Día 1.
― ¡Annie, despiértate ya! ― gritó James.
― ¡No puedo renunciar a mis sueños, tengo que seguir durmiendo! ― exclamé, y me dí la vuelta, dándole la espalda a mi hermano.
Tras un buen tiempo molestándome, me rendí y me levanté de la cama. Mi hermano rió y le lancé una almohada antes de que saliera por la puerta.
Después de revisar que mis dos mochilas estaban preparadas, me puse una sudadera gris y unos vaqueros azules.
Cogí mis deportivas del armario y me las puse, me peiné en el baño y me recogí el pelo en una trenza.
Bajé las escaleras y entré en la cocina, donde mi madre estaba dejando el desayuno de mi hermano sobre la mesa. La saludé con un beso en la mejilla y me senté a desayunar.
Cuando terminé, fui a por mis cosas y avisé a mi hermano de que ya podíamos irnos.
― Te diría que tengas cuidado, pero ya sé que lo tendrás así que, no te metas en muchos líos, ¿vale? ― asentí y le dí un abrazo a mi madre.
James hizo lo mismo y, justo después, salimos de nuestra casa. Fuimos caminando hasta el instituto, ya que nos iba a llevar un autobús hasta el lugar de la acampada.
Al llegar, vi el autobús y entré, con la esperanza de que Skylar me hubiera guardado un sitio. Busqué, hasta que la encontré sentada en la silla al lado de la ventana.
― Anda, hola Annie. Has llegado a tiempo, y por los pelos. ― saludó, y me senté a su lado.
Miré a mi izquierda, donde acababa de sentarse alguien. Chris me sonrió desde su asiento y yo le respondí con otra sonrisa.
***
Llegamos a un sitio cerca del bosque, bajamos del autobús y observé la zona. Había exactamente seis cabañas, y vi a otros cinco autobuses en frente del nuestro, por lo que obviamente éramos seis equipos.
Seguimos al entrenador hasta una de las cabañas, y vimos cómo el resto de equipos hacían lo mismo. Se puso enfrente de nuestro equipo y tocó su silbato para que le prestáramos atención.
― Vale, chicos. Bienvenidos al campamento Cleveland. Esta será vuestra cabaña, tendréis media hora para instalaros y después iremos al comedor donde el organizador de la acampada os explicará los horarios. ― el entrenador se fue, y todos entramos corriendo para conseguir una cama.
Había dos pisos, en cada uno de ellos había dos filas de literas con seis literas cada una. Las literas estaban juntas de dos en dos para que pudiéramos dormir al lado de alguien.
Skylar y yo corrimos al piso de arriba, lanzamos nuestras mochilas a una de las literas de arriba y subimos la escalera para subir a nuestras camas.
― Escucha, Sky. ― la llamé una vez arriba ― ¿Estás dispuesta a cooperar en mi plan de acabar con Madison? ― asintió y frunció el ceño.
― Pero, ¿por qué quieres acabar con ella?
― Ella quiere "apartarme del camino" porque cree que así Chris volverá con ella, bien, pues si quiere guerra, guerra tendrá. Aunque a mí ni siquiera me guste Chris. ― rodé los ojos, ella sonrió y miré por toda la habitación, esperando que las hermanas Jones hubieran elegido el piso de abajo.
Vi a James, Chris, Luke y otro chico más correr hacia la litera que estaba al lado de la nuestra. Mi hermano y Chris subieron a las literas de arriba, mientras que Luke y el otro chico dejaron sus cosas en las literas de abajo.
Oímos un pitido y decidimos que era hora de bajar. Caminamos hasta la escalera y bajamos por ella al primer piso, y encontramos al entrenador ya en la puerta.
Le seguimos hasta un edificio y, al entrar, había una sala llena de gente: el comedor. Nos sentamos en una de las mesas y alguien dio unos golpecitos en el micrófono para que prestáramos atención.
― ¡Buenos días, amantes del fútbol! Me llamo Andrew y soy el organizador de esta acampada. En fin, ― se giró hacia la pizarra que había detrás suya. ― este será vuestro horario.
Empezó a explicarlo todo y, como era de esperar, desconecté en menos de diez segundos. Ya me explicaría Skylar todo después.
Terminó de explicar, y salimos del edificio. Nos dirigimos cada equipo hacia sus cabañas correspondientes, y me senté sobre mi cama.
Por lo que me había dicho Skylar, a las 12:00 tendríamos que ir a entrenar, y eran las 11:27, así que me tumbé y cerré los ojos.
Aunque no por mucho tiempo, ya que alguien me lanzó una pelota de fútbol en la cara.
― ¿Te apetece ir a jugar un partido, Annie? ― preguntó mi hermano.
― No, gracias, pero iré a miraros. ― le hice una señal con la mano a Sky, bajamos de las literas y seguimos a los chicos hasta las pistas de fútbol.
***
Después del entrenamiento, volvimos a las cabañas para ponernos la ropa del equipo de fútbol. Las chicas tuvimos que bajar al piso de abajo para cambiarnos y los chicos se fueron al piso de arriba. Cuando estuvimos listos, fuimos a las pistas de fútbol, donde había otro equipo hablando con su entrenador.
Nos colocamos los dos equipos en nuestros sitios, y el árbitro dio el pitido inicial.
Después de un tiempo, vi que Skylar se acercaba a la portería para quitarle la pelota a un chico del equipo contrario, luego levantó el pulgar y yo hice lo mismo.
Le pegó una patada al balón en dirección a las animadoras, y la pelota le dio en la cara accidentalmente a Madison.
― ¡Ah, pero qué haces! ― gritó, mientras se llevaba una mano a la nariz, donde le habían dado el golpe.
― Perdón, ha sido un accidente. ― se excusó Skylar, y yo sonreí. Madison nos miró con rabia y nos encogimos de hombros mientras alguien le acercaba una bolsa con hielo.
Cuando terminó el partido, en el cual ganamos 2-1, volvimos a la cabaña a ponernos nuestra ropa normal siguiendo las instrucciones del entrenador.
Haríamos un partido por día, y el resto del día sería libre para entrenar. Menos a las 10:00, a las 14:00 y a las 20:00, que serían las pausas para comer.
Después de cambiarnos de ropa, fuimos al comedor, donde nos sentamos cada equipo en una mesa. Me senté al lado de Skylar, y a mi otro lado se sentó Chris.
― Sé que lo del golpe fue a propósito. ― susurró Chris, mientras me servía un plato de pasta, y fruncí el ceño inocentemente. ― Sabes de lo que estoy hablando, te vi dándole una señal a Sky para que lo hiciera. ― Skylar se giró hacia él al escuchar su nombre.
― Fue un accidente, Parker. Le levanté el pulgar para que le quitara el balón. ― él rió y negó con la cabeza, volviendo la vista a su plato.
Cuando terminamos de comer, Skylar y yo salimos del comedor y fuimos a dar un paseo al lado del bosque.
― Tenemos que ser más discretas, Sky. ― concluí, a la vez que me sentaba sobre un tronco.
― Lo sé, pero en fin, ella no se ha dado cuenta. ― se encogió de hombros y asentí.
― ¿Tienes alguna sugerencia?
― Tengo varias ideas, pero habrá que aplicarlas sobre la marcha. Pero antes, una pregunta, ¿por qué cree Madison que quieres robarle a Chris?
― Creo que es porque nos vio al lado del río que hay en el bosque al lado del instituto.
― ¿Y qué hacíais los dos juntos ahí? ― arqueó una ceja, divertida.
― Oh, no me digas que tú también vas a empezar como Diana. ― soltó una risa. ― No entiendo qué problema hay, somos amigos.
― Vale, vale. ― levantó las manos en señal de derrota.
Volvimos a la cabaña y subimos al piso de arriba. Me senté sobre mi cama y miré la hora en mi móvil: las tres de la tarde. Miré mis mensajes y vi que me había llegado uno de Diana.
De: Naranja.
Hora: 13:47.
"¿Qué tal llevas lo de la venganza? Me hubiera gustado estar ahí :( xx."
De: Annie.
Hora: 15:11.
"Esto sólo acaba de empezar ;). Sky y yo lo llevamos muy bien, aunque ya sabes que sin ti no es lo mismo."
De: Naranja.
Hora: 15:15.
"No te pongas cursi, limón. Hablando de limones, ¿qué tal con Chris? ;)"
Giré mi cabeza y miré a Chris, el cual estaba sentado sobre su cama, grabando un vídeo con James.
De: Annie.
Hora: 15:19.
"¿A qué viene ese guiño? >:c"
De: Naranja.
Hora: 15:20.
"Bien, bien, calma, fiera. ¿Por qué no admites de una vez que te gusta?"
De: Annie.
Hora: 15:23.
"Porque NO me gusta. A ver, es atractivo y todo eso, y es muy adorable, y gracioso... y todo eso, pero, de verdad que no me gusta."
De: Naranja.
Hora: 15:27.
"¿Esto es por lo de Aaron, verdad?"
Leí su mensaje, pero no respondí y me coloqué un mechón de pelo detrás de la oreja.
De: Naranja.
Hora: 15:28.
"Lo que me suponía. Ann, tienes que entender que no todos los chicos son así. En fin, me tengo que ir, el movimiento de manos de mi madre me está poniendo ya de los nervios. Adiós, pedazo de tonta, y todo eso. ♡"
Apagué mi móvil y me tumbé sobre mi cama. ¿Y si Diana tiene razón? ¿Y si me gusta Chris pero tengo miedo de admitirlo?
Bah, deja de pensar en tonterías. Sabes que eso no es verdad.
Cerré los ojos y, sin poder evitarlo, me quedé dormida.
***
Me desperté y miré la hora en mi móvil: las 16:43. Skylar no estaba en la cama de al lado, pero, en cambio, Chris sí estaba en su cama.
― ¿Dónde está Skylar? ― pregunté, con voz ronca, y giró la cabeza en mi dirección.
― Ha ido con otra chica del equipo femenino a fuera. Ah sí, y me ha pedido que te diga que no la busques.
Suspiré y volví a tumbarme sobre la cama.
Vi que Madison subía y se dirigía a la cama de otra animadora, por lo que me hice la dormida y traté de escuchar.
― ¿Tienes los globos? ― la oí decir.
― Sí, pero tendremos que llenarlos de agua cuando estén todos fuera. ― respondió la otra chica, en voz tan baja que apenas pude oírla.
― ¿Mañana a la hora de la cena? Podemos bajar más tarde... ― susurró otra chica que reconocí como Rebecca.
De repente, dejé de oírlas y supuse que habían vuelto al piso de abajo.
― Voy a buscar a Sky. ― me incorporé, y bajé de un salto de la cama.
― Entonces voy contigo. ― anunció, mientras él también bajaba.
― No tengo cinco años, ¿sabes, Chris? ― bromeé.
― No, claro que no tienes cinco años, y tampoco tienes la menor idea de dónde está Skylar. ― bufé y Chris rió.
Bajamos las escaleras y salimos de la cabaña, seguí a Chris hasta las pistas de fútbol que estaban más lejos y vi a Sky y a otra chica de nuestro equipo pasándose la pelota.
Me dí la vuelta para darle las gracias a Chris y, acto seguido, fui corriendo hasta donde estaban ellas.
― ¿Skylar? ― llamé, y se dio la vuelta. ― Oh, perdón, no quería molestarte.
― Tranquila, no pasa nada. ― le hizo una señal a la chica, ésta asintió y la vi irse. ― ¿Pasa algo?
― Sí. ― sonreí de lado. ― Sky, la guerra comienza ahora.