Sweet Peril. (The Sweet #1) [...

By KrenGutierr

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¿Su apodo? Demon Blood. ¿Su verdadero nombre? Nadie lo sabe. Su única información además de los rumores, es q... More

Sinopsis
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Esto no es un capítulo
Capítulo 34
Capítulo 35
Epílogo
The first time I saw you. Capítulo especial
Capítulo Extra
Adelanto de Sweet Storm
Agradecimientos

Capítulo 29

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By KrenGutierr

Persecución, apuesta y confesiones: Parte I.

El viernes doce de diciembre Demon por fin apareció en clases, me alegró un poco verlo aunque nuestra situación no había cambiado en lo absoluto. Durante todo el tiempo que pasamos en la preparatoria en ningún momento giró a verme, yo por otro lado parecía una acosadora.

Cuando salimos de clases caminé hasta la camioneta de papá, que milagrosamente me había dado por esa semana, ya que había estado cumpliendo con mi castigo al pie de la letra. Ese día hacía un frío infernal, no me extrañaría si esa noche nevaba hasta más no poder y a pesar de usar varias camisas y un sweater sentía que el frío me llegaba hasta los huesos, en verdad necesitaba recuperar mi otro sweater y mi abrigo. Cuando me senté en el puesto del conductor, divisé al otro lado del estacionamiento a Demon que estaba por partir.

Solo me bastó unos segundos para decidir qué haría una locura.

Era momento de quebrantar mi castigo...

_______________________________

Llevaba más de veinte minutos conduciendo y ya iba en camino hacia el pueblo vecino, esto era una locura, además de una tontería, pero necesitaba saber qué hacía y hacia dónde se dirigía Demon, lo seguí desde que habíamos salido del estacionamiento y a esas alturas no podía retractarme, pasado un tiempo llegamos al pueblo y Demon tomó un cruce hacia la derecha, en todo momento mantuve mi distancia y le rogué a Dios que Demon no me descubriera. Me detuve cerca de un bulevar, ya que lo había perdido de vista, me bajé de la camioneta al fijarme en que su moto estaba aparcada no muy lejos de donde estaba.

Entré a varios comercios tratando de encontrar a Demon, tardé como quince minutos buscándolo, pero no había ni rastro de él.

En el camino tropecé con un hombre grandulón que se asemejaba a un gorila.

—Fíjate por dónde vas niña —gruñó aquel hombre.

Ni loca le respondí, no sabía que hubiese hecho ese grandulón si le hubiese respondido, solo seguí mi camino.

Al final del bulevar había una taberna, era el único lugar en el que no había buscado, me dio algo de temor entrar allí y si mi padre me estuviese viendo ahora mismo estoy más que segura de que le hubiese dado un infarto, pero no podía detenerme ya había llegado hasta allí. Me armé de valor y me adentré al lugar.

_______________________________

Demon.

Víctor me había dicho que los mareara, que hiciera tiempo mientras él conseguía los refuerzos, pero maldita sea este juego del gato y el ratón estaba comenzando a frustrarme.

—Es tu turno, amigo —el tipo frente a mí, me ofreció un intento de sonrisa amistosa, pero la forma en que masculló "amigo" me decía que no era bienvenido.

Eso me importó poco, ya que a estos imbéciles los estaba usando solo como distracción, pero jugar póker con semejantes idiotas no era nada divertido, arruinaban el juego.

—Claro, voy y doblo —coloqué trescientos dólares en la mesa. El resto de los hombres en la mesa arrugaron sus caras y comenzaron a lanzar sus cartas sobre la mesa, eso me dijo que ya había ganado el juego. Arrogante tomé todo el dinero de la mesa.

—¡Suélteme! —Exclamó una voz cerca de la entrada, maldije para mis adentros no era necesario que mirara hacia la entrada para saber de quién se trataba, podría reconocer su voz hasta en el lugar más bullicioso.

Si me giraba a verla y ella se daba cuenta de mi presencia, todo estaría jodido, porque no solo podría arruinar el plan, sino porque ella tal vez se vería involucrada en la situación y por más que me costaba admitirlo, me preocupaba por ella, debido a que esa chica podía atraer los problemas como el polen a las abejas.

—Permiso —gruñí levantándome de la mesa, me dirigí a la entrada solo para asegurarme de que todo estuviese bien, visualicé a Anna con el ceño fruncido mientras discutía con un idiota cerca de la puerta.

Anna intentó alejarse, pero aquel tipejo no la dejó tomándola de la cintura, eso no me gustó en lo absoluto, solo bastó eso para hacerme enojar y mandar todo al demonio. Tenía que alejarla de ese imbécil.

—Interesante forma de filtreo —dije sarcásticamente sorprendiendo al tipejo —¿acaso funciona ese movimiento? —Mi tono burlón irritó bastante a aquel idiota.

Traté de mantenerme concentrado y solo mirar al imbécil, ya que me era más fácil mantenerme calmado, no podía verla porque tal vez perdería los estribos al verla en un lugar de mala muerte.

—Aléjate, esto no es tu maldito asunto —escupió.

Solté una risa irónica, en el momento en el que el tipo se vio confundido por mi actitud, Anna aprovecho de soltarse y alejarse.

—Claro que es mi jodido asunto —estiré mi mano hacia Anna, y por primera vez la observé desde que había entrado a la taberna, la detallé y en sus ojos pude ver que estaba nerviosa y a la vez temerosa, eso me hizo rabiar aún más —Ángel, ven —Anna rápidamente tomó mi mano y en un ágil movimiento la acerqué hasta mi pecho, la rodee con mi brazo al notar que se encontraba algo alterada.

Observé al imbécil con una mirada fría.

—Que esto sea solo una advertencia. Espero no volverte a ver ni a un metro cerca de ella, sino no me haré responsable por lo que haga contigo, ¿entendiste? —El tipo asintió rápidamente antes de alejarse.

Saqué a Anna de aquella pocilga, caminamos por unos minutos en silencio, en cuanto percibí que ya se había calmado, la dejé ir y en cuanto lo hice sentí su ausencia. Debía mantener la distancia, por muy difícil que se me hiciera hacerlo.

—Gracias —habló ella casi en un susurro, mientras se abrazaba a ella misma, luego dirigió su mirada a la acera.

Asentí en respuesta a pesar de que sabía que ella no me estaba viendo.

—¿Qué estás haciendo en este lugar? —No era difícil de adivinar, pero quería que ella me lo dijera.

Después de soltar un suspiro, Anna respondió.

—Te seguí.

—¿Por qué?

—Quería saber que estabas haciendo, ya no vas constantemente a clases y me preocupé, pero sobretodo necesito algunas respuestas Demon, estoy comenzando a enloquecer por tantas incógnitas —en lo posible me había mantenido lejos de ella para que así no se viera implicada en todo esto, pero parece que las cosas no resultaron.

—Anna, no debería de importarte lo que haga o deje de hacer. Además, fuiste tú la que en primer lugar no quiso hablar —estaba comenzando a exasperarme y ese era el lugar menos indicado para empezar una discusión, menos cuando habían dos tipos dándome caza.

—Lo sé, yo solo... —ella levantó su cabeza hacia mí. Joder, su mirada era triste, pero debía mantenerme al margen. Era mejor así, por su seguridad.

—Anna, será mejor que vuelvas a casa —Anna estuvo a punto de discutir, pero se calló al instante.

—De acuerdo, la camioneta de mi papá está cerca —la seguí en silencio.

Estábamos por llegar a la camioneta, pero al divisar a unos hombres cerca de ahí me di cuenta de que eran ellos, así que tomé a Anna de la mano y la arrastré dentro de una tienda. Una vez dentro observé con cautela por el vitral de la tienda hacia aquel lugar.

—Mierda —dije al darme cuenta de que para poder llegar a la camioneta, teníamos que pasar cerca de ellos.

—Oye, ¿qué sucede? —Preguntó Anna confundida.

Saqué mi teléfono y le envié un mensaje a Víctor preguntándole donde diablos estaba.

—¿No hay una puerta trasera? —Pregunté al encargado de la tienda.

—No señor —respondió el encargado dándome una mirada recelosa.

—Joder.

—Hey, ¿qué está pasando? Estás comenzando a preocuparme —Anabelle se acercó al vitral y observó hacia donde yo estaba viendo, la tomé del brazo y la alejé de ahí.

—Ven —dije haciendo que me siguiera hasta la salida, cruzamos la calle hasta la otra acera, luego comenzamos a caminar en el sentido contrario. Planeaba llevarla a otro lugar para distraerla mientras aquellos tipos se alejaban.

—¡Hey! Detente un momento, la camioneta de mi papá está hacia el otro lado. ¿Qué te sucede? Estás actuando extraño —reprochó ella deteniéndose.

—Primero baja un poco la voz —le pedí mirando por encima de ella, aunque nos encontrábamos alejados, la calle estaba algo solitaria —no mires, pero cerca del carro de tu padre hay unos tipos indeseables —técnicamente estaba en lo cierto.

No sabía si era por su personalidad o de verdad le gustaba llevarme la contraria, pero en lo que había terminado de hablar ella había girado su cabeza.

—Ese es el hombre con que tropecé más temprano —murmuró Anna frunciendo el ceño.

Rápidamente miré a los hombres.

—¿Con cuál tropezaste?

—El grandulón.

—Mierda —resoplé, esto no estaba saliendo como lo había planeado.

De pronto los tipos miraron en nuestra dirección. Maldije para mis adentros, tomé a Anna de la mano y la halé para que me siguiera.

—Es mejor que nos alejemos mientras se van —joder ¿dónde estaba Víctor?

—Demon...

Tenía que pensar en algo, no podía permitir que Anna se viera involucrada.

—¡Demon!.. —exclamó Anna alterada.

—¿Qué? —Pregunté exaltado.

—Nos están siguiendo —comunicó con cierto nerviosismo.

Di un vistazo rápido hacia atrás, en efecto, nos estaban siguiendo.

—No te preocupes —no sabía si me los estaba diciendo a mi o a ella.

Vamos Desmond cálmate, eres listo. Solo piensa en un rápido plan de escape, relájate, piensa en esto como un juego. Has salido de peores situaciones.

Finalizando el bulevar había una serie de tiendas y calles que se interceptaban con algunos conjuntos residenciales, si podíamos usar eso como método para marearlos y perderlos, para así retornar hacia la camioneta, todo estaría bien.

—Deberíamos apresurar el paso —sugirió Anna apretando su agarre en mi mano.

Antes de cruzar miré sobre mi hombro, ellos había logrado acercarse a nosotros pero no los suficiente. En cuanto tomamos la primera intersección, comenzamos a correr y así la persecución empezó.

Logramos adelantarnos unos metros, tomamos un cruce a la derecha y continuamos por un callejón hasta el otro lado de la manzana, luego fuimos por la izquierda entre los conjuntos residenciales. Estuvimos cruzando calles y tomando intersecciones cerca de diez minutos, pasado ese tiempo tomamos un cruce que nos llevó por el camino de regreso. Llegamos al callejón por el que habíamos pasado en un principio y nos detuvimos ahí.

—¿Los perdimos? —Preguntó Anna luego de recuperar el aliento.

—Lo más probable —respondí apoyándome del muro, a pesar de que mi condición física era buena, necesitaba un descanso. El frío estaba aumentando, miré hacia el cielo y me percaté de que en cualquier momento podría empezar a nevar —vamos, continuemos.

Anna no hizo movimiento alguno para moverse.

—¿Por qué nos perseguían? —Cuestionó ella.

—No creo que sea el momento para responder, necesitas regresar a casa —sabía que estaba evadiendo la pregunta, pero ese no era el lugar más adecuado para tener una sesión de confesiones.

Mi teléfono sonó, era un mensaje de Víctor diciendo que había tenido algunas complicaciones por lo que no pudo conseguir los refuerzos, luego me explicaría con más detalles.

Gracias por ser tan eficiente como siempre Víctor, de verdad gracias...

Estábamos por salir del callejón cuando escuché unos pasos acercándose apresuradamente, no dio tiempo de correr por lo que tomé a Anna del brazo y la halé hacia unas cajas apiladas y nos ocultamos detrás de estas. Estaba tan cerca de ella que podía sentir su respiración agitada y los temblores de su cuerpo.

—¿Crees que sean ellos? —Susurró Anna con cierto temor.

—Espero que no —fue lo único que pude responder.

A medida de que esos pasos se fueron acercando, percibí que el nerviosismo y miedo de Anabelle iba a en aumento. De alguna forma tenía que distraerla, para que se calmara o le podría dar un ataque de pánico...

_______________________________

Anabelle.

Toda esta persecución me tenía mal, mi corazón bombeaba como loco, estaba agitada casi cerca de hiperventilarme, tenía miedo de unos hombres los cuales ni siquiera sabía quiénes eran y lo único en lo que yo podía pensar con claridad, era en la cercanía del cuerpo de Demon, de verdad estaba mal.

Di un respingo cuando escuché cerca de nosotros que algo se caía.

—Hey está bien, no fue nada —Demon giró mi cabeza hacia él, para que así lo pudiese ver a los ojos, era casi hipnótico ver ese azul tan profundo en su mirada, que casi me olvidé de que estábamos en un callejón escondiéndonos de unos matones. —Respira lentamente, concéntrate en mí.

Colocó su mano en un costado de mi cuello y con su dedo pulgar comenzó a acariciarme cerca de mi mandíbula, su roce hizo que me dieran escalofríos, pero debía admitir que me gustaba mucho la sensación de su toque. Hice lo que me había pedido y me concentré en inhalar y exhalar lentamente, mientras lo miraba.

—Eso es —dejó ver una pequeña sonrisa de lado, para luego acercarse lentamente a mí y apoyar su frente con la mía.

—¿Demon, que estás haciendo? —Pregunté tan bajo que dude si me había escuchado.

—No lo sé —respondió antes de hacer desaparecer lo que nos quedaba de distancia.

Sentir los besos de Demon después de un tiempo, fue como si hubiese estado en el desierto y por fin logré encontrar un oasis para calmar mi sed. Un hormigueo recorrió mi cuerpo cuando bajó su mano hasta mi cintura y me apoyó del muro, me olvidé de todo, no me importó el frío, tampoco el hecho de que estuviésemos en un callejón, ni mucho menos quién nos pudiese encontrar, sólo me concentré en él y sus besos.

—Vamos, ya se fue —dijo Demon luego de que nos separamos.

—¿Qué? —Pregunté algo perdida.

—Sí, solo era un tipo. Vamos —sentí como si me hubiese apuñalado al darme cuenta de que él solo me había besado como una distracción y no porque de verdad hubiese querido hacerlo. Comenzó a caminar hacia la salida del callejón, del algún modo logré mover mis piernas para seguirlo.

Durante todo el trayecto de regreso me mantuve en absoluto silencio, estaba tan perdida en mis pensamientos que no me di cuenta del momento en el que habíamos llegado. Caminé hacia la puerta del conductor y la abrí, antes de entrar me giré hacia Demon.

—¿Todo bien? —inquirió levantando una ceja.

No, todo está mal... quise decir, pero en su lugar solo asentí.

—Creo que solo estoy agotada...

—Está bien, entonces cuando llegues descansa —su semblante era serio, pero podía notar que esa situación lo estaba incomodando.

—¿No me dirás quiénes eran esos hombres? —Cuestioné, Demon pareció considerar responderme.

—Es mejor para ti si no lo sabes y te mantienes alejada —contestó dándome una mirada mordaz.

Suspiré en derrota, no iba a discutir con él estaba agotada física y mentalmente y solo deseaba estar en casa, por lo que sin decir nada más entré a la camioneta.

—Nos vemos por ahí, supongo —dije antes de encender el motor y salir de ese lugar lo más pronto posible.

Mientras me alejaba vi a Demon a través del espejo retrovisor, él continuó en el mismo lugar hasta que ya no lo alcance a ver más. Traté de llegar a casa lo más rápido de lo que el límite de velocidad me permitió.

Di gracias al notar que papá aún no había llegado. Subí hasta mi habitación, sin pensarlo dos veces me lancé sobre la cama, no me importó cambiarme a mi pijama solo deje que mis lágrimas corrieran libremente drenando todo el estrés que había vivido hasta quedarme dormida

El sábado temprano amanecimos con unos cuantos metros de nieve, por lo que papá había salido en la camioneta para cambiarle las llantas por unas de nieve. Esa misma mañana desperté con una idea rondándome la cabeza y no fue sino hasta el almuerzo que papá llegó que me decidí.

Fui hasta mi habitación, tomé mi bolso, guardé unas mudas de ropa, algunas cosas de aseo personal, mis libros y mi laptop, luego le envié un mensaje a Sam pidiéndole que llamara a mi casa preguntando si me encontraba lista, porque me pasaría buscando y como sabía que papá preguntaría agregué que le explicara que íbamos a estudiar para una prueba que tendríamos el lunes, técnicamente no era mentira, el lunes tendría una prueba, pero era necesario que Sam me encubriera si quería hacer lo que tenía pensado.

Después de enviar el mensaje, esperé pacientemente a que Sam llamara a la casa, no esperaba que me ayudara puesto que últimamente no hemos compartido mucho, pero sabía que su curiosidad por saber lo que tramaba seria lo suficientemente grande como para ayudarme.

Pasados unos minutos el teléfono de la casa sonó, me apoyé de la puerta de mi habitación tratando de escuchar lo que papá decía, pero se me hizo algo difícil, me alejé rápidamente de la puerta al percibir que los paso de papá se acercaban y fingí que estaba leyendo un libro.

—Pequeña, Sam me acaba de llamar —habló papá luego de atravesar la puerta —dijo algo sobre estudiar juntas para una prueba muy importante que tienen el lunes.

—Así es, estaba por preguntarte si podría ir a la casa de Sam, para estudiar con ella, pero veo que se me adelantó —dije soltando una pequeña risa que esperé fuse lo suficientemente convincente.

—Está bien, puedes ir, considerando que has cumplido con tu castigo —sí, claro... —pero te estaré monitoreando —dijo dándome una mirada de advertencia.

—Está bien, no te preocupes papá, solo vamos a estudiar —Anabelle, te has vuelto una mentirosa.

Sam llegó veinte minutos después, saludó a papá y luego partimos. Ella esperó que estuviésemos lo suficientemente lejos de la casa para preguntar.

—De acuerdo, ¿de qué se trata todo esto? —noté su ceño fruncido, mientras miraba hacia la carretera.

Suspiré, si quería la ayuda de Sam tenía que contarle todo, bueno o al menos una parte de todo lo sucedido. Comencé por el día en el que fui a la casa de Demon, obvié mi pequeña escena subida de tono, luego le conté los días siguientes, la llama al orfanato, mi investigación acerca de él y finalicé contándole sobre mi persecución del día de ayer.

—Lo confirmo, estás loca —fue lo que dijo luego de que había terminado de hablar —lo que no entiendo es por qué necesitas mi ayuda.

—Necesito que me cubras, porque hoy planeo averiguar la verdad de una vez por todas —dije con convencimiento.

—Anna, ayer unos tipos casi los alcanzan solo por haber estado parada al lado de Demon, ¿qué pasaría si esos hombres te hacen algo solo porque te han relacionado con él? ¿Acaso has considerado que tu vida puede estar en peligro? —Bramó Sam mientras una pequeña vena le sobresaltaba de la frente cerca de la sien.

En ese preciso momento, le tuve miedo a Sam, ya que se veía como si estuviese a punto de matar a alguien. Aunque ella tenía un punto a su favor ¿qué si lo de ayer no fue algo aislado?, ¿qué si aquellos hombres tenían que ver con el extraño comportamiento de Demon?, ¿mi vida de verdad podría estar en riegos? Luego recordé la foto, entonces decidí que si ya estaba en esto al menos merecía saber la verdad.

—Tienes razón —fue lo único que dije luego de haber estado bastante tiempo en silencio.

—¡Infiernos si no la tengo! —masculló ella estacionando su honda frente a la entrada de la su casa.

—Por lo que después de hoy ya no tendré nada más que ver con Demon —expresé abriendo la puerta del auto.

—Espera, ¿cómo que después de hoy? ¿Aun planeas ir? —preguntó Sam viéndome como si me hubiesen saludo un par de cabezas adicionales.

Asentí en respuesta. Sam resopló y apoyo su frente del volante.

—Si tú estás loca porque vas a ir a la casa de señor peligro, yo estoy desquiciada por dejar que vayas —dijo en resignación.

—Estoy impresionada de que cedieras tan rápido.

—Sé que la harás sin importar si estoy o no de acuerdo.

Dejé escapar una pequeña risa.

—Eso es muy cierto —concedí.

—Bueno, será mejor que entremos antes de mamá se pregunté porque hemos estado tanto tiempo en el auto y salga a buscarnos con una bandeja de cannoli.

—¿Ella de verdad lo haría? —pregunté divertida.

—¡Oh créeme, lo haría! —exclamó ella.

Volví a reír.

—Está bien, entonces será mejor que entremos.

_________________________

Bueno, supongo que todas querrán matarme, yo me quiero dar una patada en el trasero... Me he dado cuenta que soy mala con las promesas jajaja y se que soy una mala escritora por andar desapareciendome tanto tiempo, pero sucedieron cosas... Lo que importa es que logré publicar un capitulo. Mañana espero poder publicarles el otro.

Tengo noticias: haré una pagina en facebook para las fans de la novela, allí estaré publicando detalles sobre SP, sus personajes, mis planes con respecto a SP y esas cosas, aun no la tengo lista por lo que en el próximo capitulo lo más probable es que les de el linck.

Bueno, sin mas nada que decir, nos vemos en el próximo capitulo.

PD: LO SIENTO MUCHÍSIMO



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