— Lo lamento no queríamos hacerte daño —se disculpó por los dos Charlize
—No te preocupes —dijo con una sonrisa, ya que por fin tenia de cerca a la chica
Marcus confundido caminaba en círculos, no entendía nada —No se que sucede, ¿Qué hace un chico como tú aquí?
—Quería ver la competencia —dijo moviendo los motores de la silla de ruedas para quedar al frente de los chicos.
—Ya veo —frotó su sien —Pero... ¿Por qué le haces porras a Charlie? ¡La estabas volviendo loca!
—Hey —protestó ella —Solo tenia curiosidad.
—¿Querías saber quien era? —dijo ilusionado el de ojos grises.
—Si, claro. Pensé que eras un bromista o algo así.
—Oh no, esa nunca ha sido mi intención.
Marcus soltó una respiración interrumpiendo la conversación de ellos —Se puede saber ¿Quién eres?
El chico estiro su mano —Soy Mattew Mune.
—Mucho gusto Mattew —estiró su mano ella con eduación —Soy Charlize Benirson y el es mi hermano Marcus.
El sonrió.
—Ahora Mattew, ¿Por qué me haces porras?
—¡Eres una corredora! —respondió Matt.
—Si, pero siempre llego de última —alegó Charlie —. Deberías apoyar a alguien mejor, de eso se trata.
—Pensé que se trataba de apoyar a alguien que admires.
Aquella situación era muy rara, aquel chico no era nada de cómo se había esperado alguno de los hermanos Benirson que fuera, y justo ahora estaba diciendo algo que Charlie nunca había considerado. ¡Alguien la admiraba!
—¿Me admiras? A mi, pero si soy pésima en esto. Nunca he ganado, y a este punto dudo que lo haga.
—Y aún así sigues corriendo. Te he visto perder muchas veces Charlie, y aun lo sigues intentando aunque a veces he creído que estas a punto de renunciar por completo. Si no hay nada más admirable que eso, entonces no se que lo es.
Tanta era la emoción. Tanto era lo que significaba eso para ella que empezó a sollozar. De inmediato Marcus se acercó a abrazarla, dejando que con sus lagrimas empapara su camisa.
—No quiero que llores Charlie. Las personas como tú no deben llorar. —agregó Mattew
Ella se despegó un poco de su hermano, y con su dedo índice secó algunas de sus lagrimas.
—Lo siento, nadie me había dicho algo así. Y de repente me siento tan mal por verte así —dijo refiriéndose a su piernas sin movimiento. —Sabes que no soy la única perdedora, hay muchos más ¿Por qué a mi?
—Porque cuando te vi por primera vez correr, supe que lo hacías de corazón. Y eso no todos los ganadores lo tienen.
Un silencio invadió el ambiente, nadie más tenia algo que decir. No todo los días encuentras a alguien para el cual eres alguien importante. No todos los días conoces a alguien para la cual eres una inspiración. No todos los días encuentras a alguien que te enseña que tu vida es mejor de lo que las has visto siempre.
—Matt ¿Dónde estas? —se escuchó una voz a lo lejos
—Lo siento, me tengo que ir. Chao Charlie, nunca dejes de correr.
—Espera ¿Te vas?
—Si —dijo sonriente y empezó a rodar en su silla.
—¿Te veré otra vez? —con curiosidad grito Charlie.
—Claro.
Una mujer esperaba a Mattew en el estacionamiento, lo ayudó a subirse en el automóvil. Mientras tanto Charlie y Marcus veían la escena.
—Conozco esa mujer —soltó Marcus.