The Last Virgin Standing / Ti...

By Blakeisavampire

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Charlotte Summers es la última virgen en su escuela; una escuela donde tomar la virginidad es un deporte. El... More

Sobre la autora - The Last Virgin Standing by laughterandjynx
Capítulo 1. Mi manzana es verde, pero su envidia lo es más
Capítulo 2. Sé como Alice y acósame
Capítulo 3. ¡Boxers, Calzoncillos, y Oh-Mi-Biología!
Capítulo 4: Linguine y Luke el Desagradable
Capítulo 5: Un libro, Dos libros, Un chico, Tres chicos.
Capítulo 7: ¿Apunta a los desagradables clásicos y no a los pétalos de rosa?
Capítulo 8: Llévame al juego - Eso también funciona.
Capítulo 9: Cualquiera puede tener talento con las chicas
Capítulo 10: En Walmart puedes encontrar cosas exóticas
Capítulo 11: Humpty Dumpty
Capítulo 12: Comida Post-Sexo
Capítulo 13: Club de Fans de Luke: Parte de Uno
Capítulo 14: Cuatro por cuatro: Cuatro al cubo
Capítulo 15: Los condones son las nuevas cincuenta sombras
Capítulo 16: La curiosidad mató al gato y el gato atrapó al ratón
Capítulo 17: Abrazos
Capítulo 18: Los ogros son como las cebollas
Capítulo 19: Juegos de palabras
Capítulo 20. No me dijeron que jugar a Cupido tenía sus consecuencias
Capítulo 21. Una olla de Jambalaya revuelta, por favor.
Capítulo 22. Balanceándose con el enemigo
Capítulo 23. De corazón a bragas con Sr. Chico Malo
Capítulo 24. Choux à La Crème, Escargort, y encantos de príncipe
Capítulo 25. Pavo para el pensamiento; tal vez Benjamín estaba en el camino
Capítulo 26. Más terca que un demócrata y más brillante que un flamingo
Aclaraciones y reclutamiento de staff
Capítulo 27. Fe, confianza y polvo de hadas.
Capítulo 28. A las doce en punto

Capítulo 6: Bolas a la canaleta, Bolas de bolos y Bolas de Newton.

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By Blakeisavampire

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Capítulo 6: Bolas a la canaleta(1), Bolas de bolos y Bolas de Newton.

–Luke, no entiendo por qué estás tan en contra de que yo tenga citas. –Especialmente cuando no me llevas a ninguna, agregué en silencio.

–No estoy en contra de que tengas citas –objetó–. Solo cuestiono la elección de chicos con los que quieres ser vista.

Bueno eso era un bocado. –Elijo ser vista en público contigo, ¿no?

Él abrió su boca para hablar, pero la cerró inmediatamente. No se le ocurrió una réplica, así que dijo–: Touché.

Me reí. Él era ridículamente lindo para su propio bien. –Pero en serio, no tienes que ser todo un mamá oso(2) conmigo.

Estaba extendida en mi casa, con la cabeza reposando en una almohada suavecita mientras Luke jugaba con la pulsera de dijes que me regaló en mi doceavo cumpleaños. Cada cumpleaños después de ese, añadía un nuevo dije, algo que usualmente significaba el año anterior. Cliché y cursi, lo sé, pero aún así era dulce y era algo que esperaba cada año.

–Tienes razón. Optaré por ser el oso hermano mayor.

Suprimí un gruñido. Y aquí vamos de nuevo con la palabra hermano. ¿Por qué tenía que ponerlo de esa forma? A pesar de eso, sonreí y besé su mejilla. Sí, era lo suficientemente valiente de hacer eso ahora. Su mejilla era muy suave, casi como terciopelo. ¿Era posible que la piel de un chico fuera así de suave? Creo que secretamente se roba mi loción. Eso explicaría la loción Carried Away perdida que compré en el centro comercial...

–¿Aún no has averiguado con quién perdió Emma su virginidad?

Fruncí el ceño. Me había dicho que la había perdido en una fiesta y que cuando se despertó el día siguiente, no podía recordarlo porque estaba demasiado agotada. Era una pena. Sabía que se estaba guardando para alguien especial. No he vuelto a mencionar el tema desde que me lo contó por teléfono el verano pasado. Tal vez debería preguntarle de nuevo, solo por si tiene nueva información. Pero si lo hiciera, ya me habría dicho. Éramos como hermanas.

–¿No? ¿Por qué? ¿Sabes algo al respecto?

–No –respondió–. Solo me lo preguntaba, es todo.

Sospeché que estaba mintiendo y le dediqué una mirada de sospecha. Él sonrió dulcemente, demasiado inocente para Luke. ¿Qué sabía?

***

–¡Mira quién se está acercando! –chilló Emma, sus ojos viajando de mí a quienquiera que estuviera detrás de nosotras.

Rodé los ojos, sabiendo que estaba hablando de uno de los chicos del Top Four; ese es su tema favorito recientemente. –¿Cuál es?

–¿Te molestaría que tome prestada a Charlotte por un segundo? –preguntó Alec.

–Para nada –suspiró Emma, mirándolo soñadoramente.

Alec esperó a que ella se fuera para poder hablar conmigo, pero nunca lo hizo. Finalmente se dio cuenta y se fue, dejando caer un par de sus libros. Se apresuró a recogerlos, su cara roja. Era tan linda.

Miré a Alec expectante. –¿De qué querías hablar? No quiero llegar tarde a clase.

–Oh, me estaba preguntando si planeas venir el viernes al juego.

¿Estaba invitándome a verlo jugar? –¿Quieres decir, mañana?

Se rió, su cabello oscuro moviéndose levemente de lado a lado. –Sí, supongo que así será.

–Amm... No lo sé. ¿Por qué?

Se encogió de hombros. –Sería bueno tener algo de apoyo, ¿sabes?

Ja, como si le faltara apoyo. Tiene el triple de apoyo que todos los otros jugadores, combinados. –No lo sé...

–¡Incluso podríamos ir a comer después del juego!

¿Era inteligente decirle a Alec sobre la noche de película? Probablemente no, pero lo hice de todas formas. –Tengo planes con Luke todos los viernes.

El rostro de Alec cayó y luego se iluminó de nuevo. –¡Entonces puede venir él también! Y después podemos salir todos juntos; ¿tal vez ir por un pedazo de pizza?

Sonaba tan esperanzado y no quería arruinar su espíritu. Pero al mismo tiempo, no quería aceptar sin preguntarle a Luke primero. Fruncí los labios. –Tal vez, pero tengo que ver si quiere ir.

–De acuerdo, ¿te veo luego?

Sonreí y asentí. Nos dirigimos en caminos separados, yo hacia biología. Era un poco lindo que invitara a Luke, a pesar de que sabía que no lo quería ahí. Realmente estaba haciendo un esfuerzo para que durmiera con él. ¿En serio era tan importante cortejarme para ganar?

La campaña sonó en cuanto crucé el vano de la puerta. Todas las cabezas se giraron hacia mí al entrar. –¡No llegué tarde! –grité, corriendo hacia mi asiento.

La sra. Haggle me envió una mirada desaprobatoria. Sonreí de medio lado, como si pudiera mejorar la situación. –Es la segunda vez en este mes que llegas tarde –susurró Beckett–. ¿Teniendo una sesión íntima durante el tiempo libre? –Me envió una mirada burlona.

Le guiñé. –Lo sabes.

Se fingió herido. –¿Y no me invitaste? Estoy ofendido, Charlotte.

Me encogí de hombros. –Una chica tiene que hacer lo que tiene que hacer.

–Así que, ¿estás lista para estirar ese glúteo mayor(3) en los bolos esta noche?

–No te haga preguntas, Beckett.

Entre más paso tiempo con Beckett, más cómoda me siento con él. Quiero decir, no iba a dormir con él o lo que sea, pero podía vernos como amigos. Solo amigos.

–Ah, negación.

–No solo otro río en Egipto.

Agitó la cabeza tristemente. –Esa es vieja, Charlotte. Creí que eras mejor que eso.

Rodé los ojos sutilmente y abrí mi libro en la página donde se suponía tenía que abrirla hace dos minutos. Odio biología.

Mientras me abría paso entre el tumulto de personas, hice contacto visual con Tyler. Después de un par de segundos, sonrió ladinamente y guiñó. Rápidamente dejé de mirarlo, color ascendiendo a mis mejillas una vez más. Mi corazón dio un salto, pero solo uno. Me apresuré hacia mi casillero, sin atreverme a mirar atrás.

¿Por qué me hacía sentir como con Luke, pero no tan fuerte? ¿Comenzaba a gustarme? ¡No! No podía. Solo estaba comenzando a meterse en mi cabeza, y lo odiaba. Se suponía que era yo quien debía hacerlo sentir así, no al contrario.

Dios, odio a los chicos.

***

–¿Cancelas la noche de película otra vez?

–¡Oye! Tú fuiste el que sugirió que hiciéramos algo diferente –defendí–. Y además iremos a apoyar a nuestro colegio cuando estemos en el juego.

Luke dejó escapar el aliento. –Bien, ¿por escuela querrás decir Alec? Porque por eso es que todo el mundo va. A nadie le importa los otros chicos.

–¡Yo sí!

Me lanzó una mirada de "¿me estás tomando el pelo?". –¿Oh, en serio? Menciona a otro chico del equipo que no sea Alec.

Intenté pensar nombres, pero no se me ocurrió ninguno. –Yo... ah... está ese chico... ahh... –Pensé en un nombre común de chico–. Duncan.

–Ni siquiera conozco a un Duncan.

Oh mierda. Era hora de sacar mi mala habilidad de actuación. –Bueno, él está en el equipo de béisbol.

–¿Estás segura?

Asentí, sonriendo como una idiota. No te delates. Permanece calmada. –Positivo.

–Sabes que sé cuando mientes, ¿verdad?

–No sé de qué estás hablando.

Rodó los ojos. –Oh, vamos, te conozco desde que tenemos cinco. Sé todo sobre ti.

No todo... –¿Cómo puedes saber que estoy mintiendo?

Se acercó a mí, tanto que su aliento acariciaba una parte de mi mejilla. Mi corazón empezó a golpear con fuerza y ahogué un suspiro. No es como si no hubiéramos estado así de cerca antes, pero las hormonas se abrieron paso...

–Es un secreto –susurró, apartándose rápidamente. Se alejó con una sonrisa torcida.

Con el ceño fruncido, murmuré. –Idiota. Entonces, ¿iremos al juego o qué?

–No necesitas mi permiso para ir.

–Pero es nuestra noche.

–No es como si estuviéramos saliendo, Charlie.

Pero quisiera que así fuera... –Y bien, ¿quieres venir conmigo o no?

Se encogió de hombros. –Claro.

–Alec quiere saber si vamos por pizza o algo después del juego.

–¿Con Alec?

–Eso dije.

–No lo sé... Realmente no lo conozco.

–No conoces a las chicas con las que te acuestas, y aún así duermes con ellas –señalé.

Se rió en silencio. –Supongo que sí, ¿pero tiene que venir Alec? Todavía sigue siendo nuestra noche. Solo vayamos por algo de comer. Solo nosotros dos.

Bien, eso sonaba atractivo.... –¿Cómo una cita?

Una sonrisa tomó sus labios. –De verdad te gusta esa palabra, ¿cierto?

–¿Qué?

–El fin de semana pasado usaste la palabra "cita" también.

–Oh, supongo que sí. ¿Adónde quieres llegar?

Pinchó mi vientre. –Te gusto.

¿Lo sabía? ¿Quién le dijo? ¿Quién sabía? Mierda, mierda, mierda.

Lo pinché de regresó. –No, no me gustas.

–No tienes que negarlo, lo sé.

¡¿CÓMO SABÍA?!

–No seas tan arrogante, Luke. No es un buen aspecto.

–Cualquier aspecto se ve bien en mí.

–Y ahí vas de nuevo.

–Está bien, Charlie. Me gustas también.

Suspiré. ¿Tendré alguna vez las agallas para decirle lo que siento por él? Probablemente no. Era una completa idiota. Esperen, aún peor; era una completa idiota desesperanzadamente enamorada.

***

Me senté frente a mi clóset, viendo cada artículo de mi ropa como si fuera la ropa de mi abuela. No tenía idea de qué vestir en una cita, mucho menos una a los bolos. Así que hice lo más sensato que podía hacer en ese momento, llamé a Emma.

Llegó en cinco minutos, una salvada.

Finalmente nos decidimos por un par de jeans apretados y una camiseta con cuello de V, mi estilo. Insistió en quedarse para aleccionar a Beckett, pero se lo impedí. Tomó más de lo esperado. ¿Quién sabía que eran tan fuerte y persistente? En cuanto le pregunté si sabía quién había tomado su virginidad, huyó, lo que me puso un poco nerviosa. ¿Quién la tomó?

Papá no estaba en casa, afortunadamente, así que no tenía que lidiar con él. Aunque dudo que haya hecho algo de todas formas. Como dije antes, era un padre poco interesado.

Así que aquí estaba yo, caminando por el pasillo oscuro de los bolos con Beckett. El olor de zapatos levemente gastados, cigarros gastados y pizzas super grasosas me golpeó. No había ido a los bolos en mucho tiempo, la nostalgia me recorrió el cuerpo.

La última vez que fui a los bolos tenía trece e iba con papá, cuando solíamos tener tiempo para los dos. Ahora no vamos a ninguna parte. En realidad es un poco triste. Beckett tenía su propia bola y zapatos. Aparentemente visita los bolos. Todo el tiempo. Medio esperé que fuera absolutamente horrible en ello, pero de nuevo, Beckett es bueno en todo. Tenía el presentimiento de que iba a perder, y odiaba perder. Pero ¿quién no?

–Talla seis, por favor –le dije al hombre del mostrador. Su cabello oscuro lucía grasoso bajo la débil luz. Esperaba que solo fueran mis ojos jugándome malas pasadas, porque era totalmente asqueroso.

Me deslicé en los zapatos, y cuando miré hacia arriba, Beckett estaba mirando mis pies. De repente fui consciente y murmuré–: Lo sé, son grandes.

Beckett agitó la cabeza. –Son diminutos.

En realidad no sabía qué más decir. –Oh.

Nos consiguió una línea –línea cuatro en el área láser de los bolos. Escogí una bola rosada, una que pesaba como cinco kilos. Sí, no tengo músculo. Beckett rompió en risas en cuanto la escogí. Fruncí el ceño y me hundí en mi asiento.

–Observa al pro –se jactó, caminando como el estereotípico chico gay hacia la pista.

Rodé mis ojos ante su arrogancia y pretendí no estar interesada. Luego escuché una ovación viniendo de Beckett. –¡STRIKE!(4)

Me levanté y lo rocé al pasar. –Suerte de principiantes –murmuré.

Escuché una risa disimulada detrás de mí cuando escogí la bola. –Observa a la verdadera pro –grité.

Tomé una bocanada de aire, me incliné hacia adelante, y tiré mi bola hacia la pista. Cerré mis ojos con fuerza y luego abrí los ojos para ver el resultado.

Bola en la canaleta.

Me enfurruñé y esperé a que saliera de la máquina. Realmente nunca entendí cómo funcionaba esa cosa. Le hubiera preguntado a Beckett, pero él estaba probablemente demasiado ocupado riéndose por mi falta de habilidades en los bolos. Además, no quería lucir como una idiota. ¿Era cultura general?

Sintiéndome humillada, recogí mi bola y solo la arrojé. Solo quería que se terminara y ya. Cayó directamente a la canaleta. Ahora recuerdo por qué ya no vengo a los bolos, apesto.

Beckett se levantó, tratando y fallando, de esconder la sonrisa en su rostro. Colocó su brazo en mis hombros. Con una voz reconfortante, dijo–: Está bien, todo el mundo tiene algo en lo que no es bueno. Lo tuyo resulta ser el boliche.

Me crucé de brazos. –¿Oh sí? ¿Qué es lo tuyo?

–Bueno... yo... ahh... no puedo diseñar ropa.

Me reí. No podía imaginarme a Beckett en una oficina diseñando ropa. Era demasiado extraño.

–Dime tu secreto. ¿Cómo eres tan bueno en los bolos?

–Todo se trata de Newton, nena.

–¿No fue él quien fue golpeado por una manzana?

–El mismo.

–No lo entiendo.

–Las bolas de Newton.

–¿No están esas solo transfiriendo energía unas a otras?

–Sí –suspiró–. Pero era una broma. ¿La entiendes? ¿Las bolas de Newton? ¿Bolas de boliche?

–¡Oh! –Le di una risa lastimera. A veces, él no era tan divertido. Era eso o que yo no entendía sus bromas. Era demasiado inteligente. Su futura esposa sería alguien como Oprah o algún tipo de esposa trofeo.

–Si quieres podemos conseguir bumpers(5) –sugirió Beckett.

Eso no sonaba tan mal... pero él probablemente nunca jugó con ellos. No quería ser una pequeña niña que no era capaz de hacer nada. –No, está bien. No quiero un trato especial solo porque no puedo tumbar un par de pinos estúpidos.

–No, vamos a usar bumpers. Tenías razón, era solo suerte de principiantes.

–¡Eres un mentiroso! Dijiste que eras increíble en esto. No vamos a pedir bumpers –dije con firmeza.

Pero Beckett no escuchó... así que terminando usando bumpers. Anoté algunos puntos después de eso. Creo que obtuve como 73. Beckett obtuvo un perfecto 300.(6) ¡Vaya presumido!

–La próxima vez que salgamos, haremos algo en lo que sea buena –me reí mientras íbamos hacia su carro.

Él se detuvo e inclinó la cabeza hacia un lado. –¿Próxima vez?

Bien, seguro. No había futuro para nuestra historia de amor, pero era divertido salir con él. Sin embargo... estaría mal hacerlo continuar con esto, ¿pero no estaba él haciéndome lo mismo? Solo me hablaba porque quería mi virginidad.

–Claro, la próxima vez. Pero recuerda, solo como amigos. Estamos usando la palabra "cita" solo porque me gusta.

–Es lo justo, si tienes alguna idea de lo que quieres hacer, házmelo saber, ¿de acuerdo?

Asentí y él me llevó a casa. Escuchaba una estación de radio muy extraña –no la normal con tops musicales. Era como una emisora para personas inteligentes que debatían sobre un puñado de cosas. Beckett parecía entenderlo y se reía con las personas que hablaban a través de los parlantes. Solo me senté incómodamente, tratando de hacerme más pequeña.

Y solo para jugar con su mente, dije–: Oye Beckett. Creo que me gustas.

Entonces corrí hacia la puerta sin que él pudiera decir nada. ¿Fui demasiado lejos al decir eso? ¿Le estaba dando falsa esperanzas sobre dormir con él? Esperaba que no. Eso no era lo que yo quería. Solo incrementé el tamaño del agujero, pero estaba bastante segura de que era lo suficientemente alta para salir.(7)

___________________________

(1) Ocurre cuando, al jugar bolos, la bola se desvía por el canal a los lados de la pista.

(2) Sobreprotector.

(3) Músculo más externo de la nalga.

(4) Se refiere a que anotó una puntuación perfecta lo que significa que derribó todos los pinos.

(5) Su traducción al español es "parachoques", son empleados en boliche, especialmente, para principiantes o niños, estos cubren las canaletas impidiendo que la bola caiga en ella.

(6) Máxima puntuación que se obtiene al derribar todos los pinos de tu línea.

(7) Estar en un agujero se asocia con estar en dificultad, ella dice que lo hizo más profundo pero que aun así puede salir. Es decir, que puede manejar la situación.

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