Derek
Cuando aparqué en casa de Stiles a la mañana siguiente, él y su hermano estaban parados en el patio de adelante con sus brazos cruzados mientras tenían su atención pegada en la casa que estaba cruzando la calle. Ethan y Sophie entraron por su cuenta, así que caminé y me paré junto a Stiles.
-¿Qué estamos mirando?- Las palabras apenas habían salido de mi boca cuando Kate salió de su casa con sus sábanas en la mano. Las arrojó furiosamente en un bote de basura y les prendió fuego antes de gritar y regresar adentro.
-Ha estado con eso toda la mañana-dijo Stiles. -Aparentemente no sabe cómo usar una lavadora, porque eso quita el polvo pica-pica.
-¿Como que eso hace que se antojen unos s'more, no?-dijo Liam. -Iré por los malvaviscos.-Se dio la vuelta y entró.
Kate salió de nuevo con el brazo lleno de ropa. Gritó de nuevo y los arrojó al cesto, haciendo que las flamas se hicieran más altas. -¿Quiero saber?-pregunté.
-Idea de Li. Kate nos echó a la policía, así que entramos a su casa y rociamos sus cosas con polvos pica-pica-explicó Stiles despreocupadamente.
Asentí. Sabía que tenía que ser algo como eso. Era aterrador cómo las cosas que él hacía empezaban a tener sentido para mí. -Mamá accedió a cuidar a los niños esta noche. Ella y papá quieren llevarlos al Chuck E. Cheese's.
-Mierda.-Esa no era la reacción que estaba esperando. Stiles se giró rápidamente hacia mí. -Viene para acá.-Eso me hizo sentir un poquito mejor.
-¡Esto es un ultraje!-gritó Kate mientras se acercaba. Su cara tenía tres tonalidades de rojo.
-Lo sé-contestó Stiles sonando completamente escandalizado. -¡No puedo creer que hayas besado a mi hermanito!
Liam escogió ese momento para aparecer con una bolsa de malvaviscos y un gancho para la ropa. -Hey, Labios Candentes.
-Yo... él...-balbuceó Kate. Entonces gritó otra vez y se regresó a su casa.
Stiles suspiró. -Amo este vecindario.
No pude evitarlo, pero miré boquiabierto a Liam. -¿Besaste a Kate?
Se encogió de hombros. -Tienes que hacer lo que tienes que hacer. Y no planeo hacer repeticiones instantáneas tampoco. No importa lo que ella diga, yo creo que se corrió.-Liam se estremeció ante la idea.
-Más te vale no volverte heterosexual. De otra manera, habrá un montón de tipos enojados en este pueblo-advirtió Stiles.
-No puedo creer que dejo a mis niños con ustedes, gente-los molesté. -Mamá vendrá a recogerlos a las cuatro. Yo vendré por ti a las cinco.
Cruzó sus brazos encima de su pecho. -¿A dónde vamos?
-A una cita. Que tengas un buen día-lo besé en la nariz y me alejé, sonriendo cuando lo escuché resoplar de molestia detrás de mí.
Cuando llegué a la oficina, encontré a Jordán en el vestíbulo con sus pies apoyados en el escritorio y con un libro en sus manos. Estaba tan concentrado que ni siquiera se dio cuenta de que entré. Eso era muy anti-Jordán. -¿Perdiste una apuesta o algo?-pregunté.
Casi se cae de la silla de la sorpresa tan grande que le di. -¡Amigo! Ni siquiera te escuché llegar.
Le di un vistazo rápido al libro que traía antes de que pudiera esconderlo. Mis ojos se dilataron ante las palabras que saltaban de la página. -¿Estás leyendo una barata novela de romance? ¡Jordán, esto es erótica! ¿No tienes suficiente de Lidya?
-Fue ella la que me lo dio-dijo, regresando a su lectura. -Quiere intentar un pequeño juego de rol, así que estoy leyendo sobre mi personaje. Soy un sexy hombre de la montaña.
-No hablas en serio-contesté. Esto era demasiado.
-¿Hombre de la montaña? En cuanto el doctor le dé luz verde, Allison tiene el disfraz de vaquero listo y esperando-dijo Isaac mientras caminaba con unos cuantos archivos para guardarlos.
Jordán asintió, entendiéndole. -Vamos a leer esa para la próxima. No puedo esperar para amarrar a Lydia.
No podía creer esto. -Voy a trabajar.-Caminé por el pasillo.
-Dejé uno en tu escritorio para ti y Stiles. Es sobre un convicto prófugo-dijo Jordán a mis espaldas.
Era oficial. Mis hermanos eran caso perdido. Fue bastante seguro encontrar una novela tirada en mi escritorio. La puse en otro lado. Si eran lo suficientemente estimulantes como para que Jordán y Isaac las leyeran, necesitaba mantenerlas apartadas al menos hasta mi segunda cita. Los pensamientos de tener a Stiles en mi cama habían cruzado mi mente en más de una ocasión, pero no quería apresurar las cosas. No quería arruinar todo.
Pasé el día dibujando nuevos diseños hasta mi hora de comida. Antes de que pudiera abrir mi puerta para salir por un descanso, Isaac se deslizó hacia dentro. -Yo no saldría si fuera tu.
-¿Por qué no?-pregunté. A menos de que Jordán y Lydia hayan empezado con su diversión, no podía pensar en otra razón para no salir a almorzar.
-El vestíbulo está lleno de posibles secretarias, y todas están buscando dar un vistazo al Hale disponible. Hay demasiadas. Podrías ser violado, y no habría nada que Jordán o yo pudiéramos hacer para salvarte-explicó, dándome una mirada comprensiva antes de salir de ahí.
Gruñí. Me moría de hambre. Sabía que Stiles encontraría esto divertido, así que le envié un mensaje de texto. Un par de minutos después vibró mi teléfono.
Aguántate, niño bonito.
No sabía cuánto tiempo había estado escondido en mi oficina, hasta que escuché un ligero golpeteo en mi ventana. Mis ojos se abrieron en sorpresa cuando vi quién era. Rápidamente abrí la ventana. -¿Qué estás haciendo aquí?
-Dijiste que necesitabas ser rescatado. ¿Vienes o no?-preguntó Stiles. -Los chicos y yo vamos a ir por comida china.
-No he escalado a través de una ventana desde que estaba en la universidad-admití, escalando de todas formas. Lo seguí hasta la camioneta donde los chicos y Sophie esperaban pacientemente. -¿Cómo voy a regresar?-pregunté después de saludarlos.
-Liam se está haciendo cargo de eso. El vestíbulo estará limpio para cuando regresemos. Sólo tenemos que recordar traerle algo de pollo agridulce y dos rollos primavera.-Ni siquiera iba a preguntar.
El restaurante estaba a la vuelta de la calle, así que estuvimos ahí en poco tiempo. Los chicos caminaron delante de Stiles y de mí, mientras Sophie caminaba entre nosotros, sosteniendo nuestras manos. Así era como se suponía que una familia debería lucir. Nos sentamos en nuestra mesa de la misma manera, con Ethan y Leo frente a nosotros tres. -Vamos a tener otra cena familiar mañana en la noche en casa de Isaac y Allison. Estaba pensando que pueden llegar temprano, así nosotros los hombres podemos practicar algo de fútbol.
-Uh huh-contestó, concentrado en sus palitos chinos. -Demonios-en lugar de ellos, tomó un tenedor. Usé mis propios palitos chinos para ofrecerle una mordida de mi camarón. Casi pensé que no iba a tomarlo, pero después de un momento, separó sus lindos labios y me dejó alimentarlo. Cuando terminó de masticar, sacudió su cabeza. -Muy sutil, Hale-dijo sarcásticamente.
-Es parte de mis encantos-sonreí.
Ethan resopló. -¿Encantos? Papá, la abuela te enseñó cómo hacer eso.- Stiles casi se ahoga con su comida.
-Gracias, hijo-contesté. El pequeño diablo simplemente me sonrió.
Camino de regreso a la camioneta, Stiles seguía molestándome. -No te preocupes, Derek- se inclinó y susurró, -yo creo que los chicos de mami son sexys.
Me reí y le di un empujoncito juguetón. -Métete en la camioneta, Stilinski. Necesitas regresar a casa para que te alistes para nuestra cita candente.-Él me guiñó el ojo. Las cinco en punto no llegaban lo suficientemente rápido.
Cuando regresamos a la oficina, Liam estaba sentado en el escritorio contestando llamadas. -Construcciones Hale, le atiende Maxwell. ¿Cómo puedo ayudarle?-Tecleó unas cuantas cosas en la computadora. -Sí, Sr. Jenks, puedo programarlo para el próximo martes a las tres en punto... usted también.-Colgó.
-¿Maxwell?-preguntó Stiles, poniendo su pedido para llevar en el escritorio.
-Liam no es lo suficientemente maduro-explicó. -Pueden ir a casa sin mí. Tengo trabajo qué hacer.-Contestó el teléfono otra vez, -Construcciones Hale, le atiende Maxwell. ¿Cómo puedo ayudarle?
Stiles se giró hacia mí. -Uhm... ¿felicidades? Tienes un nuevo asistente.
Asentí, -Eso parece. No te preocupes. Si se descarrila, llamaré a Scotty.
-Buena suerte-contestó. -Vámonos, niños.-Hubo un coro de adioses mientras dejaban el edificio.
-¿Revisándole otra vez las nalgas a mi hermano, jefe?-preguntó Liam, fingiendo inocencia.
Me di la vuelta y me encogí de hombros. -Son realmente unas buenas nalgas. Regresa al trabajo, Maxwell.-Me sonrió tímidamente. Extrañamente, creo que acababa de ganarme la aprobación del hermanito.
Exactamente a las cinco en punto, toqué gentilmente la puerta principal de la casa de Stiles. Cuando nadie contestó, llamé un poco más fuerte. Seguían sin contestar. Hice sonar el timbre. Nada. Finalmente, tome mi llave, abrí la puerta, y metí mi cabeza. -¡Stilinski! Me estás matando aquí. ¡Ven y responde la maldita puerta!-grité.
-¡Quédate en tus pantalones, Hale! ¡Ya voy!-me gritó de vuelta.
Cerré la puerta y esperé. Estaba a punto de tocar el timbre otra vez cuando la puerta se abrió y Stiles salió, viéndose tan guapo como siempre. Aclaré mi garganta y le ofrecí un ramo con siete tulipanes. -Uno por cada día que te conozco-le expliqué. -Te ves genial, simplemente sexy.
-Uhm, gracias-contestó. -No eres tan malo.-Miró las flores. -Voy a... uhm... voy a ponerlas en agua. Ya regreso.-Desapareció rápidamente de mi vista. No pude evitar sonreír. Había asombrado al sabelotodo.
Regresó después de unos momentos y cerró la puerta detrás de él. -De acuerdo, Sr. Hale, ¿a dónde iremos en esta agradable tarde?-le tomé por el brazo y lo guíe al auto, abriendo la puerta por él. -No vas a decirme, ¿verdad?
-No hasta que el auto esté en movimiento-contesté.
-¿Así de mal, eh?-preguntó.
-Entra al auto, Stilinski. -Cerré la puerta después de él y troté alrededor para llegar a mi lado y entrar. Mientras hacíamos nuestro camino por la carretera, mantuve la mirada en él. Había tanto de Stiles que todavía no sabía. Aparqué el auto a un lado de la carretera y me estacioné.
Parecía como si estuviéramos a la mitad de la nada. -Juro que si me pides que me pase al asiento trasero, voy a meter estos zapatos por tu culo.
Me salí y abrí la puerta por él. -Dame algo de crédito. Si hubiera planeado meterme en tus pantalones esta tarde, te habría llevado a mi casa.
-Encantador-contestó secamente. -¿Dónde diablos estamos?
-Lo explicaré. Lo prometo.-Me paré delante de él y me agaché un poco. -Súbete.-No lo hizo. -No te hagas el difícil. No te dejaré caminar por el bosque cuando ni siquiera conoces. -Sonreí cuando lo sentí trepar por mi espalda.
Stiles enrolló sus brazos holgadamente alrededor de mi cuello. -Hueles bien, Hale.
Caminamos por el bosque en un cómodo silencio. Estaba prestando mucha atención por dónde caminaba. Caer podría ser malo en muchos niveles. O bien Stiles podría lastimarse y me sentiría horrible o mi orgullo saldría lastimado y él jamás me dejaría en paz con eso. Caer no era una opción.
-Aquí estamos-cuidadosamente, le ayudé a bajar y a ponerse de pie. Había una plataforma de madera construida en el árbol encima de nosotros. -Esta es la primera cosa que construí.-Le indiqué con un gesto que trepara por la escalera.
-¿Es segura?-preguntó con cautela. Le di mi mejor aspecto de insultado. -¿Qué? La madera tiende a pudrirse, lo sabes.
-La he cuidado bastante bien-le aseguré.
El sol estaba a punto de ponerse, así que tenía velas esperando en la plataforma. Cuando Stiles las vio, me miró interrogante. -¿Vamos a tener una sesión espiritista?
Empecé a desempacar la hielera que contenía nuestra cena. -Construí esto cuando era niño. No sabía nada sobre alambrados en ese entonces, así que necesitamos estas para alumbrar.-Le ofrecí un sándwich de ensalada de pollo con una sonrisa encantadora.
-¿Cómo supiste que este es mi favorito?-preguntó suspicaz.
-Nuestro nuevo asistente es muy eficiente.-Contesté. Lo estuve fastidiando por información antes de dejar la oficina.
-Liam-gruñó, pero gimió suavemente cuando le dio un mordisco. -Esto no era lo que esperaba cuando me atascaste en esta cita-admitió.
Encendí las velas. -Es la primera cita. Es aquí donde nos conocemos mutuamente, y no pude pensar en otro mejor lugar para hacerlo. Además, estás atrapado aquí hasta que decida mostrarte el camino de regreso.
Miró a su alrededor, dándose cuenta de que no tenía idea de cómo regresar al auto. -Mierda.
Solté una risita, sirviéndole una copa de vino. -Así que, Señor Stilinski-pensé en todas las cosas que quería saber sobre él.-¿Quién fue tu primer beso?-parecía algo seguro para empezar.
-Theo-contestó. -Él fue mi primer todo.
Tal vez no era un lugar seguro para empezar. La envidia que sentía por este tipo que jamás había conocido era sorprendente. Normalmente no era del tipo celoso, pero pensar en Stiles con sus piernas enrolladas alrededor de alguien que no fuera yo... necesitaba parar. Mis pantalones se estaban poniendo incómodamente apretados. Decidí tomármela tranquilo. Podía seguir haciendo eso a pesar de que era un padre soltero con dos niños.
-¿Y cómo te fue con eso?-pregunté.
Stiles sonrió. -Genial... una vez que tuvimos un poco de práctica.
-¿Necesitó de práctica?-pregunté con aire de suficiencia. -Yo lo hice bien a la primera.
-Cállate, Hale-contestó, golpeando mi brazo.
Esto era agradable, simplemente estar sentados aquí, Stiles y yo. Debo ser un masoquista, porque lo tenía contándome sobre él y los hombres de su vida. No pude evitarlo. Quería saber todo lo que había que saber sobre él.
-Deucalion, Donovan, Jackson, Mason y Peter-enlistó fácilmente. Cuando mis ojos casi se salen de mi cabeza, rodó los ojos. -Preguntaste sobre los hombres de mi vida, no mi lista de sexo. Estos eran los chicos con los que solía salir en el pasado. Jackson era el hermano de Theo. Usualmente, él era demasiado genial como para salir con nosotros, los chicos de preparatoria. Deucalion era el Rey de la escuela. Donovan y Mason eran sus colegas. Creo que ellos salían conmigo porque mi papá era el jefe de policía. Peter era el tipo misterioso del que todos estaban asustados como para salir, así que terminó con nosotros. Me enredé con un par de ellos solo por diversión, pero Theo y el padre de Leo han sido los dos únicos hombres con los que he estado.
-Stiles, ¿el padre de Leo?-traté de pensar en una mejor manera lo que acababa de decir.
-¿Qué?-Sus ojos me miraron intensamente. -No...yo dije madre, sí, madre-respondió nervioso. Lo mire interrogante, sabia lo que había dicho en verdad. Suspiró. -Soy capaz de embarazarme...-hizo una mueca y tome su mano para evitar que siguiera. Esto era, por lo visto, lo mas incomodo para él.
-Tranquilo Stiles, ya entendí.-pensé una una buena forma de preguntarle lo siguiente.-Eres capaz de quedar embarazado...-murmuré y lo mire-entonces, ¿fuiste...violado?
-¡No!-me miro a los ojos-esta bien que yo fuera el embarazado pero hasta ahí...
Me expliqué. -Es solo que... dijiste que no sabías quién es el padre de Leo, así que lo asumí.
Gruñó y recargó su espalda contra la base del árbol. -Fue en un estúpido baile de máscaras. No te rías-me advirtió. -Estaba irritado. Era mi último año. Había demasiada presión en mí. Quería salir e ir por mi lado salvaje.-Se rió sin humor. -Estaba oscuro y todos estaban usando máscaras. Estaba un poco mareado, pero no estaba borracho. Sabía exactamente lo que estaba haciendo cuando me colé con él a otro lugar. No quería que se quitara la máscara. El misterio de no saber quién era y la emoción de ser atrapados era exactamente lo que pensé que necesitaba. Usamos condón, pero obviamente no fue efectivo.
-¿Trataste de localizarlo? ¿Al tipo misterioso?-Estaba seguro de que lo había hecho.
-Lo hice, pero había más gente de la que iba a mi escuela, y no tenía mucho de dónde elegir. Supongo que él supo que estaba embarazado y se asustó, así que nunca regresó.-Se detuvo por un momento. -No me arrepiento. Hice algo estúpido, pero tengo a Leo. No fue sencillo. He dejado un montón de cosas por cuidar de él, pero fue mi elección, y él ha valido la pena.
No había sido nada de lo que había esperado. Una vez más, Stiles nunca hacía nada de lo que esperaba. ¿Por qué la concepción de su hijo tenía que ser diferente? -Sé a lo que te refieres. Has pasado por situaciones difíciles, pero has hecho lo mejor posible. Estar casado con Paige fue algo que pude haber evitado, pero no cambiaría ni a Ethan ni a Sophie por nada en el mundo.
Asintió con una sonrisa suave. -Tenemos unos niños bastante geniales.
Nos quedamos quietos por unos cuantos minutos, y finalmente no me pude contener. -Así que... el papá de Leo... ¿era más como el Fantasma de la Ópera o como Jason de Viernes 13?
-Veo que ahora tendré que matarte-suspiró.
Riéndome, me puse de pie y le ofrecí mi mano. -Baila conmigo.
-Diablos, no-contestó.
-Te estás haciendo el difícil otra vez, Stilinski-me agaché y lo jalé hasta ponerlo de pie.
-No hay música, sourwolf.-Trató de jalar su mano, pero no iba a dejarlo así.
Enrollé un brazo alrededor de su cintura y lo atraje más hacia mí. -Resulta que soy extraordinario para tararear.
-También estás lleno de mierda-me informó dulcemente. Ignorándolo, empecé a tararear una agradable melodía y lentamente empecé a girarnos en círculos. Había demasiado espacio en la plataforma. -Me siento como una tonto-admitió.
-Cállate, Stilinski-contesté y seguí tarareando. Finalmente, dejó de pelear. Saboreé este momento, simplemente sosteniéndolo en mis brazos mientras bailábamos bajo las estrellas... en un árbol. -Esto me recuerda a un poema.
-Oh, mierda-gimió.
Sonreí. -Derek y Stiles, sentados en un árbol. B-E-S-Á-N-.
Me paró en ese momento. -Termina ese poema y te empujaré de la plataforma.
-Lucha todo lo que quieras, Genim-paré el baile y lo jalé un poco para poder verlo a la cara. -Pero tendré ese beso.
-Pues no será aquí. Está a punto de llover.-Una gota golpeó mi mejilla como prueba de su punto.
-Demonios.-Inútilmente, soplé las velas y empaqué la hielera. Podía regresar por todo más tarde. Cuando regresamos al césped, lo ayudé a subirse a mi espalda. Él sostuvo la linterna mientras yo nos regresaba al auto. No lo logramos antes de que cayera el aguacero. Llegamos empapados.
Stiles se estremeció en el auto, así que encendí la calefacción. -Tú sí que sabes cómo hacerle pasar un buen rato a un chico.
-Espera a que veas lo que tengo planeado para la próxima semana.-Le guiñé un ojo, y Stiles sólo se rió. Cuando aparcamos en su casa, brincó del auto y salió. No había una maldita manera en que lo dejara ir de mi lado. Corrí tras de él, atrapándolo antes de que llegara a la puerta.
Dio un grito ahogado cuando perdimos nuestro equilibrio y caímos sobre el pasto mojado. -Me tacleaste-me dijo con incredulidad.
Rodé hasta quedar arriba de él, cuidando de no aplastarlo con mi peso. -Te dije que iba a tener ese beso.-Empezó a decirme, sin duda, algunas maldiciones, pero cubrí su boca con la mía. No pude evitarlo, pero gemí cuando mi lengua entró en contacto con la suya. Supe que iba a necesitar respirar pronto, pero cuando su pálida mano avanzó hacia mi húmedo cabello y su boca se empezó a mover contra la mía, decidí que respirar estaba sobrevalorado.
Stiles tumbado debajo de mí y peleando por recuperar su aliento era algo a lo que definitivamente podía acostumbrarme. -Sigues siendo un lobo amargado-jadeó.
Antes de que pudiera contestarle, un coche policía se detuvo enfrente de la casa. Scotty salió y abrió la puerta trasera, jalando a Liam por el brazo. Lo recargó contra el capó y removió las esposas que mantenían sus manos detrás de su espalda antes de meterse al auto y manejar lejos de ahí.
-¡Gracias por el aventón!-Gritó después de que se fue. Entonces se giró hacia nosotros y sonrió. -Vaya... parece que su cita estuvo bastante bien.
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Normalmente me tardo más en actualizar pero ya tenía listo esté capítulo así que me decidí por subirlo de una vez xD
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