¿Por qué se le ocurre venir a estas horas? Y además no entiendo por qué vino.
Corro hacia la cocina y en una bandeja coloco los platos de los chicos, subo con ella a mi habitación y la dejo en la cama. Zack vuelve a tocar el timbre corro hacia al baño y me detengo en la puerta.
-Chicos tenemos visitas, ¿ya terminaron?
-Sí, solo deja que abramos la puerta- dice Eyeless.
Espero unos minutos en los cuales tocan el timbre más veces, por fin la puerta se abre, entro al baño y veo a los chicos un poco mojados del cabello y sus ropas. Los llevo a mi cuarto y los dejo en mi cama junto a la bandeja con sus desayunos.
-Intenten no hacer ruido mientras yo bajo a atender.
Ellos asienten y salgo del cuarto, Zack está desesperado gritando y golpeando la puerta como loco. Bajo las escaleras y cruzo la sala para llegar a la puerta y abrirla lentamente, ya que el frio es demasiado.
-Ibi...- dice Zack entrando y abrazándome.
No correspondo al abrazo por un momento ya que me tomo desprevenida, pero al rato de unos segundos lo abrazo también.
-Me preocupaste que no contestaste el teléfono- dice en mi cabello.
-¿Me llamaste?- no recuerdo haber escuchado el celular.
-Sí, te llame como 6 veces después de que te fuiste caminando del autoservicio. Pensé que no te sabrías el camino, ¿Cómo llegaste?- me dice sin romper el abrazo acogedor. No le gustara la respuesta y no voy a mentirle.
-Em... me trajo... - comencé a balbucear. Okay aquí voy-. Liu.
No obtuve respuesta, ni un movimiento hiso, me comencé a preocupar pensando que se enojaría o algo peor. Sentí que Zack me tomaba por los hombros y me separaba poco a poco de él. Sentí un escalofrío recorrer por la espalda, pero no sé si fue por la corriente de viento helado que atravesó la puerta o por como reaccionaria Zack a lo que le dije. El me mira sin expresión alguna, serio y poco a poco comienza a fruncir el ceño.
-No quiero que te acerques a él- dice seco y molesto.
-No te preocupes por eso- balbuceo pero creo que no escucho.
[...]
Paso un rato y mande a Zack a su casa ya que hacía más frío de lo normal y si se iba más tarde probablemente se enfermaría. Subo con los chicos y ellos están correteándose por todo el cuarto, que por cierto parece un desastre. Hay varias almohadas en el piso al igual que mi celular, la manta arrugada y fuera de lugar arrastrando en el piso, varios libros del librero están regados por toda la habitación. ¿Qué rayos acaba de pasar aquí?
-¿De qué me perdí?- digo. Creo que no me habían escuchado entrar. Ellos voltean y sonríen tal cual niños traviesos encontrados con las manos en la masa.
-Etto... ¡El empezó!- dicen los tres al insomnio apuntándose con el dedo.
Comencé a reírme un poco, estos chicos son un desastre. A este paso mi casa estará al revés en un par de días.
-¡Oigan! Yo no soy su madre. No los voy a regañar- les sonrió-. Pero si tendrán que recoger el desastre.
Ellos me miran, como diciendo: ¿Cómo quieres que lo hagamos eso con este tamaño?
-No me importa como lo hagan, quiero que este recogido para las... - miro mi reloj y son las 1:43-. Máximo a las 4:30.
Camine hacia la cama y recogí los platos junto con la bandeja y salí del cuarto cerrando la puerta. Baje a la cocina y puse los platos en la lavavajillas. Y fui al baño para darme una ducha.
Cuando salí ya eran las 2:17 pm. Fui a mi cuarto enrollada en una toalla y el cabello más esponjado que algodón de azúcar. Cuando entre vi casi todo recogido, solo faltaban los libros y se veía que era lo más difícil para ellos ya que los coloco muy alto. Camine hacia el closet y saque una blusa de manga larga de color blanco, otra blusa holgada de color azul claro, saco también un pantalón vaquero y unas botas del mismo color que la blusa holgada. Voy al baño sin decirles nada a los chicos y me coloco la ropa. Vuelvo al cuarto camino hacia los chicos, recojo los libros que están el piso y los pongo en el librero.
-¿Qué quieren comer?- les pregunto.
-¿No es demasiado temprano para comer?- dice Eyeless
-Tendremos que salir. Quiero ir a visitar a mi madre, si es que me dejan verla.
Camino hacia el peinador y tomo mi cepillo e intento hacer una coleta en mi cabello incontrolable, al final no puedo y solo me ato un listón blanco a la cabeza para evitar que el cabello me caiga en la cara. Volteo a ver a los chicos y ellos me miran con curiosidad por poner el listón.
-¿Qué? A veces mi cabello no coopera.
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Uhhhh ¿que creen? ¿no? ¿nada? bueno yo les digo: Ya faltan pocos capítulos para que termine!!!
Este capitulo es puro relleno en los siguientes se viene lo bueno jejeje
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Abashos y beshos babeados de baba mios de mua.
A