Llego a la casa de su amiga, pago al taxista y bajo su mochila, tenía algo de pena llegar así, sin avisarle, pero fue de último momento, camino hasta la puerta y la llamo a su celular.
Tu: Vane, estoy a fuera de tu casa, por favor baja –Alterada-
Vanessa: ¿Qué haces a esta hora en mi casa? –Adormilada-
Tu: Es una larga historia, te la contare ahora mismo, solo déjame pasar esta noche en tu casa –Suspiro-
Vanessa: Claro, ya bajo –Colgó-
Pasaron unos minutos y llego a la puerta, su rostro estaba hinchado, como si tuviera buen tiempo dormida, subieron hasta su cuarto.
Vanessa: Ahora sí cuéntame –Se sentó en su cama-
Tu: Me vas a decir loca por lo que paso –Se mordió el labio-
Vanessa: ¿Tuviste relaciones con Frank? –Sorprendida-
Tu: Con el no –Bajo la mirada-
Vanessa: No me digas que con tu...-La interrumpió-
Tu: Pero no llegamos a hacerlo, solo fueron arrumacos y besos excitantes, aun siento sus labios –Tocando sus labios-
Vanessa: Lo sabía, sabía que pasaría esto, lo presentía –Feliz-
Tu: ¿Pero porque te alegra? Él es mi familia –Se sentó en la cama-
Vanessa: No tiene tu sangre, no es nada tuyo más que tu hermanastro, que ni hermanos de por medio hay, no tiene nada de malo, además se nota que los dos sienten algo por el uno al otro –Seria-
Tu: A ti no puedo esconder nada, tu muy bien sabes que lo amo, me hizo sentir como reina, nunca me sentí tan bien, estábamos a punto cuando le dije que no –Bufo-
Vanessa: ¡Porque! Tu muy bien sabes que lo deseas más que a nada –La empujo-
Tu: Ya lose, eso me dijo Rubén, fue como un sueño, su forma de tratarme, me dijo que cumpliría todos sus deseos con migo –Se tocó el cuello-
Vanessa: Por dios, yo nunca le diría un no a ese chico, está más que bueno –Se mordió el labio-
Tu: ¡Hey! Bájale, es mío –Cruzo los brazos-
Vanessa: Mira ____ solo te diré algo, Rubén no te va a esperar toda la vida, sé que estas aquí porque al decirle que no te fuiste sin hablar, y de seguro cuando él se había dormido ya saliste a escondidas a buscar un lugar a donde quedarte, ¿Cierto? –La miro a los ojos-
Tu: Exacto, pero ahora esta Frank, he aprendido a quererlo, es un chico especial, en verdad es un gran chico –Sonrió-
Vanessa: Pero nunca he escuchado de tu boca decir que lo amas –Seria-
Tu: Tienes razón, pero hoy Rubén nos preparó una cena, fue por una apuesta, y Frank me trato como toda una dama, es un caballero en verdad, no sé cómo pude hacerle esto –Se tapó la cara-
Vanessa: Vamos, no hiciste nada malo, ni siquiera llegaron al punto máximo –Se levantó de la cama-
Tu: No quiero volver, pero tengo que –Bajo la cabeza-
Vanessa: hagamos esto, quédate lo que resta de la noche, y mañana quiero que hables con él, se sincera –Se acostó en su cama-
Tu: De acuerdo, pero nunca le diré que estoy enamorada de él, nunca –Segura-
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Se puso de nuevo su pijama y se acostó a dormir, a la mañana siguiente, Rubén despertó, noto algo raro, no estaba ____ en la cocina, y no había oído el ruido de la regadera cuando paso por su cuarto, subió las escaleras rápido y entro a su cuarto, la cama estaba destendida, entro al baño y no había nada, recorrió los lugares por donde podría estar y no había señales de ella, regreso a su cuarto y entro a su armario, había ropa, pero había unos colgadores solos.
Rubén: ¡Maldición! –Aventó la puerta-
Salió rápido del cuarto y se fue a cambiar, tomo las llaves del departamento y del carro, bajo las escaleras de nuevo, miro el reloj, marcaban las 10 con 23 minutos, abrió la puerta y la miro, estaba por abrir la puerta ella, solo se miraron a los ojos hasta que Rubén rompió el silencio.
Rubén: Estaba a punto de salir a buscarte –Suspiro aliviado-
Tu: Lo siento, quería alejarme del departamento un rato –Paso al departamento-
Rubén: En verdad lo siento, no debí haber obligado a que...-lo interrumpió-
Tu: No es solo tu culpa, como te dije en la noche, en verdad también lo deseaba, pero no podía, nunca podre –Suspiro-
Rubén: Pero porque, como te dije, solo sería esa noche, y no habría más –La miro a los ojos-
Tu: Vamos Rubén, sabemos que una vez rompiendo el hielo entre nosotros 2, abría muchas más veces, pero nunca podre, eres mi hermanastro, eres mi familia, tengo novio, tienes novia, no podemos –Bajo la mirada-
Rubén: Claro que podemos, como me lo han dicho no tenemos la misma sangre –Levanto su mentón-
Tu: igual me lo dice todo mundo, pero esto no es por genética, es por conciencia, y por más que yo...
El timbre del departamento sonó, Rubén bufo y fue abrir la puerta, era Jannies.