Forbidden Passion

بواسطة DrxmaQuexn

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Supongo que esto es amor. No puedo fingir. No puedo fingir algo que es real. Quiero pelear contra esto... Per... المزيد

|PRÓLOGO|
|CAPÍTULO UNO|
|CAPÍTULO DOS|
|CAPÍTULO TRES|
|CAPÍTULO CINCO|
|CAPÍTULO SEIS|
|ADELANTOS|
|AVISO IMPORTANTE|
|CAPÍTULO SIETE|
|CAPÍTULO OCHO|BONUS JILL|
|CAPÍTULO NUEVE|BONUS BILLAN|
|CAPÍTULO DIEZ|BONUS PINECEST|
❤Aviso❤
❤AVISO x2❤
Buenas y malas noticias.
|CAPÍTULO ONCE|
|CAPÍTULO DOCE|
Se acabó.
|CAPÍTULO TRECE|
|SPAM|
|CAPÍTULO CATORCE|
CUMPLEAÑOS
|CAPÍTULO QUINCE|
|CAPÍTULO DIECISÉIS|
|CAPÍTULO DIECIOCHO: FINAL|

|CAPÍTULO CUATRO|

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بواسطة DrxmaQuexn

«Dipper»

Tres de la madrugada y no podía dormir bien, estaba cruzado de piernas en sobre mi cama, abrazando una almohada y recargándome en ella.

—¿Qué está pasando contigo Dipper? —hablé conmigo mismo, soltando la almohada y llevando mis manos a mi cabeza.

Esa pregunta rondaba por mi cabeza ¿Cómo me atreví a jugar con Mabel? ¿Perder la cordura con ella? Soy un enfermo, un jodido enfermo.

Y luego estaba Dylan, también estaba jugando con ella. ¡Estaba jugando con dos chicas! Soy un asco. Todo era más sencillo cuando ninguna de las chicas me hacía caso...

¡Pero ese no era el puto problema! El puto problema era el enfermo hecho de haberme metido con mi hermana...

Pase mis manos por mi cabello alborotándolo.

¿Qué sentía por ella... por Mabel?

Bueno... tenerla cerca últimamente me hacía sentir raro... estúpido. Me alegraba verla todas las mañanas, me encantaba verla a mi lado y oler su delicioso perfume de frutilla que siempre lleva puesto.

¿Qué sentía por Dylan?

Dylan es una chica realmente atractiva... siempre lo ha sido. Verla hoy también me ha hecho sentir lo que siento por Mabel... realmente estúpido pero... con ella es diferente. No es prohibido, no es enfermo. Ella era linda y siempre olía a vainilla y coco...

—Mierda que frustración.

Me recosté de vuelta en mi cama, aplastando la almohada contra mi rostro.

—¿Es acaso tan difícil decidir? —pregunte hacia la nada.

Tengo que aclarar todo.

[...]

Desperté. Rayos, me había quedado dormido.

Me levanté de la cama, me puse mis zapatos y bajé a la cocina por algo de desayunar, pero alguien se me adelantó.

—¿Mabel? —pregunté entrando a la cocina, encontrándome a mi gemela terminando su desayuno, dispuesta a salir de la cocina.

Al levantar la mirada, dio un leve respingo.

—Ah... Eres tú —habló fría, me dolía cuando usaba su tono frío conmigo.

—¿A qué hora te has levantado? —pregunté.

—Hace unos minutos —asentí—. ¿Te puedes quitar? Me voy a mi cuarto a desayunar.

—P-Pero ¿No vas a desayunar en la mesa?

—No gracias, no quiero estar contigo en la misma mesa.

Esas palabras me dolieron.

—P-pero ¿Por qué? ¿Yo qué hice?

"Que estúpida pregunta, Dipper."

Mabel me miro con cara de indignación.

—¡¿Encima preguntas?!—exploto—. ¡Eres la peor persona del mundo, Dipper!—se acercó a mí y me empujo —. ¡Eres un idiota!

—¡Auh! —hablé cuándo comenzó a golpearme.

—¡Eres un estúpido! ¡Te odio idiota! —Antes de que volviera a dar otro golpe, atrapé sus manos—. Suéltame Dipper.

—No hasta que me escuches.

—¡No pienso escucharte! —se logró zafar de mi agarre y subió las escaleras a gran velocidad, seguido de un portazo.

No me faltaron pies para ir atrás de ella.

—Por favor, Mabel. Tienes que escucharme.

—¡Déjame en paz, no quiero verte!

Pase mis manos por mi cabello y lo alborote. Mire al techo tratando de buscar una idea para que Mabel acepte hablar conmigo.

Hasta que recordé.

"La llave."

Baje corriendo a la cocina y busque entre los cajones buscando llave del cuarto de Mabel. Al encontrarla corrí nuevamente hacia su cuarto, inserte la llave y entre.

—Esto no se puede quedar así.

—¿¡Qué estás haciendo aquí?! —chilló cuando me vio entrar.

—¡Me debes escuchar!

—¡No, no debo! ¡Ni quiero! —Se levantó—. Si no te vas tú, me voy yo.

Sonreí, aunque se enfadara conmigo no dejaba de ser tan tierna.

—Oh no lo harás querida —la tomé de la cintura.

—¡Dipper suéltame! ¡No quiero hablar contigo! —comenzó a forcejear para liberarse de mi agarre.

—Hablaremos, quieras o no —la senté en el inicio de su cama.

Ella rodó los ojos y se cruzó de brazos.

Me acerque a la puerta del cuarto y la cerré. Suspire y me gire para verla a los ojos.

—Mabel... lo de ayer yo... en serio lo siento...

—Yo también lo siento —me interrumpió—. Siento haber creído que entre tú y yo... siento pensar que tú sentías... —agacho la cabeza y una lágrima se le escapaba—. Lo mismo que yo siento por tú.

Mi corazón se estrujo al oírla decir aquellas palabras.

—Pero bien —rio levemente quitando las lágrimas, aunque era en vano, aún seguían cayendo de sus ojos cafés—. Era obvio que no podías sentir lo mismo por mí, digo, mírame—se señaló—. Es más perfecta Dylan que yo.

—Hey... —atrapé su rostro con mis manos —No digas esas cosas de ti Mabel, tu eres perfecta, incluso más que eso —sonreí quitando con mis pulgares las lágrimas de sus mejillas.

—Decir eso no significa que pueda perdonarte —murmuró entre dientes, haciendo que me alejara de ella —No necesitabas ilusionarme Dipper.

Se levantó y salió de la habitación.

Suspire. ¿Por qué tenía que ser tan difícil hablar con ella?

Ah ya recordé... porque es una Pines.

—Tengo miedo ¿De acuerdo? —Dije siguiéndola—. Mabel yo... yo no quiero que te hagan daño por lo que podría o no pasar entre nosotros dos. Yo... yo realmente quiero algo contigo. Yo... yo siempre he querido que tú... que tú y yo... ya sabes —jugué con las manos al no poder explicarme—. Pero te conozco y sé que te afecta lo que las personas dicen de ti... ¿En serio crees que no van a hablar de nosotros si estamos juntos? ¡Somos hermanos! Todo el mundo lo sabe... vamos a estar en boca de todos... y no en realidad a mí no me importa, pero sé que a tú si...Ella paró en seco, deteniendo su paso y consigo yo.

—Dipper...

—No es una jodida broma si es lo que piensas Mabel —hablé—. ¡Nada de lo que te he dicho es una broma! —Cerré los ojos—. ¿¡Es que acaso no puedes creer en mí esta v...?!

Fui interrumpido, interrumpido de una forma que pensé no volvería a pasar.

Los labios de mi hermana contra los míos, moviéndose lentamente, fundidos en nuestro propio mundo.

Lo demás desapareció para nosotros, sólo estábamos ella y yo.

Suspire estúpidamente y la atraje más a mí. Su perfume a frutilla me inundaba las fosas nasales, ella era hermosa, sus labios deliciosos, adictivos y eran míos.

Baje mis manos hasta sus muslos y los apreté incentivándola a que salte y enrede sus piernas en mi cintura.

Nos separamos un rato por la falta de oxígeno y sonreímos.

—Eres un... torpe —dijo con la voz agitada y sus perfectos labios rojos.

—Tú lo eres más. —sonreí.

La volví a atraer a mí para besarla nuevamente pero esta vez con más intensidad

Ella enredó sus dedos entre mi cabello, jugando con él.

Deslicé mis manos hasta su cintura de una manera sigilosa, marcando su figura perfecta.

—D-Dipper —jadeó cuando me separé de sus labios, bajando mis besos hasta su cuello.

—Shhh... Déjate llevar Shooting Star —ella rio, inclinando su cabeza hacia atrás para tener más acceso a su cuello.

Empecé a besar cada parte de su cuello y a mordisquear cada parte de aquella piel prohibida. Me encantaba, era como una droga, era como estar en las nubes. Se sentía tan bien pero a la vez tan prohibido.

Avance unos pasos hasta entrar a su cuarto y cerré la puerta con mi pie. Camine hasta la cama, sin dejar de besarla, y luego me senté en ella para echarme lentamente con ella aún encima mío.

—¿Esta vez no escaparás niño lindo? —dijo entre besos mi hermana.

—No, a menos que quieras —susurré seductor—. ¿Eso quieres?

Ella negó, mordiendo su labio inferior, maldición, lo hacía a apropósito.

Volví a besarla, más intenso, más caliente, y más prohibido.

Ella con dificultad pudo quitarse la parte superior de su pijama, lanzándola por algún lugar de la habitación.

Sonreí recorriéndola con la mirada, podía volver a apreciarla como ayer.

—Te hace sentir como una princesa —dije mirándola de arriba abajo.

Me separe un poco de ella y me empecé a quitar mi camiseta. Pude notar como sus mejillas se encendían y sonreí.

—Eres preciosa —dije apretándole una mejilla.

Su sonrojo aumento aún más. Me separe de ella y lentamente me empecé a bajar los pantalones.

La mirada de Mabel me comía con la mirada, reí ante su acto ya que sus mejillas estabas rojas.

—¿Quieres ayudarme? —dije cínicamente.

Ella rio nerviosa, ayudándome a quitarme mis jeans.

Me iré a ella, besando sus labios una vez más, eran tan suaves, eran tan deliciosos, eran tan prohibidos.

Sentí el bulto crecer entre mis boxers y dolía, realmente me dolía.

—Parece que Little Dipper está feliz —dijo de una manera coqueta.

Reí.

—No sabes cuanto

Volví a besarla y a pasar mis manos por todo su delicioso cuerpo. Sus dulces gemidos se escuchaban por todo el cuarto, lo que me excitaba más.

—Dipper... —susurro de una manera sexy.

—¿S-sí?

Solté un suspiro al sentir como su mano jugaba con mi miembro. Varios suspiros se me escaparon, cerré los ojos disfrutando de aquella sensación.

—¿Se siente bien, eh? —rio, yo simplemente asentí con dificultad.

Gemidos salían de mis labios, desde jadeos hasta gruñidos de parte mía.

—M-Mabel... —suspiré.

—¿Si? —dijo con una sonrisa inocente.

Las palabras no podían salir de mi boca, los gemidos no me lo permitían.

—¿Excitado Pine Tree? —No respondí—. ¿Ahora no respondes eh? Bien —sonrió, levantándose de la cama.

Me sorprendí ante eso.

—¿M-Mabel? —La llamé —¿Q-Que estás...?

—Te dejo con las ganas Dippy, eso hago —la miré atónito—. Voy a dar una vuelta querido, nos vemos luego —me besó, mordiendo mi labio inferior y con una de las manos, apretó mi miembro duro.

Un gemido de mí y una sonrisa satisfactoria por Mabel.

Agarro un poco de ropa y salió corriendo de su cuarto.

Parpadee varias veces y me empecé a reír como idiota.

"Bien jugado, Mabel. Bien jugado."

La puerta de la casa sonó. Al parecer de verdad había salido y yo me había quedado con la erección más grande que he tenido en mi puta vida.

Mire mi erección y suspire.

No puedo creer que vaya a hacer esto.

Baje mi mano lentamente hasta mi miembro duro y empecé a jalarlo lentamente. Arriba y abajo, cada vez más rápido. Tire mi cabeza hacia atrás... estaba a punto de llegar.

Pero el sonido de mi celular me asusto haciendo que quite mi mano inmediatamente de miembro.

Mire la pantalla: Número desconocido.

Arquee una ceja y conteste.

—¿Hola? —nadie contesto —. Emmm ¿Hola? —Nada—. ¿Hay alguien?...

Me encogí de hombros y corte.

«Juliette»

Cortó la llamada antes de que pudiera responder, ¿Por qué no hable?

—¿Contestó? —Preguntaron detrás de mí yo asentí —. ¿Y por qué no respondiste?

Me iré a él y bajé la mirada

—Will... no quiero hacer esto —murmuré—. Pero tampoco quiero perder a mi hermana.

Sus brazos me rodearon, abrazándome. Acepté el abrazo, escondiéndome en su cuello, me sentía protegida con él.

—Ya no sé qué hacer para cumplir lo que quiere Bill—murmuré—. No quiero hacerlo Will.

Me separé de él.

—Sé que no quieres Juli —corrió los cabellos que cubrían mis ojos—. Y sé que no quieres perder a Dylan.

Mordí mi labio inferior, no quería llorar, no ahora.

—Créeme que he hecho todo lo que he podido para convencerlo. Para que olvide el trato pero... —agacho la cabeza—. Lo lamento no puedo. Él es muy poderoso...

El silencio se hizo presente. Suspire frustrada.

—No debiste hacer un pacto con él.

—¡No tenía otra opción, Will! —grite alterada—. Era eso o perder a mi hermana. ¡Vendería mi vida al diablo por mi hermana! ¡Tú no sabes todo lo que ella sufría! —Varias lágrimas cayeron por mis ojos—. Esa maldita leucemia pudo haberla matado.

—Prácticamente... si vendiste tu alma al diablo.

Lo mire unos segundos.

—Tus bromas estúpidas no sirven de nada... lo que tengo que hacer ahora es hallar la forma de destruir a Dipper Pines.

—Piensas destruir a Dipper Pines... ¿Juntándolo con tu hermana?

—Ya sabes lo que dicen: Maten cerca a tus amigos y aún más cerca a tus enemigos.

Él asintió.

—¿Y estás segura de que funcionará, Juliette?

Miré hacia la nada.

—No, no lo estoy Will.

—¿Y por qué lo haces?

—Primero, si no lo destruyo pronto, Bill puede llevarse a Dylan, o inclusive matarla —mostré mi dedo índice—. Y segundo, no pierdo nada con intentarlo.

Will miro a ambos lados, se le notaba nervioso. Aunque, realmente él es así. Tímido, creo que ya es normal en él.

—Sabes... yo podría ayudarte con...

—Ni se te ocurra decírselo, Will.

Una penetrante voz sonó por la parte de atrás de nosotros. Mis vellos se erizaron al oír aquella indeseada y escalofriante voz de aquel demonio.

—¿B-Bill? —tartamudee, girándome sobre mis talones hacia atrás.

—¡Vaya! Aún me recuerdas, Juliette —apareció al lado mío con su bastón—. ¿Cómo va todo?

—¿Q-qué haces aquí? —tartamudeó Will.

—¡Oh! ¿Es que acaso no puedo visitarlos tortolos? Parten mi corazón —hizo una mueca triste.

—Deja el sarcasmo de una vez hermano —dijo Will de una manera firme pero solo basto que Bill lo fulminara con la mirada para que este agachara la cabeza y dijera—: Lo siento...

—¿Qué haces aquí? —dije temerosa.

—Oh pues... ves esto —me mostro un reloj—. Tik tok niña, tu tiempo se te acaba.

Mis ojos se abrieron como platos.

—B-Bill por favor, dame más tiempo, solo falta... —me interrumpió

—¿No te fueron suficientes casi cinco años? —me preguntó.

—P-Pero.

—Vamos hermano, ella no lo vio hasta ahora, Pines estaba en California —intervino Will, con la voz temblorosa.

Bill llevó una mano a su mentón.

—Eso tiene más sentido, azulado —tardó unos segundos mirando a la nada.

—Por favor, Bill. Solo unos días más. Te juro que...

—De acuerdo... con una condición.

—L-la que sea —titubee.

—Tienes solo un mes más y si no cumples con tu propósito. Despídete de tu hermana.

Me quedé atónita, pero debía y tenía que aceptar la condición, por ella, por Dylan, por mi hermana.

—De acuerdo... Acepto —hablé firme.

—¿Es un trato niña? —de su mano desprendía fuego azul.

—Trato Bill —estreché su mano.

—¡Bien! ¡Te dejo! ¡Aún tengo más tratos que hacer! ¡Nos vemos niña! ¡Y recuerda! ¡La realidad es una ilusión, el universo un holograma! ¡Compra oro! ¡Adiós! —y desapareció ante nosotros.

Miré al suelo, perdida en mis pensamientos.

—¿Estás consciente de lo que has hecho?

Asentí.

—Sí, salvar la vida de mi hermana.

—¿Sabes que Bill es un sucio controlador, verdad? Puede jugarte sucio en cualquier momento. Puede darte en donde más te duele.

Mis ojos se abrieron a más no poder.

—Q-quieres decir que...

—Exacto. Tu peor miedo: Que él se acerque a Dylan.

Mi respiración comenzó a fallar, el labio inferior me temblaba.

—No... —murmuré para mí misma, conteniendo las lágrimas.

Aunque era inútil, de alguna u otra forma las iba a soltar.

—E-Él no puede... n-no... ¡No puede hacerle daño a ella! —grité, ya soltando las lágrimas.

Él me miró nostálgico, fue donde estaba yo y me abrazó.

—Ahora ella está en peligro —sollocé—. Por mi culpa

—Solo tienes que hacer lo que él te diga y la dejara tranquila. Te prometo... —me tomo de las mejillas con delicadeza y me miro—. Te prometo Juli... que haré todo lo posible para que Bill no haga nada que te haga daño. Pero por favor... no llores.

Sorbí mi nariz y asentí para luego apretujarlo fuerte contra mí. Él era mi refugio, mi amigo, el único que sí me entendía.

—No sabes cuánto te lo agradezco, Will.

—Por ti haría lo que sea, Juli.

Sonreí inconscientemente. Él se separó de mi

—¿Y ahora qué es lo que vas a hacer? —preguntó.

—Lo que él quiere —tallé mi ojo derecho—. Si para salvar a mi hermana, necesito matar a la familia Pines, y eso es lo que haré.

Will asintió y me miro.

—Estoy contigo —lo mire —. Te ayudare a eliminar a Dipper Pines.

Me congele al escuchar aquellas palabras, pero de todas maneras asentí.

«Dylan»

Me mire al espejo por quinta vez y negué con la cabeza por quinta vez.

—No... No me veo bien —dije agarrando el desmaquillante y quitándome toda la pintura de la cara.

Me mire nuevamente al espejo. Agarre el delineador negro y empecé a maquillarme nuevamente. Quería verme bien, quería verme bonita pero...

Bufé nuevamente y tire el delineador al suelo.

—Me veo del asco.

Me desmaquille nuevamente y me tire en mi cama. Nunca voy a lograr verme como deseo. Dipper pensara que soy una ridícula...

Me mire al espejo y sonreí al recordar el día en el que lo conocí.

~FlashBack~

Estaba conduciendo por las frías calles de Gravity Falls. Mi abuelo me había mandado a comprar toda una lista de cosas para su tienda. Realmente aun no entiendo porque no mandaron a Juliette en vez de a mí ¡Siempre me mandan a mí! Creo que el abuelo tiene algo en contra de mí.

Acelere un poco ya que el carrito de golf estaba avanzando muy lento, pero algo comenzó a fallar... el carro empezó a dar leves brinquitos y de repente de detuvo.

—Oh... ¿Es en serio? —pise el acelerador varias veces pero de todas maneras no funcionaba, el auto no respondía —. Oh demonios.

Un trueno sonó y varias gotas de lluvias empezaron a caer empapando el auto completamente.

—No, no, no, no —dije aplastando el acelerador con el pie —. ¡Ugh!

Las gotas de lluvia se traspasaban por el techo por lo tanto yo quede completamente empapada

—¿¡Alguien!? —Grite hacia la nada—. ¿¡Pueden ayudarme?!

Sabía que las probabilidades de que alguien respondiera eran nulas.

Pero aun así, lo hacía.

—¡Ugh! ¿Para qué me molesto? —saqué mi celular, evitando que éste se mojara.

Sin señal.

Bufé molesta y salí del carrito.

—¿¡Tenías que dejar de funcionar en medio de la nada?! —grité furiosa, abrazándome a mí misma.

: Me di por vencida y cerré los ojos. Voy a morir, sola, triste y mojada.

"¡O mejor dicho asesinada!"

Pensé al momento de ver como una sombra se iba acercando a mí.

Oh no, oh no, oh no, oh no ¡Soy muy joven!

Pálida, entre al carrito, buscando algún tipo de arma que me fuera útil para defenderme.

Entre las cosas, pude encontrar un bate, no tengo idea que hacía ahí, pero me es útil.

—¡A-Aléjate t-tú! ¡Hombre extraño! —Grité con las piernas temblando—. ¡Tengo un bate y no temeré en usarlo!

—Hey tranquila... no te haré daño —escuche la voz de un chico.

Poco a poco el chico se acercó hacia mí dejándome verlo por completo.

Parpadee varias veces, aún no podía parar de temblar.

—Escuche tus gritos. Vine a ayudarte —sonrió amigablemente—. Soy Dipper.

Extendió su mano para que la estrechara. Nerviosa, acerqué mi mano a la suya, aceptando el apretón.

—S-Soy Dy-lan —tartamudeé, no estaba segura si era por el frío o los nervios.

—Bueno Dylan, para que pueda ayudarte, necesito que salgas de ese carrito —salí, como lo ordenó.

Empezó a inspeccionar el carrito. Yo no dejaba de mirarlo... no sé si era por la desconfianza o porque me parecía algo atractivo. Al parecer él se percató que lo estaba mirando ya que se sonrojo.

Abrió el capote y empezó a inspeccionar.

—¿Sabes que le pasa? —pregunte refiriéndome al auto.

—Bueno yo creo que... —metió su mano dentro del capote y saco un pequeño pote de... ¿mantequilla de maní? —. Esta pieza no debería estar aquí —rio.

—No tengo idea de cómo llego ahí

Oh claro que sabía, Juliette suele comer Mantequilla de Maní, más o menos 23 horas al día.

Él rio.

—Bueno, misterio resuelto —sonrió.

—Gracias por ayudarme Dipper —sonreí torpemente.

—No hay de qué Dylan —pasó a mi lado—. ¿Sabes cómo salir de aquí?

Yo fruncí el ceño.

—Creo que no —baje la mirada apenada.

—Te puedo ayudar —sonreí—. ¿Ha donde te dirigías?

—A comprar todas estas cosas —le entregué la lista.

Él la tomó y comenzó a leerla.

—Bueno, no sé dónde conseguir esto, pero creo que alguien sí —lo mire confundida

Él subió al carrito de golf.

—¿Vienes? —Pregunto sonriendo, yo lo mire insegura —Tranquila, no te pasara nada.

Sonreí e inmediatamente me subí al carrito de golf.

~Fin del Flashback~

Suspire estúpidamente y me pare para ir a mi armario y escoger algo lindo para ponerme el viernes. Un lindo vestido azul llamo mi atención, lo agarre y me lo puse por encima de mi cuerpo para ver que tal me quedaba. Sonreí y alce la cabeza para verme en el espejo.

Mis ojos se abrieron como platos al ver que reflejado en este atrás mío había un chico rubio con un bastón, parche y un traje amarillo.

Me gire asustada para verlo cara a cara.

—Vaya, vaya, vaya ¿Pero qué tenemos aquí? Una chica enamorada pensado en que ponerse para su cita.

Antes de procesar lo que dijo lo primero que hice fue:

—¡Aaaaaaaaaaahhhhhhh! —grite agarrando un perfume de mi hermana para lanzárselo a la cara.

—¡Oye!

—¡Aaaaaaahhhhhh! —volví a gritar y le lance mi vestido.

—¡Hey, ya basta!

—¡Aaaaaaaahhhhh! —esta vez trate de salir corriendo del cuarto pero en una hábil movimiento él se paró delante de la puerta impidiéndome el paso—. ¡Por favor no me hagas daño!

—Tranquila Dylan... no te hare daño.

—¿C-cómo sabes mi nombre?

—Yo se muchas cosas pequeña —dijo apoyándose en su bastón—. Sé que te llamas Dylan Fienes, sé que te es te estas preparando para tu cita con Dipper Pines, sé que te sientes ridícula con tu apariencia —mis ojos se abrieron como platos—. E inclusive sé en qué estás pensando en este mismo momento.

—Eso es imposible. Nadie puede adivinar el pensamiento.

Él sonrió de medio lado para luego chasquear los dedos para que en sus manos apareciera un gran ramo de tulipanes.

—Sé que piensas en tulipanes cuando estás nerviosa —sonrió, se sacó el sombrero y me ofreció el ramo de flores—. Para ti.

Me acerque lentamente a él totalmente desconfiada para tomar el ramo de tulipanes y luego aspirar su delicioso aroma.

—¿Quién eres tú?

—Oh... cierto. Soy Bill Cipher...

—¿Qué haces aquí? —lo interrumpí.

—Oh... no es nada. Solo estaba entusiasmado por conocer a la famosa hermana de Juliette.

—¿Conoces a mi hermana? —pregunte confundida.

—Por supuesto que la conozco. ¡Somos mejores amigos! Me sorprende que no te haya contado de mí... creí que eran muy unidas...

Fruncí el ceño y lo mire cabizbaja.

—Lo somos pero...

—¿Pero?

—Tal vez se le olvido.

—Oh si claaaro. Seguro es eso —sonrió de una manera que hizo que una electricidad recorriera toda mi columna vertebral.

—Como sea —hablé tratando de ocultar mi desconfianza—. ¿Te vas a quedar mucho rato aquí?

—Vaya forma de dar la bienvenida —dijo con sarcasmo—. Ya lo dije, quería conocerte en persona.

—Bueno, ya que lo hiciste, puedes retirarte, aún tengo muchas cosas que hacer.

—¿Cómo pensar en que te pondrás? —asentí.

—¿En serio estas segura de que quieres salir con Dipper Pines?

Fruncí el ceño y lo mire.

—Y eso a ti que te interesa...

—¿En serio crees que podrías confiar en él? ¿En serio crees que es bueno confiar en las personas que te rodean?

Mi semblante cambio drásticamente.

—A que te refieres con...

—¿Por qué tu hermana, Juliette, te ocultaría el hecho de que tiene como mejor amigo a un ser místico? —Dijo mientras un fuego de color azul salía de sus manos—. Si yo hubiera sido ella te lo hubiera contado a la primera oportunidad.

Formé una línea con mis labios.

—Tiene que tener sus razones para que no me lo haya dicho —murmuré.

—¿Eso piensas cariño? —preguntó el rubio, con su sonrisa burlona.

—No me lo ocultaría si fuera no importante —hablé un poco más fuerte—. Yo confío en Juliette.

Él rodó los ojos.

—Vaya niña tonta que eres en verdad —fruncí el ceño—. ¿Y en los Pines confías?

—Claro que sí.

—¿Crees saber quiénes son en realidad?

—¿A qué quieres llegar con esto, Cipher? —pregunté cruzada de brazos.

—A que sepas en quien confiar y en quien no querida —apareció a mi lado, rodeándome con su brazo izquierdo.

Mire su brazo y lo aparte.

—¿En serio crees que Dipper te ha invitado a salir porque siente algo por ti? —Rio—. O tal vez... quieres olvidar a alguien con quien no puede estar y para eso te está utilizando a ti.

Me miro de una manera "triste". Yo aparte la mirada de sus ojos y mire al suelo.

No... Dipper no sería capaz de hacerme eso. Somos amigos, jamás jugaría conmigo ¿O sí?

—Saber todos los secretos del universo tiene sus ventajas. Tal vez yo... podría ayudarte a... salir de tus dudas —dijo pausadamente mientras una sonrisa se formaba en su rostro

—¿Cómo harías eso? —reí nerviosamente.

Él estiró su mano y de esta empezó a desprender fuego azul.

—Podemos hacer un trato querida Dyli —lo miré insegura—. Yo te ayudo a salir de tus dudas, y tú me darás algo a cambio, que pronto te lo pediré.

Suena tentador, pero no estoy segura.

—Y-Yo no sé... —sobé mi brazo izquierdo con mi mano derecha—. No sé si esto sea buena idea.

—Lo será, cree en mí —su mirada transmitía confianza —¿Que dices Fienes? ¿Aceptas?

Estiré mi mano temblorosa donde la suya.

—Y-Yo... Acep —antes de que pudiera terminar mi oración, la puerta se abrió de un portazo, dejando ver a mi hermana con un chico parecido a Bill, solo que "en versión azul".

—¡DYLAN! ¿¡QUE ESTÁS HACIENDO?! —chilló corriendo hacia mí, tomando mi mano y alejándola del rubio—. ¡ALÉJATE DE MI HERMANA CIPHER!

La risa de Bill se hizo sonar por toda la habitación.

—¡Juliette cariño, llegaste a la diversión! —dijo Bill pasando su brazo por los hombros de mi hermana.

—¡Te dije que te alejaras de ella!

Yo estaba más que confundida. Mi hermana apretó fuerte mi mano, como si estuviera protegiéndome y me puso detrás de ella.

—Solo estábamos conversando...

—¡Ibas a engañarla! ¡Ibas a hacer un trato con ella!

Él rio y llevó una mano a su pecho.

—¡Que atrevimiento el tuyo! ¿Yo? ¿Engañar? ¿Trato? ¡Claro que no! —sonrió cínico mirando su bastón.

—¡Engañar es tu segundo nombre Cipher! —gritó furiosa.

—Puede que sí, puede que no, no estoy seguro —sonrió.

—¿¡Qué estás haciendo aquí con ella?! —Me miró, en verdad estaba enojada—. ¿¡Que hacías con él aquí?!

—Y-Yo... ¡Nada! ¡Él... entrar... dudas! —ni siquiera podía hablar bien por los nervios que tenía en ese momento.

—No habría sido sorpresa que estuviera aquí si le hubieras contado, Juli —habló Bill.

—Ella no necesita saberlo —habló entre dientes.

—¡Oh, pero lo sabrá!

—¡Ni te atre...! —mi hermana fue interrumpida, fue rodeada por fuego azul.

—¡Juliette! —gritamos al unísono el chico azul y yo.

—Tranquila cariño, ella está bien —susurró en mi oído—. No le pasará nada... por ahora —rio.

—¡Déjala en paz! —me gire a él.

—Mmm... No —sonrió—. Sabes cariño, estás alterada, siéntate un momento —por alguna razón, hice caso a su petición.

—Baja a mi hermana —hablé entre dientes.

—Oh, claro lo haré —sonrió—. Pero antes, tienes que escucharme.

Respire profundamente y asentí. No entiendo que me pasa ¿Por qué le hago caso? Es como si me controlara.

—¡Dylan no lo escuches! ¡Vete!

—Shh... —Dijo Bill y de repente los gritos de mi hermana cesaron—. Así está mejor.

¡Había silenciado a mi hermana!

... Tiene que enseñarme a hacer eso ¡No Dylan concretare!

—¿Pero que...? —Pregunté y él se acercó a mí—. ¿¡Qué has hecho?!

—Es mejor callada ¿O me equivoco dulzura? —aparté la vista de él.

—¿Qué es lo que me quieres decir? —pregunté.

—Una pequeña... historia, que sucedió hace unos años —sonrió.

—Bill... —habló el chico azul —No creo que sea...

—Cierra la boca, Will —él bajó la mirada y asintió.

Yo miré confundida al chico.

Así que su nombre es Will ¿eh?

—Bien... éste es lo que te iba a decir —lo miré—. ¿Acaso recuerdas lo que te sucedía cuando eras niña?

Mordí mi labio inferior ¿Él lo sabía?

—Si —asentí.

—¿Y recuerdas que mágicamente esa enfermedad desapareció? —Asentí—. Cuando eras niña —en su mano desprendió fuego azul, y las llamas formaban imágenes—. Tu enfermedad estaba matándote, no te quedaba mucho tiempo.

Palidecí.

—Tu hermana, logró invocarme, no sé cómo, no sé cuándo, pero lo hizo —miré a mi hermana, que golpeaba esa especie de burbuja y las lágrimas cayéndoles de los ojos—. Hice un trato con ella, tu enfermedad desaparecería por completo, si ella lograba eliminar a "alguien" en especial.

¡Dylan no lo escuches! —era difícil escucharla, era como si su voz se distorsionara.

—¿Tienes idea de quién es esa persona en especial Dy? —Negué—. Dipper, Dipper Pines.

Una punzada se sintió en mi pecho e inmediatamente voltee a mirar a mi hermana. Mi mirada transmitía decepción, tristeza, pena, agradecimiento... era una mezcla de sentimientos.

—Juliette... ¿¡Qué has hecho!?

Bill chasqueo los dedos y la burbuja desapareció.

—Dylan yo...

—¿¡Qué es lo que te ocurre!? ¿¡Atentar con la vida de otros para salvar la mía, estás loca!?

—¡Lo hice por ti! ¡No quería perderte! —me grito.

—¡Pudimos seguir el tratamiento!

—¡No iba a servir de nada! —empezó a llorar—. ¡Los doctores ya habían dicho que tu caso estaba perdido! ¡Ibas a morir en una semana!

Mis ojos se cristalizaron. Voltee a ver a Bill con furia.

—¡Eres un monstruo! ¿¡Cómo se te ocurre pedirle eso a mi hermana, psicópata!? —me acerque ferozmente hacia él lista para golpearlo pero él me tomo de las muñecas y me sonrió muy... ¿seductoramente?—. ¡Suéltame!

—Mira muñeca... agradéceme que te haya dicho la verdad. Sino hubieras seguido en esa burbujita mágica que no te hacia ver la realidad. Es más, ahora deberías confiar más en mí que en tu hermana... yo te dije la verdad —miro a Juliette—. Ella no.

—¡Yo tenía mis razones Cipher! —Gritó—. ¡Sabía que si le decía lo que haría, ella se sentiría culpable! ¡Esa es la razón por la que no hable!

—A pesar de las causas, ¿No eran tan unidas? —Desvió la mirada hacia mí—. Pienso que eso no es ser unida, sino mentirosa.

Juliette apretó sus manos, estaba perdiendo la cordura.

—¡Se los dejo... a su criterio! —Se separó de mí—. Una charla de hermanas no les haría mal en este momento, me retiro, hermanas Fienes —chasqueó los dedos para desaparecer seguido de su risa sarcástica.

Llevé mi mano izquierda a mi mejilla, limpiando lágrimas que brotaban de mis ojos, no puede ser verdad.

—Dylan... será mejor que no...—la interrumpí.

—¿En serio lo vas a hacer Juliette? —Dije con un hilo de voz—. ¿En serio vas a deshacerte de Dipper?

Ella soltó un suspiro.

—¡Lo harás! —Grité dejando caer mis lágrimas—. ¡Lo vas a hacer!

—No me deja otra opción, Dylan—se encogió de hombros.

—¿¡Y la muerte es una opción!?

—¡No! Digo ¡Sí! Digo...

—¡Ugh! Yo me largo —grite para luego caminar y empujarla con el hombro—. ¡No me esperes, no me hables, no hagas nada!

Y después de decir esto salí corriendo de la casa. Corrí y corrí lo más lejos que pude, varias lágrimas caían por mis ojos.

Al momento de estar completamente sola mire a ambos lados.

—¡Bill tengo un trato para ti!

_________________

:OOOOOOOOO Oshe zy peroh cuamtah temzion ai ehn ezteh capithuloh

Juliette es buena pero es mala, pero es buena pero es *Explotan*

Daal: Ame el pequeño lemon ¡Yo haría lo mismo que Mabel! ¡Mujer pecho grande que se respeta deja con las ganas a los hombres y se va de parranda!

Jess: ¡Apareció Will Will Will Will Will Will Will Will Will Will Will Will Will <3

Daal: Y Bill 7-7

Jess: ¡A nadie le importa Bill! Will señoreeessss <3

Bueno nos vemos en el siguiente capítulo.

Las amamos <3

Daal&Jess <3



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