Capítulo 10: Segunda fase y entablando amistad parte 1/2.
Esta mañana hemos ido a recoger alimentos que nos traían los de Cordialidad, Peter no dejaba de mirarme y eso me inquietaba demasiado.
-Cat, ¿Te ocurre algo?- me preguntó Z.
-No...no es nada...- dije sonriendo, ella no se lo acabó de creer pero no dijo nada.
Continué haciendo mi trabajo como los demás intentando hacer caso omiso a Peter.
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Estábamos esperando Tris, Will, Al, Z y yo para la simulación, cuando entró Max un escalofrío recorrió mi cuerpo ya que luego me tocaría a mí. No tardó nada en salir...
-¿Como lo ha hecho para salir tan rápido?- pensé.
-Cat- me llamó Cuatro.
-Voy...- me levanté y con paso firme entré en la sala.
-Siéntate- dijo él mientras cerraba la puerta. Me senté en la silla y vino hacia mí- voy a inyectarte un suero que estimula la parte de tu cerebro que procesa el miedo-
-Ah...- dije incómoda.
-Provoca alucinaciones y los transmisores del suero me permiten ver las imágenes de tu mente.
-¿Puedes ver lo que hay en mí mente?
-Se puede decir que si.
-Me da grima...- él rió, dicho eso me inyectó el suero -...Agh... capullo...- volvió a reír.
-Vas a enfrentarte a tus peores miedos, la mayoría tiene entre diez y quince muy malos...procura calmarte...baja el ritmo cardíaco y la respiración y enfréntate a lo que tienes delante...se valiente...- en ese momento caí dormida.
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Al cabo de 15 minutos salí de la sala algo mareada, sin estar pendiente de mi alrededor decidí ir al Pozo para que me diera un poco el aire. Me senté en silencio mientras una leve brisa chocaba en mi cara... se sentía tan bien.
-Me debes algo- dijo Peter viniendo y sentándose a mi lado.
-¿Qué quieres?- dije sin abrir los ojos.
-Supongo que sabes bien de lo que hablo- dijo cogiéndome de la barbilla haciendo que lo mirase, me apartó un mechón de pelo que caía por delante de mi cara, mi reacción fue apartar mi cara y me levanté.
-Eres realmente un idiota- solté un resoplido intentando no reírme.
-Oye ¿me acompañas a nuestra habitación?
-Sí... claro- se levantó y fuimos hacía la habitación.
-Lo siento- soltó sin más.
-¿Que sientes?- pregunté confundida.
-Por todo, todo lo que he hecho...me siento arrepentido...me siento idiota- dijo cabizbajo.
-No importa- le sonreí. No quería que se sintiese culpable por nada, porque tampoco tenía culpa de nada, ¿no? yo era la "ilusa" por así decirlo.
Me sonrió y lleguemos a la habitación, pasé yo primera.
Caminé junto a Molly, la veía realmente asustada, pensé en ir hacía ella para hablarle pero oí a Peter hablar con el grupito de Tris.
-Lo impresionante es que te va a echar de Osadía- dijo Peter.
-No me va a echar de Osadía- dijo Al.
-Si a pasado de la peor a ser una de las mejores...alguien tendrá que ocupar su lugar en la cola...¿Y quién va a ser?- hubo unos segundos de silencio- Tú- le dijo a Al.
-¿Es que nunca paras de hablar?- preguntó Christina un poco irritada.
-Solo quiero saber como lo hace- dijo Peter indiferente -¿Cuál es tu truco?- me acerqué hasta quedar tras Hayes
-¿De que hablas Peter?- pregunté bajito, él hizo un ademán con la mano indicando que luego me lo explicaría.
-No tengo ningún truco- contestó Tris con burla.
-Nadie lo ha hecho tan rápido, dinos como lo haces- Tris se calló y miró hacía el suelo- Al menos díselo a ellos- dicho eso se fue hacía su cama a sentarse, yo le seguí y me senté al igual que él.
-¿A que te referías?- dije confusa.
-¿No lo sabes aún?- negué con la cabeza- Ha sido una de las más rápidas en salir de la simulación, al igual que Max- me explicó.
-No lo había escuchado... sólo hay una explicación..."divergente" - pensé lo último.
-¿Cuál?- preguntó.
-Ninguna, pensándolo mejor no sé que podría ser- le sonreí -¿Podrías ayudarme?- le pregunté.
-Claro, para lo que quieras...- me guiñó un ojo, yo tan solo alcé una ceja.
-Necesito... necesito hacerme amiga de Tris sin que mis amigas se enfaden conmigo...- comenté eso lo más rápido que pude.
-Ajá...no he entendido una mierda- dijo sincero.
-Necesito...entablar amistad con Tris...pero sé que si lo intento... no les sentará bien ni a Z, ni a Max...- dije con una mirada triste.
-No te preocupes pero... ¿Por que tienes que "entablar amistad" con Tris?- preguntó curioso.
-Cosas personales entre mi madre y yo...- contesté, él no supo que contestar.
Al cabo de unos largos segundo contestó con un simple - Sólo te diré que hagas lo que quieras- se levantó yéndose de la sala dejándome pensativa.
—¿Qué le habrá picado?
Hice lo mismo qué el, me fui por mi parte a dar una vuelta y pensar mejor en que hacer y que no.
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Llevaba horas dando vueltas por todo Osadía sin rumbo fijo hasta que me choqué contra alguien haciendo que cayera al suelo.
-¿Estas bien?- me preguntó Edward.
-Oh si...no te preocupes- me extendió la mano, yo la tomé sin pensarlo dos veces.
-Se te ve pálida, ¿Seguro qué estás bien?
-Sí, sí, mejor que nunca, tranquilo- dije sonriendo, pero la sonrisa se me borró de la cara cuándo sentí que perdía el equilibrio y el conocimiento.
Sólo recuerdo caerme y ser sujetada.
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Me desperté a causa de la luz cegadora del día. Al abrir los ojos pude divisar una sombra, cuándo pude enfocar bien pude ver de quién se trataba.
-Al fin despiertas, enana- me dijo Eric.
-Idiota...- reí -¿Qué ha pasado?- pregunté tocándome la sien.
-¿Estás bien?- yo asentí- Te dio una bajada de tensión, eso hizo que te desmayaras-
-Ah... y... ¿Qué haces tú aquí?- pregunté confundida.
-¿No puedo preocuparme por mis iniciados?- yo reí.
-¿Tú? ¿Preocuparte por alguien?- dije riendo- Debe de ser un chiste- él me dedicó una mirada asesina.
Se levantó de mi cama, donde segundos antes estaba sentado, y se dirigió a la puerta.
-¿Te vas?- pregunté.
-Sí, como no puedo preocuparme por nadie... ¿Por que debería estar aquí?- contestó en tono de burla y se fue.
-Definitivamente... es un idiota- dije sonriendo.
-¡Te he oído!- dijo desde el otro lado de la puerta.
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Había estado durmiendo todo el día en esa sala, una vez recuperada fui a la habitación, por culpa de haber dormido tanto estaba en vela, no podía dormir, me levanté con cuidado para no despertar a los demás y salí de la habitación.
Nada más di dos pasos y se escuchó la puerta de la habitación abrirse, hice caso omiso y seguí caminando. Los pasos me seguían, empecé a inquietarme. Me giré y justo esa persona me agarró hasta llevarme hasta la pared y me alzó las muñecas haciendo que quedara atrapada entre la pared y la persona.
-Joder... me has asustado idiota...- dije aliviada.
-Nota mental: "La erudita se asusta fácilmente", posdata: "asustarla más a menudo"- dijo Peter.
-No hace gracia...- intenté hacerme la enfadada.
-Estás realmente adorable cuando te haces la enfadada...- yo me sonrojé.
-Ah...¿Gracias?- él se acercó a mi- ¿Sigues con la tontería de que te debo no sé qué?- dije con burla.
-Puede ser...- se acercó a mi hasta unir nuestros labios.
Yo le seguí el juego, hasta que intentó levantarme la camiseta.
-No- dije seca.
-¿Por qué?- dijo confundido.
-No es el sitio más...¿apropiado?-dije.
-Puede que tengas razón...pero..me empezaba a divertir...- dicho eso, se quedo mirándome a los ojos fijamente y se separó de mi- Y si...- se quedó pensativo.
-¿Y si... qué?- pregunté curiosa.
-Nada, no es nada...- dijo él.
-¿Me lo cuentas o prefieres que me enfade?- dije yo haciéndome la ofendida.
-Te ayudaré- en ese momento no lo entendí- Con lo de la estirada- dijo al ver mi cara de confusión.
-Vale, muchas gracias- dije sonriendo y lo abracé hasta que algo se me pasó por la cabeza, me separé un poco y lo miré- Después de todos los comentarios y todo lo demás... ¿Crees que me aceptará?
-Hay que probar, siempre hay que arriesgarse un poco- dijo riendo.
-Tienes razón- le sonreí -Me gustaría ir a ver a mi madre... ¿Me acompañarías después ya que hoy, en teoría, está libre?-
-Cuenta conmigo- dijo guiñándome el ojo.
Nos quedamos un rato más hablando, ninguno tenía sueño así que nos quedamos dando vueltas esperando no encontrarnos con nadie y así fue.
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Ya había amanecido, todos estaban despiertos y era la ocasión perfecta para ir a Erudición, así que es dónde fuimos, cuando llegamos directamente me dirigí al despacho de mi madre, un par de Eruditos me miraban y otros intentaban pararme.
-¿Que hacéis aquí?- preguntó uno de los vigilantes de mi madre cogiéndome del hombro.
-¿A caso no sabes quién soy?- dije girándome con una mirada que asustaría al más valiente de todos para quedar cara a cara.
-Perdoné señorita Matthews, no le había reconocido con ese atuendo...- dijo retirando su mano de mi hombro con un cierto temor.
-¿Dónde esta mi madre?- pregunté al hombre.
-En su despacho, sigame- dicho esto, le seguimos.
-Ya entiendo el por qué tan soberbia...- dijo Peter mirándome de reojo y riéndose de mi, yo tan solo le di un codazo haciendo que callara.
-Aquí es...- dijo- Esperad un segundo- abrió la puerta, entró y cerró, al cabo de un par de minutos salió- Podéis entrar-
-Muchas gracias- dije en un aire superior, me gustaba mi antigua facción por el simple motivo de que todos me trataban como una ¿Reina? Llega un momento en que te cansas, pero alguna vez que otra hace bien para el autoestima.
-Oh, cielo... ¿Como te encuentras?- dijo mi madre sonriendo y acercándose a mi para abrazarme.
-Estoy bien mamá pero no he venido a charlar sobre nuestras cosas. Necesito más información sobre la Misión- dije yo.
Mi madre miró a Peter y luego a mi.
-Ya lo sabe- dije haciendo comillas a sabe.
-De acuerdo, tomad asiento.
Nos sentamos, no pasó ni tres segundos y apareció el mismo hombre.
-Hay una chica de Osadía hablando con Caleb Prior- dijo el hombre.
-Enseguida voy...-dijo mi madre seria.
Se levantó y se fue del despacho acompañada con un par de personas.
-¿Quién será?- preguntó Peter.
-Creo que me puedo hacer una idea...
-Tris- dijimos ambos a la vez, nos miramos y reímos.
Llegaron. Como pensábamos era Tris de quién se trataba.
-Por favor...siéntate- le dijo mi madre a Tris con una amplia sonrisa. Obviamente era falsa, conocía a mi madre, sé cuándo mentía y cuándo no.
-Gracias... -contestó Tris.
-Me alegra que hayas venido por aquí- dijo mi madre.
Yo solo callaba y escuchaba la conversación.
-¿Ah, si?- preguntó confundida.
-Sí...