Sólo tú

By Mgallager

31.5K 879 48

More

prólogo
1
2
4
5
6
Epílogo

3

3.6K 95 4
By Mgallager

—Oh, me he fijado mucho —murmuró. Rotaron sus caderas, el pene excitado empujando de nuevo en la entrada de su trasero. —Tienes un trasero maravilloso... 

A ella se le entrecortó la respiración. Se encontraba dividida entre el miedo a lo desconocido y la excitación de saber que a él le gustaba esa parte de su cuerpo. Con sus emociones en conflicto, no se resistió cuando él la empujó hacia abajo hasta que su cuerpo se dobló sobre el estante de las toallas. 

—... tan redondeado y dulce. Y tan... virginal.

Ella tragó con brusquedad. Eso sí que era cierto. 

—Ningún hombre me ha tomado antes por ahí —soltó sin aliento confirmando sus suposiciones. Estas palabras consiguieron que se excitase aún más. 

—Bien —murmuró, mientras una mano serpenteaba hacia adelante hasta encontrar su clítoris. —No soporto la idea de que otro hombre te folle, por ningún sitio. — Restregó su clítoris circularmente, masajeándolo hasta que ella comenzó a jadear entre sus brazos. —Eres tan sexy —ronroneó en su oído, presionando más su erección contra su ano. —La mujer más atractiva que he visto nunca.

Sus ojos se abrieron con el elogio, y después se desorbitaron cuando sintió la firme presión producida por la punta de su pe.ne deslizándose en su interior. —Harry…—dijo con voz asustada. Gimoteó cuando le frotó más rápido el clítoris con los dedos; su cabeza cayó sobre el estante de las toallas. 

—La he untado con aceite de coco —dijo roncamente, su voz como un susurro. —Una vez que consigamos que entre la cabeza, todo irá bien, cariño.

Le acarició el clítoris más fuerte, con lo que el cuerpo de _______ comenzó a retorcerse involuntariamente contra el suyo mientras gemía. Su hendidura engulló completamente el glande de su marido y sus ojos se abrieron desorbitados. Completamente rígida, sus músculos internos se tensaron al sentirlo dentro. Harry frotó su clítoris sin piedad, hasta que _______ no pudo hacer otra cosa que gemir en voz alta mientras él la conducía inexorablemente al orgasmo. 

—¡HA-RRY… —lloriqueó, y su cuerpo se retorció frenéticamente contra él. —Oh, Dios mío.

_______ estalló en un orgasmo profundo y violento gritando enloquecida. Y mientras se convulsionaba, Harry le hundió el pe.ne en el trasero clavándoselo hasta la empuñadura. —Te lo he metido todo —anunció pastosamente, meciendo las caderas adelante y atrás. 

Clavó una mano en su cadera y con la otra continuó masajeándole el afeitado se.xo empapado.

Se hundió dentro y fuera de su tras.ero, y sus gemidos inundaron el cuarto de baño. —Oh, Cristo —masculló, su voz tan ronca como si lo estuviesen torturando a muerte. Su pe.ne bombeó dentro y fuera de su carne flexible, aumentando la velocidad y llegando hasta el fondo ahora que su cuerpo se había ajustado a su tamaño. —Estás tan apretada, cariño. Dios mío, estás tan condenadamente apretada…

_______ empujó las caderas contra él, disfrutando de la manera en que la estaba enculando ahora que ya podía abarcarlo por completo. Sus embestidas la hicieron lloriquear, sus te.tas colgaban brincando frenéticamente mientras su marido masajeaba su vagi.na y su pen.e empalaba su tras.ero.

—Me vengo —sollozó, y el orgasmo inminente fue tan poderoso que la condujo a la histeria. —Oh, Dios mío, Harry.

Se corrió violentamente alzando la voz, su cuerpo entero extremadamente sensibilizado cuando el orgasmo estalló en su vientre. Gritó por su intensidad y sonidos frenéticos burbujearon en su garganta mientras él continuaba montándola por detrás. Él gimió agónicamente, masajeando su vagina empapado con movimientos rápidos, circulares, mientras le cogía el tra.sero más y más fuerte. Continuó bombeando otro minuto más inundando el cuarto de baño con sus gruñidos. 

—Yo también me voy a correr —jadeó Harry, incapaz de aguantar tanto como quisiera dentro de una vaina tan apretada. Sus caderas martillearon adelante y atrás, golpeando salvajemente su cuerpo contra el suyo.

Ella sintió como se le aceleraba la respiración y los jadeos caldeaban su oído. —Oh, joder_______ —Gritó su nombre mientras se corría, y todo su cuerpo se estremeció encima de ella. Ella continuó empujando las caderas contra él haciéndolo gemir, mientras su cavidad exprimía hasta la más pequeña gota de semen que pudo extraer de su cuerpo. 

—________ —gruñó de nuevo, aunque más débil este vez. Sus dedos se clavaron en la carne de sus caderas mientras sus movimientos ondulantes comenzaban a disminuir. —________ —musitó— Gracias. 

________ cerró los ojos cuando cesaron las sacudidas, sintiéndose insegura de qué debía decir o sentir.

Harry Styles me ha dado por trasero, pensó, aturdida. No sabía si reír o llorar, o si dar gracias a Dios porque por fin el hombre que había deseado durante tantos años había hundido su pe.ne dentro de su cuerpo. 

—De nada —susurró, por alguna razón quería que la intimidad entre ellos se prolongase. 

Comprendió que en este momento disfrutaban de una tregua. Mientras estaban así acoplados, eran simplemente un hombre y una mujer, dos amantes descansando después del juego sexual. Ya no eran dos enemigos, cada uno tramando como vencer al otro.

Harry mantuvo una tranquilidad inusitada, como si reconociera también el patetismo del momento. Sin decir nada salió con ternura de su cuerpo y la llevó de nuevo a la bañera. _______ se mordió el labio, rehuyendo su mirada mientras la bañaba. ¿Por qué estaba siendo tan dulce con ella? se preguntó mientras sus manos le lavaban los pechos. Decidió no cuestionar sus motivaciones y simplemente gozar del momento.

No obstante, reconoció que le gustaría que pudiera ser siempre así. Quisiera ser capaz de borrar el pasado, hacerlo desaparecer para siempre. ¿La traición de John Challensee planearía siempre sobre sus vidas?

Suspiró al tiempo que reconocía con tristeza que eso era lo más probable.

-No puedo creer que no permitas que me vista -siseó _________a su marido. Sonrió tímidamente al criado que le estaba sirviendo la cena, luego se volvió de nuevo hacia Harry mientras el sirviente desaparecía tan discretamente como había llegado. El comedor en que se encontraban era enorme y espacioso, decorado en estilo español.

Los pensamientos de ______ volvieron a centrarse en su desnudez. Éste era el tercer día que pasaba en la isla y todavía no se había podido ponerse ni una sola prenda de ropa. La buena disposición que había empezado a experimentar hacia su marido la noche de bodas se había disuelto, y la irritación había ocupado su lugar.

-De saber que iba a ser tratada de esta manera...

-¿Qué habrías hecho? -murmuró Harry, y sus ojos penetrantes se clavaron en los de ella.

Sus aletas de la nariz se ensancharon. Se habría casado con él igual y los dos lo sabían. Era eso o observar impotente como ponía en la calle a su madre y a su hermano.

-Espero que estés disfrutando...

-Muchísimo.

-...porque no va a durar siempre.

Él arqueó una ceja. -¿No piensas cumplir tu parte del acuerdo? -Él acercó su vaso de Pinot Grigio a los labios. -Qué poca deportividad por tu parte, amor.

-Encontraré la manera de recuperar Challensee Company -masculló ella- Ya lo verás.

Silencio.

______ se preguntó inútilmente por qué había estado atacándolo todo el día. Su desnudez no le había molestado tanto los dos primeros días de su luna de miel, ¿entonces por qué ahora?

Frunció el ceño. Se negaba a aceptar que quizás se sintiese rechazada porque, hasta el momento, él no hubiese intentado consumar el matrimonio. De hecho, no la había tocado desde la noche en que tomó su virginidad anal. Ahora se sentía absurda por haber albergado semejantes ideas románticas sobre él después de que eso hubiera pasado. Su orgullo, reconoció, se resentía al sentir su rechazo evidente.

Harry posó el vaso de vino blanco y chasqueó las yemas de los dedos.

-No tienes ninguna posibilidad de recuperar la compañía y ambos lo sabemos. Ahora quiero ver como desaparece tu enfado y te comes el pescado.

Bufó, poniendo los ojos en blanco. -Querer es poder. Además soy alérgica al pescado.

Juraría que sus amenazas no lo habían preocupado ni lo más mínimo, sin embargo, curiosamente, el comentario sobre su alergia sí que pareció molestarle.

-Lo siento, amor. No lo sabía. Te pediré otra cosa.

________ movió rápidamente una mano para posarla sobre la de Harry.

-Por favor, no toques el timbre -dijo tímidamente- Casi prefiero comer el pescado antes de que alguien más me vea desnuda.

Le pareció que su mirada se suavizaba, pero no podía estar segura. -¿Tuviste algo que ver con eso? -preguntó suavemente, poniéndose en guardia.

________ parpadeó arrugando la frente. -¿Algo que ver con qué?

-Con que me despidiesen hace años -su mandíbula se endureció- Con robar mis ideas y fingir ante la junta que eran de John.

Suspiró. -Harry... me siento fatal por lo que hizo mi padre, pero...

-Nada más responde a mi pregunta -murmuró- con un sí o un no será suficiente.

Lo miró directamente a los ojos. -No -dijo firmemente- No me enteré de que te habían despedido hasta una semana después de que sucediera. Pasaron otros dos meses antes de que descubriese lo que te había hecho.

Silencio.

Su espalda se enderezó. -Puede que no me creas, porque está claro que soy una Challensee, pero es la verdad.

Silencio.

Harry cogió el vaso de vino y bebió. -Si te sentías tan mal -preguntó, con una voz que pretendía sonar indiferente- ¿entonces por qué no me ayudaste? -Agitó una mano. -John habría hecho cualquier cosa que tú le pidieras y todo el mundo lo sabía.

-Eso no es verdad -susurró. Se aclaró la garganta y desvió la mirada. Le había suplicado a su padre que le devolviese el empleo a Harry hasta quedarse afónica... pero fue inútil.

-No sé de donde sacaste esa información, pero es falsa. Mi padre sólo confiaba en las personas que podía controlar. Y yo no estaba entre ellas. Y tampoco tú.

-Touché.

-Me dejó todo en su testamento, es verdad, pero puedo asegurarte que no fue por amor. A sus ojos supongo que fue el menor de tres males.

Se encogió de hombros, aunque el gesto distaba de parecer despreocupado. Siempre deseó que John la amara. Aún le dolía que nunca lo hubiera hecho. Puede ser que hubiese sido un hombre deshonesto, pero seguía siendo su padre.

-Algo así -susurró- Puedes ponerte la ropa cuando los criados estén alrededor, pero cuando estemos sólo los dos quiero verte siempre desnuda.

Ella alzó la mirada, los ojos como platos. No contaba con esa concesión. -¿Entonces me crees? -preguntó en voz baja.

Él suspiró. -Puede ser que parezca un maldito idio.ta, pero sí, te creo.

-¿Entonces no vas a seguir castigándome por más tiempo?

Frunció la frente. -¿Castigarte?

Ella agitó una mano. -Obligándome a pasearme desnuda delante de todo el mundo.

La miró socarronamente. -No fue nunca un castigo.

Ella bufó al oír eso. -¿Entonces por qué lo has hecho? ¿Para hacerme mejor persona? -preguntó sarcásticamente.

Él encogió los hombros. -Prefiero verte desnuda -sus ojos se endurecieron- Y no ha sido todo el mundo. Han sido tres personas. Tres personas en las que confío totalmente. Hay una diferencia.

Dos eran gays, agregó mentalmente. Creía que Tom también lo era... hasta que el muy bastardo había tenido una erección mirando cómo ________ se masturbaba. A la mier.da su teoría. Y a la mier.da Tom como se le ocurriese acercarse a ella de nuevo.

________ movió la cabeza y suspiró, decidiendo que no era probable que solucionase el misterio de Harry Styles esta noche. Y, francamente, estaba demasiado cansada para intentarlo.

Ella rechazó su explicación con un gesto de la mano y se apretó las sienes.

-Bien. ¿Entonces me puedo vestir ya?

-No.

Le lanzó una mirada exasperada. -Pero si acabas de decir...

-He dicho que cuando estemos solos tú estarás siempre desnuda -Miró alrededor del comedor. -De hecho, estamos solos.

Apretó los dientes con fuerza. -Eso es un tecnicismo. Podría entrar un criado en cualquier momento.

-No sin mi permiso. Saben bien lo que hacen.

-¿Y si se declara un fuego en la cocina y vienen todos aquí corriendo?

Él puso los ojos en blanco.

-¿O si, no sé, un huracán va a pasar por la isla y entran corriendo para advertirte? ¿O si...?

-Creo que te estás olvidando de las cláusulas 52 y 53 de nuestro acuerdo prematrimonial -interrumpió.

Ella entornó los ojos. -¿Cuáles son las cláusulas 52 y 53? ¡Había tantas malditas cláusulas que es imposible acordarse de todas!

-Puedo hacerte una fotocopia si quieres.

-¡... Arrg!

-La cláusula 52 -continuó sin inmutarse- declara que mi esposa hará siempre lo que le diga sin rechistar. La cláusula 53 indica que mi esposa permanecerá siempre dulce, bien dispuesta y preparada para mí -Sus cejas se levantaron. -Has roto dos cláusulas en dos minutos. No es un buen comienzo, querida. Y en nuestra luna de miel aún menos.

Se le ensancharon las fosas nasales. -¡Ese acuerdo prematrimonial es ridículo y ambos lo sabemos!

Él se levantó de la silla y arrojó la servilleta sobre la mesa. -Para ti, quizás, pero no para mí.

________ se apretó las sienes, el ánimo de lucha se había apagado. -¿A dónde vas? -preguntó débilmente. Sus labios se apretaron juntos. -¡Y no quiero volver a oír que hacerte una pregunta rompe una de tus estúpidas cláusulas!

-Voy a traerte algo de comer -dijo con paciencia exagerada- No puedes comer pescado ni quieres que Matt entre aquí, así que tendré que traerte la cena yo mismo.

-Oh -Contra eso no podía replicar nada malicioso.

Fiel a su palabra, le trajo una fuente llena de fruta, verdura, quesos y un buen trozo de tarta de chocolate. Era imposible que ella sola pudiese comerse todo eso.

Pasaron el resto de la comida en silencio, ensimismado cada uno en sus pensamientos. Cuando acabaron, Harry la escoltó a su dormitorio en el tercer piso usando una entrada trasera para que nadie la viese desnuda. Después de cerrar la puerta a su espalda la estrechó entre sus brazos y la besó apasionadamente. Sus manos acariciaron sus pechos, su trasero, su se.xo, todo su cuerpo, y sus labios le devoraron la boca. Cuando levantó la cabeza y se apartó, ella jadeaba sin aliento.

-Hasta mañana -murmuró, posando posesivamente la mano en su pecho. Rozó uno de sus pezones con la yema de los dedos. -Te estoy dando un poco más de tiempo para que te acostumbres a la idea de ser mía, así que te sugiero que lo uses sabiamente -Sus ojos descendieron desde su cara hasta su vagina afeitada y retrocedieron de nuevo. -No soy un hombre demasiado paciente.

_________ asintió, tímidamente, mientras una especie de depravada desilusión la invadía. Miró como Harry atravesaba la puerta doble del dormitorio; una parte de ella se alegraba de que se fuese pero otra parte deseaba que volviera.

Se hundió en la lujosa cama y un suspiro se escapó de sus labios. Deslizándose entre las sábanas, alcanzó la lámpara de la cabecera y la apagó, luego se acurrucó sintiéndose sola en el inmenso lecho.

¿Por qué se había casado Harry con ella? se preguntó por enésima vez. ¿Qué quería de ella? Siempre estaba hablando de posesión y de estrictas cláusulas matrimoniales, pero hasta el momento había sido delicado con ella, incluso comprensivo. Era como si quisiera realmente que ella se acostumbrase a él.

_______se dio la vuelta y se apoyó en un costado, diciéndose que sería mejor que durmiese un poco e intentara olvidarse de su enigmático marido. El amanecer llegaría enseguida. Y traería respuestas prometedoras.

Harry siempre había sabido que, con el tiempo, __________ acabaría viendo las cosas a su manera. Y había tenido razón. La hija de John Challensee era todo lo que el viejo bastardo había pregonado que sería e incluso más. Durante todos estos años había sido la roca que había mantenido unida a la familia del corrupto patriarca. Era el cerebro de la compañía y había conseguido desviar tres de las anteriores tentativas de Harry de asumir el control de Challensee Company.

Pero al final, su victoria había sido inevitable.

Harry se había mostrado paciente en todas las anteriores ocasiones en que ________ había conseguido frustrarlo. Él sabía que John había malgastado los activos de la compañía antes de su muerte, y eso significaba que no era mucho lo que la pequeña _______ podría hacer para salvarla.

Una vez más había tenido razón. Por fin -por fin- los pecados de John Challensee habían completado el círculo. Y Harry Styles recibiría la herencia que los labios mentirosos de John le habían prometido tiempo atrás.

Conseguiría a _______ Challensee. Conseguiría a la mujer con la que había sido torturado y acicateado todos los años que había trabajado para John. Conseguiría a la mujer que había colocado en un pedestal, la mujer que había parecido inalcanzable para un hombre de baja clase social. Conseguiría a su princesa.

*FlashBack*

—Es una auténtica joya —presumía John mientras los dos hombres miraban como ______ trabajaba en su escritorio. Ella no sabía que la miraban. —Oh, sí, ya sé que no es muy hermosa, pero es más inteligente que un rayo y leal hasta la médula.

Harry frunció el ceño. ¿Cómo podía decir que no era hermosa? No se parecía a las amantes anoréxicas de John que siempre aparecían por la oficina reclamando su atención (y la de su cartera), pero nunca había visto una belleza más exótica y exuberante. 

Personalmente, Harry prefería sus curvas voluptuosas a las mujeres esqueléticas y de pecho inexistente con quien John engañaba a su mujer. 

—Estoy de acuerdo —murmuró Harry— en que es una joya.

Es una princesa, pensó Harry, pero no se lo dijo a su jefe.

John sonrió. —Me agrada que pienses así, porque pienso dártela, hijo.

Sus cejas se levantaron. —¿Dármela?

John Challensee resopló ante su confusión. —Sé que no es políticamente correcto hablar así de una mujer, pero créeme, hijo, los matrimonios de los ricos y los poderosos siempre son concertados. Un hombre de mi posición no puede permitirse que su heredera se vaya con cualquiera.

—¿Heredera? ¿No heredará su hijo?

—Ni un centavo.

Recordando el pasado, Harry se decía que debería haberse percatado de la primera pista de la verdadera personalidad de John. Que un hombre pudiese desheredar a su propio hijo sin ningún remordimiento estaba más allá de su capacidad de comprensión. Pero él lo admiraba, incluso había evitado pensar en que sus infidelidades eran una muestra de debilidad. Todo porque John Chellensee había conseguido hacer creer a Harry que estaba destinado a ser alguien.

John lo había convencido de que su origen humilde no importaba. Y estaba en lo cierto. Harry Styles tenía el valor y el empuje necesarios para llegar a la cima.

Su pe.ne se irguió cuando vió trabajando a ________. La inalcanzable hija de John Challensee le había sido ofrecida en bandeja de plata. Al hijo de un ama de casa y de un portero con salario mínimo, parecía demasiado bueno para ser verdad.

Se la veía tan dulce e inocente allí sentada, con sus largos rizos cafés enmarcando esa carita de ángel. Parecía un cordero que no sabe que está a punto de ser comido por un león. Pero ahora sólo tenía dieciocho años, se recordó, y estaba trabajando en Challensee Company a media jornada mientras acababa sus estudios universitarios. 

John le daría unos años más para madurar y entonces le entregaría su mano en matrimonio a Harry.

—Me sentiría muy honrado de aceptar su mano —decía Harry en voz baja, mirándola hipnotizado— Muy honrado...

Harry la había idealizado todos estos años. La colocó en un pedestal que ninguna otra mujer podría alcanzar, por eso sus relaciones terminaron invariablemente cuando las mujeres de su vida palidecían en comparación con ella.

Dos años más tarde cuando John lo había puesto de patitas en la calle, no era la pérdida de su trabajo lo que había lamentado. Ni tampoco el robo de su proyecto, un proyecto que había supuesto millones para Challensee Company. No. Fue la pérdida de ______ lo que lo había convertido en alguien más despiadado y peligroso de lo que había sido jamás. Se la habían colocado delante como un espejismo en el desierto, y luego se la habían arrebatado sin remordimientos.

Le quitaron a su princesa. Y eso era lo peor que podían hacerle.

*Fin FlashBack*

Pero ahora, los pecados de John Challensee habían completado el círculo...

Harry arrojó la corbata en el vestidor, preparándose para acostarse esta noche y solamente esta noche sin su espejismo en el desierto. Sabía que su esposa pensaba que era indigno de ella. También sabía que esto le tenía sin cuidado. Su pe.ne se endureció cuando finalmente lo envolvió la realidad de la situación: Había ganado. Había asumido el control de Challensee Company y _______ no había tenido otra opción que aceptarlo como marido. Eso o su familia lo perderían todo. En realidad, él no tenía intención de apoderarse de nada que perteneciese a su familia, pero un hombre de negocios astuto sabía jugar sus cartas. Y Harry era el más astuto.

Y ahora _______ Challensee era suya. Suya para tomarla, suya para embarazarla, suya para... poseerla. Su princesa. Suya. Nadie podría quitársela. Nadie se la negaría se nuevo. Había ganado. Lo había ganado todo. La tenía a ella.

Harry no tenía ninguna intención de conformarse con una relación fría y cortés con su esposa como sucedía en muchos matrimonios de la alta sociedad. Cuando le había dicho que sería su dueño, quería decir justo eso. Con todas las palabras.

Conseguiría el corazón de _________, así como había conseguido todo lo demás que quería.

Nada mal para un pobre chico de Holmes Chapel, que tuvo que trabajar toda su vida, ayudar en casa y estudiar en escuelas públicas. Nada mal para ser un campesino.
...

Continue Reading

You'll Also Like

23.4K 1.8K 30
Antes de que ésta historia realmente comenzara, estaba la tierra; con edificaciones inmensas, ejecutivos, ingenieros, estafadores, actores, tv pantal...
1.4K 186 7
Xiao Zhan, un estudiante universitario, quien estudia psicología. Wang Yibo, un estudiante promedio y ejemplar, al igual que atractivo y perfecto an...
2.9K 302 11
kyungsoo y Kai son compañeros de clases, kyungsoo es un chico tierno e inteligente. Kai es un chico que le gusta pasarla bien con las personas por u...
46.4K 4.6K 45
(Mayo 2013) En un escenario juvenil los siempre protagonistas se confrontarán a las consecuencias de los arrebatos de su edad. ESTA HISTORIA, COMO LA...