No podía creer lo que escuchaba ¿yo embarazada? No lo creía, necesitaba pruebas y luego así poder creer. Thomas puso su rostro en mis piernas y lloraba diciéndome que lo perdonara, se me partía el corazón verlo así de asustado
- ¿Embarazada? No lo creo... ¿Por qué dicen eso?
- Cariño, estos días comiste muy excesivo y tu estado de bipolaridad ni hablemos de eso. Además ese desmayo y vomito nos dicen otra cosa. - Dijo Josefa, yo no podía creerlo, si Josefa lo decía podría ser cierto ya que ella era una mujer mayor que tenía experiencias.
- ¿Y si solo es un mal entendido... si solo estoy enferma y ya?
- Debes ir a hacerte un chequeo.
- ¡Para ti es fácil decirlo! ¿Qué le diremos a mamá? Se enfadará. - Gritó Thomas a Josefa, ella solo lo miró neutra y luego habló
- Debieron cuidarse desde un principio, ahora ustedes deben enfrentarse a las consecuencias no yo ni tus amigos... tú Thomas.
Josefa tenia razón, Thomas y yo debimos cuidarnos pero como no lo hicimos debíamos enfrentar ahora sí al mundo... a nuestros padres. Tomé de las manos de Thomas y lo hice sentarse a mi lado. No sabia que decirle, lo que sabía era que mi cabeza dolía mucho era muy insoportable e incomodo.
- ¿Qué harás? - Preguntó Fran tocando nuestros hombros.
- Le diré a mamá que necesito ir al medico para que me hagan una revisión completa.
- Tranquilo hermano, solo hay que rogar que no sea un embarazo. - Tranquilizó Dylan a Thomas - Vayamos a tu habitación necesitas descansar así te tranquilizas.
Ambos subieron a la habitación, Thomas antes de subir clavó sus ojos en los míos, ¡Dios! Estaba muy asustado y yo aún más. Tomé mi teléfono celular y marqué a mi madre, ella me atendió rápidamente y le dije que sacara turno para el doctor y que suerte tuve me dijo que su amiga estaba en su oficina y si me apuraba podía ir con las dos al doctor, entonces subí a ponerme algo de ropa cómoda y me fui hasta la oficina de mi madre con Fran.
- Entonces ¿que sucede contigo señorita? - Preguntó la doctora tirando sus llaves en su escritorio, mi mamá y Fran aguardaban a fuera a que yo saliera.
- Tuve un desmayo y antes de eso... devolví lo que comí.
- Tal vez estás un poco enferma del estomago ¿no lo crees? - «Rezo por eso» - Bien, te haré una revisión general así te quedas tranquila y puedes venir a buscar tus resultados en tres horas.
- ¿En tres horas?
- Si, con toda la tecnología de ahora podemos trabajar más rápido. - Me regaló una sonrisa.
Mamá, Fran y yo fuimos a comer en McDonald's mientras esperábamos los resultados y para hacer más tiempo fuimos a caminar en el centro comercial. Caminamos tienda por tienda recorriendo y comprando algunas cosas con la tarjeta de Mark, era mi padre asique debía gastar algo de su dinero ya que se ausento toda mi vida.
Al ver una tienda familiar sonreí y vi mi mano que estaba el anillo que me regaló Thomas, el anillo que decía "te quiero" recordé el momento cuando no dejaba de ver sus hermosos labios y las ganas de que ellos fueran míos, solamente míos.
- ¿En que piensas hija?
- En nada. - Otra vez sentía ese mareo, me apoye sobre Fran y puse mi mirada abajo. Mamá al verme así rápidamente pidió ayuda mientras Fran me ayudaba a sentarme en un banco que había cerca, una señora le dio un caramelo a mi madre para que me lo diera a mí y un poco de agua. Una mesera que trabajaba al frente de donde estábamos trajo un salero y me pusieron un poco de sal debajo de mi lengua para que mi presión volviera a la normalidad y gracias al bendito Dios poco a poco volvió.
Nos sentamos en aquel banco por unos minutos hasta que yo mejorara, mamá agradeció a las personas que le ayudaron y esas persona solo contestaron cortésmente.
- Me preocupa tu salud hija.
- Tal vez comí algo y me cayó mal.
- Mejor iremos a la clínica, ya es hora de ir a recoger los resultados de los análisis.
Esta vez mamá entró a hablar con la doctora y la acompañábamos Fran y yo, la doctora dijo que los resultados iban a llegar en unos segundos y por lo mas bendito yo no quería que esos análisis vengan rápido en manos de mi madre, rogaba a que no este embarazada porque no estaba lista a tener un bebé ni mucho menos un bebé de mi hermano, de una persona que tenía mi misma sangre y eso no era todo, lo peor era que por mi culpa y la de Thomas ese bebé iba a tener un futuro malo podía nacer con problemas ya que iba a ser un producto de dos personas con misma sangre.
Otro doctor entró a la habitación con un sobre color beige claro en las manos, se lo entregó a la doctora y después se marchó. La doctora abrió el sobre y empezó a leer el documento que traía a dentro, mi corazón se detuvo por completo cuando clavó su mirada en mí, mis manos formaron un puño y los apreté con mi pecho de lo nerviosa que estaba.
- Bien.
- ¿Qué tiene mi niña? - la doctora sonrió de lado mientras negaba con la cabeza, se quitó sus anteojos y lo dejó arriba de la mesa.
- Adelaine, _____ está embarazada. Es por eso los mareos, las nauseas y todo lo de más síntomas, síntomas de embarazo. Dime _____ ¿Cuándo debe venirte la regla?
- Debió venirme hace una semana. - Dije lloriqueando en los brazos de Fran.
Mi madre giró a verme, estaba furiosa, demasiado furiosa. Se secó las lágrimas que brotaban sus ojos y con los labios temblorosos me dijo:
- Nos vamos a casa _______ Gallaher. - Estaba muerta... de todas las formas que se podría decir... estaba muerta.