POV Narrador.
'' Clarie dejó el cuchillo en el suelo y se levantó lentamente mientras veía el cuerpo de su esposo. Ella recordó las veces en las que él la maltrató y recordó las otras veces donde ambos se reían juntos a la luz de la luna.
Ya no iba a revivir esos momentos nunca más.
- ¡¿Qué hiciste?! ¡¿Clarie qué hiciste?!
Clarie escuchó la voz desesperada de su mejor amigo pero no hizo movimiento o señal alguna de prestarle atención.
Sintió un movimiento a su derecha. John se alzaba sobre el cuerpo sangriento de Mark.
No puedes dejar testigos... susurró una voz en su mente.
Clarie volvió a tomar el mismo cuchillo con el que mató a su esposo y se acercó, sin hacer ruido, al rubio. El pobre hombre no pudo darse cuenta de lo que sucedía hasta que el cuchillo le abrió la garganta.
Luego de eso, el mismo cuchillo que utilizó para asesinar a los dos hombres que amaba, se instaló en su estómago provocando una herida extremadamente sangrante.
Clarie murió sobre los cuerpos de sus amados, en un río de sangre. ''
- Vanessa, ¿puedes dejar el libro un segundo? Quiero que hablemos de esto, estoy cansado de que evites el tema.
Vanessa suspiró con cansancio y bajó el libro para mirar a su novio fastidiada.
- ¿Sabes Stiles? No es lindo y cómodo escuchar como te hablan cuando estas en medio de un asesinato literario. - Levantó el libro y lo sacudió levemente.
Stiles sonrió.
- ¿Asesinato literario? ¿Quién murió?
- En realidad, los tres protagonistas principales. En conclusión, todos.
El chico se cruzó de brazos y la miró ceñudo.
- ¿Como puedes leer un libro que termina así? Quiero decir, esos escritores esperan a que te encariñes con cada uno de ellos para asesinarlos de la manera mas sangrienta posible. Son básicamente encarnaciones del mal.
- ¿Sigues mal por las muertes de Harry Potter? - Preguntó la chica intentando ocultar su diversión.
- No sé porqué leí esos libros, la mujer es una completa asesina a sangre fría. - Bufó.
Vanessa rió levemente para luego dejar el libro en la mesa y sentarse a su lado, mientras abrazaba su cuello. Ella dejó un pequeño beso en la mejilla de su novio antes de hablar.
- Bueno, hay personas que somos más fuertes y podemos leer estas clase de libros. Pero siempre está esa clase de gente como tú que llora por todo. - Se burló con una sonrisa.
Él arqueó una ceja y la miró con falsa molestia. Tomó las caderas de la chica y la subió a su regazo. Envolvió los brazos en su cintura mientras hablaba, con algo de molestia, pero Vanessa sabía que estaba divirtiéndose. Se notaba ya que intentaba ocultar una sonrisa.
- ¿Me estás diciendo débil?
- Te estoy diciendo debilucho. Acéptalo Stiles, lo eres. - Le dio pequeños besos en los labios, él habló entre beso y beso.
- Entonces. Deberías. Dejar. A. Este. Debilucho. ¿No?
- Sí, debería... pero no quiero.
Stiles sonrió y dejó de darle pequeños besos para besarle de una manera mas suave y tierna.
- ¡Siempre lo mismo Stilinski! ¡Lo quiero a unos metros de la niña ya! - Una voz enojada retumbó por la habitación.
Stiles se separó tan bruscamente de Vanessa, que en un mal movimiento, la chica cayó al suelo de culo.
- ¡Vanessa! - Gritó sorprendido y algo arrepentido para luego cambiar el tono de voz a cansado y molesto. - ¡Tú...!
La enfermera le sonrió con falsedad y miró con odio al chico desde el marco de la puerta.
- Vanessa tienes visitas. Vamos, salgan ambos.
- Ya voy, ya voy... - Murmuró la adolescente mientras se levantaba y se sacudía el culo con ambas manos. Diablos, dolía. - Tú ve yendo, estaremos allí en unos minutos.
- Nada de eso, ambos vienen ahora mismo. O por el contrario, Stilinski me acompañará y ambos esperaremos a que salgas.
Stiles la miró feo e iba a ayudar, a su novia, a sacudirse el trasero pero una mirada de advertencia de la mujer hizo que sacara las manos rápidamente. Sí, su novio le tenía algo de miedo a la mujer cuando le miraba así, ¿pero como no estarlo? Si de por si esa mujer ya impone respeto, con esa mirada te deja aterrado.
Vanessa bufó con cansancio y ambos salieron algo enojados.
El enojo de la chica se esfumó de repente al ver a la persona en la recepción hablando con su hijo.
- ¡Melissa!
Vanessa corrió hacia ella y la madre de Scott McCall la recibió con los brazos abiertos y una sonrisa tan grande como la de la chica. Ambas se fundieron en un enorme abrazo.
Desde que fue internada en Eichen House, Vanessa no había visto a la madre de Scott ni una sola vez.
Al principio se enojó y se entristeció por ello, pero Stiles y Scott la consolaron y explicaron que la mujer estaba trabajando extra para pagar las cosas en la casa. Así que lo entendió, aunque en su interior siga doliendo un poco.
Melissa la abrazó con fuerza y la chica le correspondió con felicidad.
Luego de unos minutos, un carraspeo las interrumpió.
- Bien, no sé si sentirme algo celoso ahora mismo... - Habló Scott con una pequeña sonrisa.
Vanessa rió y se lanzó a abrazarlo poniéndose de puntillas. A los cinco segundos unas manos los separaron, acompañado con una risa algo falsa.
- Bueno, creo que ya quedó claro...
La paciente de Eichen House rodó los ojos hacia Stiles, y sus celos, para luego ver a Melissa de nuevo.
- Te extrañé mucho.
- Yo también niña, me siento algo sola en la casa ya que-...
- ¡Mamá!
- Scott, déjame terminar. Me siento algo sola ya que me había acostumbrado a tu presencia. Era lindo tener a otra mujer en casa y ya sabes como es Scott... - Le lanzó una mirada significativa a Vanessa en la última parte.
Ella rió levemente mientras su hijo la miró indignado.
- ¡Mamá!
- Lo siento cielo, pero admite que es verdad.
Scott solo rodó los ojos y se cruzó de brazos. El novio de la adolescente rodeó sus hombros en un abrazo mientras asentía con la cabeza y le mandaba una mirada comprensiva a Melissa. Scott le proporcionó un codazo, del cual Stiles se quejó como niña, y se separó con una mano en sus costillas y una mueca de dolor exagerada.
- Ven Melissa, tenemos mucho de lo que hablar. - Vanessa la tomó del brazo y la condujo a los jardines de Eichen House.
Los chicos las siguieron por detrás.
POV Vanessa.
- ¿Así que... cómo estas?
Una mueca de inseguridad y algo de tristeza inundó el rostro de la madre de Scott y yo maldije mentalmente por la pregunta. Era algo común preguntar eso pero era difícil responder. Así que yo siempre respondía lo mismo, tan mecánicamente, que no parecía verdad.
Y no lo era.
- Bien.
Stiles bufó y miró a otro lado cruzándose de brazos, ignoró la mirada molesta que dirigí en su dirección.
- Vanessa, no tengo que ser un hombre lobo para escuchar el sonido de tu corazón. Estas mintiendo. - Me retó Scott y me miró seriamente.
- No, no, en serio. Estoy bien.
- Ya, pregúntenle alguno de los dos por lo que le hacen aquí. Estoy seguro que recibirán la misma respuesta que me da a mi siempre. - Murmuró enojado Stiles.
- Stiles, es suficiente. Yo-...
- ¡No es suficiente, Vanessa! Me preocupo por ti, quiero saber lo que te hacen, quiero saber si hay algún problema, si te quieres ir-...
Scott puso una mano en el pecho de su amigo para detenerle, ya que mientras más hablaba con exasperación y enojo, más se acercaba a mi posición.
- Stiles, contrólate.
Stiles miró a su mejor amigo con impotencia y una sola mirada de parte de Scott bastó para que tomara aire intentando contener su enojo.
- Lo siento, yo solo... - Suspiró con cansancio. - lo siento.
Bufé y asentí levemente aceptando las disculpas de Stiles.
No era la primera vez que el chico me hacía esa pregunta... y no era la primera vez que contesto lo mismo o evitaba darle una respuesta sincera.
No lo culpaba, estaba preocupado. Si yo estuviera en su lugar y él en el mio, creo que le sacaría la verdad a golpes incluso. Pero Stiles no me obliga a abrirme con él... no, él me apoya y me espera con mucha paciencia. Demasiada, diría yo.
Él tendría que darse cuenta pronto que no iba a decirle nada, por más que espere, no lo haré.
Y no es porque no le tengo la suficiente confianza. Era porque no quería que él se preocupe más de lo que está.
Bien, sé que mantener en la duda a Stiles Stilinski era como torturarlo de hambre. El chico era el mar de curioso. Pero sabía que si se enterada de los... horrores que me hacen en Eichen House, demandaría al lugar, me secuestraría, o haría simplemente una de sus tantas locuras, características de él.
Y yo no podía permitir eso.
Tenía que quedarme en Eichen House para evitar hacerle daño a alguien. Alguien a quien aprecio, como mis amigos y manada.
- ¿Por qué no quieres decirlo, Vanessa?
Levanté el rostro cuando Scott McCall interrumpió mis pensamientos bruscamente. El chico me miraba con seriedad y preocupación.
- ¿Decir qué? No hay nada que decir.
- Tu corazón aceleró desde el ''no''. - Murmuró el hombre lobo cruzándose de brazos y levantando una ceja inquisitiva.
Maldije mentalmente por perder el control.
- Debes haber escuchado mal, estoy diciendo la verdad.
Scott y yo compartimos un duelo de miradas por unos segundos demasiados largos. Al final yo gané cuando mi alpha soltó un suspiro de derrota. Sonreí, pero oculté mi sonrisa rápidamente.
- Solo... cuando estés lista de decirnos la verdad, todos estamos allí para escucharte. En especial Stiles y yo, debes saberlo.
Miré a ambos chicos con ternura. Sí que tenía una buena familia.
Melissa McCall era como la madre que nunca tuve, el sheriff Stilinski era como un padre para mi, Scott era como un hermano mayor y Liam el menor. Stiles era mi novio. Eran una buena familia, la verdad.
Por lo menos en mi mundo de fantasía, si lo era.
- Lo sé. Gracias chicos.
Scott se mantuvo pensativo por unos minutos, mientras yo hablaba con Melissa de estupideces, hasta que habló con algo de seriedad.
- ¿Nos podrían dejar un momento? Quiero hablar algo con Vanessa.
Melissa miró a su hijo con curiosidad pero luego de unos segundos asintió y comenzó a alejarse. Se detuvo cuando vio que Stiles no se movía del lugar y nos miraba con algo de curiosidad y enfado. Estaba segura que estaba enfadado por que lo estamos ''excluyendo'' de la charla.
- ¿De qué tienen que hablar ustedes dos? - Entrecerró los ojos en nuestra dirección mientras hablaba.
- Nada importante, ve Stiles.
El chico ignoró las palabras de su mejor amigo.
- ¿Entonces por qué no puedo escuchar?
Scott bufó y miró a su madre en busca de ayuda. La mujer entendido rápidamente y tomó a Stiles del brazo mientras lo arrastraba con ella.
- ¿Sabes Stiles? Creo que es hora de que ambos tengamos una charla sobre confianza...
Sonreí con diversión ante las palabras de Melissa. Stiles solo la miraba confundido. Lo que le espera a ese chico... pensé divertida mientras los veía alejarse por un pasillo.
- ¿Qué sucede Scott? - Pregunté luego de perderles en una esquina.
- Quiero que me digas lo que te hacen aquí.
Scott se cruzó de brazos y me miró con seriedad. Incluso alzó el mentón torcido que tiene para intimidar un poco mas. Le miré con enojo.
- No intentes presionarme, no diré nada porque no está pasando nada. Este lugar es como todos los demás, si quieres saber los detalles incluso puedes preguntarles a Stiles o Malia, ellos pasaron lo mismo que yo.
Caminé a una banca mientras le daba la espalda, sabía que iba a seguirme. Y así lo hizo, se sentó a mi lado.
- Vanessa-...
- Scott, en verdad no tengo ganas de hablar de esto.
- ¡Pues yo si! Todos estamos preocupados, Vanessa. No solo Stiles y yo, todos estamos preocupados por lo que te hacen aquí dentro. Y sabemos gracias a Stiles y Malia que no es especialmente lindo.
- ¿Y desde cuando es especialmente lindo un loquero? - Pregunté con sarcasmo.
- Sonaste tanto como tu novio con ese comentario... - Sonreí levemente al escuchar su pensamiento en voz alta. - Pero estoy hablando en serio. Le pedí a Stiles y a mi madre si se podían ir para dejarnos tiempo, a solas, así tal vez... tal vez me digas lo que te sucede.
Miré el suelo pensando en la opción de contarle todo.
De contarle como no puedo dormir bien en las noches, que en cuarenta y ocho horas solo pude dormir cinco. Del dolor que recibo con cada tratamiento, porque al ser una criatura sobrenatural mis tratamientos eran distintos a los de los demás. Mas doloroso.
En realidad ni siquiera debería recibir visitas ni andar por los pasillos, o estar en mi habitación, con mi novio. Eso es un beneficio que me encargué libremente de concederme gracias a mis ''dones'' de hipnotizar a las personas.
Tomó un tiempo pero logré hacerlo.
- Yo... en verdad no quiero hablar de eso, Scott. No es que no confíe en ti o en alguno de ustedes, Stiles es mi novio y lo amo pero... no quiero sacar toda la mierda a flote. No quiero que sepan nada, no es algo que no pueda manejar igualmente. Por favor, solo déjenme estar en silencio con respecto a esto.
Miré a Scott con esperanza, buscando su ayuda. Sabía que si él les decía que lo dejen, ellos lo iban a hacer. A regañadientes, pero lo iban a dejar estar.
Scott suspiró, con tristeza y cansancio, antes de frotarse el rostro con ambas manos y hablar.
- ¿No puedo hacerte cambiar de opinión, verdad?
- No lo creo, no.
Ambos nos quedamos unos segundos en silencio incómodo antes de que lo cortara mi alpha.
- Mierda, Vanessa... ¿es tan jodido como para no querer decirlo?
- No en verdad. Como te dije antes, puedo soportarlo, solo les pido que dejen de insistir con el querer saber. Hay veces en las que es mejor no hacerlo, este es uno de esos casos. Les prometo que estoy bien, en serio.
- Bien, yo... lo pensaré.
- ¡Scott!
- De acuerdo, de acuerdo. Hablaré con los chicos para que dejen ser el tema. ¿Cada cuánto vienen, por cierto?
- Stiles viene todos los días-...
- Obviamente. - Me interrumpió con diversión mal disimulada. Lo ignoré.
- Liam y Mason vienen de vez en cuando. El Sheriff acompaña a su hijo cuando puede, ya sabes, por su trabajo. Aunque estoy intentando que ambos permanezcan en su casa, necesitan tiempo a solas también. Bueno... tú vienes a veces y Kira vino a saludarme antes de irse a Nueva York.
Inmediatamente el rostro de Scott se transformó ante el nombre de la pelinegra.
- Por cierto... ¿qué pasó con ustedes? - Pregunté con curiosidad.
- ¿Que pasó con qué?
- No te hagas el tonto. - Rodeé los ojos.
- En serio no se de lo que hablas, Vanessa-...
- Scott, mira-...
- ¿Ya terminaron su pequeña charla privada? Esa charla de la cual no me quieren contar, porque aunque sea de algo sin importancia aún así no puedo saber. - Habló una voz enojada a nuestras espaldas.
Ambos nos dimos vuelta para ver a un Stiles cruzado de brazo y con una sonrisa falsa. El chico apestaba a indignación, enojo y algo de celos.
Idiota.
Miré a Scott fastidiada, él solo rodó los ojos a su mejor amigo y se hizo a un lado dejando un lugar en el banco. Stiles no perdió la oportunidad y saltó para acomodarse en medio de ambos, pasando los brazos por nuestras espaldas.
- ¿Y? ¿Decidieron contarme lo que ocultan?
- No. Deja de ser tan idiota. - Me acerqué y le di un pequeño beso en la mejilla.
Stiles abrió la boca para quejarse pero, gracias a todos los dioses, fue interrumpido por la llegada de Melissa. Ella suspiró con cansancio mientras veía al chico.
- Stiles, ¿no escuchaste nada de lo que te hablé, verdad?
- No, nada de nada.
Melissa levantó las manos y susurró un ''Lo he intentado'' mirando al cielo con derrota.
Scott y yo reímos ante la escena. Miré a Stiles y en ese momento nuestras miradas conectaron, él me dio un pequeño guiño con una sonrisa torcida. Mi novio no iba a cambiar nunca.
Y esperaba que nunca lo haga.
POV Scott.
Dos horas después, cerré la puerta de la casa con llave antes de darme vuelta a ver a mi madre en el salón.
- Me alegra haber vuelto a ver a Vanessa, la extrañaba mucho. El hospital en cualquier momento va a acabar conmigo. - Bromeó mientras se dirigía a la cocina.
Sonreí levemente pero en realidad lo hacía por cortesía, no me gustaba que mi madre trabajara mucho. Pero no podía evitarlo, era mayor y era su vida.
- Me alegra que me hayas acompañado, ella ha estado... distinta. Creo que el verte la ha alegrado un poco. - Murmuré mientras me cruzaba de brazos en la puerta y la veía empezar a cocinar la cena del día.
Mi madre se detuvo y miró la mesa por un momento antes de hablar.
- No es la misma de antes, ¿verdad?
- No. No lo es. - Suspiré con tristeza mientras bajaba la mirada al suelo. - Pero en realidad nadie que ha ingresado y/o salido de Eichen House lo es. De una manera u otra, ese lugar... los cambia. Stiles no lo nota, pero lo cambió a él también. Ya nada es como antes.
- Scott, ¿de verdad piensas, que a estas alturas del juego, iba a ser algo como antes?
Levanté la mirada hacia mi madre, ella me miraba con algo de compasión.
- No... lo deseaba, pero no lo creía.
Mi madre asintió antes de acercarse a mi y acariciar mi mejilla.
- No te preocupes, todo va a estar bien. Ella va a salir de ese lugar y todo estará bien. La ayudaremos a que vuelva a ser parecida a lo de antes, no va a ser igual, pero podemos intentarlo. Siempre podemos.
- Tengo miedo si el lugar le haya afectado para mal.
- ¿Qué quieres decir?
- Stiles cuando salió de allí... lo intentaba disimular pero... no lo sé, algo fue distinto. No solo por el Nogitsune, si no por su estadía en Eichen House. Sigue siendo sarcástico y algo torpe pero... una seriedad desconocida se apoderó de él. No tiene nada que ver con madurar, si eso es lo que piensas. - Aclaré cuando vi las intenciones de hablar de mi madre. - Es... algo más. Como si un pequeño vacío se hubiera quedado dentro.
Luego de mi explicación todo quedó en silencios por unos segundos, el ambiente se notaba tenso y pesado. Sacudí mi cabeza ante tales pensamientos y levanté la mirada con una sonrisa hacia mi madre.
- Olvida que te dije eso, son solo tonterías mías. Iré a darme un baño antes de la cena.
Sin esperar contestación me encaminé hacia la escalera sintiendo la mirada de mi madre en mi nuca.
Pero no me di vuelta a comprobarlo.