Narra Lauren
Una vez que me aleje de las chicas, camine por los largos corredores del centro comercial, decidida para ir a casa para prepararme.
El trayecto fue largo y muy silencioso. ¿Que habrá estado haciendo Austin ahí?, no puedo evitar pensar en él, ese idiota. No puedo controlar aquella ira cuando lo veo, su rostro me es tan familiar, tal vez? No se.
Al llegar a mi departamento, estacione mi moto. Me dirigí al ascensor donde en el primer piso subió. Una sexy rubia me inspeccionó de arriba a abajo. Sentí su mirada, pero no le di importancia. Tenia la mente por otro lado.
Como de costumbre me di una ducha, cabe mencionar que en esta ocasión fue una ducha demasiado corta. Tenia el tiempo justo. Enrolle la toalla a mi alrededor en busca de mi ropa, encontré la venda que cubría mi pecho en mi armario. La toalla cayo al suelo, con delicadeza. Cubrí firmemente la venda sobre mi torso, mi ropa interior y mi enterizo protegieron mi cuerpo de pies a cabeza. Lo único que me hacia falta eran mis botas, ¿donde fue que las deje?.
Di vueltas por la habitación buscándolas, se me ocurrió ver bajo mi cama, me inque de rodillas y como era tan reducido el espacio solo introduje la mano. ¡La encontré!, lo saque y....
<< -Eh ¡fenómeno! Mamá te llama - yo seguía sumergida - eí, estúpida - abofeteo mi rostro - ve.
Con brusquedad me levanto y me echo de la habitación. No podía quedarme aquí, me iría peor al llegar a su despacho, toque tres veces.
- Adelante, cariño - cariño, esa simple palabra causa asco en mi.
Con la cabeza gacha entre.
- Ven aquí a mi lado - a lentos pasos me acerque, pero no me senté. Mi cuerpo no respondió.
Violentamente jalo de mis brazos y caí de espaldas sobre el sillón.
- ¡¿Porque no obedeces, EH?!, ¿!quieres que le diga a tu Mami que eres una porquería!?, un monstruo andante. - con lágrimas destilando libremente por mi rostro, negué. - y como estas, bebe? - asco, como es capaz de llamarme así?. No respondí. Sus manos recorrían mi abdomen descaradamente.
- ¡Dej.. déjeme! - trate de decir , los sollozos ahogaban mis palabras.
- no te gusta? - susurro en mi oído, sus manos masajeaban mi entrepierna.
- Por .. por favor.. no...
No me escucho, desabrocho mis pantalones lentamente, torturándome , hasta que finalmente los arranco completamente al piso; saco mis calzoncillos.
- Qu.. quiero a mi m..mami..
Ahí fue cuando mi pesadilla comenzó, esa señora marco mi infancia, mientras lo único que yo rogaba era ver a mi madre llegar a casa y ser abrazada por papá. No aquí sin poder hacer nada, solo obedecer.
- ¡Tu mamá no esta aquí! - se puso de pie, y de la chimenea saco un fierro humeante.- Ahora veras.
- ¡AHHH! -grite de dolor, quemaba mi piel. Mi cuerpo ardía, era un dolor que no podía describir. Al sacarlo mi piel ardía y pedía agua. Solo vi rojo y esa marca en forma de "x".
- Se lo ... suplico ... - rogué , sus manos. Esas asquerosas manos torturaban mi , en ese entonces, pequeño miembro. Tan solo tenia seis años cuando sucedió.
- Sabes.. a mi edad no me queda mucho - decía, mientras su boca succionaba mi miembro - necesito probar de todo antes de dejar de existir - acariciaba mi mis huevos - y, tu eres una niña, un fenómeno que nunca debió existir..
Su boca, sus labios rozaban mi pene, en un descuido sujeto mis manos para no detenerla, así ella podía besar mi cuello, se dirigía a mis labios, pero quite mi cara, cerrando mis ojos.
Al abrirlos vi la puerta entre abierta y ahí estaba él, observándolo todo. Me veía sufrir , llorar y no intervenía. ¡Qué hice para merecer todo esto!
"Por favor" articule con mis labios, sus labios no dejaban mi miembro lo estiraba y mordía. sólo rogaba para que mi mamá llegase por mi.
- Mamá - irrumpió en la habitación, inmediatamente su madre se alejo de mi y me cubrió con un cojín.
- ¿Que sucede hijo? - preguntó.
- El teléfono no deja de sonar, dicen que es urgente.
Ella salio, dejando la puerta abierta tras de ella. Él y yo, solos en una habitación.
- Muerete asquerosa - y cerro de un portazo la puerta. Eh ahí yo sola.
- ¡PORQUE! - grite, con lágrimas aproximándose por mis ojos. Tome mis calzoncillos y mis pantalones para ponerme los.
Ya lista, salí de ahí. Lástima que tendría que cruzar el salón para llegar a la habitación en la que me quedaba cuando pasaba tiempo aquí.
- Lo sentimos mucho.. aja... okey... yo me hago cargo. - colgó y me observo.
- Austin, ve arriba y no bajes - le advirtió a él, asintió y desapareció escaleras arriba.
- ven aquí - me apunto caminando a la oficina. No quería que ocurriera todo eso de nuevo, no lo aguantaría. ¡No!.
- ¡No! - grite - Ya no!, me quiero ir - intente irme pero no. Me detuvo.
- Ven aquí fenómeno - me arrastró por la camiseta que llevaba puesta.
- ¡No de nuevo! - me reuse, tiro tan fuerte de mi camiseta que esta se rompió completamente, ella lo noto por lo que termino de deshacerse de ella, quede con el torso desnudo.
Sus dedos, su agarre en mi muñeca. era demasiado. Me arrastro al despacho nuevamente.
- Ya aprenderás.
- ¡AHHH! - grite, no por lo que venia, por estar aquí o por lo que me esperaba. Ese fierro, ese hierro quemo mi espalda. Todo a mi alrededor desapareció. Solo eramos ese dolor inigualable y yo.
- Tan estúpida - me abofeteo, tirando me al suelo de espaldas al piso. Al sentir el frío suelo, dolió aún mas, ya no resistía.- Escucha me bien, mi marido ya llegara y ya sabed que hacer - amenazó - mhh.. y que pena por ti, deberás lo siento, inutil, ya no veras a tu papi ni tampoco a tu mami - aseguro.
- ahhh - me queje, mi cuerpo ardía - de que esta hablando usted?
- Tus papás, ya no están aquí.
- ¿Que?
- Eso, estúpida niña. Tus padres murieron - se me acerco a mi tomando mi cabello entre sus manos - ahora tendré mas tiempo para enseñarte a como complacer una mujer, eres una porquería monstruo. A tu edad ya deberías, eres una pendeja. Ojala alguien te quiera, aunque no lo creo. No Sirves. Ni siquiera para complacer, bestia. - y se marchó.
las lágrimas eran imparables, el dolor en mi pecho cada vez mas fuerte, no puede ser..papá.... mamá... ¡NO!
Corrí a la habitación en busca de 'Tumi' la muñeca que mamá me dio en mi cumpleaños pasado. Tumi, así la llamo ella. Desde ahí que la aprecio mucho , ella sabe todos mis secretos. Me quiere y yo también, ella no me cree que soy un monstruo. dice que soy lo mejor en este mundo.
- te quiero - dije sollozando, abrazandola contra mi pecho.
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Hola! Lamentamos ser tan lentos en escribir, pero aquí esta(:
Disfrutenlo!
_Melvier_