Y sí, tal vez no me encuentres
en el momento,pero siempre
estaré contigo cuando lo necesites.
Te querré como el latido
a mi corazón,
un tierno y cálido amor.
Una caricia con vientos melodiosos,
llenando con paz tu dulce entorno,
te veré en las estrellas saltarinas
que se iluminan al escucharte brillar.
Solo queda esperar
a que algún día
nos volvamos encontrar.
El tiempo y el espacio
se reconciliarán
cuando nuestras miradas
se vuelvan a encontrar.
Ese día festejarán en compañía
con radiantes impactos de alegría,
iluminando la tierra repleta de algarabía.