Tercera semana.
El día del escape.
-Prueba dos. Elemento fuego -habló Angelina a través del micrófono.
Se encontraba de nuevo en esa Sala de Pruebas, ahora practicaría el fuego. Para esa prueba, el científico Petterson no se encontraba presente, lo vio afuera de la sala, sonriendo nerviosamente mientras decía "Es muy peligroso para mí, creo que paso". Bueno, era mejor si él no estaba ahí.
Todo aquello que te haga enojar.
Cerró los ojos con fuerza para concentrarse.
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Busca, busca...
William había logrado entrar al piso cuarenta y ocho, burló a algunos guardias y agentes, nada difícil pues estaban muy distraídos.
Bajó la vista y fingió que chocaba con un Científico, susurró un "Disculpe" y en un descuido por parte del hombre de bata blanca, le extrajo una tarjeta de identificación, que le permitiría entrar a la Sala que buscaba.
Unos días antes, habían estado checando cada persona, cada científico, alguno que tuviera la tarjeta que buscaban, hasta que lo encontraron.
Ahora caminaba en busca de la Sala cuarenta y seis.
🔥💧🌪️🌱
Empezó sintiéndose el calor en el lugar que poco a poco fue aumentando. Angelina traía un termómetro, para checar la temperatura en la que se encontraban, que ahora estaba por llegar a los 38°, pero sólo en el lado dónde se encontraba Sara.
-Sara, ahora usa las llamas.
-Señora, eso es muy peligroso -advirtió uno de los científicos, la mujer lo miró, se encontraba parada por un lado de él, estaba sentado frente a una computadora -¿Olvida que la joven puede crear destrozos incluso en este lugar? Esta sala no es apta para la prueba de fuego -le recordó el hombre.
-Es sólo una alterada, no temas ante ella -dijo molesta y se volvió hacia la castaña -Ahora, Sara.
La joven la escuchó y empezó a crear chispas, tenía que hacer todo lo que le dijera la directora y si podía hacer algo más, lo haría. Debía de crear la mayor atención sobre ella para que todo saliera bien.
🔥💧🌪️🌱
40... 41...
Su paso era apresurado, pues antes de llegar al piso dieciocho, le pareció ver que alguien lo miró cuando entró al ascensor y antes de que las puertas se cerraran. Al parecer no había pasado tan desapercibido.
42... 43...
Renata se encargó de sacarlo de su celda, ya disfrazado de científico, para dejarlo al inicio del camino hacia la sala.
La vio asintiendo en secreto en su dirección mientras ella iba a otra parte.
Se acomodó el cabello y se recargó en las paredes del elevador, tenía que hacer otra cosa para que no lo reconocieran, pero siguiendo el plan principal.
🔥💧🌪️🌱
El fuego comenzó a expandirse, se pegó a los vidrios y subió hasta llegar al techo.
-Excelente... -susurró Angelina, asombrada.
Abrió los ojos. Al ver el escenario frente a ella, comprendió que no debía de tenerle miedo, que, aunque no quisiera, los elemento ya estaban en su vida de ahora en adelante.
Acéptalos, como parte de ti, pensó para sí misma.
🔥💧🌪️🌱
Hace un mes, habían acordado el plan, pero hasta apenas una semana, lo tenían completo y listo para ponerlo en marcha.
Mientras Sara estuviera con la directora, William se encargaría de buscar a Alba y sacarla del lugar. Y para que no reconocieran al joven Alterado, Renata se dedicó a buscar algunas batas que consiguió de algunos de sus compañeros y se la dio a William, quién la escondió en su mochila hasta este momento.
Sara decidió no decirle nada a su padre, se esperaría hasta que saliera de la sala para ir por él y sin previo aviso, sacarlo de ese lugar.
Parte del plan era que Sara creara distracción que mantuviera ocupada a la directora y no en él.
44... 45...
🔥💧🌪️🌱
-Señora, le sugiero que se detenga, su pulso está aumentando -volvió a hablar el científico -No será bueno si se altera.
-Aún no ha logrado lo principal -le respondió sin mirarlo.
-Pero Señora...
-¡Basta! ¡Déjame a mí, controlar esto! -le gritó y le dio una mirada asesina, el hombre sólo bajó si vista, avergonzado -Yo estoy a cargo.
Una luz roja se activó, desconcertando a todo el personal que se encontraba ahí. Las llamas comenzaron a salir del vidrio, corrió hasta las computadoras y las sillas, consumiéndolas.
-¡Cuidado! -gritó alguien.
Uno de los científicos reaccionó y se fue por el extintor, llegó hasta donde el fuego, pero no se apagaba. Lo utilizó hasta que el aparato no dio para más, se fue corriendo en busca de ayuda.
Eso era justo lo que ella quería que ocurriera.
Damián tenía razón, los Elementos hecen lo que yo quiero, pensó satisfecha.
🔥💧🌪️🌱
Vestía una bata y pantalones blancos que le quedaban a la perfección. Salió del ascensor y comenzó a caminar con la vista baja, esperando no llamar mucho la atención.
Encontró la Sala cuarenta y seis.
Se detuvo frente a esa puerta dudando si debía abrirla o no. Ya que no sabía si alguien se había llegado a enterar de lo que querían hacer y lo estuviesen esperando.
Pero se lo prometió, le prometió que le ayudaría a encontrar su hermana.
Respiró hondo, pasó la tarjeta de identificación, este accedió y abrió la puerta.
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-¡Que se detenga! -gritó otro ientífico -¡Destrozará el lugar!
-¡No! -le respondió la rubia mientras se alejaba del fuego que la seguía.
-¡Basta! -el hombre gritó, se fue hacia una computadora que tenía el micrófono -Sara detente, ahora -le ordenó.
Pero ella no le hacía caso, estaba más concentrada en lo que la hacía enojar y escuchar sus voces era la inspiración perfecta.
-¡Detente ahora!
Se cansó de decirle, oprimió un botón que aún no era quemado y al instante, del otro lado, comenzó a salir un humo azul, éste emanaba de las esquinas de la habitación. El químico hizo efecto de manera inmediata y el fuego se apaciguó, hasta que el lugar quedó limpio.
El fuego que ella creaba se deshacía hasta ser nada. Las computadoras se habían dañado, dónde antes estaban las llamas, ahora sólo quedaban manchas negras. La directora estaba demasiado molesta.
🔥💧🌪️🌱
La habitación estaba iluminada con focos blancos, las paredes cubiertas de espejos, pero lo que llamó su atención fue quién estaba en el centro
Se encontraba recostada en una camilla, parecía estar dormida. Su castaño cabello caía a ambos lados de su rostro y sus ojos estaban adornados por sus largas pestañas.
Pero para él, no importaba que fueran gemelas, Sara siempre sería diferente de su hermana.
Por el audífono que tenía William, le habló a Sara.
-Sara, la encontré, está aquí -dijo en voz más baja -Ahora... Me la llevaré.
Al instante le respondió.
-De acuerdo, ten cuidado, que nadie los vea.
-Querida, sé defenderme -le respondió y cortó la comunicación.
-¿Quién es usted? -preguntó un científico que acaba de entrar. Se había dado cuenta de que el joven se dirigía hacia la Sala que nadie tenía acceso y decidió seguirlo.
-No es un científico, es William Hart -dijo un agente que iba llegando hasta ellos dos -El joven que acaba de escapar.
William suspiró cansado, creyó que podría hacer eso sin ser visto, pero al parecer fue muy ingenuo al pesar eso.
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-¡No! ¡No! -gritó desesperada la morena a la vez que iba hacia las computadoras chamuscadas y en vano intentar hacer que el humo azul se detuviera -¡¿Qué es lo que has hecho?! -le gritó al científico.
-Señora, si la dejaba más tiempo, consumiría todo el lugar -intentó hablar con ella.
-...Fuera de mi vista -le dijo con los ojos cerrados con fuerza, apretando los dientes conteniendo las ganas de gritarle.
-Señora tiene que saber que...
-¡Largo! -exclamó completamente desesperada.
El hombre no dijo nada más y salió de la Sala dando un portazo.
-¿Se guardaron los registros? -le preguntó a alguien más.
-Sí señora -le respondió un hombre que se encontraba cerca.
-Bien, continuemos con la Tercera prueba: El Agua.
🔥💧🌪️🌱
Apenas habló aquel agente, una docena de hombres entraron y con sus armas apuntaron a la cabeza del joven, listos para disparar.
-No te muevas -le ordenó uno de los muchos agentes que ahí estaba.
-Se están metiendo con la persona equivocada -les dijo en tono amenazador.
Chasqueó los dedos y una tormenta se formó sobre el edificio.
En un segundo, William, levantó la mano y un rayo cayó en la punta de el Gran Laboratorio, cortando la electricidad en todo el lugar.
🔥💧🌪️🌱
-¿Qué esta pasando? -preguntó Angelina confundida cuando notó que las luces se apagaron.
-Señora, no son buenas noticias, hay una gran tormenta sobre nosotros -le informó uno de ellos mientras revisaba el ordenador que le mandaba señal de alerta.
-Enciende la energía de reserva -le ordenó a esa persona -Ya.
-Que sea ahora -le dijo Sara a William por el audífono.
-Perfecto -le respondió.
Sara retrocedió unos pasos, esa sería la segunda vez que usaría el elemento Tierra, así que estaba nerviosa. Pero en cuanto ennsus puños comenzaron a formarse rocas, el miedo desapareció por unos segundos y usando eso a su favor, corrió hacia la pared, dándole un golpe con el puño, volviendo al vidrio en pedacitos.
El simple acto por su parte sorprendió a los hombres que estaban del otro lado del vidro.
Algunos hombres lograron esconderse, pero no Angelina, ella volteó sorprendida justo en el momento en que los pequeños trozos de cristal se dispararon por todas direcciones. Algunos incluso se incrustaron en su piel.
-¡Me mentiste! -le gritó Sara una vez que rompió el cristal y se acercó a la morena.
Angelina había caído al suelo, ahora se tomaba los brazos heridos que sangraban a través de la ropa.
-No... no sé de qué me... hablas -le respondió de manera entrecortada.
-¡Mentira! ¡Usted sabes de lo que estoy hablando!
La científica retrocedía cada que la joven daba un paso, aprovechando que la mujer se encontraba en el suelo, dio una pisada con fuerza e instantáneamente la tierra salió del concreto para cubrir por completo las piernas de Angelina.
La directora gritó de dolor.
-Ahora no tienes a dónde ir -Sara se acercó hasta ella.
—Ah, cariño... Si crees que te iras sabiendo todo... Estás equivocada —susurró, había veneno en sus palabras.
No dio el siguiente paso, se quedó estática ante lo que había dicho, no sabía que responder. De su mano encendió una llama la acercó a la rubia sin intenciones de lastimarla.
-Habla -le ordenó.
-Todas estas "pruebas" que hiciste eran para ayudarme a crear mas personas como tú, como Alba -le habló entre el dolor que sentía.
-¡Explícate! -le gritó, acercó más el fuego, algunos cabellos se chamuscaron, pero a la mujer no le importó.
-Que, gracias a ti, sigo creando sujetos con nuevas habilidades.
🔥💧🌪️🌱
Dispararon.
La oscuridad en el lugar le daba una gran ventaja, así que se agachó y avanzó. Los agentes al no poder ver y sin saber en dónde estaba, disparaban al azar, haciendo que incluso, se hirieran entre ellos.
William llegó hasta ella y la desconectó de los aparatos que tenía, le quitó las agujas insertadas. De su bolsillo sacó unos lentes, que le permitirían ver incluso en la oscuridad, se los colocó. Se levantó, la cargó en sus brazos, la gemela seguía inconsciente.
Antes de salir, sintió cómo un líquido caliente corría por su espalda, pero en el momento, no sintió dolor.
Vio el letrero en grande que decía:
SALIDA DE EMERGENCIA.
Apenas lo leyó, empujó la puerta con su hombro y éstas se abrieron, comenzó a avanzar hacia dónde encontraría a Sara.
🔥💧🌪️🌱
-¿Por qué? ¿Por que está haciendo eso?
-¿Aún no lo entiendes? Su especie debe de ser eliminada, por eso tantos experimentos, debía crear los míos para ponerlos contra ustedes -decía casi escupiendo las palabras -Entonces yo ganaría, no quedaría ninguno de ustedes -sonrió amargamente -Mis sujetos son de un sólo uso. Son desechables.
Desechables. Planeaba deshacerse de ellos después de usarlos para pelear.
-Y para obtenerlo, solo ocurrirá una cosa -la miró -Sabes la respuesta.
Decidió no complacerla en responder a ese comentario, así que la ignoró y la mujer siguió hablando.
-¿Crees que no sé que están intentando escapar ahora? -al mencionarlo, Sara palideció, sintió que sus piernas se volvieron débiles, pero tomó coraje para no demostrarlo -He llegado tan lejos, no permitiré que me echen todo a perder.
-Debe saber que yo tampoco -dijo, convencida de ello -No cuando usted quebró su trato.
-Oh, linda ¿Tanto te preocupa ese papel? Incluso si lo encuentras yo-
-El trato no me importa -le interrumpió -Le recordaré que usted firmó con Sara Lee Walker -la mujer la miraba sin entender a qué se refería -Y esa persona, no existe en este mundo, no está registrada, por lo tanto, no es conmigo con quién firmó.
Había acordado ese punto con Renata hace apenas una semana. La científica le dio la razón cuando le explicó que ella no fue registrada con ese nombre, por lo tanto, el trato carecía de validez.
-Ahora bien, hábleme del Quinto Elemento -le dijo Sara, vio como la expresión de Angelina cambiaba a una sorprendida -Entonces sí sabes de eso... ¿Dónde está?
-¿Y crees que te lo diría tan fácil? Sólo eres una chiquilla con delirios de grandeza -escupió las palabras -No te diré nada.
Sara pensó en aplicar presión en sus piernas para hacerla hablar, pero desechó la idea, no sería agradable escucharla gritar.
-Bien, entonces...
No alcanzó a decir nada más, el área entera comenzó a llenarse se humo que se metió en sus pulmones, haciéndola toser.
Retrocedió al darse cuenta de que era Angelina quién provocaba el humo. Escuchó pasos torpes y cuando se disipó todo, ella ya no estaba, en su lugar no había mas que hielo esparcido en donde antes estaba la tierra y rastros de cenizas.
-¡No! ¡No! -exclamó molesta -¡Maldición!
Justo en ese momento, la puerta de la sala se abrió, dejando entrar a Renata.
-Es hora de irnos -le dijo respirando de manera entrecortada, había corrido lo más rápido posible para encontrarla.
-Escapó, Angelina escapó -le informó cuando llegó.
-Ella no importa tenemos que salir, ahora.
-¡Tengo algo pendiente con ella, por si olvidas! -le recordó molesta -Y no pudo decirme nada.
-¡Ya no importa, tenemos que irnos!
Sara se decidió entre buscar a Angelina o irse de ese lugar de una vez, optó por la segunda opción, ya que intentar encontrar a la directora no sería una tarea fácil y le tomaría su tiempo, cosa que ya no tenía en ese momento.
Asintió hacia Renata y fue con ella. Despuésde realizar la última tarea, tenía la esperanza de que por fin pudieran salir del laboratorio.
-karimodelarosa.