—¿Cerveza? —Jeremy al entrar al departamento fue directo a la cocina. Jack fue tras él y recibió la helada botella de su mano.
—¡Oh mi Dios! ¡Como adoro una cerveza fría! —Jack podía beberla allí a gusto con tanta satisfacción.
—¿Por qué será que me late que sólo la bebes aquí en mi casa?
—No me dejan beberla en la mía...—Suspiró Jack.
—Bueno, una cerveza no ha matado a nadie todavía...al menos que yo sepa. Eso si Blondie: ¡No abuses! Si vas a embriagarte de algo hoy, no será precisamente de licor...—Jeremy quitó la cerveza de su boca y aproximándose hacía Jack lo besó, lo apretó contra su cuerpo mientras lo recorría con su manos, él era escurridizo como una serpiente, Jeremy literalmente lo envolvía y lo sofocaba en un apasionado beso. Cuando al fin apartó sus labios de Jack este estaba sin aliento y muy excitado.
—Bueno...¡Ese fue un buen beso! —Jack se recostó de la mesa de la cocina para recobrar la cordura y el aliento.
Jeremy sonrió al verlo sonrojado, realmente le gustaba el chico rubio, quería marcarlo, hacerle sentir que ya tenía un dueño, aunque por alguna razón sentía que Jack no era precisamente alguien fácil de poseer.
—Tengo muchos más así...
Jeremy se paró frente a Jack, en cierto modo era sensualmente intimidante, le sonreía mientras terminaba de tomarse su cerveza. Era un poco más alto que él, aunque no tanto como Max o Miller, ni tampoco de contextura atlética, era más bien un hombre delgado, aunque lucía un cuerpo bastante definido y apetecible. Al menos Jack lo disfrutaba bastante mientras le levantaba la camisa, y disfrutaba de ese abdomen definido y esa piel cubierta de tatuajes.
—¡Hey! ¿Pretendes violarme en mi propia cocina? ¡Calma Blondie! Apenas nuestra noche comienza.¡Quiero poner algo de música! —Jeremy dio un beso corto a Jack y se dirigió a la sala.
—¡No me jodas! ¿Vas a poner música? ¡No se te ocurra poner algo romántico, eso es jodidamente cursi y cliché! ¡Ni que fuera mujer...!
—¡No! Esto te gustará ¡Ven! —Jeremy tenía un buen equipo de sonido, estaba programando algo. Luego tomó el control remoto y se sentó en el sofá, le dio una palmadita al asiento indicándole a Jack que se sentara junto a él. Cuando se sentó a su lado Jeremy lo abrazó e hizo click en el botón de "Play" comenzó a sonar una especie de balada, estridente y muy extraña, melancólica pero fuerte, y en un idioma poco común...
—¿Eso es japonés? —Jack miró a Jeremy que sonreía mientras escuchaba la canción.
—Sí, es un grupo de rock alternativo de Japón, se llaman Ling Toshite Sigure, y esa canción me recuerda a ti..."Missing Ling"
—¿A mí?
—Claro, es...contradictoria: Es triste y salvaje, es alocada y tranquila, es fuerte y es débil, es poco común y es...sublime...
Eso sí que había llegado al corazón de Jack. Así que cerró sus ojos y escuchó la canción, se dejó llevar por esa melodía estruendosa y desenfrenada, esto encendió la libido de Jeremy que empezó a besar su cuello mientras lo abrazaba, sus manos fueron directo abrir el pantalón de Jack, como quien libera a un animal frustrado y cansado de estar atado. Comenzó a estimularlo, su miembro estaba más que erecto y dispuesto así que apenas sintió las manos de Jeremy sobre él comenzó a gemir y a liberarse. Esto enloquecía a Jeremy quien deseaba tomarlo allí mismo. Se recostó del sofá y se relajó, tenía la espalda de Jack sobre su pecho y lo sentía estremecerse sobre él, comenzó acariciar su cabello, esos mechones rubios que adoraba.
—¡Jeremy!
Este al escuchar su nombre en medio de los gemidos de Jack se sonrió. Le acomodó en el sofá y le besó. Jack se sujeto de él y comenzó a besarlo, metía sus manos entre sus cabellos y le lamía y mordía sus labios, se volteó, así que Jeremy se apartó de él para desabrochar su pantalón, tenía a su rubio loco de espaldas a él así que calmaría sus ansias, bajó su pantalón, escupió su miembro y se subió sobre él para tomarlo. Él sabía que Jack estaba muy lejos de ser un chico sumiso, frágil o delicado, era más bien alguien fuerte, rebelde y salvaje, aunque no lo aparentara. Era difícil de contener o dominar así que le gustaba darle placer y sentir que de alguna manera lo controlaba. Así que lo embestía con fuerza, lo sujetaba de sus caderas, quería verlo rendido, demostrarle que ahora le pertenecía. Jack gemía y se estremecía, con cada choque que hacía Jeremy contra su cuerpo, era una sensación excitante sentirlo dentro de él. Los chicos estaban disfrutando el uno del otro, en medio de esa música ruidosa y alocada . Jeremy sentía que perdía el control, le embistió rápida y violentamente antes de acabar agotado sobre el chico. Jack también acabó pero se sentía agitado y ansioso.
Cuando Jeremy se incorporó encendió un cigarrillo y lo aspiro profundamente antes de botar la primera bocanada de humo.
Jack se volteó y lo miró.
—"J" Necesito algo...
—Blondie, estás bien...sólo relájate.
—"J" Necesito algo...Lo necesito.
—Blondie, no lo necesitas, estas bien así.
—"J" Lo necesito...
—Me dijiste que tenías varios días sin consumir. Entonces ¿Por qué arruinarlo? ¡Estás bien así!
—"J" Lo necesito...
—¡No lo necesitas! ¡Eres más que eso!
Jack se incorporó molestó y fue al baño. Jeremy no quería tenerlo enfadado, no después de lo que estaban disfrutando esa noche. Tendría que ceder a su pesar. Él mismo era adicto también pero se estaba enamorando de Jack y tenía que cuidarlo. Se levantó y preparó una dosis pequeña y diluida de Ketamina eso lo calmaría y lo tendría relajado el resto de la noche. Cuando Jack salió del baño este ya tenía la jeringa preparada.
—¡Ven! ¡Vamos a la recámara! —Jeremy recostó a Jack de la cama y lo puso cómodo— Extiende el brazo...¡Conoce al señor "Special K"!
A los pocos minutos Jack experimentó los efectos, era una sensación extraña y muy placentera, como si de pronto su cuerpo no pesara nada, era muy, muy relajante, le envolvió un sentimiento apacible. Comenzó a reír.
—"J"... ¡Esto es genial! ¡Jodidamente genial! Es como si...volará...
—Sólo espero que no salgas de esta habitación ¡Estamos a veintitrés pisos de la acera! —Jeremy se acostó en la cama. Termino de quitarle el resto de la ropa y sus prendas y él mismo se puso cómodo a su lado. Aun les restaba mucha noche para pasarla bien.
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Eran las cuatro de la mañana y Jeremy estaba frente a él en ropa interior.
—¡Blondie! ¡Despierta! ¡Ven!
—¿Qué horas son? ¿Qué quieres?
—¡Vamos, Blondie! ¡Toma! —Le extendió apenas un bóxer. Jack se levantó, se puso el boxer y salió tras Jeremy adormecido.
Jeremy abrió la puerta de vidrio de la terraza y salieron. Jack moría del frío y tenía la piel de gallina, aún estaba medio dormido cuando vio a Jeremy subirse a una especie de sobretecho que había allí. Desde arriba le extendió la mano.
—¡Sube, Tonto!
Jack lo siguió trepándose del sobretecho. Desde allí había una excelente vista de toda la ciudad.
—¿Cuántas veces has visto esto Blondie? ¿El Amanecer?
—¿Me despertaste a esta hora y me trajiste casi desnudo con este frío para ver el amanecer? ¡Le hubiera tomado una foto con el celular y me lo enseñas en la mañana!
—¡Blondie! ¡Blondie! ¡No seas gruñón! Vivimos muy rápido y moriremos en cualquier día de estos...¿Por qué no disfrutamos momentos como este? Si muero mañana quiero recordar esta vista y que estabas a mi lado un día como hoy —Jeremy estaba sentado allí con los ojos clavados en el horizonte, observando ese cielo que empezaba a tornarse rojizo y naranja.
—¿Sabes "J"? A veces eres extremadamente cursi...—Jack bromeó. Se sentó a su lado y recostó la cabeza de su hombro. El frío le quitó el sueño, y más que ver el amanecer veía a Jeremy tranquilo observando el cielo.
—En unos días saldré de viaje. Voy aprovechar las vacaciones para ver a mi familia, regresaré en Enero... —Jack aprovechó de decirle a Jeremy esto. Le entristecía en cierto modo tener que separarse de él por tanto tiempo.
—Me imagino. Es normal, yo estaré por acá, trabajando, es un mes en que la gente se divierte en extremo o se deprime mucho...Yo distribuyo el entretenimiento navideño. Digamos que soy el verdadero Espíritu de la Navidad de esta ciudad... —Jeremy podía ser el Rey del Sarcasmo en ese momento.
—¿No verás a tu familia?
—Estoy muerto para ellos desde hace mucho tiempo... —Jeremy respondía sin dejar de ver su amanecer —Te compadezco, Blondie, me imagino que para ti no debe ser muy fácil verlos tampoco. Aprovecha el tiempo con ellos, lo que tu mentira te permita. Aunque sea difícil ¡Aprovéchalo! Porque cuando se enteren de tu verdad es posible que los pierdas, como yo perdí a mi familia.
Jack no respondió, pero era cierto lo que Jeremy decía. Así que los chicos se quedaron en silencio observando al sol alzarse sobre la ciudad.
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Jack se preparaba para regresar a su parte tranquila de la ciudad. Respondió el insistente móvil que no dejaba de sonar. Jeremy se estaba duchando.
—¿Astrid? —
—Bueno al menos veo que estas vivo...y eso significa que pasaste una buena noche...
—¡A decir verdad! ¡Si fue muy buena!
—¡Me lo supuse! Por lo visto ese tal Jeremy está ganado terreno, pero lamento decirte que Max anda ya atacado de los nervios, dice que tienes que tomarte una medicación temprano, me tiene fastidiada ¡Llámalo!
—Max...—Jack suspiró al mencionar su nombre — Yo lo llamaré.
Cuando Astrid terminó la llamada Jack marcó el número de Max, se fue a la terraza para evitar que Jeremy escuchara la conversación, o que Max pudiera escuchar la voz de Jeremy. Así de complicado era hacer una simple llamada esa mañana.
—¡Max! ¡Hey! Tengo que hacer un trabajo que olvidé y debo entregarlo a primera hora, no pasaré por la casa, me iré directo a la universidad y nos vemos allá.
—¿Dónde estás?¿Estás en la residencia de Astrid?
—Eeehhh...Si, si...ella se fue adelante.
—Si quieres pasó por ti, tengo clase hoy a las diez.
—¡No! No...digo, aquí está Laurel, me imagino que no quieres tropezártela...
—¡Nouuu! Mejor llámame y nos vemos en el cafetín cuando termines ¡No quiero ver a esa chica ni en foto!
Afortunadamente para Jack los desmadres amorosos de Max le fueron beneficiosos esa mañana.
Jeremy salió del cuarto cubierto con una toalla, se dirigió a la cocina a servir el café.
—¿Tienes hojas y una carpeta por algún lado?
—¿Qué? ¿Vas hacer un trabajo de la universidad a esta hora? ¡Pensé que íbamos saliendo!
—Sí, no me tomará ni cinco minutos.
Jeremy le entregó su café y él bebiendo el suyo se fue a revisar entre sus cosas hasta que regreso con una carpeta y unas cuantas hojas blancas.
—¡Toma! Pero sólo tengo un bolígrafo, nada de "cosas de estudiantes".
—¡Más que suficiente! Jack se sentó en la mesa de la cocina y empezó a dibujar en una de las hojas.
Jeremy se acercó intrigado a ver qué clase de trabajo hacía Jack a esa hora. Empezó a reírse cuando vio lo que hacía.
—¿Eso es lo que creo? ¡De verdad que la Universidad se ha puesto interesante desde que la dejé hace años! ¡Cómo me hubiera gustado hacer ese tipo de trabajos! Por cierto...¿Para qué las rueditas?
—¡No seas estúpido "J"! ¡No son rueditas! Son... ¡Bah! ¡Idiota! No sabes apreciar mi arte.
Jeremy sólo se reía de las ocurrencias de Jack. Le dejó allí arreglando su "Trabajo" mientras iba a cambiarse para dejarlo en la universidad.
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Llegó un poco atrasado, unos diez minutos. Encontró a Miller que recién había terminado de dictar una clase y estaba saliendo del aula.
—Se podría decir que aún estás dentro del tiempo de entrega que te estimé —Miller ni lo saludó, se estaba comportando bastante frío con Jack. Pero esa mañana a él no le importó mucho su actitud arrogante.
—Lo siento, estuve terminándolo durante la noche, y me quedé dormido. ¡De todas maneras aquí está! Espero que aprecie mi esfuerzo —Jack le entregó la carpeta con total seriedad.
—Dijiste que querías decirme algo ayer, parecía urgente ¿Qué era?
—Era...una tontería realmente. Ya no tiene ninguna importancia.
Miller le lanzó una mirada escrutadora, pero no dijo más nada. Se apartó de su lado y se dirigió al cafetín para desayunar. Una vez allí, luego que comió y disfrutaba su café decidió revisar el trabajo de Jack. Al abrir la carpeta inmediatamente su semblante cambió, suspiró con suprema molestia. Sólo eran unas cuantas hojas blancas y la primera con un gran pene dibujado y sus dos testículos...o "rueditas" como diría Jeremy, y una corta frase:
"¡VÁYASE A LA MIERDA, PROFESOR MILLER!" – JACK OLSEN.
—¡Mocoso Engreído! — Cerró la carpeta y la tiró a un lado de la mesa.
CONTINUARÁ...