Sweet Peril. (The Sweet #1) [...

By KrenGutierr

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¿Su apodo? Demon Blood. ¿Su verdadero nombre? Nadie lo sabe. Su única información además de los rumores, es q... More

Sinopsis
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Esto no es un capítulo
Capítulo 34
Capítulo 35
Epílogo
The first time I saw you. Capítulo especial
Capítulo Extra
Adelanto de Sweet Storm
Agradecimientos

Capítulo 33

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By KrenGutierr

24 horas

Durante tres horas manejé mi Harley por todas las calles como un maldito loco, incluso llegué a los límites del pueblo, pero no había rastro alguno de Anabelle, ni de la camioneta de su padre, nadie la había visto, era como si se hubiese esfumado.

Me detuve frente a una plaza, me bajé de la moto, caminé hasta la sombra de un árbol y me apoyé del tronco, rápidamente saqué mi teléfono para luego marcar el número de Víctor.

—Ellos la tienen —Informé en cuanto respondió. No tenía tiempo para formalidades.

Del otro lado de la línea se oyeron pasos y luego escuché una puerta cerrándose.

—¿De qué estás hablando? —Inquirió Víctor.

Me pasé la mano por el rostro frustrado y resoplé. Respiré un par de veces, para no soltarle un montón de mierda.

—¿Recuerdas lo que te conté el viernes?

—Sí.

—Bueno, ayer por la tarde ella desapareció y estoy más que seguro de que ellos la secuestraron.

—¿Estás seguro de que no escapó simplemente? Digo, ¿qué interés tendrían ellos en ella? Es una simple adolecente, tal vez se rebeló o algo así, quizás se fue con algún...

—¡Por supuesto que no! —Lo interrumpí, no iba a permitir que nadie hablara mierda de Anabelle —ella no es así... no lo es —me aclaré la garganta antes de continuar —ella es diferente.

Hubo un silencio sepulcral al otro la de la línea, lo cual me inquietó.

—Desmond. ¿Acaso tú...? —Víctor se calló antes de poder terminar de hacer la pregunta, pero sabía lo que quiso decir.

—Sí —respondí simplemente.

Víctor dejó salir un largo suspiro.

—Te voy a ser sincero, esto me recuerda a lo que sucedió con Jon.

Escuchar el nombre de mi padre hizo que recordara aquél día y un estremecimiento me recorrió el cuerpo.

—Esto no será igual. Me aseguraré de ello -declaré con convicción, no iba a permitir que le sucediera algo —. Por eso preciso de tu ayuda, lo más probable es que el padre de Anna ya haya advertido a las autoridades locales, por lo que necesito que formes un equipo, muevas tus contactos y te encargues de la investigación, ya que los policías no serán suficientes para poder encontrarla.

Además de que los policías no me dejarían estar presente en la investigación, por otro lado sabía perfectamente que Víctor no haría eso, considerando que lo he acompañado en las investigaciones previas. Y él al ser el jefe de investigación, nadie le cuestionará el hecho de que un estudiante de preparatoria esté trabajando con ellos.

Decidí agregar algo más para terminar de persuadirlo. —Y obviamente también sales ganando, puesto que tu departamento lleva años buscándolos y así podrán llevarse el crédito de su captura.

—Desmond, en estos momentos te pareces mucho a tu padre... —noté un deje de burla en su voz —bien, armaré un equipo y tomaremos un avión en las próximas horas. Trata de recolectar la mayor información que puedas mientras llego.

—De acuerdo.

—¿Estas en clases?

—No.

—Vuelve a clases y mantente bajo perfil.

—Estaremos en contacto, adiós.

—Bien, adiós.

Tenía que buscar información e iba a comenzar con Ethan. Para el momento en el que volví a la escuela acababa de comenzar la hora del almuerzo, con facilidad burlé al vigilante y me apresuré hacia la cafetería. Una vez que entré, miré a mi alrededor hasta que di con él, pero antes de que incluso pudiera mover un pie en su dirección, por mi periferia se me acercó alguien, solo tomó un par de segundos para que la chica de cabello color azabache con mechones rozados se situara frente a mí.

—¿Es cierto? —Su chillona voz me hizo cuestionarme cómo fue que la soporté tanto tiempo.

—¿Qué? —Gruñí, en esos momentos no tenía paciencia como para lidiar con las personas.

—Que mandaste a la santurrona al cielo... —arqueó una ceja en mi dirección.

—¿En qué jodido lugar escuchaste eso? —Pregunté después de dejar escapar un bufido.

—Por ahí —respondió Megan encogiéndose de hombros.

—Las personas de "por ahí" solo hablan mierda —me alejé antes de que pudiese decir algo que de verdad me hiciera enfadar.

En mi camino hacia la mesa del primo de Anabelle, noté a Carter sentado en nuestra mesa habitual comiendo su almuerzo, así que cambié mi dirección hacia él. Tal vez él sabría algo.

Me senté al lado de Carter y miré hacia el frente, topándome con la vista de la mesa de Ethan.

—¿No preguntarás? —Inquirí, luego de haber estado sentado en silencio ahí por unos minutos.

—No necesito saber algo que no me incumbe —respondió Carter con una voz monótona.

—¿Anna no es tu amiga? —Cuestioné.

—Lo es. Pero sé lo suficiente como para comprender que no fuiste tú. Bueno, no directamente.

Asentí, por eso me agradaba Carter, era reservado y no juzgaba.

—¿Y qué es lo que sabes? —Pregunté mirándolo de reojo.

Él se concentró en su comida por unos segundos antes de responder.

—Anna no fue al ensayo de la banda ayer porque le dijo a Ethan que se quedaría estudiando. Por lo que contó hoy Ethan, ayer Anna le dijo a su padre que estaría en la biblioteca y luego iría el ensayo con la banda. Y por el intercambio que todos presenciamos entre tú y Samantha en el estacionamiento de la escuela, ella sospecha de que tú tienes algo que ver.

Asimilé rápidamente la información que me dio Carter, lo único resaltante fue el hecho de que Anna fue a la biblioteca. Hice una nota mental para visitar la biblioteca más tarde.

—¿Qué hay de los policías?

—Ya la reportaron desaparecida —respondió y luego de resoplar continuó hablando —creo que tardará un poco para eso, pero no dudo que te colocarán en la lista de posibles sospechosos. Considerando que aquí casi todos te odian.

Me reí sin humor. Eso era un hecho, pero me importaba una mierda lo que pensaran las personas de este pueblo.

Cuando volví a mi vista al frente noté que Ethan y Sam hablaron de algo antes de que ambos me miraran de regreso y por lo que vi en sus ojos supe que Carter tenía razón, sería solo cuestión de tiempo antes de que la policía me pusiera en la mira.

Sonó la campana indicando el inicio del siguiente periodo, me levanté y me movilicé rápidamente hacia mi clase, no podía irme de nuevo ya que eso me haría lucir aún más sospechoso.

_____________________

Anabelle.

Dolor y entumecimiento en los músculos es lo que sentí cuando intenté moverme en la cama, ¿Cuánto tiempo dormí? No recuerdo haber llegado a casa... tal vez estaba muy cansada y por eso no lo recuerdo, probé abrir mis ojos, pero algo me impidió ver, segundos después percibí que una tela me cubría la visión, entonces entré en pánico. ¿Qué rayos está pasando?

—Está despertando —informó una voz no tan lejos de mí y eso me asustó, no estaba sola.

¿Dónde estoy?

Mi respiración se volvió errática e intenté mover mis brazos para quitarme la venda, no funcionó ya que mis brazos estaban atados. Vociferé en busca de ayuda, pero mis gritos fueron ahogados por otra tela que cubría mi boca.

Cada movimiento que hacía era en vano había sido atada y amordazada, pero aun así me retorcía con la esperanza de aflojar alguna de las amarras.

—Dale algo para que se calme —Aquella voz grave hizo que un escalofrío me recorriera la columna vertebral.

—Tranquila, princesita solo sentirás un pinchazo —habló la primera voz, esta vez más cerca, su tono socarrón me provocó náuseas y mi estómago se revolvió.

Chillé de dolor cuando sentí una punción en mi cuello, pero toda molestia que sentía desapareció mientras mi respiración se alentaba y me hundía en la bruma.

_____________________

Demon.

Una vez que las clases terminaron caminé hacia mi Harley, pero reduje mis pasos al notar al jodido jugador estrella de pie junto a ella.

—Una vez más vuelves a arruinar las cosas por aquí —escupió James al momento en el que me detuve frente a él.

—Que novedad, ¿cierto? —Mi sarcasmo no pasó desapercibido.

—No sé en qué jodida mierda estás metido, pero si descubro que estás involucrado en la desaparición de Anna, créeme que el menor de tus problemas será la policía.

Ni me inmuté ante su amenaza.

—¿Y qué harás? ¿Acusarme con tu papito, contratar matones o quizás por fin encontrar tus pelotas y enfrentarte a mí? —Arqué una ceja en su dirección, sonreí de lado cuando percibí que sus manos se volvieron puños, lo había molestado.

—No seas tan confiado Demon, porque no eres invencible. Subestimas lo que soy capaz de hacer, ya que no sabes nada sobre mí.

Solté un bufido, la conversación ya me estaba aburriendo y tenía un lugar al que ir.

—Es cierto, no sé nada de ti y no me interesa saberlo —bajé lo suficiente mi voz para que solo él me escuchara —. Pero lo que sí debes saber sobre mí es que no me tatué "Peril" por nada, solo trata de hacerme algo, lo más mínimo y el infierno que recibirás no será nada bonito.

Pasé junto a él chocándole el hombro, me subí a mi moto, la encendí y partí hacia la biblioteca.

Al llegar miré hacia los alrededores, pero no noté nada fuera de lo común. Ingresé a la biblioteca y me dirigí hacia una señora de lentes que parecía ser la bibliotecaria.

—Buenas tardes —la señora se sobresaltó al oírme.

Subió su mirada hasta mis ojos, y estrechó sus ojos.

—¿En qué puedo ayudarte? —Noté el recelo en su voz, por lo que deduje que la bibliotecaria no confiaba en mí... no la culpaba.

—Ayer por la tarde la hija del predicador Raymond estuvo aquí, ¿además de ella notó a alguien más?

—Ah sí la chica, Campbell. ¿Y por qué quiere saberlo? No eres policía, es más se me hace que eres más un vándalo —comentó escaneando mi vestimenta.

Tomó todo de mí no girar los ojos.

—Entonces ¿no notó a nadie? —Pregunté tratando de controlar mi voz.

—Es difícil no notar a alguien aquí y más cuando este lugar se mantiene solo —se quejó la mujer señalando todo alrededor.

—¿Eso quiere decir que si? —Estaba comenzando a impacientarme.

—¿Qué si, qué? —Cuestionó mirándome de reojo.

—¿Vio a alguien más, notó algo fuera de lo normal ayer por la tarde? —Gruñí.

—¡Oh! —La bibliotecaria pensó por unos segundos —define fuera de lo normal, porque aquí pasan muchas cosas, aunque no lo creas.

Resoplé frustrado. ¿Acaso hoy era el día de todos jodánle la paciencia a Demon?

Decidí alejarme, estaba perdiendo mi tiempo.

—¡Eh chico! —Llamó la señora deteniéndome —ahora que lo recuerdo, ayer estaban un par de hombres que salieron justo después de que se fue la chica Campbell.

Asentí en agradecimiento y salí de la biblioteca.

Me encontraba en un callejón sin salida, hasta ahora lo único que sabía era que ellos la estuvieron siguiendo y esperaron el momento indicado para secuestrarla. No dejaron rastro alguno y eso era lo que me enojaba, porque entonces tendría que esperar hasta que ellos decidieran comunicarse.

_____________________

La maldita espera me estaba afectando, el tiempo era demasiado valioso como para desperdiciarlo en esperar que aquellos tipos les diera la gana de comunicarse. La incertidumbre de saber cómo se encontraba Anna me estaba carcomiendo por dentro, tenía que hallarla, pero no había pista alguna para poder llegar hasta ella.

Me encontraba en el taller de Bob tratando de hacer el jodido inventario y así mantenerme distraído para no perder la cabeza, pero esa mierda no estaba funcionando. Resoplando salí de la bodega, intentar tener la mente en otro lugar no sirvió de nada, me senté frente al mostrador y le envié un mensaje a Víctor.

"Esos mal nacidos no dejaron rastro"

"Calma. Llegaré pronto"

"De acuerdo"

—¡Hey chico! No te oí llegar —Saludó Bob situándose frente a mí, al otro lado del mostrador, no me encontraba en su sintonía alegre, por lo que solo asentí.

—No llevo mucho tiempo aquí —murmuré, Bob me estudió por unos segundo antes de hablar.

—Chico, estás estresado. ¿Intentaste relajarte?

—Traté de hacer el inventario, pero no me sirvió de mucho.

Bob dejó escapar una sonora carcajada.

—Solo a ti se te ocurre hacer el inventario para relajarte, yo lo intento y salgo más estresado -comentó manteniendo su sonrisa en la cara.

—Si bueno, no todos hacemos yoga —mascullé.

—Pues deberías...por cierto, hoy estaba en el supermercado y escuché de unas señoras que la hija del predicador Raymond desapareció. ¿Sabes si eso es cierto?

Resoplé antes de responder.

—Sí, es cierto.

—¡Vaya!, que feo. ¿Ella era tu amiga, no?

—Mmm si... más o menos.

Antes de que Bob pudiese decir algo más la campanilla de la puerta principal sonó indicando que había entrado alguien.

—Taller mecánico de Bob, soy Bob. ¿En qué puedo ayudarle?

Me tensé al notar a los dos policías que habían entrado. Mierda.

—Soy el oficial West y mi compañero el oficial Jackson. Estamos buscando a una persona que se hace llamar Demon, según nos informaron trabaja aquí —informó uno de los policías.

Bob se giró a verme.

—Oye chico, ¿te metiste en problemas de nuevo, a quién golpeaste esta vez? —Cuestionó Bob frunciéndome el ceño.

—No, Bob. No me he metido en problemas. —Técnicamente hablando.

—Pues ellos te están buscando —dijo Bob señalando a los policías detrás de él.

Uno de los policías se aclaró la garganta haciendo que nuestra atención volviera a ellos.

—Señor Demon, ¿nos puede acompañar? Necesitamos hacerle unas preguntas.

—Claro —me levanté y caminé lentamente detrás de los policías, aproveché ese momento para enviarle un mensaje Víctor.

"¿Dónde estás? La policía que me quiere interrogar"

"Llegando. Espera unos minutos. Yo me encargo"

En lo que estuvimos fuera del taller ambos policías se giraron hacia mí.

—Señor Demon, para comenzar, ¿nos podría decir su verdadero nombre? Por favor.

Me pregunté si debería decirles mi nombre original o el último que me dieron en el programa de protección a testigos. Al final decidí decirles mi nombre verdadero, ya que si vamos al caso, yo tengo todo que ver en la desaparición de Anabelle.

—Desmond Black.

El oficial West escribió en su libreta antes de alzar la vista y seguir preguntando.

—Bien Desmond, ¿conoce usted a la señorita Anabelle Campbell?

—Sí.

—¿Sabía que la señorita Campbell desapareció?

—Es difícil no saberlo con toda la escuela hablando sobre ello —al oficial Jackson no le gustó mi respuesta, ya que me frunció el ceño. Bien, no me importaba.

—De acuerdo. ¿Cuándo fue la última vez que vio a la señorita Campbell?

No tuve que debatir si respondía o no, ya que una camioneta negra del FBI se detuvo frente a nosotros, de la camioneta bajaron Víctor junto a dos hombres y una mujer. Víctor se dirigió a los oficiales.

—Hola, soy el agente Waters de la unidad especial del FBI. Necesitamos llevarnos al niño.

Arqueé una ceja en dirección a Víctor. ¿En serio me había llamado niño?

—Podrán hacerlo después de que terminemos aquí —gruñó el oficial Jackson, el oficial West le lanzó una mirada de advertencia a su compañero.

—Sería contraproducente —dijo Víctor sin verse afectado por el oficial —ya que necesitamos resguardar al señor Black lo más pronto posible, ya que los ex convictos "Rock y Pat Jon" se encuentran cerca, además de que especulamos que son los responsables de la desaparición de la chica.

Los ojos del oficial West se agrandaron al asimilar la información, este me miró un par de veces.

—¿Eres el hijo del agente Jonathan Black?

Solo asentí en respuesta.

La mujer que era parte del grupo de Víctor, se acercó a los policías y les sonrío educadamente antes de hablar.

—A partir de ahora nosotros nos haremos cargo del caso, pero necesitaremos de todo el apoyo que nos puedan brindar al momento de la captura.

_____________________

Anabelle

Despertar de nuevo luego de haber sido sedada al menos tres veces, no era una sensación grata. El sabor de la bilis estaba impregnado en mi paladar, sentía nauseas, mi cabeza retumbaba, tenía la boca reseca y todo mi cuerpo se quejaba en conjunto por las horas que llevaba en la misma posición.

Aún seguía sin saber dónde estaba y era tal mi agotamiento que no me quedaban fuerzas ni para tratar de averiguar quiénes eran mis captores, aunque bueno, tenía una idea de quienes podrían ser. El sonido de una puerta me alertó, alguien entraba a la habitación donde me encontraba, por lo que traté de estar lo más quieta posible.

—No te hagas la dormida princesita, sé que el efecto del sedante ya pasó. Pero tranquila, no te vine a sedar de nuevo, no todavía —dijo la voz para luego soltar una carcajada —en realidad vine a buscar tu teléfono. Aquí está... —los pasos que oí no me gustaron para nada, puesto que se dirigían hacia mí y no hacia la salida del cuarto.

Percibí unas manos callosas cerca de mi cuello, traté de alejarme de su agarre, pero me fue imposible.

—Shh...shh...shhh. Quietecita, no me hagas sedarte —de pronto sentí que el nudo de la tela en mi boca se aflojó lo suficiente, como para que pudiese hablar —muy bien, ahora dime la clave.

Apreté mis labios en una línea firme, no le diría ni lo que opino sobre él. Sentí sus callosas manos agarrar fuertemente mi barbilla y me aterré.

—Vamos preciosa colabora, porque no querrás que te vendamos en el mercado negro para que otro te enseñe a hacer caso, ¿cierto? —Mi estómago dio un vuelco y tuve ganas de vomitar por sentir su respiración cerca de mi oído.

Mi cuerpo se estremeció de solo imaginar que de verdad me venderían, un nudo se construyó en mi cuello, traté de alejar las ganas de llorar, pero no funcionó unas lágrimas lograron escapar.

—¿Cierto que suena feo? Por eso ayúdame a acabar más rápido con esto.

Con resignación le dije la clave de mi teléfono.

_____________________

Demon.

Luego de que los policías accedieron a colaborar, todos nos movilizamos a la casa de Anabelle donde su padre nos esperaba, su recibimiento no fue tan agradable que digamos, por lo que me supuse que le habían dicho algunas cosas sobre mí.

—¿Qué sucede a partir de ahora? —Preguntó el padre de Anna, una vez que todos los equipos que había traído Víctor estuvieron instalados.

—Conocemos el procedimiento de estos sujetos —comenzó a responder uno de los hombres que era parte del equipo —lo más seguro es que se van a comunicar, por lo que por ahora intervendremos los teléfonos para sí poder escuchar la conversación y tratar de localizar su ubicación.

—¿Y él que tiene que ver en todo esto? —Preguntó el señor Campbell observándome.

Víctor estuvo a punto de responder, pero me adelanté.

>Señor, es mi culpa que a Anna la hayan secuestrado, esos hombres solo buscan vengarse de mí por haber hecho que los llevaran a prisión. Sucedió algo parecido cuando a mi madre la secuestraron, solo para vengarse de mi padre, pero lamentablemente mis padres murieron cuando mi padre trató de salvar a mi madre. Si fallé en algo señor, fue en no estar más alerta, su hija rápidamente se convirtió en una amiga, poco a poco la dejé entrar a mi vida y ahora se ha convertido en una persona muy importante para mí, por lo que debí haberla cuidado mejor. Sé que debí mantenerla alejada, pero no podía hacerlo. No cuando ella me hace querer ser mejor.

En ningún momento de mi discurso dejé de mirar al padre de Anna a los ojos, esperé pacientemente por su reacción, pero solo obtuve un suspiro por parte de él y antes de que pudiera decir algo más mi teléfono sonó.

Mi identificador de llamadas decía Anabelle, pero sabía que eran ellos. Rápidamente le hice una seña a Víctor y este me asintió de regreso para indicarme que contestara.

—Hola pequeño mocoso, obviamente sabes que tengo a tu dulce chica. Y yo obviamente sé que no solo tú estás escuchando esto, así que haremos algo interesante, si no nos encuentras en menos de veinticuatro horas, puedes ir despidiéndote de la princesita. Estaremos en contacto.

Cortó muy rápido la llamada, por lo que miré a Víctor en busca de respuestas, pero este negó con la cabeza, no fue suficiente tiempo como para poder rastrear su ubicación.

Lancé una maldición, esto no estaba nada bien, tenía veinticuatro horas para encontrar a Anna y no sabía por dónde carajos empezar.

___________________________________

Primero que todo lo sieeentoooo por no haber podido subir capitulo, pero comencé de nuevo la universidad y bueno todo es un estrés.

En fin bastas de excusas hoy por fin les traje nuevo capítulo... ¡YEYY!

Espero que lo disfruten.

Por cierto les tengo una noticia: A la novela solo le quedan dos capítulos y el epílogo, ya no serán tres capitulo y el epílogo, como había dicho antes, lo que pasa es que es que escribiendo vinieron otras ideas y bueno acorté un poco el final.

Pero, tranquilas que haya otras sorpresas.

Y les tengo un adelanto.

*Redoble de tambores* La siguiente novela de la trilogía The Sweet tendrá como protagonistas a Sam, Jordan y Bennett.

Y eso será todo por ahora, nos les diré nada más hasta más adelante jajajaja

Me despido. Besitos, nos leemos en el próximo.

PD: ¿Qué estudian (carrera, grado, año)? Yo estudio medicina.

Si en su país celebran carnavales, ¿qué tal hasta ahora su fin de semana super largo? El mío no tan bien como quisiera, ya que pues ando con zika :'(... (maldita plaga ¬_¬)

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