Holaaaa a todos mis amores <3, se que me eh tardado mucho, y no tengo escusa alguna, así que antes de que se abalancen sobre mi, les dejo aquí el cap, por favor lean trankis (así me da tiempo de escapar ilesa XD)
Quiero aclarar algo, yo solo eh visto las 2 películas de Percy Jackson, los libros no los eh leído, porque no están en las librerías de aquí T.T en fin, el caso es que yo no se demasiado sobre la historia, así que no tengo mucho derecho a opinar que digamos, aun así, se que seguramente querrán ver personajes del libro, así que investigué remotamente, y saqué algunos personajes para traerlos aquí, en fin, eso es todo, pido disculpas a aquellas personas que si han leído los libros, y saben que probablemente algunas cosas que yo cuente aquí, en los libros no fueron de esa manera, en fin, los dejo leer, muchas gracias.
Narra Percy:....... 7u7
Habían pasado 2 largos años desde que Isabella y Sofi se fueron del campamento, no hemos sabido nada sobre ellas desde aquella vez que nos despedimos, y para ser sincero, debo decir que de alguna menara u otra, extraño a Isabella, aunque no creo que sea de la misma manera en la que lo hacen Annie y Grover, por mas que apenas y la llegué a conocer, de todas maneras, no puedo negar que me sentí triste desde que se fue, aunque lo logré disimular.
En este tiempo han cambiado muchas cosas, como por ejemplo, el echo de que ahora los dioses descienden a la tierra para estar con nosotros sus hijos, se que puede sonar difícil de creer, pero es verdad, no sabemos el motivo de tal cambio de decisión, pero así es, todo comenzó, 2 días después de que las hermanas se fueran del campamento, estábamos cenando, cuando de pronto, aparecieron los dioses frente a nosotros, estaban todos, bueno, a excepción de Zeus, supongo que por que el en ese momento no tenía hijos aquí, el caso es que, nos informaron que vendrían a vernos como mínimo, 1 vez al mes, durante la primer noche de luna nueva, esa era la fecha, para la llegada de los dioses todos los meses, estaba realmente sorprendido en ese momento, pues no explicaron nada, sin embargo, sea lo que sea que aya sido la razón, no puedo negar que fue de las mejores decisiones que han tomado los Olímpicos.
Todo fue muy bien, tuvimos algunos casos complicados, como el echo de que Thalia despertó, y también el echo de que descubrí que tengo un hermano, bueno, medio hermano, el es mitad cíclope, y se llama Tyson, en fin, a pesar de haber ocurrido cosas tan extrañas como esa, todo marchó perfecto, la relación con mi padre se afianzó, aunque no quisiera decirlo, el echo de verlo me hacía feliz.
Un día, no se porqué, pero el caso es que se decretó que en vez de una vez al mes, los dioses bajarían a pasar tiempo con nosotros 1 vez a la semana, fue una sorpresa, es decir, era un gran cambio en muy poco tiempo, pero no podíamos quejarnos, y todo el campamento se regocijó de ello, pasó todo un año, y para nuestro mayor asombro, los dioses terminaron por venir todas las noches, y cenar con nosotros, recuerdo que el campamento festejó toda una semana aquella decisión.
En estos 2 años, Annie, Grover y yo, preguntamos a Athena y a Poseidon si sabían algo de las hermanas, pero ellos siempre evitaban el tema, y decían que estaba prohibido para ellos mencionar algo sobre ambas, eso nos preocupó bastante, además del echo de que al parecer, todo el campamento las había olvidado, es decir, se que apenas pasaron aquí 1 o 2 noches, pero no me refiero a que las olvidaron por el tiempo, sino que simplemente, cuando preguntaba a algunos integrantes si recordaban a las chicas, contestaban que no recordaban a nadie haber llegado al campamento, después de mi llegada, era como si ese día nunca hubiera pasado, lo mas raro, es el echo de que en realidad, Annie, Grover y yo, si las recordábamos, y estoy seguro de que Quirón también las recordaba, pero el nunca dijo nada, a pesar de que le preguntamos.
En fin, dejando las cosas acontecidas en estos últimos 2 años y volviendo al presente, me encontraba descansando tranquilamente en el muelle, cuando Annabeth y Grover vinieron corriendo a mi, con unos notables rostros llenos de preocupación.
-¡Percy, está ocurriendo algo en la barrera!- me gritó Annie sobresaltada.
-¿La barrera?- pregunté confundido.
-¡Si!, ¡rápido!, ¡al parecer una chica está en problemas, luchando con unos monstruos!- me respondió agitado Grover.
No esperé mucho mas, y salí corriendo junto a ellos, sinceramente tenía curiosidad, y lo mas probable es que debía de ayudar a aquella chica.
Llegamos a los limites de la frontera, y del otro lado de esta, vi algo que me dejo mudo, una chica que llevaba una capa con capucha negra, era rodeada por unos cuantos monstruos, 3 minotauros y 2 furias, si no conté mal, la capucha me impedía ver algo de ella mas que eso, pero por su forma, era mas que obvio que era una mujer.
Rápidamente salí de mi asombro y me dispuse a ayudarla, crucé sin que me vieran la barrera, saqué mi contra corriente, y sin mas clavé la espada en la espalda baja de uno de los minotauros, este bramó de dolor y se arrodilló, la chica permaneció quieta un momento, pero se recupero rápido, y con una espada que no se de donde sacó, dio un salto, y clavó su arma en la espalda del minotauro que yo había atacado primero, la diferencia fue, que ella lo apuñaló por la espalda a la altura del corazón, cosa que logró matar a la bestia.
-¡Ahora!- gritó entonces, y no me quedaron dudas que de era una mujer, por su voz, debía de ser joven.
En ese momento, y de no se donde, 2 flechas que apenas pude divisar atravesaron los cuerpos de las furias, esta cayeron al suelo ya sin vida para luego convertirse en polvo, observé a todos lados, pero no divisé a nadie, ¿de donde vinieron esas flechas?.
-¡Bien echo!, yo me encargo de estos 2 que quedan- dijo, hablándole a alguna parte del extenso bosque que nos rodeaba.
Sin mas, y antes de que pudiera notarlo, con 3 movimientos de espada, los minotauros restantes cayeron muertos al suelo, no podía salir de mi asombro, ¿quien era esa chica?.
De pronto, siento una voz que me saca de mis pensamientos.
-¿Te encuentras bien?, agradezco tu ayuda, pero no era necesario, aun así... gracias- dijo, y por un momento creí haber escuchado esa voz en algún otro lugar.
-No hay de que, pero, ¿quien eres?- pregunté, puesto que era mas que obvio que no podía bajar la guardia.
-Oh... que mal... ¿ya no me recuerdas?- preguntó y quede algo aturdido por eso, en un momento, Grover y Annabeth estaban a mi lado con la misma cara de confusión que yo.
-Tonta, ¿como quieres que te recuerden si tu rostro no se ve?- preguntó una voz, todos volteamos a ver, pero no había nadie, asta que una figura calló de las ramas de un árbol considerablemente alto, y se encamino hacia nosotros, llevaba una capucha, al igual que la mujer que estaba frente a mi.
-Ah, es verdad- dijo, y se quitó la capucha, un largo cabello de color negro calló por su espalda, llegando un poco mas abajo de su cadera, era liso pero tenía bucles grandes en las puntas, el flequillo largo sobre el lado derecho de su cara cubría uno de sus ojos, los cuales por cierto, eran de un lindo color azul/celeste eléctrico, tenía la piel pálida, y una linda sonrisa que mostraba unos perfectos y blancos dientes, de maquillaje llevaba muy poco, o al menos eso noté, solo 2 peculiares lineas de delineado en los ojos de color azul rey, que complementaban la sombra negra esfumada de los parpados, y en los labios, un poco de color rosa pálido, por lo que pude ver, no medía mas de 1,70 de altura, así que era apenas un poco mas baja que yo.
-Creo que aun no te reconocen- habló la otra persona, se quitó la capucha también, dejando ver su largo cabello rojizo que aun atado llegaba a su cintura, iba amarrado en una coleta de caballo alta con un listón negro, y dejaba 2 mechones cayendo a los lados de su rostro, mientras que su flequillo, que recaía en el lado izquierdo, iba ajustado con 2 pasadores, dejando ver de ese modo, 2 lindos ojos color miel, que eran resaltados por un delineado de color verde obscuro, el cual combinaba con la sombra negra sobre los parpados, en los labios llevaba apenas un labial del mismo color que la otra chica, y a mi parecer, ella era un poco mas joven que la pelinegra, si no me equivocaba, mediría mas o menos 1,65 de altura.
-Siguen sin saber quienes somos- habló con pesar la pelinegra mientras suspiraba, la verdad, si me parecían conocidas pero... no recuerdo muy bien.
-Será mejor que entremos, seguimos fuera de la barrera, podrían volver- habló la de pelo rojizo, refiriéndose asumo yo, a las criaturas de hace un momento.
-Si, me parece bien, ¿entramos?- preguntó la otra chica, mientras señalaba la entrada al campamento.
-Esta bien...- murmuró no muy convencida Annabeth, y sin mas, todos cruzamos la barrera.
Nos adentramos en el campamento, y antes de poder llegar al lugar donde se encuentran todos los campistas, escucho un ruido a mis espaldas, Annie y Grover se voltean primero ,y noto como ambos quedan petrificados, extrañado por dicha reacción, volteo también y al ver lo que ellos observan... se me va la respiración
Un enorme perro de 3 cabezas corría velozmente hacia nosotros (Multimedia) , tenía un pelaje de color marrón rojizo y medía mas de metro y medio, cada una de las cabezas, contaba con afilados dientes y colmillos, mas unos endemoniados ojos rojos, llevaban también, unos collares negros con púas de metal, y sobre el lomo, algo que parecía ser una especie de montura.
Salgo de mi paralización y me pongo en posición de batalla, mientras que Annie y Grover copian mi acción, estoy dispuesto a lanzarme sobre esa criatura, cuando un grito me desconcierta totalmente.
-¡Bloody!- escucho que exclama la pelinegra con ¿alegría?.
Sale corriendo hacia aquella cosa, la cual se le tira encima, y comienza a lamerle las manos a la muchacha, quedo totalmente estático al ver como la criatura se comporta juguetonamente con ella, como si fuera un perro cualquiera.
-Ahh... te extrañé pequeño mio...- le dice mientras le acaricia frenéticamente las cabezas, como si realmente solo fuera su mascota.
-Oh, así que has llegado pequeño demonio- habla entonces la pelirojiza, de lo mas tranquila mientras sonríe de lado.
-Oye, ¿Dark no vino contigo?- preguntó la pelinegra al perro de 3 cabezas, este comenzó a gruñir levemente, como si le estuviera contestando.
-¿Le entiendes?- preguntó de pronto Annie, tan atontada como yo.
-Si, acaba de decir que Dark viene de camino, llegará en 1 hora mas o menos, así que te toca esperar- contestó la chica, mientras miraba fijamente a la muchacha de ojos color miel.
-Que bien, al fin podré verla, no quiero estar separada de ella- contestó la chica, haciendo un pequeño puchero.
-Eh... disculpen que me entrometa pero... ¿podrían explicar que está ocurriendo y quien es el perro gigante?- preguntó Grover, algo dudoso.
El gran perro lo miró fijamente con sus cabezas y le gruñó, como si estuviera por comerlo, cosa que me alteró bastante.
-Tranquilo, no va a devorarlo, solo que el huele a cabra- me dijo la chica de cabellos rojizos, algo que no se si me tranquilizó, o me inquietó mas.
-Bueno, chicos, quiero presentarles a Bloody Night, es un perro de 3 cabezas, también conocido como Cerbero, es mi guardián- habló la muchacha de ojos azules eléctricos, mientras sonreía y seguía acariciando a la criatura.
-Y... ¿quien es Dark?- pregunté yo, aun algo aturdido.
-Es mi guardián- respondió simplemente la otra otra chica.
-Ya veo...- respondí simplemente, la verdad es que no sabía muy bien que decir.
-Bueno, será mejor seguir el camino al campamento- habló la pelinegra.
-Espera... ¿planeas llevar... eso, al campamento?- preguntó Annabeth dudosa, y al parecer la bestia no se tomo muy bien sus palabras, puesto que casi se le abalanza encima.
-En efecto si, es mi guardián... pero por favor, evita llamarle... "eso", tiene sentimientos, y se molesta fácilmente- respondió la chica, mientras miraba a mi amiga algo molesta.
-Creo que lo mejor será continuar de una vez- habló la otra, y se dio media vuelta para emprender la marcha.
Observé sorprendido, como la pelinegra se subía sobre el perro, tal cual caballo, y se encaminaba en un pequeño trote al lado de su compañera.
-Esto no me huele bien...- me susurró con voz temblorosa Grover, y solo pude sonreír nervioso.
Si habláramos de quien podía ser comido primero por esa bestia de 3 cabezas, diría que Grover era el mas "sabroso" de nosotros.
En pocos minutos, llegamos al campamento, totalmente en silencio, pero pude escuchar varios gritos ahogados de unos cuantos campistas, y bueno, no los culpo, ver a una chica extraña montada en un can de 3 cabezas no es muy normal que digamos, todos tomaron automáticamente posiciones de batalla, pero al vernos a Grover, a Annie y a mi, caminar tranquilamente al lado de esas 2 jóvenes desconocidas, solo pudieron mirarnos con confusión y sorpresa mientras comenzaban a susurrar cosas entre si.
De pronto, veo como aparece Quirón, en un galope rápido acercándose a nosotros, la primera en hablar es la chica de ojos color miel.
-Tiempo sin verte... Quirón- dice en un tono burlón la chica.
-E-Eso parece, están ambas bastante cambiadas- responde el centauro algo nervioso.
-¿Que esperabas?, no nos vemos hace 2 años- respondió la pelinegra.
-¿2 años...?- pregunté yo no del todo seguro de seguir la conversación.
-Imagino que ellos no las reconocieron- habló Quirón, con una sonrisa.
-En efecto, aunque a mi parecer no estamos tan diferentes...- respondió la chica de cabello rojizo.
-Ehh... ¿nosotros las conocemos?- preguntó Grover confundido.
-Claro que si, aunque solo pasamos unos días en el campamento- respondió nuevamente la chica de cabellos rojizos.
-Permitanme presentarnos de nuevo por favor- habló la ojiazul mientras bajaba de su extravagante montura- yo soy Isabella, Isabella Montenegro, y esta señorita de aquí, es mi hermana menor, Sofia Montenegro- se presentó con una sonrisa.
No pude evitar abrir la boca totalmente, y mis compañeros estaban igual, ¿eran ellas?, ¿enserio?.
-¿Hablas enserio?- pregunté anonadado.
-Jajaja, claro que si, ¿ya no me recuerdas?- respondió nuevamente, pero esta vez, mientras me daba un abrazo, igual al abrazo que recibí hace 2 años, no me lo creía, realmente era ella.
En ese momento tan increíble, un trueno retumbó fuertemente, y escuche como Isabella suspiraba, para luego separarse y mirar a las nubes oscuras que yo no había notado asta ahora.
-Haber... ¿que te ocurre?- le preguntó a la nada, y me quedé viéndola extrañado, al igual que mis compañeros, mientras que Sofi solo soltaba una risa divertida.
-¿Disculpa?, ¿desde cuando te debo explicaciones?, ¿estar todo el día ahí arriba te ah afectado el cerebro?- habló nuevamente, pero no se con quien.
-Olvídalo, es mi amigo, hago lo que quiera, a parte, le debo la vida, deberías estar agradecido también- respondió nuevamente, era como si estuviera teniendo una charla con una voz que solo ella, y al parecer Sofi, podían escuchar.
-Para tu información, no tienes ningún derecho sobre mi, así que no vengas a decirme que me castigas, porque créeme que no te lo permito- dijo, con tono enojado, y por un momento sentí como una briza fría cubría el campamento.
-Soy yo o... a descendido totalmente la temperatura?- me susurró al oído Annie, mientras se abrazaba a si misma.
-Eso mismo estaba pensando yo- respondí sin quitarle la mirada a Isabella de encima.
-Es suficiente Bella, como sigas enojandote, acabaremos mal...- habló con tono de advertencia Sofi.
-¿Y porque me dices a mi?, si es ese viejo que me busca pelea- le respondió su hermana.
Otro trueno retumbó , y mas o menos me hice una idea de con quien discutía, pero, me parece increíble, que si realmente es quien creo que es, pueda hablarle de esa manera.
-¿Hablas enserio?, pues perfecto, veamos que tan fuerte puedes ser, vamos, desciende de tus aposentos mi señor, para así poder demostrarte que no tienes derecho a mandarme, VIEJO- dijo la pelinegra, resaltando la ultima palabra.
Entonces, un rayo callo muy cerca de donde estaba Isabella, haciendo que esta fuera impulsada a unos metros, sin embargo, antes de aterrizar, dio una pequeña vuelta en el aire, y calló de pie.
-Eso no es justo, si no apareces, no podré hacerte nada- habló, mirando sigilosamente a todos lados, Sofi suspiró, mientras se cruzaba de brazos y ponía un expresión de cansancio.
Parecía como si nosotros no estuviéramos allí, pues nos ignoraba a todos, y se movía lentamente, atenta al mas mínimo ruido, de pronto, calló otro rayo, pero esta vez, se levantó como un humo, y palidecí al ver en el lugar, a un hombre de cabellos rubios oscuros, y unos ojos muy parecidos a los de la pelinegra, se veía bastante molesto.
-Conque has decidido salir... perfecto- chasqueó los dedos, y la criatura de 3 cabezas, que se encontraba a unos metros, se acercó a la muchacha, para que en un rápido movimiento, esta se montara en el- Bloody, ¡Ahora!- ordenó con una sonrisa, y antes de verlo, el gran perro corrió veloz hacia el hombre.
Estaba estático en mi lugar, y el resto estaba igual ¿ella estaba por atacar a ese hombre?.
El, sonriendo de lado, se dispuso a atacarla, pero cuando un rayo estaba por caer sobre la pelinegra, este se... ¿congeló?, eso parece, se había congelado, para luego destruirse.
El perro paró su carrera, y vi claramente como Isabella saltaba de el para caer de rodillas al suelo, miró desafiante al hombre frente a ella, y cuando estaba por juntar ambas palmas de sus manos frente a su pecho, un estruendo se escuchó en el muelle, una ola considerablemente grande había estrellado con fuerza, sobresaltando a todos, y antes de darme cuenta, una bola gigante de agua había hecho prisionera a la pelinegra, solo una persona a demás de mi podía hacer eso, y fue lo primero que me vino a la mente.
Dicho y echo, el hombre causante del encierro a la muchacha apareció en el lugar, entre el otro hombre, y la gran bola de agua flotante.
El perro de 3 cabezas, se puso en posición, mientras miraba amenazadoramente al hombre de negros cabellos.
-Será mejor que la saques de ahí, pero ahora, si no quieres empeorarlo todo- habló Sofi, dirigiéndose a esa persona con mis mismos ojos.
Antes de que alguien pudiera decir nada mas, se escuchó un crujido, y note como cuando ambos hombres observaban aquella masa de agua, palidecían, para dar un paso atrás.
Observé en la misma dirección, y pude ver claramente, como toda el agua se iba congelando desde el centro, donde se supone que estaba Isabella, antes de notarlo, aquella esfera de agua, había sido congelada totalmente, unos filosos pinchos y púas de gran tamaño sobresalían de la superficie, la bola de hielo llena de pinchos calló al suelo, y un crujido sordo paralizó a todos, una especie de luz azulada se podía ver entre las grietas.
Una especie de explosión se produjo, esparciendo hielo por todos lados, razón por la cual tuvimos que alejarnos, era mas que obvio que si una de esas púas nos alcanzaban estaríamos en serios problemas.
Levanté la mirada, y observé a una Isabella de pie, con los puños fuertemente cerrados, y una expresión de rabia en su rostro, la capa que cubría su cuerpo había caído, dejando ver a una chica con unas jeans azules oscuros, y unas botas de cuero asta las rodillas de color negro, con un tacón de unos 7 centímetros, en la parte de arriba, se podía ver una chaqueta de cuero también negro, que le llegaba a la cintura, y abajo de esta, una blusa de color violeta, mientras que en el cuello, se podía apreciar una gargantilla negra de cuero, con hebilla plateada, casi como el collar de un perro, la única diferencia, era la rosa azul rey que lo adornaba, noté también, que llevaba en ambas manos, un par de guantes negros de cuero, era bastante delgada, y aun que no era momento para observar algo así, debo decir que tenía un cuerpo bastante bien proporcionado.
-... Eso no se hace...- habló entonces, y vi como se sacaba lentamente ambos guantes, para dejar ver unas delicadas manos pálidas, y unas uñas pintadas de color azul intenso.
Dio un par de pasos, acercándose a ambos hombres frente a ella, y noté como el césped bajo sus pies se tornaba blanco, como si tuviera escarcha encima.
En un movimiento rápido, un rayo de hielo salió de una se sus manos, ataque el cual ambos hombres esquivaron, ella se agachó, y posando sus manos en el suelo, una fina capa de hielo se espació por la superficie a toda velocidad, en dirección a sus oponentes, al llegar a destino, sobresalió en grandes, puntiagudos, afilados y peligrosos picos, por suerte, los 2 hombres habían logrado saltar, antes de que el ataque les llegara.
La pelinegra atacó otra vez, pero cuando un rayo de hielo salió nuevamente de sus manos, algo lo atravesó en el camino, logrando que este se partiera en pedazos, observamos en dirección al lugar de donde había salido aquello que había intervenido el recorrido del ataque, y vimos a una Sofi, con un hermoso arco en mano, aun en posición de disparo, la capa se había caído también, dejando ver a una chica, que llevaba unos jeans negros y unas botas café de cuero asta el tobillo con un tacos del 5, en la parte de arriba, llevaba una blusa de tela gruesa ajustada de color verde olivo y mangas largas con cuello alto, mientras que, colgando en su espalda, llevaba un carcaj circular de color verde muy oscuro, casi negro, repleto de flechas.
-Creo que es suficiente, Bella, colócate los guantes por favor- pidió con voz severa, vi como la pelinegra bufaba y se colocaba los guantes nuevamente, mientras que los 2 hombres frente a ella suspiraban con lo que creo yo fue alivio.
-Arruinaste todo...- dijo Isabella con un puchero.
-Jaja, de haber continuado, hubieras vuelto el campamento un reino de hielo- se burló Sofi con una sonrisa de lado.
-Bueno... creo que lo mejor es ir a la casa, para platicar mejor- habló Quirón, mientras se encaminaba al lugar.
Nosotros, nos miramos entre nosotros, y luego decidimos seguirlo, ante la atenta mirada de los campistas, cuando estábamos por entrar, Isabella le tocó la cabeza de en medio a su puerro, y este se encogió, quedando pequeño, para que la pelinegra lo alzara en brazos y entrara con el, cosa que nos dejo a Grover, a Annabeth y a mi, bastante sorprendidos.
Una vez dentro, todos no sentamos en los cómodos sillones de la gran oficina.
-Bueno... asumo que ustedes 3 quieren una explicación- comenzó a hablar el hombre de negros cabellos y azules ojos como los míos, mas conocido como, Poseidon.
Nosotros solo asentimos.
-Bien... bueno, que decir, haber... después de que Hermes nos llevara a mi hermana y a mi al Olimpo... nos enteramos de quien era nuestro padre- habló Isabella.
-Y... ¿quien es?- pregunté desconcertado.
-Zeus- respondieron ambas hermanas con rostro serio.
Annabeth, Grover y yo quedamos estáticos en el lugar, ¿es enserio?.
Bueno, realmente perdonen el retraso, por eso mismo, hice un capitulo mas largo de lo normal, para compensar el tiempo en el que no actualicé, espero que les aya gustado, y bueno, los veo en el próximo cap, los adoro :3 nos vemos :D byebye.