Cerré la puerta de la habitación, Juvia estaba cambiándose para estar lista para la misión. Me senté en la cama y me dejé caer sobre ella. Juvia me miró mientras se ponía la remera negra que había sacado de la mochila. Solté un suspiro.
-Deberías cambiarte, Mirajane.
-Lo haré en un rato.
Se puso los pantalones verdes oscuros y luego las botas negras, las cuales eran altas hasta las rodillas. Le pasé el abrigo de color negro para que se lo pusiera rápidamente. Se ató el cabello en un moño y mantuvo algunos mechones fuera de su cara con prendedores. Volteó a mirarme en cuanto estaba pronta. Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios. Trajo un peine del baño y comenzó a cepillarme el cabello.
-Déjame ayudarte -Comenzó a trenzarlo- Lo tienes muy largo.
-Sí, pero no creo que pueda cortármelo. Prefiero llevarlo atado.
-Una trenza debería soportar bastante bien ¿No?
-Supongo que si...
Terminó de trenzar mi cabello y me pasó mi mochila. EN el momento en el que terminé de cambiarme, Lucy entró a la habitación. Tenía una expresión relajada, y sus mejillas estaban sonrojadas levemente. Entró al baño sin comentar nada. Salió con la ropa puesta y la mochila en su espalda.
-Todos los uniformes son iguales.
-Supongo que es porque somos principiantes -Comenté.
-O todos usan lo mismo. Son colores oscuros, por lo que no resaltan mucho. Realmente lo tienen todo pensado.
Tiré la mochila de Juvia para que la atrapara antes de colgar la mía sobre mi hombro. Golpearon nuestra puerta con fuerza. Lucy bufó antes de abrirla, pero su expresión cambió al ver a Rin en la puerta. Sus ojos se abrieron como platos y sonrió tímidamente. Estaba acompañado por una chica y un chico. Ella tenía el cabello oscuro recogido en una coleta, con dos mechones de cabello cayendo, uno a cada lado de su cara. Sus ojos, en cambio, eran claros y cristalinos. Tenía una expresión seria. El chico parecía nervioso, miraba a todos lados con sus ojos color avellana. Tenía el cabello lo suficientemente largo como para alcanzar su mentón, y unas cuantas pecas adornaban su nariz. Rin sonrió.
-Estos son nuestros compañeros. Hay otros magos que participan de este trabajo, pero nosotros seis vamos separados de los otros grupos. Ella es Mukuro y él es Ryu. Nos tenemos que ir. ¿Vamos?
Salimos del gremio, Mukuro dirigiendo el paso ya que ella era quien tenía el mando en este trabajo. Pude ver como Rin se movió para entrelazar su mano con la de Lucy, quien volteó con el rostro ruborizado. Negué con la cabeza mientras contenía una risa. Ryu miraba el piso y no hablaba. Hice una mueca antes de acercarme.
-Ya que tenemos que trabajar juntos me gustaría saber algo. ¿Qué tipo de magia tienes?
-Uh, e-espera ¿Yo? -Asentí- Pues...magia de nieve. Mukuro es una dragon salyer de las sombras. Pero ya sé que magia tienen ustedes, las vimos entrenar el primer día que llegaron al gremio.
Volví a asentir y fijé mi vista en el camino. Me sentía más tranquila al saber qué tipo de magia usan nuestros compañeros, pero Rin nunca explicó que tipo de magia usa. Solo vimos unas llamas brotar de sus manos. Debíamos tener cuidado.