Mis ojos se llenan de lagrimas mientras lo miro. ¿Cómo es posible que el hubiese caído otra vez? Estaba furiosa, sin embargo, la preocupación que sentía por su salud mental era mucho más grande que cualquier enojo.
—Estás enfermo Justin— le grite con fuerza mientras negaba con mi cabeza
—¿Enfermo? ¿Así es como le llamas a estar enamorado?—una carcajada burlona escapa de mis labios
—Hay algunos tipos de amor, que son enfermizos—
—Solo dices eso porque no te he escogido a ti— la rabia incrementa. Tomo mi bolso con fuerza y me alejo de él—¡Casi me morí, Hailey! Estuve a punto de enloquecer sin ella —
—No voy a quedarme a ver como te auto-destruyes, otra vez — abro la puerta y antes de salir me giro nuevamente para encontrar sus ojos mieles con los míos—tal parece que siempre, el problema comienza con ella.—
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La manera en como una belieber se desahoga.
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