No soy tu princesa.©

By violetslay

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"― Yo de ti no jugaría a fútbol. ― dijo, acercándose más a mí, de modo que tuve que levantar un poco la cabez... More

No soy tu princesa.
01. ¡Idiota!
02. Mala suerte.
03. En el mismo equipo.
04. Pizza y más pizza.
05. ¿Enemigos?
06. De nuevas y principiantes.
07. Polos opuestos.
08. Bajo el mismo techo.
09. Algo no va bien.
10. Rupturas y helado.
11. Primer partido.
12. Annielleta.
13. Corazones rotos y fiestas.
14. Pruebas.
15. Algo como amigos.
17. Preguntas.
18. Gracias, Parker.
19. Antes del desastre.
20. Acampada.
21. Reencuentros y problemas.
22. Recuerdos.
23. Enamorado.
24. Una nueva guerra.
25. Operación mortadela.
26. Chicos, soy gay.
27. Indirectas y cambios.
28. El ¿amor? está en el aire.
29. Hakuna Matata.
30. Y los problemas vuelven.
31. Recuerda eso, Parker.
32. Perdiendo el norte.
33. ¿Estás nerviosa?
34. Nick Carter.
35. Intento de Cupido.
36. Baile, zorras, y un idiota enamorado.
37. Te quiero, idiota.
38. Esto no se ha acabado.
39. Algo más que eso.
40. Alma de la fiesta.
41. Último partido.
42. Colores, miradas y una llama.
43. Alguien diferente. [Parte I]
44. Te lo prometo. [Parte II]
Especial uno: Princesa.
Especial dos: Brianna Smith.
45. Cuento de hadas. [Final]
Epílogo.
Agradecimientos y aclaraciones.
¡Gracias por los 1M! ♡

16. ¿Conocerme?

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By violetslay

Al terminar el recreo, volvimos a nuestras respectivas clases, y me senté en el sitio de Madison, ya que mi sitio estaba ocupado.

Otras personas lo llamarían provocar, yo lo llamaba mi sitio está ocupado por alguien sin intenciones de levantarse y curiosamente el único sitio libre es el de mi mayor enemiga.

― ¿Se puede saber qué haces? ¡Levanta tu horrible trasero de mi silla! ― exclamó la zorra de turno al verme en su sitio.

― Oh, tú no has comprado ninguna silla así que mi hermoso trasero no se va a ninguna parte. ― dije, cruzándome de brazos y mirándola directamente a los ojos.

― Me tienes harta, perra roba novios. ― y, después de decir eso, se abalanzó sobre mí para estirarme del pelo.

Te has metido con la persona equivocada, querida Maddie.

Antes de que pudiera tirarme al suelo, la di una patada en el estómago, haciendo que ésta retrocediera.

Diana entró por la puerta justo cuando Madison volvió a atacarme, y se puso detrás de ella justo cuando ella retrocedió. Cuando chocaron, le hizo una llave y ésta cayó al suelo.

El profesor entró, y Diana y yo nos sentamos a la velocidad de la luz, de modo que tuve que echar al que estaba sentado en mi sitio.

― ¿Se puede saber qué ha pasado aquí? ― exclamó el profesor, dirigiéndose a Madison, la cual estaba en el suelo.

― ¡Profesor, ha sido Annie, ella no se iba de mi sitio! ― respondió con su voz irritante de niña de preescolar.

― Maddie, por dios, no seas cría. Estoy en mi sitio. ― dije como si fuera la cosa más obvia del mundo, dando dos golpes sobre mi mesa y sonriendo burlonamente.

Ella gruñó y, después de lanzarme una mirada asesina, salió de la clase, indignada.

***

Cuando terminaron todas las clases, salí del instituto y me dirigí al coche de mi hermano. Me senté en el asiento del copiloto y éste, al verme, sonrió.

Al ver que, después de tres segundos, no salió con ningún comentario sarcástico o ofensivo hacia mí, fruncí el ceño. Me extrañaba verlo así, y no iba a aguantar mucho más con la duda, así que se lo pregunté.

― James, ¿te pasa algo? Te veo de buen humor, ¿acaso tienes fiebre? ― murmuré, apoyando mi mano sobre su frente.

― Eh, estoy bien. ¿Uno ya no puede estar feliz aquí o qué? ― apartó mi mano de su cara y arrancó el coche.

Vale, definitivamente le pasa algo.

Al llegar a mi casa, mi hermano aparcó en frente de nuestro portal y bajamos del coche. Una vez en frente de la puerta de nuestra casa, abrió con sus llaves y entramos.

Me dirigí a mi cuarto para dejar mi mochila sobre mi cama, me recogí el pelo en un moño y me puse mis ya conocidas zapatillas de conejitos.

Bajé al salón, y me senté en el sofá. Agarré el mando y fui mirando canales, hasta que encontré un canal en el que enseñaban algo interesante.

El timbre sonó una media hora después, y vi a mi hermano bajar las escaleras para abrir la puerta.

Chris pasó unos segundos más tarde. Llevaba una sudadera roja y unos vaqueros negros y, de alguna manera, parecía más feliz que cuando salía con Madison. Sonrió al verme sentada en el sofá y se acercó a mí.

― Hey, Annie. ― saludó, a la vez que se sentaba a mi lado. Le miré y sonreí.

Alcancé un paquete de galletas de chocolate que estaban sobre la mesa y, al ver que Chris trataba de agarrar una, aparté el paquete de él.

― Ni en broma. ― negué con la cabeza e hizo un puchero, haciendo que rodara los ojos y finalmente accediera a darle una galleta.

Cuando terminó el programa, subí a mi cuarto acompañada de Chris. Como ahora éramos, supuestamente, amigos, eso implicaba que no podía echarle de mi cuarto.

Entró detrás de mí y observó mi cuarto detenidamente. Noté su mirada sobre mis numerosos discos de bandas de rock y rió al ver mi peluche de lana de el monstruo de las galletas. Lo agarró y se sentó sobre mi cama, mirándolo con un aire divertido.

― Es un regalo que me hizo mi tía. Era la que me cuidaba cuando era pequeña y mis padres no podían ocuparse de mí. Pero un día, así como así, desapareció, y no he vuelto a saber nada de ella desde que tenía once años. ― musité, a la vez que me sentaba sobre mi cama, al lado de Chris.

― Adicta a las galletas desde pequeña. ― murmuró, y sonrió sin apartar la mirada del peluche.

Sonreí a su vez y me levanté de la cama. Me dirigí a mi escritorio, y miré la foto colocada sobre éste. Yo tenía apenas siete años, sostenía un globo en mi mano y parecía muy alegre. A mi lado, mi tía tenía mi mano agarrada y sonreía a la cámara.

Noté que Chris también se levantaba y caminaba en dirección a mi estantería, llena de libros y discos de bandas.

― No sabía que te gustaba el rock. ― dijo, acariciando con sus dedos un disco de Linkin Park, y haciendo que me girara a mirarle.

― Hay muchas cosas que no sabes sobre mí, Parker. ― suspiré, lo suficientemente alto para que me oyera, y se dio la vuelta para mirarme.

― Lo sé, y me tomaré mi tiempo para descubrirlas. ― me miró a los ojos y sonrió.

Estuvimos así por un momento hasta que mi hermano entró en mi cuarto sin avisar. Un día de estos lo denuncio por allanamiento.

― Ya basta de frases de película, tenemos que ir a entreno. ― anunció James, mirándome a mí y luego a Chris, sonriendo burlonamente.

Salieron los dos de mi cuarto y, cuando conseguí analizar lo que acababa de pasar, me dirigí a mi armario para ponerme mi equipación de fútbol.

Básicamente, ¿acababa de decir que quería conocerme tal y como soy? ¿Por qué alguien querría hacer eso?

Me vestí, me puse mis deportivas y me recogí el pelo en una coleta. Cogí mi bolsa de deporte y bajé las escaleras hasta el salón, donde me esperaban Chris y James.

Entramos al coche de mi hermano, pero, al ser tres, me tocó ir detrás, cosa que no me hizo ninguna gracia y que Chris iba a pagarme tarde o temprano.

Cuando llegamos al instituto, bajamos del coche y nos fuimos al entrenamiento.

Dejé mi bolsa sobre un banco y me acerqué a Skylar, la cual caminaba en mi dirección.

― ¿Y eso que vienes con Chris? ― preguntó, agitando las manos en su dirección.

― Es el mejor amigo de mi hermano, ya sabes. ― la noté reprimir una risa. ― Lo sé, pero tampoco es tan malo. Una se acostumbra.

― Es decir, que te está empezando a gustar Christian Parker. ― bromeó Sky, a la vez que me sonreía.

― Demonios, no. Ha hecho la prueba, así que ahora, en teoría, somos amigos,  es cuestión de principios. ― ésta rió, haciendo que riera yo también.

Terminamos de calentar y fuimos a practicar junto con el equipo masculino.

― ¡Prepárate, Annie, esta va fuerte! ― gritó Chris, antes de golpear la pelota para estamparla en mi cara.

Agarré la pelota y salí corriendo detrás de éste, que reía y se encontraba cada vez más lejos de mí. Diablos, qué rápido corre.

Cuando le alcancé, le golpeé con la pelota en la cabeza y éste se tropezó y cayó al suelo, riendo.

― ¿Se puede saber qué hace, Smith? ― gritó el entrenador, desde la otra punta de la pista.

― Oh, nada, es sólo que...

― ¡Entrenador, Annie me ha agredido con una pelota de fútbol! ― interrumpió Chris, gritando.

¡Idiota!

N/A:

Aclaración: James está en el equipo de fútbol y en el de baloncesto, pero la mayoría de veces va sólo a los de baloncesto, ya que es el capitán. Y nadie le echa del equipo de fútbol porque, bueno... estamos hablando de James Smith, al fin y al cabo.

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