BOULEVARD © #1 [✔]

By flormsalvador

101M 6.3M 14.2M

• YA A LA VENTA EN TODAS LAS LIBRERÍAS DE LATAM Y ESPAÑA • ADAPTACIÓN AUDIOVISUAL POR WATTPAD WEBTOON STUDIOS... More

Sinopsis
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Epílogo. Lo que fue y será, es por ti.
Eterno | Luke, CUARTO LIBRO
EXTRA ✨ 5 AÑOS

Capítulo 24

1.8M 169K 433K
By flormsalvador

C A P Í T U L O    2 4


HASLEY WEIGEL

—¡Weigel, corre!

Pasando a mi lado, Luke gritó aquello. Le di una mirada confundida, dejándole en claro que no entendía a qué venía eso, pero él en lugar de detenerse, solo volvió a gritar entre risas.

—¡He tocado el timbre de una casa!

Oh, maldito.

—¡Estas loco, Howland! — reproché mientras comenzaba a correr lejos de allí.

Eso había sido tan infantil, sin embargo, era chistoso en algún ámbito, oír a Luke riendo hizo que yo lo hiciera de igual manera. Él, al ver que mi velocidad disminuía, tomó mi mano haciendo que obligara a mis piernas a ir más rápido, sentía como mis músculos empezaban a arder y tirarme al suelo era una de mi ideas principales.

Habíamos decidido ir al callejón, aunque el cielo comenzó a teñirse de un gris triste que preferimos ir a casa, fue tan estúpido el tan solo decidir venirnos caminando hasta mi casa, ya que, esta estaba lo demasiado lejos, Luke venía haciendo bromas y fumando uno que otro cigarrillo.

—No vuelvas a hacer eso — reprendí al rubio una vez que comenzamos a caminar con paso normal.

—Dios, Weigel, fue divertido — chasqueó con una sonrisa lobuna.

Le lancé una mirada diciéndole que no lo fue y él alzó las manos en forma de inocencia. Empecé a caminar por la orilla de la baqueta de concreto mientras extendía los brazos, mi equilibrio no era para nada bueno, pero hacía el más grande de mis intentos, escuché como Luke rió.

—Recuerdo que eso hacíamos mi hermano Zach y yo — susurró a mis espaldas. Me detuve, girando sobre mis talones lo miré. — Mamá solía decirnos que nos caeríamos y podría haber un accidente con los automóviles, siempre ha sido muy paranoica.

Me sentí mal en ese momento por haberle recordado aquellos acontecimientos de su vida, su cara tenía una sonrisa, una melancólica, miraba hacía el fondo de la calle. Succioné mi labio inferior hacia adentro y traté de que sus ojos y los míos se encontraran.

—No quise recordártelo — murmuré apenada.

—No tienes que preocuparte, casi ya no duele como antes, he aprendido a sobrellevar las cosas — confesó y prosiguió — Lo he hecho gracias a ti, contigo las cosas duelen menos, pero no cuando  vienen de ti, si entiendes ¿verdad?

Mordí mis labios y bajé la mirada comenzando a sentir el ardor en mis mejillas. Me estaba sonrojando por dos cosas, una de ellas era por su confesión y la otra era porque sabía a que se refería con lo último.

Sentí las frías yemas de Luke rozar con la piel de mi barbilla, al instante que alzó mi cabeza me sonrió, el hoyuelo en su mejilla se digno a aparecer y no pude evitar devolverle la sonrisa.

—Todo esta bien ¿de acuerdo? — pronunció.

Asintiendo lo rodeé con mis brazos mientras ocultaba mi cabeza en su pecho, pero tan pronto, ya nos veíamos corriendo de nuevo, la lluvia estaba empapándonos por completo, ambos nos enfermaríamos. Estaba lloviendo en invierno y el fresco clima no era bueno en estos momentos. De repente, el chico se detuvo y comenzó a palpar sus bolsillos.

—¿Qué ocurre? — pregunté al ver su acción.

—¡Mierda, mierda, mierda! — maldijo varias veces — ¡Mi cajetilla se ha mojado!

—¡Luke! — farfullé — ¡Podrás comprarte otra!

—¡Pero ahí van más de diez cigarrillos sin encender! — se quejó — ¡No son gratis, Weigel!

—¿Quieres apurarte? — mofé irritada — ¡Hay frío!

Luke gruñó, y a cascarrabias continúo corriendo. Al llegar a mi casa entramos rápidamente, Luke se apoyó contra la pared y se dejó caer al suelo tiritando del frío, no lo culpaba, yo estaba igual o quizá peor.

—Voy por unas toallas — avisé y subí rápidamente a mi habitación.

Tomé dos de mi closet, al girarme de nuevo hacia abajo di un pequeño brinco al ver que Luke se encontraba en el umbral de mi puerta enredado con una cobija, mordía su labio, en la parte donde yacía aquel arito plateado de metal. Ya era costumbre por parte de él.

—¿Dónde la conseguiste? — inquirí apuntando aquella tela de color roja de algodón.

—Estaba en el sillón — se encogió de hombros y se adentró a mi habitación para sentarse en la orilla de mi cama.

—Mi madre me va a matar — jadeé y él esbozó una sonrisa. Rodé los ojos y le tendí la toalla, él la tomó y se quedó quieto en su lugar sin tratar de secarse. — ¿Pasa algo?

—No — murmuró — Oh bueno, sí, pero... no quiero que te pongas dramática, ni mucho menos sientas lastima por mí ¿bien?

—Bien — afirmé extrañada por su actitud.

Luke dio un suspiro profundo y a continuación se quitó la playera, donde pude ver de nuevo el tatuaje que acompañaba a la ruleta, sin entender aún, le dediqué un entrecejo fruncido, él puso su dedo índice sobre sus labios indicando que guardara silencio y seguido; se dio la vuelta. Entonces comprendí. De nuevo tenía algunos golpes en su espalda.

Llevé unas de mis manos a mi boca y reprimí un jadeo. Aún no entendía porque su padre le hacía eso, o siquiera como podía seguir mirándolo a los ojos. ¿Cómo podría llamarse padre haciéndole eso?

Di pequeños pasos hasta acercarme a Luke y analicé cada moretón que había allí, se podían ver con mucha claridad, el color morado con verde resaltaba fácilmente ante su pálida piel.

—¿Duelen? — pregunté a Luke mientras ceñía con mi dedo índice una de las marcas que habían.

Lo tenía a mí al frente con el torso completamente desnudo, y sé que en otras circunstancias estaría nerviosa, aunque esta vez era diferente. Quería interrogarle por aquellos golpes en su piel, sabía quien era el causante de cada uno, pero quería saber el por qué de ellos.

—No tanto — confesó observándome por encima de su hombro.

—¿Seguro? — pregunté insistente, sin embargo, Luke se dio la vuelta conectando su mirada azul con la mía y asintió con el semblante vacío.

Di un suspiro pesado, dándole a entender que no le creía, pero también que no insistiría. Había descubierto que Luke tenía el mal hábito de mentir para no verse débil frente a mí. A pesar de que ya tuviéramos una buena relación, y nos entendiésemos bien, no daba su brazo a torser con su carácter de macho alfa.

—Deberías irte a bañar — sugerí cambiando de tema, ya que el ambiente se había puesto incómodo y el silencio había reinado.

—Weigel, ¿tratas de decirme que huelo mal? — dijo fingiendo estar ofendido mientras alzaba unas de sus cejas.

—¡No! — chillé negando unas cuantas veces — Solo que tienes aún agua de lluvia y te puedes enfermar, yo igual lo haré.

Él me regaló una sonrisa y después con su pulgar acarició mi mejilla provocando que mis ojos se cerrarán por inercia.

El tacto de Luke era el roce más cálido que había podido sentir, tal vez era porque venía siendo de él, la sensación más maravillosa que mis entrañan podían sentir cada que enviaba aquellos toques de electricidad o pequeñas vibras por todo mi cuerpo, su piel contra mi piel se había hecho algo tan necesitado, y no de aquella forma con perversidad, sino, de aquella sana y tierna, aquel roce que no se puede describir de tan perfecto que es, Luke Howland me hacía sentir así.

Sentí como sus labios tocaron mi frente, estaban secos y fríos, aunque se sentían igual de bien, con él todo se sentía bien. Poco a poco abrí mis ojos dejándome ver aquella poca barba sobre su mandíbula, picaba sobre mi nariz causando que la arrugara y gruñera.

—Me haces cosquillas — balbuceé. Luke se alejó unos cuantos centímetros de mí y rió. —¿Quieres algo de comer? — ofrecí, él volvió a asentir, viéndose como un niño pequeño.

—¿Donde esta el baño? — preguntó viendo por toda la habitación.

—Es esa puerta de color crema — mencioné obvia apuntándole. El chico solo alzó sus manos en forma de inocencia. — Iré al baño de mi madre.

Me dirigí a la puerta para salir de la habitación, cuando estuve a punto de abrirla, Luke haló de mi brazo haciendo que girara sobre mí mismo eje y, sin previo aviso, pegó sus labios a los míos. No me importó nada, rápidamente puse mis manos en su cabello, enterrando mis dedos entre ellos y jalandolos, él pasó unas de sus manos por mi cintura y la otra se posicionó en mi mejilla haciendo de este beso más profundo, y joder ¡Se sentía magnífico!

Mi espalda tocó la pared y la mano de Luke bajó hasta mi pierna haciendo presión. Supe que tenía que detenerlo, aunque no fue necesario porque él lo hizo.

—Gracias — susurró.

—No hay de qué — respondí de igual manera.

—Ahora bajo — avisó dándose la vuelta y caminar hasta el baño.

Me quedé viendo su espalda, no me agradaba la idea de que su padre abusara de él en aquel aspecto, detestaba a ese hombre sin siquiera conocerlo.





[..]




Ser buena en la cocina no era algo en lo que fuera, Luke miraba el platillo que tenía enfrente de una forma extraña con la cabeza ladeada.

—¿Sopa instantánea? — preguntó ahora echando su cabeza hacia mí y con el ceño fruncido.

—Es lo que me hago cuando tengo frío — defendí.

—Estas demente, Weigel.

—¡Solo come! — chille golpeándolo levemente con una almohada y él rió.

Agarró la cuchara y comenzó a comer, solté una risa al ver como una mueca se formó en su cara.

—¡Diablos! ¡Me quemé la lengua!

Luke Howland, eres un idiota.

El ojiazul me dio una mirada fulminante y se tocó la lengua. La vista que tenía de él me gustaba, su perfil era demasiado lindo, ¿acaso todo en él era perfecto? Porque para mí lo era.

Su cabello rubio aún seguía mojado, haciéndolo lucir de alguna manera más atractivo de lo normal, pequeñas gotas rebeldes resbalan por la parte de sus sienes. Él pasó unas de sus manos por su cabello, causando que me salpicara, ante el impacto solo pude cerrar los ojos y soltar un jadeo en forma de quejido.

—Eso es por no decirme que estaba caliente — Luke gruñó — Se me entumió la lengua.

Comencé a dar estruendosas carcajadas ante lo dicho, esto era divertido, su rostro era como el de un niño pequeño cuando esta indignado y no quiere que lo toques, él frunció sus labios y blanqueó los ojos para mirar hacia otro lado.

—Era obvio que estaba caliente — a penas pude articular.

—Cállate, Weigel.

Cubrí mi boca para intentar detener las carcajadas pero era inevitable, mucho menos cuando su rostro era de alguna forma graciosa ante mí, él volvió su mirada y negó unas cuantas veces. En un segundo, ya estaba en el suelo con Luke encima de mí haciéndome cosquillas.

—¡Detente! — exclamé intentando alejarlo.

Me estaba quedando sin aire, hasta que Luke por fin se detuvo, y esta vez, yo quedando encima de él, nuestras respiraciones eran demasiado rápidas. Mi oído estaba apoyado sobre su pecho, oyendo claramente como su corazón latía con frenética.

Era impresionante como en ese corto tiempo podía olvidar todo lo que había pasado hace unos días atrás, como con Luke nada importaba, solamente eramos él y yo, y tal vez, solo tal vez, siempre fue así. Solo los dos. Me hacía sentir bien, siempre me sentía así con él, a su lado. Era como mi protección, mi seguridad y mi paz.

Todo estaba en silencio, solo se oía el sonido de la lluvia que comenzaba a caer. Escuchaba  aún sus latidos, si nada más,  y no era un ambiente incomodo, era un silencio en donde no tienes que decir nada, porque simplemente es reconfortante, es nítido, aquel tipo de silencio que puede decir más cosas que uno mismo con palabras, de esos por los cuales aparecen para que los sentimientos fluyan. Aunque en un momento tenía que ser roto, y fue por Luke.

—Weigel — su voz sonó tan ronca y su pecho vibró sintiéndolo en mi mejilla.

Alce mi mirada azul hacía la suya, esos iris eléctricos me miraban serios, pero a la vez tan penetrante, estaban completamente brillosos. Este era Luke. Mi Luke.

—¿Si? — pronuncié en un murmullo.

Hubo tan solo unos segundos de silencio hasta que su boca se abrió, soltando en un suspiro las palabras perfectas:

—Te amo.

Y juro que en ese momento mi corazón se detuvo para después comenzar a palpitar con rapidez rítmica. Jamás me imaginé que Luke diría aquello, no así, no en un momento como éste. Probablemente quisieras oír ese te amo de la persona que es muy especial para ti en un instante perfecto, pero... allí me di cuenta de algo, y es que solo era especial si la persona de quien viniera lo era.

—Yo también te amo, Luke.

Y sí, ese día también supe que había caído completamente en Luke Howland.




[...]


—¿Qué clase te toca? — el ojiazul preguntó apoyando su hombro en el casillero a lado del mío.

—Cálculo — respondí sacando y metiendo libros de mi mochila al casillero.

—Ugh — gesticuló — Entonces te deseo suerte, me voy a escuchar los valores y morales del humano.

Reí ante eso y negué, Luke estaba a punto de irse hasta que lo llamé haciendo que volteara. Me puse de puntitas para poder estar a su altura y le di un beso.

—Suerte para ti también — le regalé una sonrisa y él igual.

—Eso me gustó  — confesó entrecerrando los ojos y se alejó.

Se me viera a mí misma podría verme con una completa cara de boba, de eso estaba muy segura. Regresé a mi casillero para cerrarlo y bajando mi mirada hasta mi mochila oí aquella voz que hizo erizar mi piel.

—¿Ya estás con Luke?

—Eso a ti no te importa — mascullé entre dientes.

—Solo es una pregunta sin ninguna intención, Hasley —Matthew rodó los ojos.

—Una que no se me da la gana de responder — mofé — Me tengo que ir a mi clase.

—Hasley... — sentenció.

—Basta, Matthew —hablé firme sujetando la correa de mi mochila—. Yo ya te dejé en paz. Ahora hazlo tú.

Decidida a darme la vuelta e irme a mi aula sin tener que soportarlo más, él volvió a hablar, pero entre sus planes no estaba que solo los dos lo escuchásemos.

—¡Al menos debiste engañarme con alguien mejor! — siseó en un grito que se oyó por todo el pasillo.

Enojo. Si, en ese instante solo esa emoción me invadió. Por lo cual, no supe cómo ni en qué momento me veía dando un gran paso hacia él, y en un corto tiempo, mi puño ya estaba chocando contra su rostro.

—Luke es mil veces mejor que tú — indiqué entre dientes y giré sobre mis talones para irme de allí.

Continue Reading

You'll Also Like

51.4K 5.2K 19
No se puede detener el presente, ni tampoco rebobinar al pasado. La única forma de conocer el secreto, es darle PLAY //Soy Luna y sus personajes me p...
268K 10.3K 41
Se llama Marcos. Se apellida Cooper. Y toca la guitarra. Jude Brown es una estudiante de periodismo, tras un largo camino en su vida, tiene que busc...
88.3K 494 8
El resumen de una de las obras más famosas de William Shakespeare<3
451 56 15
No todos son lo que aparentan, algunos aparentan ser buenos pero son malos y otros aparentas ser malos pero son buenos :')