-¿Cuál es la peor casa de Hogwarts?- preguntaba una niña peliblanca de ojos celestes muy profundos- ¿En que casa crees que yo quede papa?.
El tiempo en Hogwarts era más lluvioso de lo esperado pero era normal, al menos para la pequeña que estaba sentada en la alfombra de terciopelo del gran director Albus dumbledore; su padre, en otras palabras.
Fue él quien rió en tono leve ante la pregunta de su hija, tenía en su mano izquierda el largo y sedoso cabello blanco mientras que con la derecha pasaba un cepillo de cerdas suaves; su favorito.
-No existe ninguna casa Mejor o Peor en Hogwarts mi querida Rinka; cada casa tiene su potencial, es el mago o la hechicera quien hace la diferencia- Explico con paternidad- en cuanto a la casa, el sombrero seleccionador se encargara de eso.-
En ese instante Rinka miro el estante de su padre más alto y ahí encontró al sombrero pacíficamente durmiendo.
-¡Eh leído sobre todas la casas!- dijo por fin con un gran tono de emoción, se giró a verlo provocando que dumbledore soltara su cabello- ¡Definitivamente quiero quedar en Slytherin!.-
-¿slytherin?- cuestionó su padre con un tono de curiosidad.
-Son muy inteligentes, ambiciosos, poderosos...¡orgullosos!; son todo lo que un dragón tiene- explicó haciendo gestos graciosos con su mano.
Albus dumbledore por su parte no pudo evitar reír. Hace mucho tiempo que la niña había crecido rodeada de libros, maestros, criaturas mágicas e incluso de antiguos alumnos de Howgarts que pasaban de generación a generación sin embargo sabía a la perfección que ella no era normal, que era especial como "el niño que vivió" pues ella era hija de dragón también conocida como un milagro del mundo mágico.
-Padre...- susurro la niña mientras se acomodaba de nuevo para que su padre le cepillara el cabello- ¿Crees que pueda conocer a Harry Potter?-
Sabía toda la historia, sabia lo que había pasado con el y que tampoco conoció a su madre; de verdad que Rinka quería conocerlo, además, el junto con ella habían sido noticia en el mundo mágico por mucho tiempo y sorprendentemente ambos entrarían al mismo curso.
-¿Por que no dejas que las cosas fluyan como tengan que fluir Rinka?-
-Tiene razón padre- sonrió la niña para ella misma.
-Profesor Dumbledore..- la voz de una mujer los interrumpió.- Hagrid esta aquí-
Rinka la miró; era la profesora Minerva quien llego al lugar ya lista para la ceremonia de esa noche.
-Buenas tardes Profesora McGonagall- saludaron padre eh hija al unísono.
-Rinka; ve con la profesora McGonagall tengo asuntos que antender con Hagrid.-dijo en voz tranquila.
-Si padre-contesto la peliblanca a la par que se levantaba.
Ambas salieron de la oficina deslizándose por las escaleras mágicas que bajaban en espiral. Rinka era muy conocida en Hogwarts por ser hija de Albus Dumbledore aun que muchos sabían que en realidad no era su padre, hasta ella lo sabía pero eso no le importaba mucho por que lo quería como tal; en cuanto a los profesores, con el tiempo les puso apodos como por ejemplo Nana a minerva o Toco a Snape incluso Hagrid no se salvaba pues desde bebe ella lo llamo "Puche" en un intento fallido de decirle peluche, sin embargo tenía muy en claro que cuando entrara a clases los apodos se terminarían por respeto a sus superiores.
-¿Tienes todo listo?.- habló McGonagall sacándola de sus pensamientos.Ella asintió sonriente mientras sacudía su pequeña túnica.
-Hagrid y yo compramos todo lo que necesitaba hace dos días; fue divertido- aseguró mientras miraba a la profesora por encima- lo que más me emociona es mi casa; ¡Quiero ser una Slytherin!-
-Oh, eso es inesperado- rió preocupada la profesora-
-Soy una dragona- explico- Ese es mi mayor sueño, además mi varita es de núcleo de dragón...muchas personas lo llaman "destino"-
-Entonces veamos cual es tu destino pequeña Rinka- sonrió Mcgonagall.
Ella la cuido esos once años con los demás profesores, en otras palabras Rinka era la hija de Hogwarts y con eso la hija de todos los profesores. Cada uno de ellos desempeño un papel importante en el desarrollo de la niña y es por eso que todos estaban seguros que su desempeño en las clases sería excepcional. ¡Ella conocía casi todo los rincones del castillo! sin contar que desde que empezó a leer lo único que le interesaban eran los libros de otros alumnos interesándose sobre todo en DCAO y criaturas mágicas además de alguna que otra lectura Muggle que su padre le daba.
La noche llego rápido mientras la niña temblaba nerviosa en el gran comedor esperando a que Mcgonagall le diera la señal de esperar afuera a que llegaran los otros niños, algunos alumnos de otros grados ya habían llegado y poco a poco se acercaron a ella para tranquilizarla en especial un Gryffindor que era más apegado a ella como ningún otro alumno. Su nombre era Percy Weasley.
-Recuerda que la casa no hace al mago- comenzó a hablar con ella- Además, tu padre estará orgulloso en cualquiera que quedes.-
-Gracias Pers-sonrió la niña nerviosa- ¿Tu hermano también entra este año?-
-Si- sonrió divertido tras el cambio de tema- El pequeño Ronald-
-Ya veo....también debe estar nervioso- el comedor comenzaba a llenarse y los profesores ya tomaban su posición; cuando Rinka vio a su padre entrar con una sonrisa en el rostro se sintió más nerviosa de lo que ya estaba. Albus al darse cuenta de la mirada de su hija inclino levemente su cabeza en señal de saludo y con ambas manos junto sus pulgares; era algo así como una señal de suerte que hacía a Rinka sentirse mas segura.
-Señorita Dumbledore- la profesora McGonagall llegó, lo que significaba que ya era hora.-Por favor-
-Gracias..- apenas y pudo hablar; los nervios se ponían peor, Percy al darse cuenta de esto tomo su hombro con delicadeza y le sonrió, Rinka le devolvió la sonrisa y tomo las fuerzas necesarias para pararse y seguir a la profesora Mcgonagall hacia la puerta enorme de madera.
Una vez estando afuera la peliblanca no vio a absolutamente nadie por lo que infirió que aún no llegaban. Espero un buen rato en sumo silencio a lado de la profesora cuando los alumnos comenzaron a llegar, los nervios desaparecieron al ver a muchos chicos de su edad, en su lugar una emoción la invadió y su sonrisa se dibujo.
Por otra parte Harry Potter venía charlando con Ronald Weasley mientras que a la par admiraban lo enorme que era el castillo; era la primera vez que Harry veía tanta magia en un solo lugar. Aún no se lo podía creer.
Cuando llegaron a la puerta noto que muchas personas susurraban entre sí cosa que lo obligo a prestar más atención a lo que tenía enfrente. Era una mujer de avanzada edad y una niña, que al mirarla le hizo pensar que era la niña más bonita que había visto.
-Es ella..- le murmuró Ronald- Es la hija de dragón..-
-¿Hija de que...?-
-Bienvenidos a Hogwarts- comenzó la mujer al mismo tiempo que mira a Rinka por el rabillo del ojo lo que le indico a la niña mezclarse con los demás alumnos.
-Con permiso...-murmuró en silencio mientras se ponía a lado de Harry Potter- buenas noches..-Rinka lo miró por unos segundos y él le sonrió lo que provoco en ella que sus nerviosos regresaran.
-Ahora,-retomo minerva con tranquilidad- en un momento pasaran por esta puerta para reunirse con sus compañeros, pero antes..- se apresuró a recalcar lo que parecía más importante- tendrán que ser seleccionados a sus respectivas casas que son: Gryffindor, Ravenclaw, Hufflepuff y Slytherin.- pronunciando no con mucho ánimo el último nombre.
La peliblanca se dio cuenta un compañero rubio sonrió a sus amigos de atrás al escuchar la última casa por lo que supuso que el también quería entrar a Slytherin así que lo miro le sonrió de una manera aprobatoria, el encorvo la ceja también convencido de los mismos propósitos. Mientras tanto Harry no podía dejar de ver a la niña que estaba a su lado, era de alguna manera sorprendente pues el mismo pensó que parecía una muñeca de lo pálida que era.
-Mientras estén en Hogwarts, su casa sera como su familia- sugió hablando la profesora sin dejar pasar la mirada pérdida que Harry tenía.- Ganaran puntos cada que obtengan triunfos mientras que por cada regla rota los perderán; al final del año, la casa que tenga más puntos ganara la gran copa de la casa.-
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POV Rinka:
-¡Trevor!- gritó un niño regordete a la par que se abría paso para llegar al frente de toda la multitud, todo esto para recoger a su sapo mascota, algunos se rieron mientras que Nana solo lo miro con desaprobación.- lo siento..- murmuro avergonzado al darse cuenta de lo que había hecho.
-La ceremonia de selección comenzara en un instante- declaró nana dando por terminada la situación dando media vuelta y entrando al comedor.
-Así que es cierto lo que dicen- habló el niño rubio que hace poco me intereso por su interés en Slytherin- Dos grandes celebridades asisten este año a Hogwarts-Era demasiado obvio que su orgullo y arrogancia eran los atributos que más lo caracterizaban .- Rinka Dumbledore y Harry Potter están aquí-
Yo no me sorprendí en absoluta cuando escuche mi nombre, ni siquiera los murmullos a mis espaldas me importaron; mi padre me había dicho que yo, junto con Harry seríamos famosos en el mundo mágico así que con el tiempo aprendí a soportar el agobio de mi nombre cosa que le debo mucho a percy. Por otro lado al escuchar el nombre de Harry Potter giré la mirada hacia el chico de mi lado con gafas redondas que hacia tiempo me miraba, sabía que era el por su cicatriz pero debía ocultar mi emoción.
-Ellos son Crabbe y Goyle- siguió hablando; presentándonos a sus amigos que estaban a sus espaldas- yo soy Malfoy-resaltó el apellido con orgullo cuando se acercó a nosotros poniéndose por delante.- Draco Malfoy-
El chico Pelirrojo que estaba al otro lado de Harry soltó una risa burlona cosa que molesto Draco; cuando lo vi al instante me pareció conocido.
-¿Te parece gracioso mi nombre?- cuestiono el rubio con autoridad- No tengo que preguntar el tuyo; esa ropa gastada y vieja..debes ser un Weasley- fue cuando me di cuenta entonces. ¡El era el hermano de Percy! como no me dí cuenta.
Mi cara de sorpresa debió ser evidente pues Malfoy puso su atención en mi, cuando posé mis ojos en los suyos el enmudeció unos segundos; no sería la primera vez que me pasa esto..mis ojos son un tanto...cristalinos no tan comunes.
-Ser un Weasley no tiene nada de malo- lo reté en cuanto Crabbe le dio un codazo para que reaccionara. Cuando el separo la mirada de mi solo dejo escapar un bufido de diversión, por otra parte Ronald y Harry me miraron atónitos por defender el apellido Weasley.
-Podrán darse cuenta que unas Familias son mejores que otras- siguió dando su sermón- no les conviene a ninguno de los dos hacer amistad con Familias equivocadas...Pero yo puedo ayudarlos.-Y nos miro con la mano extendida esperando un trato.
-Creo que ya se quien es el equivocado Malfoy- Dijo sin dudar Harry lo que me hizo sonreir, luego Draco me miró esperando una respuesta.Yo lo mire con amabilidad.
-No me interesan las Familias joven Draco pero si usted quiere mi amistad no veo por que no- fue lo único que dije por lo que el sonrió. McGonagall tomó su hombro y el se apresuró a volver a su lugar no sin antes lanzar una mirada matadora a Harry.
-El momento llegó, siganme- anunció y giro para abrir las puertas del comedor. Yo mire a Harry y a Ronald muy feliz; de nuevo se sorprendieron.
-Mucho gusto Harry, Ronald...veo que ya saben mi nombre- hablé despacio cuando caminamos por las grandes mesas del comedor.
-Mucho gusto Rinka- sonrió Harry.
-¡Eso fue increíble!- anunció Ronald al tener mi atención- Los dos retaron a Draco Malfoy..por cierto llamame Ron, Solo mi madre me llama Ronald y cuando lo hace no es para nada bueno- Yo reí ante la expresión de horror que Ron hizo.
-Lo haré- sonreí. Todos miraban el techo como si jamás hubieran visto uno igual..yo lo miraba todos los días.
-El techo no es real; esta encantado para que lo parezca- habló una niña castaña a mis espaldas, la mire y ella pareció ponerse nerviosa por lo que desvió la mirada.-Leí la historia de Hogwarts, por eso-
Reí divertida ante su nerviosismo; me parecía una niña linda por lo que deje que continuara mientras que Ron y Harry seguían caminando. Harry no dejaba de mirarme.
-Mi cabello es blanco natural y es verdad que mi ojos parecen de cristal; lo saque de mi madre- le explique y el se sonrojo.
-Yo no...- balbuceo muy nervioso y avergonzado.
-Tranquilo; estoy acostumbrada a eso- sonreí de manera divertida para no hacerlo sentir mal; era obvio que Harry no era una mala persona. El me miró aliviado.
Llegamos justo en frente del sombrero seleccionador y la mesa de profesores donde mi padre ya estaba sentado. Nana nos detuvo antes de las escaleras por lo que todos se detuvieron y rompieron fila para cercarse
-Antes de comenzar...el profesor Dumbledore les dirigirá unas palabras- nos explico y al fondo mi padre se puso de pie. Esto era emocionante.
-Es mi padre...- murmure a Harry y el parecía no entender mucho de la situación, lo comprendía, de todos modos el siempre vivió entre muggles.
-Antes que nada quiero decir unas cosas- comenzó a hablar mi padre- Los nuevos tienen que recordar que no esta permitido entrar al bosque prohibido bajo ninguna circunstancia-Eso me puso triste, ya me lo había dicho pero de alguna manera que me lo haya recordado me bajo los ánimos. Solía ir mucho por ahí con Hagrid-Mientras que el señor Flich me pidió que les recordara que el pasillo del tercer piso del lado derecho esta prohibido para todos aquellos que no quieren sufrir una muerte aterradora- Esperen...yo pensé que en ese piso no había nada mas que la mascota de Hagrid, pero no es peligrosa ¿o si?.-Gracias- .............. ese era mi padre; que palabras tan más conmovedoras.
-Cuando diga su nombre subirán aquí, les pondré el sombrero seleccionador y sabrán cual es su casa- Habló nana subiendo al señor sombrero seleccionador.- Hermione Granger- Anunció y la niña castaña de antes se puso nerviosa hablando para así. La entendía, yo también me muria de ganas por saber en que casa estaba.-
-Es muy extraña, enserio- nos murmuró Ron, yo lo mire con desaprovación y un poco sonriente.
-Excelente...hum... ¡Gryffindor!- anunció el sombrero y toda la mesa de Gryffindor aplaudió de emoción, en esa casa estaba Percy y ella se sentó a lado de él.
-Draco Malfoy- anunció nana. Draco paso con seguridad enfrente de todos y al sentarse me miró. Apenas el sombrero seleccionador estaba por encima de su cabeza cuando tomo su desición.
-¡Slytherin!- El sonrió, yo sonreí. Fue de las más rápidas que eh visto. Draco debe estar orgulloso.
- Todos los magos perversos han estado en Slytherin- murmuro de nuevo Ron-
-¡Eso no es cierto!- le reproche- yo quiero estar en Slytherin por mi sangre de dragón y no soy perversa...o si?-
-¡No!no lo eres Rinka- corrigió Harry de inmediato.- Pero, tenies que admitir que Draco si parece perverso- Reí ante su comentario.
-Hey, no importa en que casa quedemos. Seremos amigos ¿verdad?- les extendí la mano a ambos y ellos me miraron con una sonrisa en el rostro.
-Por supuesto- al unisono me la dieron.
-¿Promesa?- separé mi mano para juntar mis dedos pulgares frente a mi. Ellos imitaron sin dudar un segundo mi movimiento.
-Promesa.-
-¡Hufflepuff!- escuche al Sombrero y una niña pelirroja comenzó a bajar por las escaleras para encontrarse con su casa. Tal vez ni Ron ni Harry escucharon su nombre, pero yo sí y fue gracias a mi oído de Dragón; su nombre era Susan Bones.
-Ron Weasley-
Ron puso una cara de horrorizado cuando escucho su nombre, pero se noto aún más cuando el sombrero toco su cabeza.
-¡Ja! otro weasley..- se burló el y era cierto por lo menos cinco weasley ya habían pasado por la selección y todos eran gryffindor hasta donde yo se- se perfectamente que hacer contigo...¡Gryffindor!- Su cara de alivio..no, todas las expresiones que Ron hacia me daban mucha risa.
-Harry Potter-
Todos murmuraron, mi padre se enderezó con interes y yo mire a mi compañero de lado. Tomé su brazo con una sonrisa en el rostro para tranquilizarlo y al mirarme el relajo su postura, no había nada que temer.
El sombrero murmuraba unas cosas a Harry que no cualquiera podía escuchar pero de nuevo mis oídos eran desarrollados; Harry le rogaba al sombrero no ser de Slytherin..me ofendí un poco pero mi padre me enseño a entender a otras personas con mentalidad diferente; tal vez harry era tan famoso y tenía miedo de que las personas le temieran por haber derrotado a Voldemort, tal vez en mi mente lo diga pero a voz alta Nana me sugirió no hacerlo. Todos lo miraban con paciencia.
-te pondré en...¡Gryffindor!- El rostro de alivio de Harry era evidente. Tal vez esa era su casa ideal y no lo dude cuando vi la alegría de estar en la mesa de su nueva casa.
Poco a poco los alumnos se fueron marchando y en el centro había menos; estaba ansiosa por mi turno, mi padre estuvo orgulloso de Harry cuando lo nombraron en Gryffindor y ahora no estaba segura de a que casa ir. Quería ser una serpiente y poner en alto el titulo de dragón pero también quería que mi padre estuviera orgulloso de mí.
-Rinka Dumbledore- El comedor se quedó en total silencio, todos los presentes tenían la mirada en mi. Algunos susurraban, incluso los profesores.
Subí las escaleras y antes de sentarme le eche una última mirada a mi padre, el me sonrió y yo suspire. Estando sentada suspire lentamente, mire a harry, Ron y a Percy quienes esperaban ansiosos mi selección; a decir verdad Gryffindor sería una buena casa...tal vez incluso mejor que Slytherin.
-Hummm...Querida Rinka, pareciera que hace poco tu jugabas con los libros de tu padre- rió melancólico encima de mí; El sombrero siempre fue mi mejor amigo de todos modos siempre estaba en la oficina de mi padre.
-Lo se- reí divertida, se supone que esto debe ser serio
-Eh esperado tanto tiempo para esto...veo grandeza en tu interior, pero también hay mucha nobleza y fidelidad..Esto es difícil. Tu inteligencia va más allá de lo que pensé, eres muy reservada y analítica pero tu ingenio y curiosidad no se quedan atrás. Ambiciosa pero humilde, orgullosa dándole honor a tu madre pero amable como tu padre..-
-¿Esta diciendo que quedo en todas las casas señor sobrero?- reí divertida pero el no hizo lo mismo por lo que mi sonrisa de desvaneció-
-Rinka Solider Dumbledore- declaró más alto para que todos escucharan, era muy raro que alguien dijera mi nombre completo- Estas destinada a cualquier casa de Hogwarts-
Todos los murmullos se hicieron más fuerte, por un segundo le gran comedor pareció perder el control.
-Por lo tanto- siguió el sombrero para restablecer el orden- Tu escogerás tu casa.-
Esto era increíble; jamás en la historia de Hogwarts el sombrero seleccionados había hecho tal cosa. Nana se desconcertó y mi padre se quedo con la mirada tranquila. La decisión era mía y había pasado desde ese momento a la historia como la niña a la que el sombrero seleccionador no pudo acomodar.
-Y bien...?-
-Yo..- estaba nerviosa, todos me miraban y ahora no sabía que escoger, si Slytherinque había sido mi sueño o Gryffindor y estar con mis amigos y ser el orgullo de mi padre.- Yo...
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