Me encontraba caminando de un lado al otro perdiendo la paciencia. Stiles y Lydia se encontraban más atrás mio, discutiendo. Obviamente, y era de esperarse, Stiles se puso histérico con la idea y se niega completamente a poner en ''riesgo'' a Lydia.
¿Qué puede tener de riesgo, el gritar, para una Banshee? Era como algo natural para ellas.
Los músculos de la garganta estaban desarrollados para eso. El propósito, y de donde sacaba la fuerza las Banshee, es de gritar alertando la muerte. El grito era su centro, como para nosotros lo es nuestra ancla.
Pero Stiles se había empeñado en negarse profundamente a que Lydia haga algo. Estaba empeñado en protegerla.
Que raro... y que se nota la ironía, por favor.
Me acerqué más al pasillo y mientras escuchaba lo que hablaba Scott y Kira, solo por estar aburrida. No es que era chusma ni nada, pero escuchar como Stiles le rogaba a la pelirroja que no se ponga en peligro y que era muy peligroso me aburría.
Scott y Kira no podían escuchar nada por las cenizas de montañas, es como si les paralizara todos los sentidos sobrenaturales. Parecían como sedados. Que efectivo que eran esos polvos.
Pero estaba aburrida escuchando cuando me llamó la atención algo que dijo la kitsune.
- Él todavía la quiere ¿verdad?
Me paralicé cuando escuché eso. Apoyé mi costado izquierdo en la pared concentrando el oído a la conversación, y en especial a la respuesta de Scott. Aunque era demasiado obvia la respuesta también.
- Sí. Sí lo hace... pero ahora es diferente. Es decir, deberías haber visto como estaba a su alrededor.
- ¿Era malo?
- Era algo obsesivo... - Se rió un poco junto con Kira. - Pero no del todo malo. Además, él está diferente ahora. Tiene otras cosas en su cabeza, maduró, creo.
- Él ahora tiene a Vanessa. - Murmuró con un poco de ternura Kira.
- Aparte. Él... de verdad la ama. Es demasiado diferente a lo que sentía por Lydia en su momento. Y a lo que sentía por Malia también... - Ellos se quedaron en silencio un rato antes de que mi alpha hable de nuevo. - ¿Sabes una cosa?
- ¿Qué?
- Lydia solía pretender que no era inteligente.
- ¿Nuestra Lydia? - Preguntó con incredulidad el zorro.
- Sí, Stiles era el único que sabía la verdad.
- ¿Cómo?
- Prestó atención. La escuchó. Recordó-... ¿viste eso...?
Scott no pudo terminar de hablar que un sonido fuerte resonó cerca de ellos. Se escuchaba como... electricidad. Se escuchaba como algo de Kira. Como algo de su kitsune.
Me di vuelta para alertar a los demás y mientras más me acercaba escuchaba los gritos de Stiles y Lydia. Todo mientras Valack los miraba tranquilamente, era un poco espeluznante su mirada calmada... como si supiera algo que nosotros no. Aunque ese es el punto claro, él si sabe algo que nosotros no.
Enfermizo.
- ¡Hey...! ¡Hey!
- ¡Ni hablar! ¡No hay ninguna manera de que vas a hacer eso!
- ¡Él es el único que sabe algo!
- ¡El tipo es un lunático que se hizo un agujero en la cabeza! ¡Probablemente esté mintiendo!
- ¡Chicos...! - Intenté llamar la atención pero Valack habló con fuerza, ocultando mi grito.
- ¿¡Cuantas personas han muerto hasta ahora?! Todos eran adolescentes, ¿verdad? - Nos miró atentamente pero su mirada siempre recaía, en especial, en Lydia. - ¿Quieres saber cuantos murieron la primera vez que vinieron? ¿Se preguntarán cuantos morirán si tienen éxito?
Mientras Valck hablaba las luces empezaron a fallar, a parpadear. Miré a mi alrededor con preocupación, al mismo tiempo que Stiles hacía lo mismo. Pero Lydia... ella se quedó prendida de las palabras del doctor Ojito.
- Esto pasó antes...
- Y ahora han vuelto. Todo por unos cuantos adolescentes que nunca consideraron las consecuencias... ¡unos adolescentes que decidieron reavivar fuerzas sobrenaturales que apenas entendían!
- El Nemeton... - Susurró Lydia.
Pero espera un segundo... ¿no era que él estaba encerrado aquí mientras ellos jugaban a revivir el árbol ese? ¿Qué rayos...?
- ¿Cómo sabes eso?
- Porque lo vi.
Valack me respondió mientras veía fijamente a la Banshee. Y mientras lo hacía, se desenrolló la venda en su cabeza. Y cuando lo hizo, el agujero en su cabeza, que parecía fresco, quedó expuesto a la vista. Y a la vez, nos miró a nosotros.
El ojo en su frente era con el iris de un celeste claro... y nos miraba fijamente.
Las luces empezaron a fallar aún peor que antes, y esta vez se escuchó más fuerte. Empezaba a dar un poco de miedo, porque era obvio que esto... no era un problema con la electricidad normal.
Alguien estaba haciendo esto. Y apostaba a que era obra de Kira.
- ¿Con quiénes vinieron? - Preguntó Valack mientras veía a los alrededores con un poco de miedo.
- Nuestros amigos.
- ¿Qué son?
- ¡No le respondas! - Le gritó Stiles a Lydia con recelo.
- Trajiste una kitsune-...
Valack no pudo continuar su frase que detrás nuestro explotaron unas luces.
Me di vuelta gruñendo a la oscuridad, mientras Stiles se acercaba más a nosotras y me tomaba de la mano para detenerme por si salía corriendo. Lydia solo gritó con miedo.
- ¿¡Qué está pasando?!
- ¡Está afectando las defensas del edificio! - Le grité luego de entenderlo todo.
- ¡¿Qué quieres decir?! ¡¿Cómo!?
Si Lydia no se tranquilizaba, la iba a tranquilizar con un golpe en su hermoso rostro.
- No solo las cenizas de montaña mantienen a salvo el edificio. - Explicó Valack por mi antes de que empezara a pegarle a la Banshee histérica a mi lado. - Es la energía electromagnética. Eichen está construido en la convergencia de corrientes teluricas.
- Líneas Ley. Es lo que mantienen a ciertas criaturas sobrenaturales dentro y a otras fuera. - Expliqué con nerviosismo.
- ¿¡Tú sabías eso?! - Me preguntó la Banshee asustada.
- No lo sabía del todo. Sé que Eichen no se puede defender solo con las cenizas, y antes de escuchar de ellas no sabía que lo estaban protegiendo con ellas. Pero me di cuenta de la energía electromagnética recién, por los sonidos raros que hacían, aparte de que Kate me explicó que ciertas criaturas no las pueden pasar y cierta sí. No me dio muchos detalles de las defensas y escudos de ellos. Son el último tema para aprender, al convertirme en cazadora, y no llegamos a eso antes de que la perra me dejara para morir y me convierta en lo que soy hoy. - Expliqué mientras veía a todos lados con precaución.
Stiles deslizó su mano desde mi antebrazo hacia mi mano y entrelazar sus dedos con los míos.
Unos ruidos raros, característicos de ellos ya, se escuchó por los pasillos y resonó por los mismos. En la oscuridad de Eichen.
- Ellos saben que estarían aquí. Están aquí. Y les abrieron la puerta. - No pudimos asimilar sus escalofriantes palabras que se lanzó sobre el panel de plástico que nos separaba y lo golpeaba mientras gritaba con desesperación. - ¡Haz la grabación! ¡Hazlo ya! ¡No te cuesta nada!
- Pero vale algo para ti así que no vas a conseguirlo gratis. - Le amenazó Stiles mientras se acercaba a él aún con nuestras manos agarradas.
- ¡¿Qué es lo que hace el libro?!
No pude quejarme de los gritos de Lydia que escuché pisadas muy pesadas en las escaleras cercanas a la entrada a esta sección. Se estaban acercando.
Me solté de Stiles y me alejé unos centímetros de ellos para vigilar el pasillo mientras escuchaba lo que gritaban todos desesperados. Me di vuelta para mirar atentamente ante el grito enfurecido de Stiles... él sonó desesperado y lleno de ira...
- ¡Dinos!
- Se los he dicho. Les abre los ojos.
- ¿Cómo?
- Activa los recuerdos centrales del cerebro, aclarando la niebla y trayendo imágenes de los Médicos del Pavor al foco. Escribí un libro en un intento de descubrir si alguien más como yo les había visto antes. Pensé que podría distribuirlo, en un esfuerzo por reactivar... los recuerdos de alguien más. Verían la cubierta, un poco de memoria... abrirían el libro y lo leerían. - Me di vuelta completamente mirando y analizando sus palabras, empezó a dolerme la cabeza y varias imágenes borrosas llegaron a mi mente mientras más hablaba. - Aflojarían los recuerdos reprimidos y encontrarían la manera de descubrir más. Justamente como ustedes lo hicieron.
Valack nos miró a Lydia y a mi con atención, ante la mirada incrédula de Stiles en mi. No le di atención y me acerqué a preguntarle más.
- ¿Funcionó con alguien más?
- ¿No lo viste en la lista de más vendidos del New York Times, verdad? - Me respondió con sarcasmo.
Enseñé mis dientes y le rugí con ferocidad mientras me lanzaba hacia adelante dispuesta a arrancar la puerta y matarlo solo por contestarme así. Valack tuvo suerte que Stiles me agarró de los brazos impidiendo moverme de mi lugar.
- ¿Así que todo lo que tenemos que hacer el leer el libro? - Preguntó Lydia.
- Si les has visto. Si te han hecho algo. Entonces el libro te hará recordar, te ayudará a recordar. ¡Ahora dame lo que quiero!
Lydia se quedó mirándole durante unos segundos y luego estiró la mano hacia Stiles. Él le miró con incredulidad pero luego resopló con fuerza y cansancio para entregarle bruscamente la grabadora. Me solté completamente de Stiles cuando Lydia apretó el botón para empezar a grabar y me tapé los oídos con toda la fuerza que pude tratando de impedir de escuchar el grito.
No funcionó de mucho.
Incluso tapándome con fuerza los oídos, el grito agudo y desgarrador de la Banshee resonó por mis oídos. Estos me dolieron con ferocidad y me encogí un poco por el dolor.
En verdad... la chica tenía unos buenos pulmones.
Mientras ella gritaba sentí como Stiles se acercó y me envolvió en sus brazos. Él tenía una mueca de dolor por el grito, porque era obvio que le resultaba molesto, pero al ser humano no le afectaba tanto como a mi, así que no se tapó y no le dolió tanto como a mi.
Luego de que el molesto sonido pasara, nos separamos para ver como Lydia se acercaba cuidadosamente a Valack y le dejaba la grabación en el casillero de la puerta. En ese momento también empezaron a sonar las sirenas por altavoces.
- ¡Dinos lo que quieren! - Exigió Lydia agitada.
- Lydia, creo que será mejor que nos vayamos de aquí...
Mientras hablaba, miré fijamente el pasillo y me posicione delante de ellos mientras escuchaba los pasos pesados que se acercaban cada vez más y más.
- ¿¡Qué están tratando de hacer?!
- ¡Lean el libro! ¡Solo lean el libro! - Le contestó Valack desesperado. - ¡Cualquiera que haya estado en contacto con ellos!
- Lydia, tenemos que irnos. Ahora. - Habló desesperado Stiles.
Él nos agarró a ambas del brazo y empezamos a correr por los pasillos hacia la salida más cercana.
- ¡Lean el libro! ¡Lean el libro! ¡Lean el libro! - Se escucharon los gritos desesperados de Ojito.
Corrimos hacia la salida pero en el momento que estábamos por doblar en un pasillo los detuve con mis brazos.
- ¡¿Qué?! ¡¿Qué sucede?!
- Se acercan. Están a la vuelta. - Murmuré escuchando. - ¡Corran! ¡Corran! ¡Los distraeré mientras se escapan!
Me puse en posición de ataque mientras veía el pasillo, esperando su llegada. Pero no pude seguir esperando mucho que Stiles nos arrastró a Lydia y a mi a una sala y nos ocultó detrás de una pared.
- ¡¿Qué estas haciendo Stiles?! ¡Tengo que ir a distraerlos! - Susurré con enojo.
Stiles no me respondió que me puso contra su pecho, mi espalda pegada a su torso, y me tapó la boca con una mano mientras me abrazaba. Lydia a nuestro lado se encontraba temblando y intentando estar lo más callada posible.
Estaba a punto de golpearlo y ir corriendo a pelear pero escuché como esas.. pisadas, pasaban delante de la puerta de la sala donde estábamos escondidos. No era conveniente que salga ahora, iba a dar la ubicación de Lydia y Stiles.
Los pasos pasaron y se alejaron cada vez más y más. Pero lo que me puso los pelos de punta, fue lo que vino después.
No estoy segura de si Lydia o Stiles lo escucharon, pero yo con mi oído sobrenatural sí lo hice.
El dr. Valack estaba gritando con desesperación y dolor.
Salté con un poco de miedo ante ese grito y sentí como Stiles me apretaba contra si más fuerte que antes. El abrazo fue estrangulador, y era lo que necesitaba ahora.
Cuando todo el ruido pasó y se quedó el silencio escuché la voz de Lydia.
- Creo que estamos bien... - Susurró con miedo. - ¿Stiles...?
Miré a la chica para verla hacer una señal a Stiles, una señal de que le soltara la mano. Stiles me mantenía abrazada mientras le tomaba la mano a ella... con los dedos entrelazados.
Me solté con un poco de brusquedad a su abrazo y me di vuelta para mirar a ambos adolescentes con miedo. Solo que uno olía más a rabia, cruda y pura, que miedo. Stiles... él estaba... raro. Demasiado raro.
- No, no estamos bien... - Murmuró el sarcástico luego de soltar a Lydia. - Todo esto, es cosa nuestra. Todo lo que pasó, todo lo que va a pasar, es nuestra culpa.
- Es nuestra responsabilidad...
Di la vuelta para evitar verles el rostro y me froté la mía.
El dolor de cabeza era demasiado fuerte, pero no era uno normal. Desde que me convertí en lo que soy no me dolía demasiado la cabeza y por mucho tiempo, normalmente mi curación de mujer loba lo curaría antes de que ni siquiera lo note... pero este dolor era diferente. Era... como si mi mente quisiera sacar algo a la luz.
Recuerdos a la luz.
Y ante ese pensamiento no puedo evitar pensar, una y otra vez, lo que el dr. Ojito repetía con desesperación ''Todo el que tuvo contacto con los Médicos del Pavor, si quiere recordar, tiene que leer el libro.''
- Ustedes échense la culpa cuanto quieran, pero yo prefiero prevenir que curar. Por eso, voy a matar a estos aficionados a lo sobrenatural, aunque me cueste la vida.
Sin esperar respuesta de ambos chicos, y ante su atónita mirada, me retiré de allí con rapidez. Necesitaba encontrar a Scott y a Kira, asegurarme de si estaban bien.
Salí corriendo para encontrarme a la pareja adorable tendidos en frente de Eichen House.
- ¡Kira! ¡Scott!
Al llegar a ellos pude ver que Kira estaba desmayada pero más allá de eso no tenía lesiones graves. En cambio Scott...
Hicieron una brocheta de mi amigo el alpha.
Tenía los costados de su rostro quemado, manos y a través de la ropa se podía distinguir heridas a carne cruda. Además, olía a quemado.
Estiré mi mano hacia él y cuando lo hice, una corriente eléctrica pequeña se traspasó de su cuerpo al mío. Retiré mi mano quejándome. Toqué a Kira, o al menos lo intenté, para que la electricidad en mayor potencia saliera de su cuerpo tumbado al mío.
Imaginaba que lo que dijo Valack era verdad, Kira y su Kitsune interrumpieron la protección de Eichen y Scott cargó el cuerpo cargado de electricidad a la salida, por la llegada de los Médicos del Pavor. Pobre Scott...
Sin importarme el dolor, alargué mi mano y tomé su dolor. Recibí demasiada electricidad que intentaban apartarme de él pero no les hice caso y continué.
El dolor era casi insoportable. Pero me trajo recuerdos de Eichen.
Tomé todo el dolor que pude soportar, hasta caer desmayada encima de ambos.
Lo último que escuché fue el grito desesperado de Stiles llamándome, el grito de horror de Lydia y dos cuerpos acercándose a nosotros.
Luego, todo fue negro.
Despertar sola y confundida no es agradable.
Pero puede llegar a estar mejor ya que unos ojos celestes claros con toques de verde me miraban atentamente mientras lo hacía.
- ¿Theo...? ¿Qué rayos...? - Miré al chico un segundo para luego mirar alrededor. - ¿En dónde mierda estamos?
- Deberías tratar de cuidar tu vocabulario, Vanessa.
- Y tú deberías decirme donde mierda estamos si no quieres recibir la paliza de tu vida.
Theo se rió un poco bajando la mirada, había alivio cuando la levantó de nuevo y habló con una sonrisa.
- Me alegra que estés despierta, en verdad te extrañaba, mucho.
- Todavía no contestaste mi pregunta, Theo. - Murmuré peligrosamente luego de un rato en silencio digiriendo sus palabras.
- Estamos en el edificio de Derek Hale. O mejor dicho tu edificio o algo así. Lo que sea, Scott me dijo que esta iba a ser tu casa ahora. Él en verdad quería que reposaras en la suya, pero arreglamos y concordamos que sería bueno que despiertes aquí, después de todo, esta va a ser tu casa de ahora en más.
- ¿Scott...? ¡¿Cómo está Scott?! - Grité con un poco de emoción y ansiedad mientras me levantaba bruscamente de la cama.
Saltar de la cama, grande y bastante cómoda, en la que me encontraba no fue buena idea. Al momento de saltar, me mareé y casi me caigo al suelo de no ser porque Theo se encontraba en un segundo allí para sostenerme.
Últimamente siento que él me sostiene mucho, de diversas maneras.
Pero no pude evitar de tal manera, sin considerar mi estado de salud, al recordar como estaba scott la última vez que le vi. Calcinado. Quemado. Brocheta a la Scott.
- ¡Wow! ¡Wow! ¡Wow! Tranquila... ¿en verdad quieres matarte verdad? Scott está bien, algo enojado, pero bien.
- ¿Qué quieres decir con enojado?
- Quiero decir furioso. Él no acepta que hayas tomado su dolor. Te pusiste en riesgo en tomar todo, además de que la electricidad en su cuerpo no se había ido del todo así que también recorrió tu cuerpo. A él no le gusta que te pongas en riesgo... - Se detuvo y me miró fijamente en silencio para luego hablar. - pero yo lo entiendo.
- ¿Lo haces?
- Sí, él es tu alpha.
- No. Scott no es solo mi alpha. Scott es mi amigo. Sea o no un alpha, nunca voy a dejar que le pase nada.
Theo se quedó mirando mi rostro unos segundos sin expresar nada. Un brillo extraño, y que no había visto nunca en su mirada, pasó por sus ojos... pero fue demasiado breve como para saber de qué se trataba. E incluso así, todos mis sentidos se pusieron alerta ante su mirada extraña.
- Lo entiendo. Scott es amigo y alpha... quiero decir, el tipo es genial. ¿Un verdadero alpha? Eso no se ve todos los días.
- Sí... supongo que si... - Murmuré sin prestar atención.
Estaba empeñada en buscar algo en su rostro, en su mirada, en algo de él para saber qué era lo que pasó hace unos segundos. Theo se puso raro en un segundo para cambiar al otro.
- Bueno, creo que Scott y los demás querrán saber que estas despierta. Los voy a llamar.
Theo agitó su celular unos segundos con una pequeña sonrisa adorable para luego salir de la habitación a llamar a los demás.
Me senté en la cama gris, que ahora supongo que es mía, para ver el lugar.
Estaba sin amueblar y las paredes eran gris. Supongo que desde que llegamos de Eichen House no se empeñaron en decorar ni nada, solo consiguieron una cama para mi reposos y nada más. Supongo que está bien, de igual manera me alegra de que no lo hayan hecho. Quiero organizar mi nueva casa yo misma.
No pude estar mucho tiempo sola que la puerta se abrió de nuevo.
- ¿Theo? ¿Ya hablaste con los demás? - Murmuré sin levantar la mirada.
El frotar mis manos sobre mi rostro es más interesante.
- Supongo que él estaba aquí cuando despertaste ¿verdad? Ya... él no se quiso despegar de ti tan pronto como le avisamos que estabas mal.
La voz con rabia cruda, celos y cansancio resonó por la habitación. Levanté mi rostro para ver a Stiles parado en la puerta. Él estaba con ojeras y parecía más blanco de lo normal. Parecía sumamente cansado.
- ¿Stiles...? ¿Qué... qué haces aquí?
- Me enteré que Derek te dejó su casa... supongo, supongo que eso es bueno ¿verdad? Así Scott tiene más privacidad y tú igual... - Murmuró con torpeza.
Me le quedé mirando sin creer sus palabras, el silencio se volvió demasiado tenso. Levanté mi culo de la cama para acercarme a él y quedar frente a frente. De cerca, Stiles parecía mucho más cansado que de lejos.
- ¿Cómo estas? - Fue lo único que preguntó al llegar a él.
- ¿Que cómo estoy? ¿Como estas tú? ¡Pareces sumamente agotado, Stiles!
- Sí... no dormí mucho desde que te encontré tirada en la entrada de Eichen House. Quemada, por cierto. De hecho... no dormía tan poco desde que fui poseído por ese bastardo.
El recuerdo, del dolor con el que hablaba del tiempo en el que estuvo poseído por el Nogitsune, regresó a mi mente. Y el saber que estuvo casi tan mal como aquella época me hizo sentirme culpable.
- Yo... lo siento.
- ¿Lo sientes? ¿Tomas todo el dolor de Scott y la electricidad de una Kitsune y solo dices ''lo siento''? ¡¿Casi mueres por hacer eso y solo dices un estúpido ''lo siento''?! ¡¿En serio, Vanessa?!
Retrocedí ante las palabras de Stiles y le miré con incredulidad.
Él... él no era mi Stiles.
La persona que estaba en frente mío estaba agotado, vengativo, triste, nervioso, tenso y lo mas importante, lleno de ira. Su ira era incluso palpable, la podía sentir, oler e incluso creo que la podía saborear. Y tuve un pequeño vistazo de lo que fue Stiles cuando estuvo poseído por el Nogitsune.
Y me daba mucho miedo.
Theo, alertado por los gritos, entró a la habitación con brusquedad y se quedó estático al ver la escena. Yo retrocediendo con miedo de Stiles. Él se acercó rápidamente a mi y me abrazó un momento para luego ponerse en medio de nosotros y mirar a Stiles con calma.
- Stiles... tranquilo... tranquilo amigo, ya está...
Los tres nos quedamos estáticos en nuestros lugares y el sonido de mi celular interrumpió la tensión. Luego de un momento me acerqué a ver el mensaje recibido.
Pero nunca me preparé para lo que venía después.
De: Deaton.
Para: Vanessa.
Hola Vanessa, soy el doctor Deaton. Tengo una noticia con respecto a lo que acordamos. Tengo noticias sobre tu ADN.
Llámame bien veas este mensaje por favor. Es urgente.