Cuando alguien se dé cuenta...de cómo es Craig en realidad, todas las cosas y a lo que estoy acostumbrado cambiará. Cuando alguien se dé cuenta y pueda ver a través de la máscara fría y distante que él pone, comprenderá el atractivo que él posee y probablemente se enamorará. Cuando alguien se dé cuenta de lo realmente amable que es Craig, es posible que yo pierda la batalla sin siquiera haberla comenzado, cuando alguien se dé cuenta, yo...perderé a quien quiero.
La mayoría de las chicas creen que Craig es atractivo solo por su apariencia, pues cuando terminan "conociéndolo" se decepcionan al instante al encontrarse con alguien desinteresado y hasta grosero algunas veces, algo que ha generado un colectivo de admiradoras en las sombras. Son pocas las valientes que se atreven a enfrentarse a su personalidad algo tosca y no siempre han salido bien libradas, porque o quedan con un corazón roto o Craig simplemente se las gana de enemigas. Yo jamás he comprendido ese calificativo de "tosco" que le ponen, pues soy un ferviente creyente de que si vieran su verdadera escencia, sé que probablemente se enamorarian sin retorno de él.
¿Por qué digo todo esto? porque yo puedo considerarme su amigo. Compartimos todo el tiempo junto a Clyde y Tolkien y hemos pasado buenos momentos juntos. Pero ha habido ocasiones en que he podido compartir cierta intimidad con él, en las cuales he podido apreciar como suaviza sus facciones y sonríe, a veces por alguna tontería o arranque de nervios que he tenido. En esas situaciones se transforma en un principe para mi, busca formas de contenerme, impidiendo que jale de mis cabellos o simplemente acariciandolos, con una mueca tranquilizante que sin duda me proboca un fuerte ardor en mi rostro. Mi cuerpo de inmediato reacciona a ese pequeño estímulo y se queda quieto, embobado por aquella imagen y el sentenar de sentimientos que comienzan a explotar dentro de mí.
Esas pequeñas cercanías, no hacen más que volverme loco porque temo que el vea a través de mi y descubra todo lo que escondo. Si algo así pasara, realmente no sé qué haría, creo que moriría en ese mismo instante. No creo ser capaz de vivir con su desprecio, después de todo sus ojos no estan echos para mirar a otro chico y menos a uno tan simplón, y lo peor de todo vendría despues, puesto que sería imposible volver a estar junto a él, ni siquiera como su amigo...
Por eso prefiero ser su eterno amigo a no poder estar nunca más cerca de Craig.
Siempre mi mente comienza a juzgar a las chicas en estas situaciones y empieza experimentar una mezcla de confusión y molestia. Si yo puedo notar con tanta facilidad lo increible que es él ¿cómo es que ellas no son capaces? ¿Habrá algun problema con su percepción femenina?
A pesar de lo confuso que me resulta, egoistamente soy feliz, porque así, yo puedo continuar siendo su más cercano y puedo actuar como el principal expectador de aquellas sutiles sonrisas, las cuales Tolkien y Clyde han visto un par de veces, pero yo, he podido apreciarlas en variadas ocaciones, donde dentro de mi mundo interno, me trato de convencer de que eso me hace especial, quizas por mi necesidad de sentirme querido por él.
Como cualquier amor no correspondido, he pasado por muchos escenarios de dolor, todos ellos con Craig y una nueva novia de protagonista. Sobrellevarlo nunca fue facil, pero me intentaba tranquilizar pensando que ellas realmente no se daban cuenta de como era Craig al final de día, pues terminaban la relación de manera prematura y con rencores de por medio.
Pero, hubo una vez en la que realmente sentí miedo. Apareció una chica en su vida que parecía cumplir con el tipo de las que Craig le podrían llegar a gustar. Sus ojos eran azules con tonos dorados y su cabello era rubio, su complexión era delgada, sin mucho busto y tenia una apariencia bastante tierna. Por supuesto no bastó mucho tiempo para que ella se intersara en Craig y tras un tiempo de pasar juntos, me enteré que habían comenzado a salir.
"Se dio cuenta de como es él" pensé.
Desde ese minuto, sentí que mi mundo se comenzó a caer a pedazos, pero a la vez era consiente desde hace mucho tiempo de que ese momento llegaría. Recuerdo que, aún sin quererlo, me alejé de él, me dolía mucho verlo compartiendo con ella, la envidiaba por el echo de que ella podía tocarlo, besarlo y tomar su mano libremente sin la necesidad de hacerlo parecer un accidente. Ella por el solo echo de ser mujer me llevaba la ventaja y hacia lo que más yo quería y anhelaba, y eso era simplemente...amarlo.
Sin siquiera esperarlo, Craig notó mi ausencia durante ese tiempo y me buscó. Tuve que mentir del por qué de mi presunta lejanía y él pareció conforme con mi respuesta, tachandome, como siempre, de demasiado amable, aunque su rostro no demostró el agradecimeinto que podría esperar de él. Solo le había dicho que fue por darle espacio con su nueva novia.
Tras ese intercambio de palabras, no pasó demasiado cuando me enteré del repentino rompimiento entre ambos. Todos sus allegados no comprendieron para nada que había pasado y Craig no parecía querer dar explicación alguna. ¿Lo más extraño de todo? Ellos terminaron en buenos términos.
Asumí entonces, que aquella chica, tampoco llegó a conocer a Craig como debía, pues se habría esforzado un poco mas en mantener aquella relación, después de todo, ante mis ojos, él lo valía.
Tras aquel suceso, el tiempo siguió pasando, pero para mi sorpresa, las cosas no fueron en mejora. No puedo negar que me sentí aliviado por su ruptura, pero tras ella, ahora Craig, me parecía más distante. Con los chicos parecía seguir siendo el mismo, pero su trato conmigo, se habia vuelto distinto, quizas mas lejano o cordial, no podría definirlo. Incluso pensé en que no le agradaba mi presencia o que me estaba evitando, pero, como el principe que es, seguía apareciendo en los momentos en que lo necesitaba, tras una caída torpe o ataque de pánico. Pero tan pronto aparecía, del mismo modo se esfumaba, dejandome con una sensación inquietante en el pecho.
Un día, cuando Craig no fue al colegio, me encontraba conversando con Tolkien y Clyde y ellos, tras tocar el tema amoroso de Craig, hicieron una deducción con respecto a cierta actitud de él.
— ¿Has notado que Craig, cada vez que sabe que alguien gusta de él, se aleja? — comentó sin cuidado el moreno.
— Es cierto — confirmó el castaño — siempre y cuando no lo corresponda o simplemente le desagrade.
Aquel comentario me heló la sangre y prontamente, acabó con mi apetito.
— A veces pienso que es demasiado exagerado — continuó Clyde — no debería llegar al punto de molestarse con aquellos que se fijan en él. Eso es ser muy engreido.
— Dices eso solo de envidioso — declaró Tolkien — ya quisieras tu tener varias admiradoras ¿verdad Tweek? ¿Tweek?
Y a pesar de que escuchaba perfectamente su pregunta, de mis labios no era capaz de salir una sola palabra despues de oirlos ¿que se aleja cuando descubre que gustan de él? ¿molestarse con ellos? Aquellas piezas ¿no armaban acaso el puzzle perfecto que yo no había podido deducir?
Estaba en shock, absolutamente aterrado. Ni siquiera era capaz de temblar como siempre lo hacia, pues parecía que me hubieran tirado una estaca desde arriba y me hubieran atravesado clavandome en el suelo. No podia ser ¿verdad? era imposible. Sentí como mi corazón se contrajo ante la clara idea que venía a mi mente.
Acaso él, ¿había descubierto mis sentimientos?
En ese momento abrí mis ojos a más no poder y lágrimas comenzaron a amenazar con salir. Me paré de inmediato de mi lugar, dejando a mis amigos con claras dudas en sus rostros, mientras corría deprisa a uno de los baños ¿Qué acaso todo eso no era obvio? De la noche a la mañana él cambió su actitud conmigo sin razón aparente, se nota incomodo a mi lado y no suele siquiera mirarme, debí haber cometido un grave error como para que él se diera cuenta, tal vez él noto como lo miraba de reojo en clase y lo nervioso que me ponía cuando rozaba su mano por accidente. O sea en otras palabras se podría decir que él notó que lo miraba con esos impuros ojos.
Me miré en el espejo viendo el desastre de rostro que tenía y como si aquellos comentarios me hubieran echo abrir mis ojos y apreciarme de una manera distinta, caí en cuenta de una espantosa coincidencia.
¿M-mi rostro acaso no se parecia un poco la ex novia de Craig? Obviamente mis facciones eran mas masculinas pero el color de ojos y el cabello, tenian el mismo tono. Me aterré ante esta idea. Sumado el echo de que él supiera de mis sentimientos ¿podría ser que además mi rostro le recordara a ella y por eso no podía ni mirarme?
Me acluquillé en el mismo sitio completamente aterrado. ¿Acaso la vida podría ser mas cruel conmigo? Acaba de dar de frente con dos razones por las cuales Craig se comportaba así y lo peor, es que eran demasiado reales para mi.
Tras aquel repentino golpe, me fui deprisa de la escuela, fugandome, claramente. Una vez en casa, me desahogué como nunca antes y los dias siguientes, no fui capaz de ir a la escuela. No quería encontrarme con sus ojos.
Engañé a mi madre diciéndole que me sentía enfermo, pero que no había necesidad de que ella se quedara a cuidarme y que podía ir tranquilamente al trabajo. Dudosa aceptó pero me encargo que si me sentía muy mal inmediatamente le llamara.
Pero ella realmente no sabía que lo que yo más quería en ese momento era estar a solas.
En total acabé faltando 2 días a la escuela y llegó el fin de semana. Clyde y Tolkien me habían escrito preguntando que si estaba bien, a lo que les respondí que estaba enfermo, pero que ya me repondría y que no había necesidad de una visita, porque algo así habían mencionado.
Estaba sumido en mi tristeza. Evitaba por completo el espejo y el echo de que Craig ni siquiera me hubiera enviado un mensaje para saber de mi, afirmaban más mis suposiciones y el hecho de que al parecer...ya ni siquiera podría ser su amigo.
Mis pensamientos fueron espantados por el sonido del timbre de mi casa. Realmente no quería bajar, pero como mis padres se acaban de ir, supuse que habían olvidado sus llaves, así que me levanté sin ánimos y me dirigí a la puerta de entrada. Abrí lentamente la puerta intentado adaptar mis ojos a la luz del sol y al ver quien se encontraba parado detrás de ésta, desee con todas mis fuerzas nunca haberla abierto.
Ahí se hallaba el mismo Craig Tucker.
Se me congeló la sangre y lo primero que vino a mi mente, fue que no quería que viera me rostro. Por lo que, sin siquiera dejarlo hablar, cerré rapidamente la puerta en su cara y me apoyé temblando en ésta. Afuera, solo pude escuchar unos suaves golpecitos que me instaron a prestarle atención a esa suave llamada.
"Por favor, abre la puerta, necesito hablar contigo."
Aquel tono que utilizó, sonó casi como a una suplica. Aquello hizo que mi inicial decisión de no volver a verlo flaqueara, pues a pesar de que sabia casi con exactitud a que venía y el daño que me causaría, creí que no sería justo dejarlo plantado en la puerta, mi nivel de cobardía no podía ser tal que ni siquiera fuera capaz de escuchar lo que sea que él tuviera que decir, pero ¿cómo evitar que viera mi rostro?
Abrí la puerta y Craig al verme pareció sorprendido. Me puse un gorro de lana para ocultar mi cabello y una mascarilla para mi rostro.
Le di el pase con una pequeña seña echa por mi mano y el entró en completo silencio hasta la sala. Nos sentamos en el sofá uno junto al otro, yo evitando por completo verlo y solo me fijaba en la alfombra azul marina que descansaba a nuestros pies.
— Tweek yo... — Craig comenzó a hablar — Yo vine a saber cómo te encontrabas porque no has ido a clases.
Al escuchar esa voz, mi cuerpo tembló por completo. Miré en la dirección opuesta a donde estaba él y evité por todos los medios sentirme decepcionado, pues mi estúpida esperanza, pareciera haber estado esperando algo más.
— E-estoy bien — respondí brevemente, simulando un pequeña sonrisa, que claramente, Craig no vería.
— Ya veo, me alegro — dijo, mientras soltaba un leve suspiro. La habitación volvió a quedar en silencio luego de eso por un par de minutos, en los cuales, yo no podia dejar de temblar. Mi corazón no podía tranquilizarse de solo saber que él estaba ahí.
— Lo siento, yo, acabo de decir una terrible excusa — se disculpó, acción que me hizo voltear hacia él levemente — no vine aquí solo por eso, sino que quiero hablarte de otra cosa.
Ese comentario realmente me hizo palidecer ¿acaso venía a preguntarme por mis sentimientos hacía él? No podía ser posible.
— Yo quería pedirte disculpas por lo distante que he estado últimamente, lamento si aquello, fue un problema para ti.
Los latidos desenfrenados de mi corazón, me impidieron darle una respuesta que revelara lo que realmente me había causado su distancia y los dias terribles que habían pasado luego de ver la verdad.
— N-no tienes que preocuparte, t-tu realmente debiste tener tus motivos – Fue la única frase simplona y fría que pude articular. Esa apariencia solo me ayudaba a no sentirme tan frágil.
Vi de reojo como levantó su vista hacia el frente.
— Justamente de esos motivos es de los que quiero hablarte — esta vez su mirada me buscó, pero yo no podía verlo a los ojos — Tweek — Me llamó intentando buscar mi rostro, pero yo era incapaz de voltearme — Necesito que me mires.
Pero yo no podía hacerlo. No quería escuchar esos motivos, ni tampoco queria oirlo decir algo que me sentenciaría para siempre a estar lejos de él. Tampoco quería que me viera la cara, no quería que hiciera la misma similitud que yo hice hace un par de días. No deseaba oir nada que me atormentara más de lo que yo mismo lo había hecho, no quería su odio, no deseaba esa inminente comparación.
Sin quererlo, me descubrí con un par de lágrimas en mi rostro, mientras una sensación de asfixia me invadía. Crucé mis manos en mi pecho, sabiendo que estaba a punto de darme una crisis de pánico e intenté con todas mis fuerzas que Craig no lo notara.
Pero ya habían sido demasiadas las veces en que él me ayudó a calmarme, por lo que, a pesar de estar dandole la espalda, de inmediato se percató de mi estado.
Con algo de bruzquedad me giró hacia su lado, quedandonos frente a frente. De inmediato me quitó la mascarilla para que pudiera respirar mejor y quitó el gorro de lana de mi cabeza. Acto seguido, llevó una de sus manos a mi cabello y comenzó a acariciarme, de esa forma tan reconfortante que nuevamente me comencé a tranquilizar y a sentirme hipnotizado. Pero al sentir como mis sentimientos volvían a aflorar por él, mis lagrimas reaparecieron, pero esta vez, solo caían con melancolía. Traté de encontrar las cosas que él me había quitado, pero Craig de inmediato me las alejó.
— ¿Qué crees que haces? — me interrogó — no te pongas estas cosas que solo te sofocarán más — ante su llamado de atención, solo me quedé quieto — ¿q-que sucede Tweek? — su tono de voz salió con evidente preocupación — ¿por qué estas llorando?
Esa pregunta me hizo alzar levemente mi mirada hacia él y algo horrorizado me pregunté si él de verdad no lo comprendía o simplemente me estaba poniendo a prueba. Mi miedo más grande estaba a punto de hacerse realidad. No quería que él me dijera que había descubierto mis sentimientos, ni menos que me condenara a estar lejos de su vida, tenía temor de sus palabras siguientes y más aun, no deseaba por nada del mundo que me hiciera confirmarle dichos sentimientos porque para mí, a estas alturas, sería imposible mentirle y sé que, de esa forma se acabaría todo.
¿Y que se suponía que haría ahora? Era evidente que mantener mi mutismo solo empeoraría las cosas y alargaría aun más esta dolorosa situación. Quizás lo mas fácil sería de una vez cortar de raíz todas estas culpas y ese amor no correspondido, aunque la evidente conclusión de todo aquello sea alejarse. Y tal vez era eso lo que yo necesitaba, pues así podría proponerme de una vez olvidarlo y seguir con mi vida ¿Era realmente eso posible?
No quise responderme esa pregunta, pues la respuesta iba a ser peor que la duda. Dispuesto a acabar con todo aquello, es que finalmente decidí ser valiente por una vez y pedirle perdón por todo.
Él ya lo sabía. Ya todo estaba terminado.
— Lo-lo siento Craig — mis lágrimas continuaron descendiendo por mis mejillas — Yo-yo de verdad no quería que las cosas fueran así — desvié mi mirada al suelo — Yo-yo lo menos que quisiera es hacerte infeliz o ser una molestia para ti pero, de verdad una vez que comenzó ya no pude detenerlo — mi voz se quebró un poco, no podía ver la expresión de Craig — E-este sentimiento que tengo es tan grande que ya me ahoga y pase lo que pase ya no puedo hacer nada, atesoro demasiado tu amistad pero, lo que siento por ti, es mayor, demasiado — llevé una mano a mi pecho y agarre mis ropas con fuerza, no dejaba de temblar — lamento tanto si te resulta desagradable, ahora comprendo el porqué te alejaste y juro que lo respetaré, porque lo que menos deseo es tu odio.
Un profundo silencio se apoderó de cada rincón de aquella sala. No...no me atrevía a mirar su rostro ¿Qué expresión tendría? ¿asco? ¿desprecio? No quiero imaginarlo, ni menos quedarme con esa imagen. Solo quiero recordar sus sonrisas y su mirada tranquila, porque quizás nunca más sea capaz de verlas.
Sorpresivamente sus manos agarraron mi rostro por ambos lados y me obligó a mirarlo a los ojos, su rostro parecía confuso y su entrecejo estaba algo fruncido, me sostuvo con algo de fuerza, sin darme posibilidad a escapar de su mirada.
— ¿Q-qué es lo que quieres decir con todo eso? – me preguntó manteniendo su expresión.
Esa pregunta me sonó a sentencia. Mi cuerpo tembló aun más al saber cuales eran las palabras que debía decir para enclarecer y acabar con toda esa locura, pero tenía miedo, mejor dicho estaba aterrado.
— M-me...me — sus ojos parecían envueltos en desesperación y aquel sentimiento me contaminaba — me...me... — las palabras parecían atoradas en mi garganta y sus manos aun sosteniendo mi rostro me hacían sentir aun más indefenso — yo...yo — cerré fuertemente mis ojos para armarme de valor — me gustas Craig — susurré bajamente — yo...estoy enamorado de...ti y, no se que ha-hacer. Perdóname por favor...perdóname.
Aún mantenía mis ojos cerrados y continuaba llorando. Sentí como las manos de Craig abandonaban mi rostro y en ese instante el terror más grande que haya experimentado en mi corta vida, se hizo presente. Sentí como el fin se avecinaba, el fin de lo que involucrara a Craig. He aquí su rostro, con una mirada molesta o quizás despreciativa, se pararía del sofá, diría algo como "no te me vuelvas a acercar" o "qué asco" y se iría para siempre.
Comencé a tratar de abrir mis ojos presa del miedo, pero antes de que terminara de hacerlo, sentí como sus brazos me apresaron entre ellos y me apretaron tan fuerte como nunca antes. Solo pude ver la cabeza de Craig enterrada en mi cuello y de pronto un sentimiento de angustia me invadió. No podía ver su rostro y el agarre era tan firme que no podría moverlo aunque quisiera. Estaba sumamente asustado, al punto que nuevamente comencé a temblar.
— Oh maldición — lo escuche decir. Me tensé — Es como si esto fuera irreal — Ese comentario causó que la incertidumbre naciera en mi — No puede ser tan perfecto ¿o si?
¿Qu-qué cosa era perfecta? ¿acaso había planeado todo esto? ¿habría un castigo ejemplar que aplicar en estos casos y ya sabía como proceder? Traté de calmar mi mente.
— ¿Craig? – me atreví a llamarlo, aun asustado de lo que resultaría de ese extraño comportamiento. Pero lo que sucedió a continuación, yo jamás hubiera sido capaz de preveerlo, aun padeciendo de ansiedad. Él despegó su rostro de mi hombro y de forma precipitada, lo acercó al mio, donde a consecuencia acabé por sentir como sus labios, aquellos que observé incontables veces en secreto, atraparon los mios en un beso.
Mi cerebro se desconectó en ese instante. Era imposible. Imposible, imposible, imposible ¡imposible! Me aterró el pensar de que él se estuviera burlando de mi, o si todo estaba siendo producto de una apuesta. Tenia miedo, miedo de él y de mis sentimientos, quienes no dudaron en perder el control ante ese sutil beso, puesto que rapidamente me descubrí correspondiendolo.
Era indescriptible lo que sentía, más aun cuando la intensidad del roce aumentó ligeramente. Rapidamente mis sentidos se agudizaron al ser estimulados por él, pero antes de que llegara a perder la cabeza, Craig me alejó de si, dejando nuestras narices rozandose.
— Tweek — me llamó, lo que inmediatamente me hizo reaccionar y asustado, me intenté alejar de él — no, no porfavor, no te vayas — me sostuvo habilmente para detenerme — lo siento Tweek, yo me he comportado como un imbécil todo este tiempo — me guió nuevamente para sentarme a su lado — la mayoria piensa que soy un tipo frío y que me da igual enfrentarme a cualquier cosa, pero...— hizo una pausa — en el fondo soy un cobarde que no pudo enfrentar sus propios sentimientos — sus ojos se volvieron filosos y me miró fijamente — Tweek tú...tú también me gustas — pronunció lentamente mientras yo sentía que parte de mi ser se congelaba — No...— negó con la cabeza prontamente — Eso no es cierto, ya basta de las cosas a medias — no comprendía que quería decir con eso — Tweek yo...yo estoy enamorado de ti.
Aquello era irreal, completamente irreal, rallando en lo absurdo. Simplemente mi corazón no era capaz de admitir que esas palabras fueran ciertas y rapidamente mi cabeza, me invadió de dudas. La principal, el descubrimiento que había hecho recientemente frente al espejo. Aquello me ensombreció y de pronto, cobraron sentido las palabras que me estaba diciendo.
¿El reemplazo? ¿Ese era el puesto que probablemente me estaba ofreciendo? No, eso era demasiado para mi, incluso como para verlo como una oportunidad.
— Ya veo — le respondí, a penas en un susurro — lo dices por mi apariencia ¿verdad? — lo miré de reojo y pude ver su mueca de completa sorpresa — también descubrí hace poco mi parecido con ella, pero esto no es viable Craig...yo...no soy ella...
— ¿De que demonios estas hablando? — la voz de él sonó algo molesta, pero prontamente pareció caer en cuenta de lo que le hablaba — ¿acaso tu te refieres a mi ex? — mi mutismo pareció ser suficiente respuesta para él — vaya...asi que te diste cuenta — esa afirmación me rompió en mil pedazos, pero traté de calmarme. Era cruel pensar en su directa sinceridad — pero...creo que te equivocaste en el orden de las cosas — Sutilmente el tomó una de mis manos, acción que provocó que una corriente eléctrica me recorriera por completo — Tweek, yo intenté estar con ella, porque ella, se parecía a ti...
En ese momento sentí como si el mundo hubiese dejado de girar. Lentamente volví mi mirada hacia él y pude ver como lucía completamente avergonzado por lo que habia dicho. Aun así, llevó mi mano a su boca, donde depositó un beso que me hizo temblar.
— Jamás pensé en reconocer algo tan patético, pero es la verdad. Cuando la ví, vi mi oportunidad de probarme a mi mismo que solo me gustaba tu apariencia. Pero, a medida que la relación iba avanzando y más tiempo pasaba con ella, más me daba cuenta que no era la apariencia, sino que eras tú, con quien deseaba estar eras tu. Ella era muy suspicaz y no tardó en darse cuenta que yo quería a alguien más, por eso finalmente optamos por separarnos — sonrió levemente — en este tiempo me alejé de ti para enfrentarme a mis propios sentimientos y finalmente me ves aquí, frente a ti, siendo completamente sincero.
Esas palabras que Craig me estaba diciendo, parecían sacadas de un cuento de hadas, donde mi principe llegaba a rescatarme del mas doloroso de los finales. Mi corazón estaba como loco y mi cabeza no era capaz de procesar tal declaración, pero en algo estaban de acuerdo y eso era de que, no había manera de cuestionar sus palabras.
Fue entonces cuando recién bajé la guardia y solté mi mar de emociones. Lo abracé y lloré en su hombro por unos minutos, que finalmente acabaron. Luego de aquello, Craig volvió a tomar mi rostro y unió una vez mas nuestros labios, donde esta vez, si estuve en mis 5 sentidos para poder corresponderle como es debido. Mis pensamientos estaban llenos solo de él y rogaba a Dios porque esto no fuera un sueño.
— Me gustas — me susurró en medio del beso — realmente me gustas mucho — y continuó con su labor de besarme. Yo solo pude sonreir tontamente entre nuestros labios.
Pero un repentino portazo, acabó por sacarme de aquel dulce sueño. Mis ojos velozmente se dirigieron hacia la puerta con mueca de terror al pensar en mis padres, pero las personas que encontré fueron las menos pensadas.
—¡Tweek vinimos a verte! ¡Estaba la puerta abierta así que entramos! Espero que no te moles... — y las palabras de Clyde se callaron, al encontrarnos abrazados en un situación que parecía comprometedora. Tolkien venía detrás de él y la cara de sorpresa que ambos pusieron al vernos me dio terror. Sentí como si mi alma quisiera abandonarme, pero Craig me sujetó con fuerza y los miró serenamente.
— Chicos — les dijo mientras volteaba a verlos — estabamos en medio de algo — comentó con un ligero sonrojo en sus mejillas.
Su reacción serena me espantó, pues yo sentía todo lo contrario. Temia por el rechazo de ellos, más aun por ocultar todo con tanto aínco. No quería que pensaran que les mentí todo este tiempo o que se molestaran por no contar con ellos. Era tan dificil para mi todo, que solo encontré refugio en mi mismo.
Vi como Clyde escondía su mirada y Tolkien solo nos continuaba mirandonos serio. Observé como el castaño comenzaba a temblar. Luego una bulliciosa carcajada terminó por descolocarme.
— ¡Jajaja! ¡Gané! — gritó Clyde con euforia sonriendo y apuntó al moreno — ¡Te lo dije Tolkien, te lo dije! ¡Yo gané la apuesta así que dame el dinero!
— Está bien, está bien, tu ganas — Dijo el chico suspirando — aquí tienes — le pasó unos billetes que yo no alcance a contar. Craig por su parte alzó una ceja confundido.
— ¿Que sucede aquí? — preguntó con desconfianza. Mismo sentimiento que yo compartía.
— Ah Craig pues nada — dijo Clyde — Yo le aposté a Tolkien que hoy te declarabas — sonrió — y como vez tenía razón – dijo mostrando triunfante el dinero.
— No puedo creer que hayan apostado por nosotros — dijo Craig algo malhumorado, pero luego sonrío burlón — así que técnicamente ese dinero es de nosotros y no tuyo.
— ¿Qué? – pronunció ofendido Clyde — ¡claro que no! Es mío porque yo aposté con Tolkien – y comenzaron una pequeña discusión entre ellos mientras yo los miraba sorprendidos a más no poder. Yo sentía que había muchas cosas que explicar pero nadie se estaba tomando la molestia de preguntar. Tolkien me observó desde la otra esquina y se acercó a mí, me dio un pequeño golpecito en la frente con un dedo y me sonrió.
— Tranquilo Tweek, no te preocupes, nosotros estabamos al tanto de lo que ocurría, ya que Craig nos dijo que vendría a verte. Nunca especificó a qué, por lo que Clyde sugirió la apuesta y yo no creí que Craig se armaría de valor — me acarició la cabeza para calmarme — nosotros somos sus amigos ¿ok? — me sonrió — y lamento haberte echo pasar un mal rato el otro día, solo intentabamos animarte para solucionar todo — abrí mis ojos con sorpresa — aunque creo que fue el método equivocado.
A pesar de todo, me sentí sumamente agradecido. Entendí que ellos querían que fuera a hablar con él ante las dudas, pero yo me acobardé huyendo de clases, haciendo todo lo contrario. Sin embargo, abracé a Talken, por ser mis amigos y ser así de comprensivos.
— ¿Está todo bien? — escuché la voz de Craig y vi como se acercaba a nosotros.
— Asi es amigo – dijo Tolkien mirándolo y me dio un pequeño empujoncito hacia él — me alegro de que todo saliera bien — y yo choqué despacio con el pecho de Craig, el cual me miró con esos bellos ojos.
— Muy bien — dijo Clyde llamando nuestra atención — esto hay que celebrarlo, no todos los días ocurren estas cosas, así que para que vean que los aprecio, los invito a comer algo con el dinero que le gané a Tolkien, ¿Qué dicen? — Nos sonrió. Todos asentimos ante su oferta.
— M- me ire a cambiar y bajo, por favor esperenme — les pedí y ellos asintieron, dirigiendose a la salida para esperar ahí.
Rápidamente me fui hacia mi habitación. Al llegar, me apoyé en la pared con una mano en el corazón. Tenia demasiadas cosas que procesar y sentía que aun no era capaz de asimilar todo lo que había ocurrido. Sentía que había más cosas de las cuales con Craig debíamos hablar, pero al parecer eso quedaría pospuesto por el momento. ¿Estaba bien que sintiera todo tan irreal?
— ¿Esto realmente esta pasando? — me cuestioné para mi mismo mirando hacia arriba, aun apoyado contra la pared.
— Si, es real — escuché que me respondieron desde un costado. Volví mi mirada de inmediato hacia la puerta, donde un Craig sonriente ingresaba. Me avergoncé exageradamente al sentirme descubierto, pero él solo continuó su camino hacia mi. Quedó justo en frente de mi y tomó la mano que mantenia en mi pecho — pero no te culpo por dudar, yo también me siento fuera de este mundo.
Esas palabras me hicieron derretirme y simplemente me acerqué a él hasta darle un beso. Uno cálido y pequeño, que solo buscó comprobar su presencia. El repentino abrazo que él me dio me hizo temblar y rapidamente nos vimos envueltos entre pequeñas caricias, besos y cierto tinte de deseo. ¿Deseo? me cuestioné, sin saber exactamente como describir aquello.
Un corto carraspeo en la puerta de la habitación nos separó abruptamente. Ambos dirigimos la mirada a un incómodo Tolkien, quien no podía ocultar una burlesca sonrisa.
— Le diré a Clyde que tenían cosas de que hablar aun y que no nos podrán acompañar. Por favor, continuen y disculpen la intromisión — concluyó con una leve sonrisa mientras cerraba la puerta tras de sí y nos dejaba a ambos en completa soledad.
Toda la gama de colores se fue a mi rostro y Craig rió al verme. Esa sencilla carcajada me atrajo y algo dentro de mi se volvió cálido. Adoraba su sonrisa, sus muecas, todo. Yo lo adoraba a él por completo. Cuando dejó de reir, se volvió a acercar a mi y como al parecer iba a ser costumbre, tomó una de mis manos.
— Tweek — me llamó — solo porque no deseo mas enredos ni dudas entre nosotros, quiero ser claro con una cosa — aquellas palabras me aceleraron el corazón — ¿t-tu sabes que ahora estamos saliendo cierto?
Esa frase Craig la intentó hacer sonar cool, pero mas que eso, había sonado tierna. Sonreí ante su "propuesta" y rapidamente me acerqué a él para abrazarlo diciendole un "si"por respuesta. Él correspondió mi abrazo y rapidamente acarició mis cabellos, acto que al parecer le trajo algo a la mente, pues rapidamente me alejó de él y me miró fijamente.
— Tweek, me quedé con una pequeña duda ¿por qué usabas mascarilla y gorro cuando me recibiste? ¿Tan enfermo te encuentras?
Esa pregunta me avergonzó de sobremanera, por lo que solamente escondí mi rostro en su pecho para intentar responderle.
— L-lo hice para que tu no me vieras como ella — susurré bajito — no quería que la recordaras a través de mi.
Pude sentir como el corazón de Craig se aceleró ante mi respuesta y en solo segundos, sus brazos volvierona a apresarme. Levanté mi rostro solo para toparme con sus ojos mirandome fijamente. Me quedé embobado al verlo y solo una idea pasó por mi cabeza.
Comprendí porqué jamás ninguna chica se pudo dar cuenta de todas las cualidades y lo increíble que era Craig. La respuesta ahora me resultaba tan sencilla. Ellas fueron incapaces de notarlo porque Craig no las dejaba ver ese lado de él. Al parecer, no solo fue producto de mi desesperación el sentirme especial en su mundo, sino que realmente, yo habia estado ocupando un lugar especial dentro de él.
Ese simple pensamiento me provocó una increible calidez e inmediatamente supe que nunca tuve porqué temer perderle, porque al parecer su corazón llevaba tiempo reservado, reservado solo para mí.
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Mis queridos lectores, decidí rehacer esta linda historia, ya que fue una de las primeras que escribí. El argumento me parecía bueno, pero la descripción bastante pobre.
Espero de corazón les haya gustado esta nueva versión que sigue manteniendo la escencia del fic.
Como siempre agradecida porque hayan pasado a leer.
Muchos Saludos! ♡♡