~NARRA HA NEUL~
—~Neul —escuché una voz hacerse eco en mi cabeza.
—Haneul —escuché de nuevo.
—Señorita Haneul —dijo la ajumma pero no quería abrir mis ojos.
Me dolía la cabeza. Creo que es la resaca. Me sentía pegajosa y quería ducharme.
Abrí mis ojos y me sorprendí al ver mi mano... mi mano sobre el pecho de un hombre, y músculos por todas partes.
—¡Aaaaaaaah! —grité sorprendida, rodé y me caí de la cama.
—Señorita ¿se encuentra bien? —preguntó la ajumma.
Oh mierda, como escondo esto. Con solo vernos, pensará otra cosa. Yo en ropa interior y él sin camiseta. ¿Qué ha pasado?
Suelo dormir en ropa interior porque tengo calor y es normal que los chicos duerman sin camiseta ¿no?
Uff... relájate Haneul. Puedes con esto. Te cambias y luego envuelves al chico y lo tiras a un pozo o lo entierras en alguna parte.
Me levanté para coger ropa en el armario, pero me tropecé con mis cosas y me caí y sin querer le dí a la lampara haciendo que este cayera y se rompiera.
Joder, no me sale nada bien hoy.
—Perdona señorita. ¿Está usted bien? Voy a entrar —dijo la ajumma tocando la puerta.
Antes de que dijera que no, abrió la puerta y nos vio. La expresión que tenía al entrar era como si hubiera visto un fantasma.
—P-Puedo explicarlo —dije.
—L-Lo siento señorita. No lo he hecho a propósito —dijo y salió rápidamente.
—¡Espera! —grité pero ella ya se había ido. La ajumma habrá pensado otra cosa.
Suspiré y fui al armario a por una camiseta y unos shorts para ponerme enseguida.
Me sorprendí mucho cuando la ajumma regresó junto con mis padres.
¡¿Pero qué están haciendo aquí?! No deberían estar aquí, quiero decir, sí, esta es su casa y tienen derecho a vivir aquí pero... ¿No estaban en un viaje de negocios?
¡Estoy muerta! ¡Dónde estará esa Danbi!
Mis padres también estaban muy sorprendidos. ¿Quién no? Si tú vieras a tu hija con un chico en la cama.
—¡JOVENCITA! ¿QUÉ ES ESTO? —gritó furioso mi padre —¡HABLEMOS ABAJO! —dijo y salió.
Juro que nunca le había visto así.
Mi madre solo se me acercó y me miró en busca de una respuesta.
—No sé omma. Solo salí con Danbi...
—¿Qué ha pasado hija? No te hemos criado así.
—Lo sé. Yo también me sorprendí. No sé que ha pasado. Créeme.
—¿Dónde está Danbi?
—No lo sé —dije, porque sinceramente no sé dónde esta. Incluso yo que estoy involucrada no tengo ni una pista de lo que ha pasado.
—Llámala y dile que venga aquí. Tenéis que explicar muchas cosas —dijo, así que rápidamente cogí mi móvil y la marqué.
Tardaba en cogerla. Me estaba poniendo nerviosa de lo que me vayan a decir mis padres.
—Iré a calmar a tu padre allí abajo. Arregla a ese... quién sea que es —dijo dándole una mala mirada a Jimin y luego salió.
Joder ¿qué hago? Nunca en mi vida había llevado un chico en la casa. ¿Y ahora me encuentran con uno en la cama?
Sí, aun no he tenido novio. ¿Pero qué estupidez he hecho? Aish.
—¡Yah Danbi! Tienes que venir aquí. Hay un gran problema.
—(¿Qué? ¿Tienes algún problema con el chico guapo?)
—Sí, algo grave.
—(¿Qué?)
—Mis padres están aquí. Nos han visto.
—(¡¿QUÉ?! Espera ¿por qué están ahí?)
—Yo tampoco lo sé. Danbi ayúdame no sé que hacer —dije con la voz temblando.
—(Vale, estoy de camino) —dijo.
No sé como Jimin puede dormir tan bien con todo lo que esta pasando ahora. ¡Esto es muy fuerte! ¡Parece que es un insensible! Aish.
Como yo no quería tocarle, cogí un vaso de agua y se lo eché encima para que se despertara.
—¡YAAAAH! ¡¿CUÁL ES TU PROBLEMA?! —exclamó sentándose y frotándose los sienes. Seguro que también le duele la cabeza.
¡Mierda! He hecho mal en echarle agua. Se ve caliente con el pelo mojado y las gotitas de agua cayendo por su cuerpo. Tragué saliva.
—¡T-Tú! ¿Qué haces aquí? —exclamé señalándole con cierta tartamudez.
—¡Yo qué sé! ¿Qué me has hecho? ¿Me has secuestrado?
Pero que cara más dura tiene. ¿Qué yo soy él le ha hecho algo?
Se levantó y se dirigió delante del espejo que tenía en mi habitación.
—¡Hmp! Sigo guapo —dijo mientras se miraba la cara en el espejo.
Tsk. Qué cara mas dura tiene de verdad. Un gran narcisista. ¿Eso no es un desorden de personalidad? Deberían meterle en un manicomio. Pero es verdad, sigue guapo... ¿qué es lo que acabo de decir? Borra. Borra. Él no es guapo. Él es molesto de ver.
—¡Aish ¡Cámbiate! ¡Qué mis padres están aquí! —exclamé hacia él.
—¡Pues dame algo que ponerme! ¡Me vomitaste anoche! —gritó girándose.
¿Lo hice? No me acuerdo de nada.
Fuí a coger una camiseta de mi padre y se lo dí.
Me giré cuando se estaba vistiendo. Espera ¿qué hago girándome si ya le he visto?
Estúpida Haneul.
—Señorita dicen que vayan abajo —dijo la ajumma.
—Si ya vamos —contesté y luego volteé a ver a Jimin.
—¿Qué les digo? —dije preocupada.
—¿Qué es lo que has hecho? —preguntó él.
—¿Cómo que yo? ¡Nosotros! ¿Qué hemos hecho? —dije dramática— ¿Ha pasado algo entre nosotros? —pregunté.
—¿Te has vuelto loca? Si eres plana —dijo y me sentí ofendida, pero es verdad. Pero no tenía que decirlo porque ya lo sé. Me ha herido.
—¡Yah! ¡Eres malo! ¿Pero estás seguro eh? Al menos no ha pasado nada —dije.
Porque no daría mi virginidad a cualquier hombre. Solo se lo daré a mi futuro marido. Ni siquiera tengo primer beso. Estoy reservando eso a mi príncipe azul. Que persona mas soñadora soy.
Bajé nerviosa. Solo quiero desaparecer ahora mismo. Quiero perderme en un mundo de fantasía, que me trague un agujero negro donde vaya a un mundo dónde mi único problema solo sea una bruja malvada, en cualquier sitio menos en esta casa. Aunque sea en Narnia o en Hogwarts o salto en un pozo dónde me lleve hacia Andalasia y allí cantar canciones sobre el amor verdadero y vivir un final feliz con mi príncipe. ¡Arrg! ¡Dónde sea!
Mis padres se encontraban sentados juntos en el salón y la atmósfera era muy pesada.
—Sentaros allí —indicó mi padre para que nos sentemos delante de ellos.
No dije nada y me senté sin levantar la cabeza. Tenía mirada fija al suelo. Creo que no podré soportar verles la cara a mis padres.
Jimin estaba relajado a mi lado, como si nada y mi padre estaba furioso, mientras que mi madre solo le calmaba.
Cuando al fin llegó Danbi.
—¡Hola tío! ¡Hola tía! ¿Me habéis echado de menos? —dijo ella alegre.
—Estáis todos en problema. Quiero saber la historia entera —dijo mi padre en un tono de voz que daba miedo —¿Qué parte de la historia voy a escuchar primero? —preguntó mi padre.
¡Estoy muerta de verdad! No me acuerdo de nada. Espero que Danbi diga algo bueno. Aunque haga una historia inventada. Solo quiero escapar de este problema.
--