Leyna.
-No -dije igualmente levantándome- iré por algo de comer.
-Tendrás que hacerlo, Leyna.
La ignore y caminé a la cocina, fui a ver que podría comer. Aunque solo había un pastel, no se de cuando esta, pero muero de hambre.
Fui por un cuchillo y acerqué el pastel a mi. Hasta que siento unas manos en mi cintura.