Papá Adolescente

Eres... padre

-Estoy embarazada.
Dos palabras y 15 letras que cambiaron mi vida.
Mi querida y hermosa Noely acababa de pronunciar eso, y con sólo esos suspiros dónde su voz se quebraba, había logrado que mi corazón se acelerara y mis manos sudaran.
-Perdón... no entiendo.
-Vamos a ser papás.
Mi mente no estaba procesando bien las cosas, ya que mi apreciada novia me acababa de decir que íbamos a tener un bebé a la corta edad de 16.
-¿No escuchaste? Serás padre en 9 meses.
-Lo siento es que... ¿Cómo pudo ser?
-¿Enserio no recuerdas la otra noche?
-¡Sí! Claro, pero... nos cuidamos y todo, ¿por qué sucedió? No lo puedo entender.
-Bueno, pero la pregunta no es ¿por qué sucedió?, sino ¿qué vamos a hacer? Ya que por supuesto que no abortaré, este bebé no tiene la culpa.
-Si, ya lo se. Ambos nos haremos responsables, ¡Sí! Cuidaremos juntos a nuestro bebé, haremos una familia los tres. ¡Sí, si!
-Me encanta la idea, pero, ¿Cómo les diremos a nuestros padres?
La noticia. Mi madre. Mi padre. Su madre. Su padre. ¡Rayos! No había pensado en eso ya que mi mente me decía sólo en no abandonar a Noely, no ahora en que iba a ser padre, pero, no había pensado en la idea de comentarles a mis padres de la situación de ella y de mis planes.
¡Piensa Jacob, piensa! ¿Cómo le dirás a tus padres sin que te hechen de la casa? Y peor aún, ¿Cómo le dirás al papá de Noely que la embarazaste sin que te mate?
-No estoy seguro, pero algo que si, es que debemos de decirselos cuanto antes.
-¿Cuánto antes? ¿Cuánto tiempo es eso para ti? ¿En una semana, un mes, o hasta que nazca?
-¡No! En estos días.
-¿Qué, se los dirás hoy según tu?
-Sería lo mejor, ¿verdad?
-Pues si hoy te dije, sería lo más indicado.
No lo podía creer. Mis pensamientos estaban revueltos, mi mente en blanco, y mis palabras se retenian al igual que mis actos. Mi persona decía que tenía que guardar un poco tiempo el secreto, pero mi conciencia no me dejaba; ella era quien hablaba por mi.
-Esta bien... les diremos hoy en la noche.