Ella pensó que la llevaría a un restaurante de cinco estrellas, pero fueron a una simple cena.
Estaba irritada, ¡Esa no era la forma como debía ir el plan!.
"¿Qué deseas comer?" le preguntó, sonriendo.
Quería meter sus dedos en sus hoyuelos. Ugh. Enfocate Piper.
"Pediré lo que tú" dijo ella, sonriendo dulcemente. Tal como "esas" chicas. Se encogió, él literalmente se encogió.
"¿Qué?" ella preguntó con el ceño fruncido.
"Eres una de esas".
"¿Una de qué?".
"Puedes elegir lo que quieras, sabes. No debes pedir lo que yo pida. ¿Y si odias totalmente lo que ordeno?" dijo.
Escuchó el sonido de algo partiéndose. Sintió su fachada partirse.
"Esta bien. Pediré una hamburguesa de queso con papas" ella dijo. Él sonrió. Su sonrisa era tan amplia que pensó que su rostro se partiría.
"¿Ahora qué?" preguntó, sin poder evitar sonreír también.
"Nada. Encuentro a las chicas que comen hamburguesas de queso y papas realmente sexys" dijo, con un destello en sus ojos.
"Eres raro" ella dijo, con una completa sonrisa en su rostro.
"¿No lo somos todos?" comentó él, sonriendo. Una sonrisa sofisticada esta vez. Una sonrisa que retenía admiración de alguna manera.
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Esta historia no nos pertenece, la estamos traduciendo, aunque claro que tenemos permiso del autor. Todos los derechos a: Greywritinghood. Esperamos que les guste, de ser así ¡voten! De esta manera, seguiremos traduciendo.