La Chica de los Cuatro Elemen...

By karimodelarosa

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Su salvación... según sus iguales. Un fenómeno... según las personas. Otra oportunidad... según los Científic... More

Nota
Booktrailer
Introducción.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capitulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Nota de la autora.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Epílogo.
Agradecimientos.
Segunda Parte. En Busca del Quinto Elemento.

Capítulo 20.

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By karimodelarosa

Primera semana.

A partir del momento en que Sara firmó ese papel, formó a ser parte de el Gran Laboratorio.

Decidieron cambiarla de cuarto, a otro más cómodo según ellos, le dieron oportunidad de que se llevase su mochila. Así que ahí iba ella de camino a su nueva estancia, acompañada de Renata, como siempre.

-¿Estás enojada? -le preguntó Sara.

-No, sólo decepcionada.

Llegaron rápido para su sorpresa. La científica introdujo un código en el aparato junto a la puerta y ésta se abrió de inmediato.

Sara se confundió al ver que la celda no estaba vacía. Había un joven, de cabello chocolate, sentado sobre lo que parecía ser la cama, con la cabeza en sus manos, sus codos apoyados en sus rodillas.

-Tienes compañía -le dijo Renata al joven cuando la puerta se abrió -¿No vas a voltear?

-¿Para qué? -respondió sin levantar la vista, se le notaba nervioso.

Esa voz...

-¿No te importa que sea la chica de la que me hablaste? -preguntó Renata, sonriente.

Él se quedó inmóvil ante la mención, giró el rostro hacia la puerta, se quedó sin habla al ver a la joven parada en la puerta junto a la científica.

-¡William! -le gritó Sara y corrió hacia él para abrazarlo, soltando su mochila, él le respondió al abrazo.

-¡¿Sara?! -aún estaba entre la confusión cuando la tuvo entre sus brazos, se separaron y él comprobó que si era ella -¡Sara! ¿Estás bien? ¿Tienes alguna herida?

William tomó los brazos de ella y los revisó en busca de alguna herida.

-Estoy bien, no tengo nada -respondió un poco nerviosa ante el tacto de él.

Renata estaba recargada en la entrada de la puerta, viéndolos.

-Yo los dejo solos... -se alejó de manera lenta y en silencio, cerró la puerta.

William la escuchó, pero no le prestó atención, aunque debía de agradecerle por haberla llevado con él. La joven frente a él era su prioridad.

-¿Estas bien? -le preguntó William. Sara se giró para verlo.

-Ahora si lo estoy -le respondió feliz.

-¿Estás herida? ¿Te hicieron daño? -preguntó nuevamente con preocupación.

-Estoy, perfectamente.

-Me has dado un susto de muerte, cuando nos separaron, creí... creí, que ya no te vería de nuevo -un leve rubor cubrió sus mejillas.

-Pero ahora estoy aquí, eso es lo que importa ¿No?

-Sí solo importa esto, ahora.

De manera rápida y sin previo aviso, la abrazó de nuevo a pesar de la vergüenza que sentía al hacerlo.

-Estuve realmente preocupado por lo que pudiera pasarte, no confío en esa mujer.

-¿En quién? ¿La directora? -el joven asintió aún sin voltear -Bueno, por lo que hace sabemos que no es buena persona.

-Es verdad -se separó de ella y ambos tomaron asiento en la pequeña cama -Es de sangre fría, se llevó a una niña de nueve años sin importarle si tenía familia o no -le dijo.

Alcanzó su mochila y sacó una botella de agua, bebió.

-¿Esa niña... era tu hermana?

-Si, es ella -respondió después de dar el trago a la botella -Pero bueno, ella escapó... Dijiste que estaba viva ¿Es verdad?

-¡Por supuesto! -replicó, fingiendo estar ofendida -Ella hizo la misma esfera de agua que tienes, frente a mí.

-No quiero sonar negativo, pero ¿Sabes que hay muchas personas que pueden hacer lo mismo?

-Pero sólo ella haría esto -tomó su mochila y sacó el regalo de Monserrat, se lo dio a William -Ahora es de día, pero cuando sea de noche deja que la luz pase a través de ella y observa.

-¿Observar? ¿Observar que cosa? -preguntó confundido.

Definitivamente William no sabía lo que le había querido decir su hermana.

-Cuando salgamos de aquí, lo primero que haré será llevarte con Monserrat. Te lo prometo.

William la miró, ella no necesitaba hacer promesas para él tuviera que creerle. La joven tenía toda la confianza de él.

-Bien -se enderezó, guardó la esfera en su mochila, miró la de ella -¿Que más traes ahí?

Sin pedirle permiso la tomó y revisó dentro.

-¡Mira, comida! -sacó la bolsa color blanco revisó lo que tenía.

-¡Hey! -replicó ella intentando quitarle sus cosas, sin éxito.

-¡Y un jugo! Hace tiempo que no tomo jugo -lo abrió y bebió.

-¡Pero...! -no pudo hacer nada cuando William tomó su bebida -Quédatelo, entonces -dijo resignada. Era de su sabor favorito.

El joven la miró y luego miró el juego.

-Está bien, está bien, bebe de mi jugo -se lo dio.

¿Tu jugo? ¡Era mío!

-Gracias -respondió con sarcasmo, y le dio un trago. *

Sara miró la botella unos segundos y recordó que tenía algunas preguntas para él.

-... Hace días, dijiste que sabias quién era yo, ¿A que referías con eso? Además de que me has llamado Sara y no Daphne.

-Bueno, lo supe desde que escuché de ella -le respondió encogiéndose de hombros.

-¿Ella? ¿De quién hablas, William? -le preguntó confundida.

El joven frunció el ceño, ahora él era el confundido.

-¿Aún... no la has visto? Estaba seguro de que sabías de ella, dicen que es tu hermana.

-Ah... Hablas de Alba, entonces sí sé de quién hablas, pero... ¿Cómo lo sabías? -dijo con prisa, queriendo pasar del tema de Alba.

-Fácil, entre los Alterados corría el rumor de que el cuatro elementos era una mujer y que tenía una hermana muerta... Que no estaba del todo muerta -respondió, apenado por tener que decirlo de esa forma.

Sara sacudió su cabeza, ahora tenía nueva información que procesar.

-¿Entre... Los Alterados? ¿Qué son? ¿Una asociación?

-... No exactamente -le respondió después de unos segundos -Algunos de ellos viven en conjuntos ¿sabías? Una cuidad completa de ellos -le explicó -Normalmente están apartados de todos... Las personas, saben que existimos -continuó -Pero que lo sepan a que lo acepten, son dos cosas muy distintas.

-Por eso... Por eso me gritaron ése día -susurró Sara, un poco asustada al recordarlo.

-¿Te gritaron? ¿Quién? ¿Cuándo? -le interrogó al notar el cambio de ánimo de ella.

-Fue, fue el día que nos encontramos -aclaró -Pero no te preocupes, no fue nada -se apresuró a decirle, luego tomó asiento de una manera más cómoda para ella -Mejor, cuéntame más sobre-sobre ellos -dijo con emoción -Tú... ¿Tú vivías como ellos? -preguntó despacio.

-Ah... Bueno, sí... Después de que mi hermana encontrara su elemento, mis padres supieron de inmediato lo que significaba entonces se mudaron a otra ciudad para mantenerla segura, ya sabes -se encogió de hombros -Fue-fue una buena elección, después de todo.

Sara tocó su brazo con suavidad, sabía un poco de su historia, lo que pasó con su hermana y lo que hizo Angelina.

-Podrás reencontrarte con ella, lo verás -le dijo, con una sonrisa que le brindaba esperanza.

-Gracias, Sara -tomó la mano de ella entre las suyas -Te agradezco mucho.

Sus mejillas se tornaron de color rosa, y apenada giró el rostro hasta otro lado, William reaccionó de la misma forma, retiró sus manos de ella y rascó su nuca.

-Pero yo-ah debo encontrar a Alba... Ella está aquí, debo encontrarla -se levantó para dirigirse a la puerta, en parte para asomarse por la pequeña ventana y para estar retirada de él, ya que sólo se ponía nerviosa. Pero William se interpuso en su camino.

-No podemos salir, a menos que nos necesiten. -le dijo, aún sin mirarla.

-¿Necesiten? No entiendo. -sacudió la cabeza -Espera, tú... No te han hecho nada ¿cierto?

-No, estoy bien, tranquila -respondió -He estado aquí desde que llegamos.

Sara se sintió mal por ello. Probablemente William estaría fuera ahora de no haber elegido ir con ella.

-Pero ¿A dónde los llevan? Dijiste que los necesitaban -le recordó, queriendo continuar con la anterior conversación.

-Cierto, por lo que me he dado cuenta, a algunos de nosotros se los llevan a otras salas -respondió -Y si salimos por la fuerza, nos volverán a meter a otra celda, pero no será bueno.

-¿Qué quieres decir? -esperaba que no fuera lo que estaba pensando.

-Digo... -colocó sus manos en los hombros de ella -Qué si sales ahora, es probable que no regreses.

-No me importa, necesito encontrarla -dijo firme -Tengo muchas cosas que aclarar con ella.

-¿Por qué tanta la necesidad de encontrarla? ¿Por qué? -preguntó empezando a perder la paciencia. Esa joven lograba sacarlo que quicio.

-Debo verla, necesito saber si es verdad lo que creo -respondió, un poco molesta por el hecho de que no la dejara salir -¿Que? ¿La has visto?

-... Se la llevaron -Sara llevó sus manos a su boca -Eran dos agentes, la tenían a ella, pero estaba inconsciente, la llevaban en una camilla a otro lugar. No se adónde. Por eso te preguntaba si te encontrabas bien, creí que habías sido tú.

Ah, maldición no. No ahora que debo encontrarla.

William la miró y la abrazó, ella se confundió, hasta que se dio cuenta de que estaba llorando.

-Esto... Es injusto yo-yo debo encontrarla y-y arreglar todo.

-No llores -él tomó el rostro de ella entre sus manos -Vamos a salir de aquí ¿Si? Pero antes, encontraremos a tu hermana.

Ella dejó de llorar un rato, para sonreír, no era momento de lamentarse.

-Ves, solo sonríe -dijo él, feliz.

-Vamos a salir -asintió con la cabeza -Estoy segura de ello.

Había firmado ese trato, sin embargo, jamás la dejarían ir. Era hora de decirle a William lo que había hecho. Abrió la boca para hablar, pero él la interrumpió.

-Bien -con sus pulgares limpió las últimas lágrimas de ella -Quiero mostrarte algo.

Eso despertó la curiosidad de Sara, haciendo olvidar lo que estaba sucediendo.

-¿Mostrarme?

-Primero, ven.

¿Saldrían? No. Ellos no podían. Como era de esperarse, no salieron, si no que William la acercó al otro lado de la cama. Y debajo de ella sacó una pequeña caja plateada, se la entregó a Sara.

-Ábrela, vamos, te va a gustar.

Ella no lo dudó un segundo mas y la abrió. Dentro había una pulsera, pero no como cualquiera otra, ésta era especial. Tenía las piedras de los Cuatro Elementos, pero en tamaño reducido a dos centímetros, atadas a un lazo negro.

-Es muy... hermosa -dijo mirando la pulsera.

-Póntelo, espera -le tomó la muñeca y con cuidado le puso la pulsera -Te queda perfecta.

-Gracias -no esperó respuesta y lo abrazó, él le respondió -¿Cómo conseguiste las piedras? -pregunto después de soltarlo, mirando la pulsera atentamente.

-Bueno, los tallé a mano, en cuarzo del mismo color, pero no importa ahora, es un... -se puso nervioso, sus mejillas tomaron un poco de color rojo -Un... regalo para ti.

-Pues es un muy bonito detalle, Will.

-Algo es algo -dijo encogiéndose de hombros para evitar su mirada, el muchacho miraba a cualquier lugar, excepto a ella.

Miró de nuevo la pulsera en su mano, estaba fascinada con ella. Jamás la perdería.

-Quiero saber ¿Qué sucedió mientras estabas solo? -le preguntó ella.

-No mucho -tomó su mochila y sacó el mismo radio que Sara tenía -Renata me dio ésto, pero no lo he usado.

-¡Oh! Yo tengo uno igual -lo sacó y se lo mostró -Mira.

-Mhmm... -murmuró pensativo y entre-cerrando los ojos, encendió el aparato -¿Hola?

-¿Hola? -sonó en el radio de la joven.

Ambos miraron con sorpresa ambos aparatos. Los radios estaban conectados para hablarse entre ellos.

-¿En serio? ¿Es decir..? Pudimos haber hablado entre nosotros ¡Y no los encendimos! -Sara se llevó ambas manos al rostro, un poco divertida por la situación.

-¿Porqué no lo probé antes? -se dijo él a sí mismo mientras miraba el artefacto en sus manos -Aunque supongo que Renata quería que lo descubriéramos por nosotros mismos.

-Supongo que si... William -empezó. Le diría el trato que había hecho con la Directora.

-¿Que pasó?

-Yo... yo... firmé un trato con Angelina -le soltó.

Sintió sus labios temblar ligeramente al decirlo, pero ¿Por qué? No es como si hubiera cometido un delito y se lo estuviera diciendo a la Policía, entonces ¿Por qué había dudado en decírselo?

-Lo sabía -le respondió.

¿Qué?

El joven se sentó frente a ella.

-Yo... escuché que Renata decía "Si, Sara firmó con la Directora" mientras venía hacia aquí, así que le pregunté a que se refería, eso fue hace un par de horas, antes de que llegaras.

- P-pero ¿no estás enojado? ¿No me dirás algo como "No debiste hacerlo"? -le preguntó aún sorprendida por la reacción de él.

-Y ¿De que serviría enojarme? Sólo conseguiría que te molestaras conmigo y, no quiero eso -un leve rubor cubrió sus mejillas.

-Entonces...

-Entonces, aunque estoy en desacuerdo con tu decisión, te apoyo. No lo hiciste por ti. Lo hiciste por nosotros, para sacarnos de aquí y claro, por los demás Alterados que están aquí encerrados.

-Te prometo, que haré mi mejor esfuerzo para salir pronto de aquí -le dijo, decidida.

Porque no dejaría que él y su familia se quedaran aquí por más tiempo, quería que su padre fuera libre de ese lugar, hasta dónde tenía entendido, la directora no lo dejaba salir. Además de que necesitaba aclarar las cosas con Alba. Y hacer que William se encontrara con su hermana.

Definitivamente, cuando existiera una oportunidad segura, los sacaría de ahí.

🔥💧🌪️🌱

Esa misma noche, William sacó la esfera y esperó a que la luz de la luna cruzara por la misma.

Vio el texto reflejado en el techo. Sintió su corazón estrujarse al leerlo.

-Yo también... -tragó saliva -Yo también te extraño.

-karimodelarosa.

¡Vieron ¡Wiliam se puso nervioso!

*Ah si, eso fue un beso indirecto?)

Y por cierto, veo que hay confusiones acerca de los alterados, de por qué quieren atraparlo si fueron creados por científicos etc, etc, les traigo esto:

¿Qué me dicen? ¿Suena bien? La descripción cambiara claro, pero la idea es esa, hacer un libro sobre cómo se originaron, quienes fueron los primeros en tenerlos (ignoren mi teclado olvidé recortar la imagen)

Capitulo dedicado a:

@juli_favre

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