acareando mis pliegues juntando mis muñeca las agarra con una solo mano clavándolas fuertemente contra la pared mientras su otra mano bajo el escote de mi vestido y libero mis pechos de las copas del sostén que los presionaban jaca arriba como si los estuviera exhibiendo y ofreciéndoselos.
Alternaba para pellizcar y acariciar mis pezones que estaban dolorosamente erectos rogando porque sus manos fueran remplazadas por su boca, sus labios seguían besando mi espalda y mis hombros deteniéndose cada tanto para susurrarme cuanto deseaba follarme sobre todas las superficies de este salón.
La adrenalina sólo aumentaba mi excitación, era poco probable que nos descubrieran ero a solo liguera posibilidad hacia que mi corazón se quisiera salir de mi caja torácica y que todos los músculos de mi sexo s apretarán con necesidad
Paro los besos y las caricias pero no tuve tiempo de quejare antes d que m empalara, se quedó quieto, dejando que me acostumbra a la invasión de su gran pene dentro de mi podía sentirlo rozan todas a paredes y ese dulce punto que enviaba millones de chispas de placer por mi cuerpo haciéndome doblar los dedos de los pies
-dios, siento como tu coño se aprieta, tratando de exprimir me pene- dijo apretando los dientes
-Muévete- sisee, zarandeando las cadera -por favor - suplique
Con ese gruñido animal que ya había escuchado antes hizo casi todo su camino fuera de mi dejando solo la punta dentro antes de empujarse dentro otra vez, duro y con fuerza.
Jadee enloqueciendo de un placer que casi rayaba con el dolor
Empezó empujar rápido y duro, sin piedad y sin detenerse
-no pares- lo anime -por favor, no pares- gemí
Su mano cubrió mi boca y detuvo sus estocadas frenando en seco el orgasmo que se había empezado a construir.
-silencio o nos descubrirán-
Entro y salió suave y lentamente de mi, haciéndome suspirar
-prometes ser silenciosa?- pregunto mientras repetía el proceso agregando un meneo de sus caderas
Gemí mientras asentía
Retiro su mano mientras volvía y se retiraba malditamente lento de mí. Apreté mis dientes fuertemente para evitar ser ruidosa
-buena chica- me dijo recompensándome con ese movimiento nuevamente
-más duro- susurre
No contesto, solo agarro mi cadera clavando fuertemente sus dedos en mi piel sensible y empezó a dar estocadas duras y consecutivas
Sentí como mis músculos se empezaban a tensar y mis piernas se sentían como gelatina
-me voy... -jadeo - a correr- dijo empujando de forma errática y desesperada
-Oh dios- me mordí los labios y me trague el fuerte grito que venía con mi orgasmo y sabía que él se había corrido también sentía su pene pulsar dentro de mi derramando liquido caliente en mi interior
Dio un último empuje y mordió mi hombro las punzadas de dolor mezclándose de manera exquisita con los espasmos de mi orgasmo
Esperó a que nuestras respiraciones se calmaran para salir de mi con un suspiro satisfecho que imite
-no te muevas- me dijo antes de liberar mis muñecas
Sentía su semen corriendo por mis muslos y luego cuidadosamente él me limpio con un pañuelo, me prepare para sentir la suave tela acariciar los labios de mi vagina pero no fue eso lo que sentí sino su húmeda y tierna lengua lamiendo con avidez mis pliegues llenos de mis fluidos mezclados con los suyos, tuve que apoyar firmemente mis manos en la pared para no caer de rodillas
-delicioso-dijo cuándo se detuvo y me coloco las bragas
Respire profundo antes de girarme para enfrentar su mirada, mi piernas se sentían débiles
Sonreí tímidamente sintiendo vergüenza después que la lujuria fuera saciada
Agarro mi mentón y me beso con fiereza
-prueba lo deliciosa que sabes, lo bien que sabemos juntos- dijo cuándo me dio tiempo para tomar una bocanada de aire
Se apartó de mí y lambí las comisuras de sus labios y luego los míos
-hmmmm- dije mirándolo con picardía y atrevimiento
Sonrió antes de agacharse por mi bolso y tomar mi celular, busco algo y luego su propio celular empezó a timbrar
Volvió a guardar mi celular mientras escribía algo en el suyo.
-esto no ha acabado- dijo presionándome contra la pared de nuevo
- no?- pregunte sin aliento ya totalmente lista para otra ronda
-nos veremos otra vez- dijo apartándose, acomodo varios mechones de mi cabello para juguetear un poco con las puntas
-no hagas planes para esta tarde- y se fue, dejándome anonadada
Mientras estaba en clase lo único que podía pensar era que acababa de tener sexo con un completo extraño y me encantaba tanto así que no dudaba en que lo repetiría.