El sueño sigue siendo el mismo, solo que en el de esta noche el cielo se veía más oscuro que de costumbre, y no alcanze a recorrer el lugar para toparme con "ella" por qué mi despertador sonó. Creo que hoy será un día ajetreado. Necesito ir a ver la galería, "la vida no se puede dejar de lado", es algo que Sam siempre dice.
Mi cabeza está por las nubes, sigo preguntándome por qué el cielo tenía esa tonalidad, pero talvez así sea más fácil salir a buscarla.
Sam está en la banca del pasillo; vivir en un edificio no es como esperaba, ya saben, como vivir en una fraternidad pero con su espacio personal, donde todos se llevan bien; pero aquí no es así, con la única persona con la que cruzo palabras es Sam, esa chica dulce que todo mundo quiere como a su hermana.
--Buenos días vecina.
-Buenos días vecino, espero que pintes a tu musa hoy.
Y eso fue todo, aunque es dulce casi nunca tengo tiempo de conversar con ella, y las pocas veces que lo he hecho ha sido ironicamente agradable.
-Buenos días Cameron creo que has llegado un poco tarde hoy... No es cierto?
--Buenos días Marco. Disculpa la demora, las sabanas me adoran o algo así, vienes a ver mi nueva obra?
-Vengo a decirte que fuiste solicitado para exhibir tus cuadros frente a miles de personas. Solo en el acogedor museo solomon r. guggenheim.
--Pero... No tengo suficientes cuadros como para exponer una colección completa.
-Tendrás tiempo Cameron, tendrás tres meses. Y después te sorprenderás de lo bien que te irá.
--Pues muchas gracias Marco. Aprecio mucho tu ayuda.
-Solo para el mejor estudiante. (Guiño)
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He aquí un capítulo de Cameron, ahora saben en qué trabaja, pero no dónde se encuentra. Talvez después lo averigüen.
Dejare solo una pista para el siguiente capítulo: Melissa.
Veylin off.