Me abrazó con demasiada fuerza y luego tomó mi delgada mano entre las suyas.
Primero me estremecí. Fue pequeño, pero a la vez extraño. Como si algo se hubiera metido dentro de mí y estuviera corriendo por mis venas.
Después sentí cómo se erizaban los cabellos de mi nuca, uno a uno.
Y luego, comenzó.
Holly me soltó, me plantó un beso en la mejilla y tras susurrar algunas palabras cariñosas salió corriendo. Ella estaba aterrorizada pero a la vez emocionada. No se echaría atrás y tampoco se detuvo a voltearse para mirarme.
Cruzó todo el parque en pocos segundos y, al llegar al otro extremo, se subió a un auto azul y desvencijado que al parecer estaba esperándola. Ni siquiera abrió la ventanilla para dedicarme una última sonrisa.
El conductor -un chico algunos años más grande que ella- apretó el acelerador a toda velocidad y se la llevó demasiado lejos de mí.
Algunas lágrimas cayeron de sus ojos. Los mismos ojos que los míos. Pero ni siquiera tuvo que secarlas, ya que él lo hizo por ella.
Sonrió y tras plantarle un beso en los labios soltó un grito de emoción y encendió el estéreo.
Las imágenes desaparecieron de un instante al otro y cuando lo hicieron pensé que iba a desmayarme. Estaba pálida y temblorosa, pero a Holly parecía no importarle.
¿Qué había sido eso?
—Te quiero— murmuró mirándome directamente. Quería preguntarle si ella también había visto eso, pero las palabras estaban atascadas en mi garganta—. No me olvides, mariposa.
Me soltó. Comenzó a correr. Y no se volteó a mirarme.
¿Por qué se estaba repitiendo aquello? ¿Había tenido alguna especie de déjà vu?
Mis rodillas comenzaron a temblar y no pude evitar tener la necesidad de sentarme en el suelo. Emily correteaba tras alguna hormiga que intentaba escaparse y reía con la propia inocencia de una niña pequeña.
Me atacaron una ganas de vomitar terribles. Casi sentía cómo todo dentro mío se sacudía en espasmos y todo comenzaba a dar vueltas.
Las lágrimas rodaron calientes por mis mejillas. ¿Por qué tenía la extraña certeza de que Holly no regresaría a por mí? ¿Se había marchado... Para siempre? Algo me decía que sí.
—Emmy— murmuré antes de que todo a mi al rededor se volviera negro y perdiera la conciencia.
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¡Heeeeeeey!
¡Hace una eternidad que me he ausentado de wattpad y jamás he actualizado nada! Sentí que era hora de volver y qué mejor manera de hacerlo que con una nueva historia.
La verdad estoy DEMASIADO emocionada con esta novela y le veo un futuro claro. Tengo, prácticamente, todos los capítulos planeados y espero no perder el interés en ella para terminarla.
¡Ojalá les encante tanto como a mí!
¿Qué les ha parecido? Dejen sus votos y comentarios, como siempre pido. Recuerden que me ayuda muchísimo a continuar escribiendo.
¡Nos leemos pronto! ¡Los quiero!
-Liz.