Multimedia: Dónde está la isla.
2004.
Chicago, Estados Unidos.
Los estudiantes estaban eufóricos. No había otra palabra que describiera cómo se sentían en ese momento. Iban a ir en un viaje juntos, por primera vez saldrían de su país, Estados Unidos.
—Es genial que nos hayan dado este premio por nuestras calificaciones—Dijo Anna cuando estaban a punto de subir al avión.
—Tenemos las mejores calificaciones desde primer año, muy pocas personas siguen con buenas calificaciones en su segundo año de Universidad—Mencionó Camila.
—Seguramente les sobró dinero del que nos cobran de más para poder estudiar aquí—Dijo Jackie—No creo que los maestros hayan cooperado de verdad para mandar a seis estudiantes a un viaje tan largo como lo es a Inglaterra.
—Ay Jackie, vamos a uno de tus países favoritos—Dijo Camila—Deberías de estar más contenta.
—Estoy contenta—Rio Jackie—Sólo que estoy nerviosa, jamás he viajado en avión.
—Yo he viajado unas veces—Dijo Daniel a sus espaldas cuando comenzaron a abordar el avión—Es divertido, no pasa nada.
—Sólo espero que no me dé un infarto cuando despeguemos—Dijo Jackie mientras subía las escaleras del avión.
Los seis estudiantes y los tres maestros abordaron el avión junto a los dos pilotos. No era un secreto que la universidad en la que estudiaban, fuera tan consentida por el gobierno de Estados Unidos y les dieran permisos para hacer viajes de ese tipo sin ser intercambios. Y más siendo estudiantes de medicina, eran los más consentidos.
Jackie tembló cuando uno de los empleados le quitó su equipaje para guardarlo, se sentía desprotegida.
—Aún me sorprende que mi mamá me haya dado el permiso—Dijo Mery emocionada—Jamás pensé que a mis diecinueve años estaría viajando fuera del país.
Jackie sonrió mientras decía que ella pensaba lo mismo. A sus diecinueve años lo más lejos que había ido era a Lincoln, Nebraska. Ella vivía en Chicago. No era muy lejos de ahí y había viajado en auto.
El avión estaba despegando y Jackie sentía como si quisiera vomitar. Tenía demasiados nervios. Era mejor que nadie se acercase a ella si no quería viajar varias horas con vómito encima.
***
Habían pasado unas tres horas viajando, Jackie ya había logrado calmar sus nervios, pero aún sentía algo en su pecho que le molestaba. Un sentimiento raro.
—Estamos sobrevolando el mar Atlántico—Les dijo su maestro de Histología, que tenía una pequeña obsesión con la estructura de los seres acuáticos.
Todos rodaron los ojos para después seguir con lo suyo. No era de extrañarse que llamaran Maestro pulpito a ese hombre. Después de todo, tal vez su obsesión no era pequeña, sino muy grande.
Unos veinte minutos después, Jackie vio cómo uno de los pilotos llamó al profesor que era el encargado principal del viaje. Los dos comenzaron a murmurar cosas, Jackie frunció el rostro al ver cómo el profesor se jalaba el cabello como en forma desesperada.
El piloto le dijo algo al profesor, o que hizo que se calmara un poco. Pero aún lucía muy preocupado. En una fracción de segundo, el avión se sacudió fuerte alarmando a los estudiantes, pero el Maestro pulpito les dijo que no se preocuparan. Las turbulencias eran comunes.
Pero diez minutos después el avión comenzó a sacudirse de nuevo, era la primera vez de Jackie en un avión, jamás había experimentado tales turbulencias, estaba muy asustada. Y su miedo aumentó cuando escuchó lo que el piloto le dijo al profesor.
—Uno de los motores ha tenido un corto, se ha parado sin razón, está comenzando a incendiarse—Murmuró el piloto—Pero podemos seguir viajando con un solo motor.
Jackie volteó hacia donde Camila, su mejor amiga, estaba sentada escuchando música sin inmutarse de lo que pasaba fuera de ese mundo musical. Jackie le hizo una seña para que volteara y Camila se quitó los audífonos.
—Camila, uno de los dos motores se incendió—Susurró Jackie esperando que nadie la oyera—Vamos a morir.
—No seas exagerada—Rio Camila—Los aviones pueden seguir volando con un motor.
— ¿Y qué pasa si se incendia el otro?
—No va a incendiarse, Jackie—Le respondió su amiga mientras se ponía de nuevo los audífonos—Tranquila.
Una hora más tarde, Jackie vio cómo el avión comenzó a perder altitud, pero seguía planeando con normalidad. Se le hizo extraño porque estaban en medio del mar, no había dónde aterrizar.
—Chicos—Habló el profesor encargado, del que Jackie no sabía el nombre—El avión ha estado sufriendo fallos, uno de los motores se incendió y el otro se ha apagado sin razón.
Todos se alarmaron al instante, Jackie casi se desmaya.
—No se preocupen, el avión puede seguir planeando unos kilómetros más—Dijo el profesor, Jackie vio cómo tragaba duramente, él obviamente estaba preocupado—Aterrizaremos en aeropuerto más cercano en Francia.
Los seis jóvenes comenzaron a murmurar entre sí mientras Jackie veía cómo Camila seguía dormida. Sin enterarse de lo que pasaba.
—Camila—Le susurró Jackie moviéndola para que despertara—Camila, despierta... ¡Taws!
Camila despertó al instante al escuchar su apellido. Miro a Jackie confundida.
— ¿Qué pasa? —Preguntó adormilada.
—Hemos perdido los dos motores—Le dijo Jackie un tanto nerviosa—Solamente estamos planeando, aterrizaremos en Francia al parecer.
Camila frunció el rostro y después rio.
—Buena broma, Heidfeld—Le dijo su amiga, solamente llamaba a Jackie por su apellido cuando bromeaban.
—No es broma, es enserio—Dijo ella seriamente, se podían escuchar los nervios en su entrecortada voz.
—Pero aún faltan como ocho horas para pasar por Francia, ¿el avión puede planea tanto tiempo?
—No lo sé—Respondió Jackie, sintiéndose más nerviosa.
Treinta y cinco kilómetros después, comenzó a sonar una alarma que sobresaltó a Jackie, escuchó claramente lo que el piloto le decía al profesor.
—El avión no puede seguir planeando más, ha perdido demasiada altura, aún quedan casi doscientos kilómetros para llegar a Francia—Dijo el piloto—Necesitamos encontrar tierra firme ahora mismo.
Jackie miró por la ventana, estaban demasiado cerca del mar, a unos quince metros sobre él. Comenzó a sentir cómo el aire faltaba en sus pulmones, estaba teniendo un ataque de pánico.
—Aterrizaremos sobre el agua—Habló la voz del piloto por las bocinas del avión—Usaremos los inflables para que el avión flote mientras abordamos lanchas de emergencia.
Todos comenzaron a tomar sus maletas, las cuales pondrían en otra de las lanchas amarradas entre todas las que abordaran.
Pero el aterrizaje no fue como lo planeaban los pilotos. Jackie solamente pudo escuchar un grito antes de que se golpeara la cabeza al instante que el avión se impactó en el agua, luego cayó en un desmayo.
***
Jackie sentía un ardor punzante en su pierna. El dolor era insoportable. Al abrir los ojos se asustó al no poder ver bien, todo estaba borroso. Pero sentía frío y humedad. Sentía el agua mojando cada parte de su cuerpo, y sentía un sabor salado en su boca.
Estaba flotando, podía respirar con dificultad debido a la presión que el agua ejercía sobre su pecho. Pero podía respirar.
Unos segundos después su vista se recuperó, pero seguía necesitando lentes y no los llevaba con ella. Su vista aún estaba borrosa, pero lo que era normal para ella.
Su respiración se trabó cuando miró a su alrededor con atención, estaba en medio del mar flotando. No veía el avión por ninguna parte, al menos no completo, lo único que pudo ver segundos después fue un pedazo de metal gigante que obviamente pertenecía al avión.
Unos minutos después de seguir flotando y pensando en cómo iba a morir con la herida que, no podía ver, pero que obviamente tenía en su pierna (Si no, podría morir congelada), vio algo a tal vez medio kilómetro de ella, aun necesitando lentes, era imposible que no viera semejante pedazo de tierra lleno de árboles altísimos.
Se propuso nadar hasta ahí. Tal vez podría morir si se le infectaba la herida, pero no moriría ahogada.
Nadó por lo que pareció una eternidad, se acercaba poco a poco con el terrible dolor en su pierna. Esperaba que no estuviera sangrado y no llamara a ningún tiburón.
Agradecía haber estado en el equipo de natación de la universidad, porque antes de entrar no sabía nadar.
Sintió un profundo alivio al tocar la arena de lo que parecía ser una isla. Pero no veía casas, barcos o algo que le diera señales de vida humana.
Le dolió más al verse la herida. Era una herida profunda desde el tobillo derecho hasta debajo de la rodilla, parecía que algo le había desgarrado la pierna. No se sorprendería si se desmayara en cualquier momento por la pérdida de sangre.
Se levantó con cuidado, aun quejándose del enorme dolor que sentía, y comenzó a pensar en algo que pudiera ayudarle a curarle la herida.
—Mi año y medio de estudio médico no me sirve de mucho en medio del mar—Rio Jackie sin gracia.
Minutos después decidió romper el pedazo de pantalón que se había desgarrado junto a su pierna. Utilizó todas sus fuerzas para lograr romperlo.
Se enrolló el pedazo de tela esperando que dejase de sangrar pronto. Cosa que funciono un rato después. Pero aún salía un poco de sangre y seguía doliendo mucho.
Debería lavarse muy bien lo más pronto que pudiera si no quería que se le infectase. Se levantó de la arena y comenzó a caminar a paso lento, tratando de no apoyar la pierna derecha demasiado.
Caminó un rato esperando encontrar algo, pero no sabía qué era lo que esperaba encontrar.
La isla estaba rodeada de enormes arboles de un hermoso verde. Parecía una selva tropical. Se preguntó dónde había caído.
—Cerca del trópico de Cáncer—Habló consigo misma—Maldita sea, ¿tenía que ser ese mi signo zodiacal?
Caminó un poco más hasta que se topó con una enorme palmera, esta estaba llena de bananas. Su estómago rugió, no se había dado cuenta del hambre que tenía hasta que vio esa deliciosa fruta.
—La fruta está demasiado abajo—Dijo en voz alta sonriendo mientras se acercaba a la palmera, podría agarrar fácilmente la fruta.
Pero cuando estaba a tan sólo un metro de la palmera, escuchó un sonido muy raro a su derecha, detrás de unos arbustos. Se asustó demasiad pensando en la cantidad de animales peligrosos que vivían en las selvas tropicales.
Esta vez sí voy a morir, pensó.
***
¿Qué creen que fue lo que ocasionó el ruido?
Nota importante:
Jamás he viajado en avión ni me he perdido en una isla desierta, así que perdón si algo no concuerda o no se les hace lógico jaja.
Tampoco sé si hay islas desiertas en el Trópico de Cáncer, pero como esta es una fanfiction, y todo es ficticio, la isla es inventada por mí y está a la altura de Miami y las Islas Canarias. Obviamente Jackie no sabe, ni nadie en el mundo, ya que es una isla desierta que nunca ha sido encontrada (por alguien que haya podido salir de ahí).
En multimedia pueden ver la imagen que dejé, donde marco mas o menos en dónde estaría la isla, obviamente el punto verde es mucho mayor que la extensión del territorio de la isla, pero la isla está a esa altura. Ya que la isla es grande pero no demasiado para ser vista por alguien que haya pasado por ahí.
Además la historia se narra en el 1999-2004, aunque no es hace mucho, la tecnología ha avanzado demasiado, anyway, no me pondré a hablar de ello porque tampoco soy experta, todo es ficticio y ya JAJAJA.
Pero trataré de hacerlo lo más realista que pueda, modificando cosas que deba hacer para hacer la historia.
Solamente tenía que aclarar esas cosas para que no se confundan en algo más adelante.
Las quiero.
— K.