:D cap new - me matarán anyway
-En la cárcel yo me encuentro en la cárcel me quedaré.- canturre.
Ya era lunes y si señoras y señores me quedé toda la noche encerrada. En pocas horas llamarían a mis padres y bueno ¡hola Canadá!, me llevarían a Canadá con mi tía Bonet, era buena pero no le apetecía estar lejos de aquí.
También contaba los segundos para matar a Carlos.- ¿Samantha?.- me levanté y abrí la boca sorprendida.
-H-Hola Lucas.- ¡¿desde cuando me pasaba esto!?. Desde que conocí a Greg.- ¿Qué haces aquí?.- carraspee.
-Mi hermano trabaja aquí.- alcé las dos cejas. El chico guapo que me había traído a comisaría era el hermano de Lucas.- Se llama Tobby.- asentí.
Tobby me sacó de la cárcel.- Por ser tu primera vez te dejaré ir.- su voz era cálida más que la de Lucas.
-Muchísimas gracias.- susurré avergonzada.
Salimos de la comisaría y yo no hacía más que mirar a todos los lado menos a Lucas.- ¿No deberías estar en clase?.
-Pedí un permiso para salir, mi hermano lo autorizó al saber quien eras.
-Ah.- ¿enserio era lo único que se me ocurría?
-¿Quieres tomar un café, ya sabes..has estado toda la noche sin comer?
-Claro.- entramos a un Starbucks y esperamos la cola.
Apretaba lad mangas de mi blusa en mis manos.- Samantha, ¿que quieres?.- sabía que pasaba algo más que el arresto. Odiaba que me llamara por mi nombre completo.
-Un capuchinno.- asintió y pidió la orden mientras yo buscaba un asiento. Lo encontré al lado de la ventana. El Starbuks esta decorado con hojas de otoño, eran recién las 11:45 am.
Lucas se sentó alfrente mío. Me entregó mi café y yo di un sorbido inundandome con el delicioso olor del café. Mientras que Lucas solo veía la ventana.- ¿Pasa algo?.- tragó saliva.
-¿Cuando me lo ibas a contar?.- arrugue el ceño.
-¿Qué quieres decir?.- apretó más fuerte la taza tenía pavor de que la rompiese.
-No lo hagas más difícil Samantha.
-No me llames Samantha.- miré a la mesa.
-Así te llamas, ¿no?.- di un tragó al café.- ¿Cuándo me ibas a decir que me engañastes con Greg?.- me costó trabajo tragss el café.
-¿Qué? ¿Quien te lo dijo?, ¡eso es mentira!
-¡Para de ser tan cínica!.- se levantó de la mesa enseñándome una foto de su móvil donde salía yo y Greg en la fiesta.
-Todo tiene una explicación.- intentaba no llorar aún que la garganta me ardía al igual que los ojos.
-Claro ahora me dirás que te equivocastes de chico.- me mordi el labio.
-Eso es lo que pasó Lucas.- negó u río amargamente.
-¿Crees que me voy a creer eso?.- salió del Starbucks y yo fui detrás de él.
-¡Lucas!.- chillé sin importarme lo mínimo las personas. Corrí hasta estar al frente suyo cómo hace unos minutos el estaba.
Vi sus ojos rojos y una lágrima caer.- Samantha pensaba que eras diferente.- empezó a llorar poco a poco. Y poco a poco mi corazón se destruía.
-Lucas, perdoname yo lo siento.- lo abracé y me derrumbe en sus brazos.- Por favor no me dejes, todos me han dejado no seas tu el siguiente, yo te quiero.- me apartó suavemente.
-El problema es que me he enamorado de ti Samantha, y te amo.- acercó nuestras frentes y ya no hubo nadie, ni Greg, ni Lele ni ningún otro problema solo Sam y Lucas. No me había sentido mejor ni cuando estaba a su lado abrazada o viendo una película, esta vez todo era sincero.
-Samantha, quiero besarte.- no le dejé hablar más y lo besé despacio.- Te amo.
Lo miré.- Te quiero.
-Samantha nunca dirás te amo verdad, ¿sabes lo que me costó a mi?.- se revolvió el pelo.
-Lucas son solo dos palabras.
-¿Si tan solo son dos palabras por que no las puedes decir?.- lo veía tan vulnerable.
-Yo.- no podía decir más.- Seamos solo amigos pero no me dejes.- me dolía tanto decir la palabra "solo amigos".- será una prueba los dos hemos cometido errores y yo aún no se nada de ti aunque tu lo sabes de mi todo.- negó con la cabeza.
-No lo sé todo de ti.- me abrazó fuerte.- Aún no se tu secreto para dejarme embobado a ti aún tu con lo que me allás hecho te siguiera amando.
Sonreí.- Lo mismo digo.- levante el dedo índice.- ¿Amigos?.
-Amigos.- juntamos nuestros dedos para sellarlo.
Narra la escritora.
Después de ese abrazo Lucas se fue, entró al taxi que había pedido y lloró todo lo que no había podido, igual que el día que su madre abandonó a su padre. Las dos mujeres que había amado en su vida lo habían decepcionado. Lo habían convertido en inofensivo Lucas Parker de 12 años.
Llegó a el internado a las 5 de la tarde mientras los últimos alumnos que salían le miraban con desdén ya no como un rey o alguien poderoso sino cómo a alguien común. Rezaba por que Chad y Dylan - sus compañeros de dormitorio no estuvieran en el cuarto.
Entró y se encontró el cuarto vacío, con una nota en su cama.
"Nos fuimos a entrenar, si quieres vente ya están abiertas las plazas de inscripción del equipo de fútbol americano
-Chad and Dy "
La foto enmarcada de él y Sam abrazado en un día de playa le hizo gritar. Tiró la foto al suelo haciéndola añicos. Estaba hecho una furia y necesitaba descargar todo esa energía. Tiró su ropa al suelo, los colchones, las sillas, las lámparas todo lo que estaba a su alrededor.
Se sentó entré los cristales llorando. Ella y su madre causantes ahora de su profundo dolor.Sus chicas preferidas.
Tobby estaba preocupado por su hermano, si bien su amistad con el era poca pera esa mirada al ver Sam no le tenía relajado. Finalmente se decidió por llamarlo un toque, dos toques, tres toques nada.
Había superado el dolor de su madre pero ahora Sam abría otra brecha, si bien el no fue el mejor había intentado todo lo mejor que podía. Sabía que ni él ni ella tenían la culpa solo era cuestión de tiempo por que rompieran. Aún recuerda el mensaje que le enviaron por la mañana.
"Tu de buen novio y ella de zorra muy mal Lucas" pensaba que era broma de algún compañero. Pero al ver la foto solo le quedó claro que pasaba, todas esas miradas raras, lo abrazos inexistentes de Sam su comportamiento tan extraño.
¿Es que ninguna mujer le iba amar?.- ¡Gracias puto Karma por enseñarme la lección!.- todo el daño que había causado ahora era a parar contra él.
Sacó de su cajón una bolsita con pastillas blancas. Sacó una cerveza del mini congelador que tenían - a escondidas de todos- y se sentó en la cama.
Eran pastillas que con solo cuatro te podía dejar en un gran coma por años. Ya había pasado por esa época y no quería volver a ser un drogadicto pero ahora solo pensaba en olvidar.
Cogió una pastilla y se la tragó de una, miró la bolsita y sacó todas las pastillas. Tragó otra y tragó otra más. ¡¿Desde cuándo se volvió un debilucho otra vez?!.
Iba a tomar otra hasta que escuchó el teléfono del cuarto sonar lo atendió al cuarto toque.- ¿Si?.-m
-¡Dios Lucas me tenías preocupado! ¿que tal?.- dio un fuerte trago de cerveza y se encogió en una bolita.
-No, te quiero hermano.- colgó.
Tobby se asustó la última vez que le dijo eso entró en un coma por dos meses a causa de un sobredosis. No esperó más momento y salió corriendo, se metió en el coche y salio para ver como estaba Lucas....
Lo 100to