Querido Crush:
Créeme que no quería hacerte enfadar con la anterior nota. Cuando vi que te levantaste y empezaste a gritar que quien la había escrito se fue el color de mi piel, me asuste demasiado que pensé que iba a mojar mis jeans. Así que espero y me perdones, pero no dejaré de escribirte las notas.
Atentamente, una muy culpable y asustadiza admiradora.