Querido Matthew.
Ya han pasado 8 meses y aún no logro superarlo, es difícil pensar que ya no estarás más por aquí molestándome y haciéndome reír.
¿Sabes?
Jamás llegué a pensar que algo así te pasaría a ti, apenas teníamos 17 y estábamos por entrar a la universidad, pero las cosas pasan por alguna razón y yo aún sigo esperando el por qué de ésta.
Recuerdo el día en el que enfermaste y tuvimos que llevarte al hospital, dijeron que estabas bien pero no lo creí. Ese día te dieron varios medicamentos que te hicieron drogar, te reías de todo y te veías tan lindo, quisiera que estés aquí de nuevo...
Al chico que más extraño, le dedico esta carta con lágrimas en los ojos.