Andrew
Tocaba mis abdominales mientras estaba tumbado en el suelo de el ring de el gimnasio. Dónde darle a White. Que hago para reventarle. Para acabar con él. Tengo esa ansia de poder, sólo tengo en mi mente ése título en mis manos.. solo.
No, eso no volverá pasar. Solo fue una mancha negra que no se puede quitar, pero por mucho que piense que estoy con gente que me quiere, me siento solo. Sólo no me siento a si cuando estoy con Meredith. Por eso no quiero fastidiarla, y evitó ponerme lo menos posible celoso. Ella es mía y solo mía.
*****
Me levantaba de la cama de Meredith e iba andando para la cocina. Aún tenía los ojos casi cerrados y vi pasar a Meredith solo con unas bragas negra de encaje. Se me hizo raro por qué ella nunca está a sí por casa.
Entraba en la cocina rascando ambos ojos y al abrirlos, ella estaba apoyada en la encimera tomando una taza de café y con pijama.
¿En serio? ¿Tan excitado estoy últimamente?
Se me escapó media sonrisa al verla de esa manera y ella frucia su ceño, era normal, parecía subnormal sonriendo nada más levantarme.
—Muy buenos días a ti también.—Decía ella irónica manteniendo su ceño frucido y bebía de su taza.—
—Tuve un mal reflejo, te vi en bragas pasando por casa y no fue a sí.—
—Andrew no puedes pensar en esas cosas, tienes que estar centrado en el gran combate.—Decía poniendo una vocesilla bastante aguda, claramente se reía de mi y dejo la taza en la encimera.— Eres un pervertido.—
—Y tu rubia.—Dije burlandome de ella y me sentaba lentamente en silla que había, junto a la mesa.—
—¿Que hay de malo en ser rubia?—
—Sois lo peor de el mundo.—Dije bromista, poniendo mi boca en "o" al final y se me escapa la risa.—
—Lo peor de el mundo, ¿eh?—
Parecía picada. Me hacía gracia, por qué se picaba y muy rápido. La miraba como se quitaba la camiseta, y luego se quitaba el sujetador negro que llevaba, eso realmente me extrañó de ella.
—No las a ver por mucho tiempo, campeón.—Decía la última palabra en un tono chulesco, cogió el sujetador tirandomelo a la cara, la escuchaba como se reía a carcajadas.—Que vergüenza.—
—Hm.—Reí leve quitando su sujetador de mi cara y bajé la mirada, luego la subí mirando su pecho. Respiré hondo entre abriendo mi boca.— Ho..—No acabé la palabra y cerré mi boca.— —¿Ho?—Dijo riéndose, poniéndose la camiseta y se cruzaba de brazos bastante sonrojada.—
—Hostia.—
—Yo nunca hubiera hecho esto, que lo sepas.—Dijo mientras corría de la cocina bastante avergonzada.—
Miraba como se iba entre abriendo mis labios. Sentía un pinchazo en el corazón. Dentro de mí. Me dolía.
*****
Pegaba cabezazos al saco mientras le pegaba con toda mi rabia. Le pegaba y pegaba. Hasta qué paré respirando hondo, me apoyaba la frente en el saco, intentando calmarme, pero no podía.
Andrew eres imbécil, deja de marear la perdiz y sigue con el entrenamiento. Es una estupidez qué.. no, no, que va. No puede ser.
Total tu ya.. bueno si yo ya lo hubiera.. no estaría.. no lo sé. Es una gilipollez.
Meredith
Mordía mis uñas mientras estaba con Sheila. Contándole la tontería que hice.
—Deja de ser tan inocente por Dios, ¿Quien no le ha enseñado las tetas en plena mañana a su novio?—
—Yo no soy a sí, si soy la tía más tímida de el mundo, y la más tonta también.—
—Si te lo has tirado como unas cien veces.—
—¡No es lo mismo!—Grite en susurró dejando de morder mis uñas y me inclinaba hacia a ella.—No quiero qué piense qué soy una fresca.—
—De verdad, que tonta sois las rubias.—Ponía sus ojos en blancos por un momento y me miraba negando.—Ahora es cuando a tu chico le pones más, hazme caso.—
—Que pesados sois con las rubias.—Me quedaba mirándola mal, le quitaba la mirada segundos después pensativa.—
Encima como su madre era.. era una luchadora, la pobre.
*****
Andaba rápidamente por el gimnasio hasta ponerme al lado de Andrew y cruzar mis brazos. Ole por mi y mi valentía de querer hablarle después de hace días.
—Hola.—Saludó neutro pegándole al saco con muchísima rabia, ni me miraba.—
—Que serio.—Dije en tono refunfuñona, carraspee mi garganta después para hablarle mejor.—Me da mucha cosa decir esto pero.. lo de la cocina.. pechos al aire.—
—A mi me gustó.—Dijo observando su media sonrisa mientras le seguía pegando al saco.—Pero me sorprendió con lo tapadita y tímida que eres.—
—Fue una tontería, sabes que yo no soy a sí.—
—A estas alturas de nuestra relación aún te preocupas lo que pueda pensar de ti.—
—Soy una rayada Andrew.—Dije en un tono borde mientras negaba y me quedaba mirándole.—
Nos quedamos mirándonos varios segundos, él comenzó a reírse por la manera de la que le hablé, no era corriente en mí. Sonreí de lado colocando un mechón de pelo rubio detrás de mi oreja y daba un paso hacia a él.
—¿Como vas con tus entrenamientos?—
—Estresantes.—
—Seras por que piensas mucho.—
—Pues si, pienso en como acabar con él.—
—No lo hagas, vas a ganar, estoy segura.—
—Odio que confíes tanto en mí.—Paro de pegarle al saco, se giraba mirándome y sonreía ampliamente, contento.—Y con tanta seguridad.—
—Es que estoy segura de que vas a ganar Andrew.—
—Dame un buen motivo.—
—Por qué eres tú.—
Se sorprendió a mis palabras dejando su boca entre abierta y luego la cerraba pestañeando varias veces. Parecía que nunca le habían dicho.. algo como eso.
—¿Vendrás a mi combate?—
—Claramente que iré, ¿Que preguntas es esa?—
—A lo mejor tendrías otras cosas más importantes por hacer.—
—La más importante en mi lista es ver a mi novio como gana a ese estúpido de White y como le arrebatan ese título de sus manos.—
—Eres cruel.—Dijo en un tono irónico mientras sonreía y asintió.— Pero me gusta, y más me va a gustar que tu veas esa victoria.—
—Y a mi me va a gustar cuando seas feliz teniendo ese título.—
—Ya soy feliz Meredith.—Dijo poniendo en un tono serio, se cruzaba de brazos y susurraba la última palabra que dijo.—Contigo.—Se quedo haciendo una pausa mientras me miraba con esos ojos azules, que tanto me gustaba.— Lo de antes.. pienso que eres la chica más increíble que he conocido en mi vida, no pienso ni pensaré nada de ti malo, nunca.—
—Y-Yo..—No sabía que decir exactamente, esta vez era yo la sorprendida y tocaba mi pelo, bastante sonrojada.—Era por lo ayer hice en la cocina podrida pensar que era una.. guarra o no se.—
—Para.—Se ponía serio haciendo la señal de que parará de hablar y respiro hondo.— Se que piensas eso por lo de mi madre, mi madre para mi era una luchadora, y tu, si eres mi novia, y me quieres enseñar las tetas, no pienso que seas una guarra ni mucho menos, a si que deja de preocuparte de lo que voy a pensar mal de ti y se tu misma.—
—Vale.. no pensare más eso.—Dije silenciandome por segundos y me reía levemente.— Ya no verás tetas por las mañanas jamás.—
—¡Eres cruel!—
Nos reíamos ambos, noté su mano en mi cintura atrayendome a él y rodee su cuello abrazándole. Aparte de ser novio, también era mi amigo.
Andrew al parecer o esta obsesionado o esta estresado, y la que sigue sin entender nada es Meredith. ¿Se sabrá más cuando pase el tiempo? ¿O seguirá Meredith pensando en su dignidad y Andrew en su pasado? Todo esto... ¡En el próximo capítulo! Gracias por leerme y dar mg o comentar😊😊😊